Cap 12: "A Traitor"
Después de quedarse tirado en el suelo por unos minutos de dolor y lágrimas, se levantó del suelo, lavó sus gotas de la cara con el agua de la canilla, agarró un trapo y limpió la sangre líquida y roja del suelo, de sus brazos y del cuchillo. Sus padres jamás se enteraron sobre ese problema que tenía de cortarse y lo hacía desde los trece años, era como una adicción, había algunas veces que intentaba dejar de hacerlo, pero era muy complicado dejarlo. Volvió a su habitación y cerró la puerta, se tiró a la cama y de una se durmió, estaba muy devastado para seguir adelante, pero, aunque tuviera personas que lo apoyen y le den un poco de felicidad a su vida, no tenía forma de liberarse de lo que arruinaba su vida, sus padres. Y aún faltaba mucho para que se pueda marchar de la casa, lo cual le molestaba mucho.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~★~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Nolan despertó, tenía la piel de gallina, su cabello desordenado y ojeras en los ojos que ya eran de siempre. Sin ganas de nada, se levantó y se vistió para otro día más en la escuela. Salió de la habitación con su mochila preparada para irse y caminó hasta la cocina para prepararse un sándwich y comer durante el camino hacia la secundaria.
No tenía ganas de ir caminando así que decidió llamar a un Uber que lo pase a buscar. Cuando llegó el auto, salió afuera y subió. Estaba tan concentrado mirando la ventana pensando... ¿Qué debía hacer para mejorar?... No tenía la fuerza suficiente para nada, y él lo sabía. Pero él haría lo que fuera para que las cosas cambien y estén bien.
- ¡Oye, Jóven! ¡Ya llegamos! - El pecoso no se había dado cuenta de que el Uber había llegado a la escuela, despertó a la realidad y se disculpó por aquello. Pagó el viaje y bajó del auto. Caminó hacia dentro y notó a sus amigos ahí esperándolos.
Cuando Lou lo vió su mirada bajó al suelo, estaba un poco arrepentido por incomodar a Nolan, y todavía no se había lo de Michael y su relación acabada, y sabía que estaría muy mal por lo que hizo. Y Nolan no estaba seguro de contar, porque sabía como reaccionaría a tal tema, y no quería que sea tan dramático ese momento. Charles notó la cara del pecoso, estaba terriblemente mal, algo no estaba bien. Observó que aquel traía un buzo, ese día era uno soleado, no hacía tanto calor ni frío, no estaba para llevar un abrigo y pues sabía que era raro, Nolan casi nunca usaba algo con que tapar sus brazos.
- Nolan, ¿Por qué traes un buzo? Ni hace tanto frío. - El de ojos bicolores dió un salto al escucharlo decir eso y empezó a decir que no se preocupara, que ese día él despertó con frío y mientras decía eso nervioso, trataba de bajar las mangas lo más que podía para ocultar lo que tenga ahí. - Quiero hablar contigo luego... - Charles no se fiaba nada de él, y no podía dejar que siga intentando ocultar lo que tenía.
Lou notó como estaba y no pudo evitar sentir un nudo en su garganta e ir a abrazarlo, caminó hacia él y lo apretó con el abrazo, el pecoso quedó pasmado y devolvió el abrazo con fuerzas. Nolan sabía porque era el abrazo, estaba pidiendo disculpas por el error, aunque aún no sabía lo de Michael y llegaría el momento en el que se lo diría. Los demás los observaban y no entendían nada. ¿Qué es lo que había sucedido?
- Presiento que me perdí de algo... - Con la cabeza inclinada y una ceja levantada dijo Charles observandolos. El pecoso soltó a Lou y aclaró que él no estaba seguro de contar lo que había pasado, el rubio lo miró y comentó que tampoco quería hacerlo todavía. - No hay problema si es que no lo quieren contar, mientras no sea nada grave o urgente, se lo pueden guardar.
