❏ » Q U I N C E
Desde que descubriste la existencia de Rindou, Ran se había puesto más nervioso y cuidadoso que antes.
Claro, conocía a su hermano y nunca le había negado estar cerca de él o de alguien. Pero tu eras la excepción.
Conocía al demonio y sabía que así como Ran se obsesión contigo, el también podía fácilmente hacer lo mismo.
— Ran, ¿ya puedes soltarme?
Preguntas con miedo, Ran cada qué podía llegaba y te abrazaba, pero no eran de aquellos abrazos que te reflejaban tranquilidad y amor, si no uno que decía "no te vayas"
Y sin duda alguna, cada vez que te abrazaba no quería soltarte.
— Necesito hacer mi trabajo — murmuras bajo
— No, te quiero aquí y aquí te vas quedar
Responde Ran, lleva sus manos q tu cintura y te aprieta juntando más su cuerpo al tuyo.
Ran era posesivo con lo que quería y le gustaba, y tu le gustabas.
Tu aun sentada en piernas del demonio, puedes notar los disturbios que causa Rindou, más sin embargo Ran no te deja ir.
— Ran, necesito ir — murmura bajo
— Te he dicho que no, deja que haga lo que quiera, con que no te toque estaré contento
Responde el demonio mientras más se aferra a ti, Ran no quería soltarte.
Eras como una droga para el, cada vez que probaba un poco más de ti, quería más y más.
Quería más de tu cuerpo, de tu atención, de tus acciones sumidas ante el, de cómo no podías negarte a nada que el te pidiera.
Después de eso, Rindou había acabado con el humano, aburrido de no saber que hacer llega hasta donde están ustedes.
Tu aun sentada encima de Ran, este se pone de cuclillas enfrente de ti, viéndote con una sonrisa burlona y luego a su hermano.
— Qué lindo ángel — dice Rindou
— Es mía — responde Ran
— Lo que es tuyo es mio — responde el otro demonio
— Pues ya no, ahora solo la quiero para mi y no pienso compartir — contesta nuevamente Ran
Una carcajada sale de los labios de Rindou, haciendo que su hermano mayor lo viera de mala manera.
— ¿Qué te causa tanta gracia? — pregunta el mayor
— Escucha estúpido ángel — comenta Rindou refiriéndose a ti — Este demonio solo te quiere para follar y ya
Un silencio toma posesión del lugar, una expresión de enojo está en el rostro de Ran y una burlona en Rindou.
Tu enmedio de ellos dos no sabias que hacer o que decir.
— Dejame decirte que ya la follé, y te diré algo — responde con arrogancia el demonio — Sigue aquí, a lado mío
A pesar de que fueran hermanos demonios se llevaban terriblemente mal.
Les gustaba molestaré a ambos, y cada vez que tenían la oportunidad de molestarse, lo hacían.
— Seguro segué contigo por qué espera algo mejor — comenta Rin
— Creeme, ella es la mejor en eso, por eso no la suelto — dice orgullos Ran.
— No hablo de ti idiota — dice Rindou en una carcajada — Habló de ella, seguro que no te complace como yo lo haría
Rin toma tu mentón alzandolo, mientras te enseña una sonrisa con los colmillos.
— Sabes _____ — te susurra Ran al oído — Adoraria la práctica de follarte frente a mi hermano, tomar tu mentón para que vea cada una de tus exitadas y patéticas expresiones de placer
Un cosquilleo recorre por tos tu columna vertebral, y luego un supuso pesado sale de tus labios.
— Marcaré cada una de las partes de tu cuerpo mientras nuestros cuerpos chocan desenfrenadamente — te vuelve a susurrar al oído mientras lleva una mano a tu zona baja — Se lo mucho que mueres por mi que mi maldita polla penetre tu interior hasta que no puedas mas y me venga en tu interior.
Rin había notado como solo con unas palabras Ran había logrado que te pusieras nerviosa, y con las mejillas sonrojadas.
Quería ver hasta donde era su hermano capaz de llegar, y hasta donde tu se lo ibas a permitir. Haber si era cierto, lo sumisa que eras ante el demonio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top