Desde que Megumi y ______ son pareja, todo a parecido ir bien en su relación, normalmente siempre se la pasan juntos.

Megumi e Itadori los habían mandando a buscar uno de los dedos de Sukuna, ya era de noche, mientras ellos seguían buscando.

Lejos muy lejos de ellos en la preparatoria se encontraba nuestra protagonista sin poder conciliar el sueño.

Estaba tan acostumbrada a dormir en los brazos de Megumi, que ahora dormir sola era algo incómodo para ella.

Eran las 10 pm y seguía sin poder dormir así que optó por ir a la habitación de su novio, como no vio a Megumi por ningún lado supuso que seguía con Itadori.

Entró a la habitación, busco entre su ropa una de sus sudaderas, se la coloco y como era de esperarse le quedaba grande, después se recostó en su cama para embriagarse de su olor, un olor a chocolate que le transmite paz.

Después de unos minutos quedó profundamente dormida en la habitación del azabache.

Mientras tanto, Megumi como no habían encontrado el dedo, Itadori quería seguir buscando pero ya era demasiado tarde, así que lo llevo arrastrando a la preparatoria.

Una vez ya había llegado lo soltó y se dirigió hacia su habitación, pero cuando entro vio un bulto en su cama, enciende la linterna de su teléfono para ver de que se trataba y era ______.

Se veía tan tierna y dulce a los ojos del azabache, durmiendo en su cama aferrándose a una almohada.

No pudo evitar esbozar una sonrisa al verla así, se dispuse a quitarme el uniforme y colocarse algo cómodo para dormir.

Se recostó a su lado abrazándola por la cintura para inhalar su dulce aroma, un aroma a vainilla que le transmitía calidez, los ojos ya le pesaban así que le dio un beso en la frente para cerrar los ojos.

Seguía dormido, estaba buscando a ______ en sus sueños para poder dormir más cómodo, pero al no sentirla en ningún lugar de su cama se levantó.

Sus ojos de inmediato la vieron, viendo hacia la ventana con los ojos inchados y rojos, estaba hecha bolita intentando ocultar su cabeza en sus piernas.

Cuando la vio así se sentó mal, no le gustaba verla mal, así que se levantó y le abrazo por detrás.

— _____, ¿esta todo bien? — dijo intentando que me contestara

Estuvo un rato en silencio hasta que soltó un pesado suspiro

— Solo una pesadilla, nada importante... — dijo con una sonrisa forzada — mejor vamos a dormir

Se levantaron y el azabache se acostó primero en la cama y le extendió sus brazos, dándole a entender que se recostara sobre su pecho.

Y así lo hizo, y la rodeo con sus brazos para sentir su calor corporal.

— Sabes me gusta esta posición.. — dijo en un tono muy poco audible — Puedo escuchar los latidos de tu corazón..

El al saber que a ella le gusta escuchar su corazón latir así por ella, le hace sentirse feliz

— Y a mi me gusta rodearte en un cálido abrazo —dijo para reforzar el abrazo

Y así se quedamos dormidos, hasta la mañana siguiente que el azabache no sentí el cuerpo de ______ en su cama, vio la hora y todavía era "temprano" para ella, eran las 8 am.

Supuso que estaba en la cocina, así que se levantó y se cambió para ir a buscarla.

Y efectivamente la vi, recostada en el sofá, con una taza de café ¿Acaso esa chica vive del café?

Una vez vio al azabache le dedico una sonrisa y le extendió los brazos, dando a entender que quería una abrazo, y así lo hizo para recostarse en ella y hundir mi cabeza en su cuerpo.

Y así se quedó un buen rato hasta que se quedó dormido, por alguna razón, cada vez que Megumi cerca de ______, hace que baje la guardia y que siempre quisiera tenerla en sus brazos.

— Buenos días — dijo Gojo entrando en la cocina — tan temprano y ya están de melosos

Aveces sus comentarios te irritaban pero lo quería, sabías que no lo decía con mala intención.

— No coman enfrente de los pobres — dijo el rosita entrando atrás de Gojo

Pasaron días, y la pesadilla que tuvo la chica jamás se la contó a nadie.

Estaban en la habitación me Megumi, mientras este estaba en su computador, seguías pensado en su sueño y sin darme cuenta empezó a soltar unas lágrimas.

Megumi se percató de lo que tenías, se levantó y me agachó a tu altura, te seco las lágrimas con los pulgares y te levanto.

Se dirigió hacia su computador, aún contigo ente sus brazos, te recostó en sus piernas mientras el seguía haciendo quien sabe que.

Estabas por dormirte, pero antes querías preguntarle algo a Megumi, así que soltaste las palabras sin pensarlo dos veces

— ¿Puedo quedarme siempre contigo? ¿Puedo estar siempre a tu lado? — dije en un tono triste — Eso es lo que yo quiero, tengo miedo de perderte, dijimos lo intentariamos, pero mi corazón nisiquiera lo intento, y ahora tengo miedo de perderte...

— No tienes por qué pedírmelo — dijo para depositar un beso en tu frente — Siempre estaré contigo