Ellos asintieron con la cabeza. De repente, Mandy se acerca a el de ojos claros y le dice que debe decirle algo que era importante, y él no pudo decir que no así que la siguió. Se fueron a un pasillo de la secundaria, y allí la chica le pegó una cachetada muy repentina en la cara, «¿PERO QUE MIERDA TE PASA?» le gritó Lou e intentó golpearla a ella también, pero lo detuvo.
(Ayuda, ns porq está parte me dió gracia ↑)
- ¡ME ARRUINAS LA VIDA Y YO NO PIENSO SEGUIR ASÍ! ¡ESTOY CANSADA DE TI! - La pelirroja se arrodilló en el piso y empezó a gritar esas cosas. El rubio lo miró confundido, le dijo que gritando no iba a solucionar nada y que se calmara. - NO, NO LOUIS. NO ME VOY A CALMAR. ESTOY PODRIDA DE QUE ME CONTROLEN LA PUTA VIDA.
- MANDY, CÁLMATE YA. YO TAMBIÉN ESTOY CANSADO DE ESTO PERO NO QUEDA DE OTRA SI QUEREMOS HACER QUE NUESTROS PADRES ESTÉN ORGULLOSOS. - El rubio suspiró y la chica lo miró pasmada y enojada. Esta relación se estaba saliendo de control, pero no podían hacer nada.
- Lou... Yo no quiero seguir con esto. Yo jamás te quise... Para eras un gran amigo... ¿Por qué nuestros padres quisieron esto? ¿POR QUÉ QUISIERON QUE HAGAMOS ALGO QUE NO QUEREMOS? - El de ojos claros tapó la boca de la chica ya que escuchó que alguien se acercaba y era Naoy, desde en el lugar donde estaban ellos se escuchaban gritos, pero no exactamente lo que decían. «Chicos, ¿todo bien?» Cuestionó la hetero cromática, los dos la miraron mal y aclararon que discutían sobre algo importante en lo cual no se tenía que meter. Naoy salió de ahí un poco más despreocupada y un poco curiosa por como la miraron.
- Yo tampoco quiero seguir con esto, pero no quiero que mi vida sea un desastre... - Lou observó por un costado pequeño y señaló al pecoso sentado en una banca hablando con su hermano. - Mira a Nolan, ¿Ves cómo la está pasando? Esto le está sucediendo por decirle a sus padres la verdad sobre Michael, no me llego a imaginar cómo ellos lo trataran a él cuando estan solos... Y no quiero que ni tu ni yo estemos así, no quiero que la relación con mis padres esté así.
- Pues si, tampoco quiero estar asi, pero mis padres en algún momento sé que entenderán, ¿ok? Sé que ellos no son como los idiotas de los padres de Nolan. - Mandy se sentó nuevamente en el suelo y acorraló sus rodillas con los brazos. El rubio observó a Nolan un rato más y luego se puso a pensar si comentarle lo que pasó ayer con el pecoso, aunque sabía que ella no se enfadaría, pues su relación les valía madres.
- Te voy a contar lo que pasó ayer en mi casa con Nolan, pero se que no te va a molestar y prometeme que vas a ser capaz de no comentarle nada a mis padres, ¿va? - La chica asintió con la cabeza y el rubio suspiró profundo y recordó cuando lo besó, sus labios eran delicados, pero muy dulces, eran perfectos y simples, pero únicos para él. Esos segundos fueron los más magníficos que pudo tener. - Yo besé a Nolan, sin su aprobación, lo besé. Pues fue muy inesperado para él. Yo le conté toda la verdad sobre nosotros, y lo que realmente sentía por Nolan.
Mandy estaba muy sorprendida, por un lado no le importaba, pero por otro, se preocupaba por él, sabía que si sus padres se enteraban, estaría súper mal, iba a ser un gran problema. Pensó por un momento y observó el piso.
- Me alegra que intentes estar con la persona que realmente quieres, pero, ¿Realmente lo harías, sabiendo que podrías arruinar la relación con tus padres? - Aunque odiaba estar con él, fue su amigo y por un tiempo eran tan buenos compañeros que se veían todos los días, se caían muy bien, ella lo quería y se preocupaba por aquel, odiaba verlo mal y sentir que no era feliz.
- No me importa lo que piensen mis padres, los obligare a qué en algún momento acepten que no todo es como ellos quieren. Aunque quizás jamás lo hagan, yo no voy a seguir haciendo lo que me pidan. - Lou se levantó del suelo, limpió su pantalón, salió de aquel pasillo y fue hacia donde estaba Naoy. Mandy también salió detrás de él, pero se fue con Lydia.
El rubio fue a preguntarle a Naoy si le había dicho a su hermano sobre él, lo cual necesitaba saber si Leo lo quería ver. Lou quería verlo después de tantos años, pero estaba seguro de que su hermano no quería. La chica contestó que no, al tocar la puerta del chico, decía que se largue, no quería saber nada con cualquier persona. El de ojos claros se puso mal, pero pues tenía que intentar en algún momento hablar con él y mejorar su forma de ser.
- Oye, ¿Seguro que todo está bien con Mandy? No me convence, gritaron demasiado. - Naoy lo observó con una ceja arqueada y sus ojos entrecerrados. Lou la miró pasmado «Tranquila, de verdad, no pasó nada» Pues ya la chica tenía que aceptar que quizás todo estaba bien, y dejar de molestarlo con eso, él se podría llegar a molestar por preguntar tantas veces.
Se volvió la hora en que tenían que entrar a los salones y había tocado el timbre. No podían quedarse afuera más tiempo o estarían mal, y más que sus profesores son bastantes exigentes. Lou, Nolan, Naoy y Charles se fueron a su salón y tocaba Química, una materia que la mayoría de la clase odiaba, en especial por el tipo de maestra que les había tocado. Era muy odiosa y egoísta, pero no podían hacer nada.
Fue una clase larga y aburrida, por suerte, había tocado el timbre del recreo e inmediatamente, casi todos salieron rápidamente. Lou miró que Nolan se iba a ir, pero lo detuvo.
- Nolan, de verdad tengo que hablar contigo. - El pecoso lo miró por un momento y aceptó. Salieron del salón y caminaron un poco por la escuela. Iban callados y no se miraban, ese momento fue incómodo para los dos, así que el perfeccionista decidió romper el hielo. - Quiero ver tus brazos, por favor. - El hetero cromático negó, negó muchas veces con la cabeza y decía que no. El rubio agarró sus brazos e intentó subir las mangas de aquel buzo azul enorme que traía, mientras que Nolan intentaba separar sus brazos con los de él, pero como no tenía tanta fuerza, Lou logró su objetivo y vió sus dos muñecas. Estaban llenas de marcas de cortadas, algunas eran pequeñas y algunas no tanto, pero habían unas cortadas que eran terriblemente profundas, que además parecían ser recientes. «¿Có- cómo puedes hacerte esto?».
- ¿Acaso te vas a enojar como Charles? ¿ME VAS A CULPAR? - El pecoso estaba enojado, obviamente, y el rubio no sabía por qué. Supuso que como hablaba de su hermano, Nolan había discutido con él cuando vió a ambos sentados en una banca y por eso él estaba así de molesto.
- ¿Qué? ¿Pasó algo con Charles? - El pecoso dió un largo suspiro y observó con sus ojos bicolores y brillantes hacia los ojos azules de aquel. Sentía ganas de llorar, pero él se las aguantó, creía que el rubio lo regañaría por hacerlo nuevamente. «Discutí con él. Vió mis brazos, me regañó y me dijo que yo tenía la culpa de estar sufriendo de esa manera.» Lou estaba confundido, ¿Charles culpandolo? ¿Por qué haría eso? Su hermano sabía muy bien como eran los padres del pecoso y que ellos tenían la culpa de que el hetero cromático esté de esa manera y la pase mal. - Tu no tienes la culpa de nada. Lo que sí te digo es sobre las cortadas. No tiene sentido que lo sigas haciendo, y no ayudan en nada.
El pecoso pensó, tenía razón en que cortarse no ayudaba. Era una estupidez quizá. Pero él solo lo veía como un desahogo y por eso lo seguía haciendo y haciendo. Lou frenó y lo agarró a él por los hombros.
«Yo siempre te voy a ayudar, Nolan.»
Quería que el pecoso se lo grabe por la cabeza, que cada vez que intente hacer algo malo para él, que acuda a él rubio. Lou agarró un papel y una bolígrafo de su bolsillo. Escribió algo y se lo entregó a Nolan.
- Ten mi número. Cuando te sientas mal, háblame. - El pecoso asintió con la cabeza y se lo guardó. Le dió un gran abrazo a Lou y se despidió, dijo que iría a comprarse algo para comer y el rubio devolvió el saludo.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~★~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Las horas pasaron y las clases acabaron. Cada uno volvió a su casa, todo parecía estar bien. Naoy estaba un poco preocupada por comentarle a Leo esta vez sobre Lou. Debía hacerlo, porque se lo había prometido.
Cuando llegó, dejo sus cosas, fue hacia la habitación de su hermano y antes de tocar la puerta... «Sal de aquí.» Fue lo que contestó por sólo escuchar los pasos de la chica al llegar a su cuarto.
La de ojos bicolores, intentó abrir la puerta sin el permiso del otro, pero no pudo estaba cerrada con llave. Su hermano repitió a qué se vaya, Naoy rogó a qué le abra la puerta.
Su hermano suspiró fuerte y finalmente, abrió un poco la puerta. La chica agradeció tanto por abrir.
- Mira, esto quizás te ponga alegre o algo así, pero se que te va a gustar. En la escuela, hay un chico que es de mi salón y es un amigo de mi hermano verdadero, ya sabes, Nolan. El que te hablo casi todas las noches. - Cuando ella llegaba de la escuela, se sentaba en frente de la puerta de Leo y quedaba hablándole sobre lo que pasaba en su vida, las personas que conocía. Si hermano jamás contestaba sobre lo que le contaba, y hacía que no escuchaba nada, pero en realidad el escuchaba todo y cada palabra que Naoy decía. - Bueno, pues su amigo se llama Lou... ¿Te recuerda algo ese nombre?
Leo quedó pasmado, pero inmediatamente cerró la puerta en la cara de su hermana y dijo que ni aunque el rubio sea amable, que ni se acerque a él. Naoy rodó los ojos y se quejó de aquello, gritó que porque había cerrado, que es lo que pasó y el contrario no hizo nada solo dijo que fueron cosas del pasado y nuevamente dijo que se marchara. La chica dijo que no se iría hasta que le dijera lo que pasó y a él no le importó, dijo que le daba igual, pero no diría nada. Ella solo observó el suelo y se sentó.
- Está bien, no preguntaré, ni diré nada. Porque sé que soy molesta. - Hubieron unos momentos de silencios, Naoy miraba una ventana que estaba al frente de la puerta de la habitación de Leo, como era un casa de dos pisos, se veía un poco la calle, apenas cruzaban autos y era lo único que se escuchaba. «...Cuéntame... ¿Cómo estuvo tu día?...» Leo había dicho eso así como si nada, lo cual a la chica le sorprendió bastante y sonrió.
Empezó a contar todo lo de hoy, en especial sobre lo que estaba pasando con Lou y Mandy, que parecía ser que discutían pero no sabía sobre que. Contó sobre como Nolan estaba tratando a su cuerpo. Su hermano no respondía, pero prestaba atención a sus palabras. Al terminar de contarle todo lo que tenía para contar, se levantó del suelo y se despidió. Leo la llamó una vez más y le dijo que está vez él la llevaría a la escuela todos los días. Naoy aceptó y se fue hacia su cuarto. Ella se sentó en un pequeño sillón de su habitación y sacó su celular. Estaba medio preocupada por Lou que sabría que Leo no quería ni acercarse a él y no había dicho por qué, pues entonces se puso mal por él y decidió hablar en mensaje con Nolan, ya que sentía que él lo ayudaría con esto.
«Hola, hermano. ¿Podemos hablar?»
Eran las siete de la tarde, y la última conexión de él eran a las doce y treinta del medio día, osea, antes de irse hacia la escuela. Eso le preocupaba bastante, ya que él casi siempre estaba conectado en WhatsApp. Y quizás ese día no había llevado su teléfono a la escuela. Los minutos pasaban y aquel no respondía ni se conectaba. Se fijó si al menos había subido algún estado, pero nada. Ya se puso nerviosa al ver que no contestara y su última conexión sea por un largo tiempo, así que salió de su habitación y golpeó la puerta de Leo.
- Iré a la casa de un amigo. Vendré en un rato. - Su hermano aceptó, porque sabía que ella ya tenía amigos de ahí, los había conseguido rápido. Pero él no quería que ella fuera con Nolan, sentía que por todo lo que estaba sufriendo sería de mala influencia para ella y que también intente lo de cortarse. Y es por eso que él no quería hablar tanto con ella, sabía que era malo para su vida también por eso casi nunca salía de su habitación.
Naoy iba caminando rápidamente hacia la casa del pecoso, ella desde que él intentó quitarse la vida, se había vuelto muy protectora, porque temia a que lo haga de nuevo. Y por pensar eso, y que podría estar llegando tarde, corrió y muy asustada. Esquivaba todo lo que aparecía ante su camino.
Ya estaba afuera y notó que la puerta de la casa estaba abierta. Eso no estaba nada bien, entró adentro y vió a sus padres y a Nolan en la cocina, había fuego saliendo del horno. Los mayores del pecoso le gritaban cosas horribles y él solo se agarraba la cabeza, miraba hacia abajo y soltaba lágrimas tras lágrimas. Ella se puso a la esquina de la puerta para que no la vieran y miró para ver lo que pasaba.
- ¡ERES UN ESTÚPIDO! NO SABES HACER NADA BIEN, ¿TANTO TE CUESTA APRENDER A COCINAR?. ¡TE HUBIERA MANDADO AL ORFANATO O HABER HECHO EL ABORTO CONTIGO! - Amelia gritaba y gritaba, mientras Esteban intentaba apagar el fuego con un extintor. Y el pecoso ya no daba más. Salió corriendo hacia la puerta de la casa adónde estaba su hermana. Naoy agarró a Nolan del brazo y preguntó hacia donde iba, él no dijo nada, pero su cara decía todo. Intentaría nuevamente desaparecer de aquí.
- No, Nolan. Te lo ruego... - El de ojos bicolores la miró a sus ojos casi iguales, pero no hacía caso, intentaba sacar sus brazos, y finalmente lo hizo. Corrió hacia la calle y esperaba que algún auto lo choque, y cada uno que pasaba, lo esquivaba o frenaba de golpe. Naoy no pudo evitar que esté así, corrió hacia la calle también y agarró a el pecoso por la cintura y lo trajo nuevamente hacia la vereda. Nolan se tiró al piso y ella estaba muy asustada. Entró nuevamente a la casa del chico y lo traía cargado. Ella no podía creer la basura de padres que tenía aquel, era preocupante, y lo mejor sería a qué él ya no se quedará allí, que viva en otro lado, ¿Pero adónde? No tenía dinero como para irse así nada más. Dejó a su hermano en su cama de su habitación. «Tranquilo, todo saldrá bien.» Fue lo que le dijo, para luego salir y cerrar la puerta del cuarto.
- No puedo creer que ustedes sean padres. No se lo merecían. ÉL NO SE MERECE ESTE TRATO. - Se sentía mal, muy mal por su hermano. Ellos la miraron con el ceño fruncido y a la vez con rabia.
- ¿Y tú quién mierda eres para decirnos cómo tratar a nuestro hijo? - Clamó Esteban. Y lo mismo repitió Amelia.
- No sé si se acordaran de mi por lo horribles padres que son, pero soy Naoy, la hija que abandonaron en el orfanato. - La madre cambió su rostro a uno sorprendido y confundido también, de repente, se acercó a ella e intentó tocar su cara con pena. Pero ella sacó su mano con fuerza y se alejó - Ah... ¿Ves? A mí y a Charles tratas así, pero a Nolan como al orto, ¿Te parece bien? ¡LOS ODIO, DE VERDAD!
Salió de allí y se fue hacia la habitación del pecoso nuevamente, él estaba acostado, casi dormido, pero aún seguía despierto. Ella se sentó a un costado de la cama y preguntó porque quiso hacerlo de nuevo, hay razones para quedarse, aunque sus padres no lo quieran, tiene a sus hermanos y amigos. Nolan la miró y dijo que casi todos se alejaban de él y temía en quedarse solo otra vez como le había pasado en primaria.
- Mi ex me odia, Charles discutió conmigo y no creo que me perdone y mis otras amigas están muy lejos de aquí. - Naoy negó con la cabeza y aclaró que era imposible que su hermano no lo perdonara, porque solo fue una discusión leve. Y respecto a lo de sus amigas, si, es muy feo que no los puedas ver, pero no puedes estar triste todo el día por perder una amistad. Sobre Michael dijo que debería olvidarlo, se lo explicó de la mejor manera posible y él no lo entendió, era muy tóxico y era mejor que él le haya terminado. Además que podría encontrar a alguien más en la vida que lo ame, y si no, tendría a sus hermanos o amigos. - Lou me dijo que si estuviera por hacer algo malo como ahora, que acudiera a él. Jamás lo hice, soy... Un traicionero... - Entrecerró sus ojos y dejó sus últimas lágrimas caer. Él no estaba nada bien, nada... Y necesitaba toda la ayuda posible, y aunque muchos lo hayan intentado, parecía no estar funcionando todavía.
- No, no lo eres. Tu solo no lo pensaste. No estabas concentrado en eso. Eres muy buena persona aunque estés pasando por muchas cosas, tratas de que los otros estén bien y eso es genial. - Nolan sonrió un poco nervioso mientras se rascaba la nuca y agradecido la abrazó fuerte y le dijo que no lo volvería a hacer mientras ella esté con él cuando lo necesite y que jamás le falle. - Nunca, eres una de las mejores personas que conocí en mí vida y no quiero que te pase nada malo, y me preocupo tanto por ti. De hecho vine corriendo porque no me contestabas los mensajes y tu última conexión era de hace un rato...
El pecoso rio y dijo que desde que llegó sus padres lo obligaron a que aprenda a cocinar porque algún día tendría que cocinar para sus padres y es algo que a él le molestó un poco, pero no decía nada, porque sabía que sus padres tendrían una mala reacción ante eso. Naoy suspiró profundamente mientras frotaba los dedos índice y pulgar por su nariz.
- Es hora de que te vayas unos días de aquí y la pases mejor. Este fin de semana es largo, tenemos tres días, y se me ocurrió algo. - La chica agarró su teléfono y empezó a poner en su calendario el día viernes "Pijamada en mí casa" Justo lo que Nolan estaba buscando porque se acordó que hablaría con ella para que Lou pueda hablar con Leo, pero ya lo estaba organizando ella. - Entonces vendrían... Tú, Lou, Mandy, Lydia y Charles... ¿No?
Nolan asintió con la cabeza y dijo que no había problema, Naoy se levantó de la cama, se despidió con un fuerte abrazo y dijo que se verían mañana en la escuela. Y él aceptó nuevamente.
Ella caminaba por la calle, un poco preocupada, no sabía si podría proteger a Nolan cuando la necesite, ¿Y si llegaba tarde? ¿Y si lo iba a salvar y lo encontraba muerto? ¿Qué es lo que haría? No quería perder a su hermano y eso le puso nerviosa, le agarró un ataque de pánico al saber que él era capas de hacer esas cosas, y aunque parezca exagerado, creía que hasta sus padres serían capaz de hacerle daño a él chico. Rápidamente se sentó en el suelo e intentó respirar tranquilamente, pero era casi imposible. Agarró su teléfono y llamó a Leo, él contestó rápido y empezó a contar todo y que necesitaba que la calmara. Él la calmó, pudo volver a respirar bien y poder volver a su casa. Ya estaba bien, pero aún así, preocupada por s hermano.
Fin del Cap 12...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top