[03]

Jongho se miró en el espejo y pues no sé veía mal, es más le gustaba como se veía y admitía que la ropa que le eligieron no estaba fuera de sus gustos era una camisa azul, un pantalón negro y unas zapatillas blancas. Estaba a minutos de irse sólo tenía que esperar a que Wooyoung llegará para que se fueran y estaba entre nervioso y ansioso ¿De verdad se iba a divertir?¿Y si no? Él no podría volver a su casa sin San se lo había prometido a sus padres, más a su papá.

—Deja de pensarlo tanto— La voz de San llo regreso a la realidad— Wooyoung ya llegó ¿Listo?

—Empiezo a creer que mentir por ti no está mal— El mayor sonrió.

—Sólo un par de horas y listo, regresamos— Jongho lo miro dudoso, se calmó y asintió.

Sólo serían un par de minutos cuando menos lo esperara ya estaría de vuelta en su habitación y se recostaria en su suave cama.

—Vamonos—  El mayor alzo sus pulgares.

Bajaron a dónde sus padres y Wooyoung los esperarán, Siwon les pidió que no bebieran, al menos no demasiado, y los tres asintieron a tal petición, eso fue lo único que les pidió después los dejo irse, Jongho se despidió de sus padres y siguió a su hermano.
El camino fue algo incómodo para su gusto pero no sé quejaba no quería hablar, todavía no sabía que haría llegando porque estaba más que obvio que su hermano lo iba a abandonar, mejor si se hubiera quedado a ver películas de comedia.

—Ho estaremos por allá— Aviso su hermano, ¿Le sorprendía? Por supuesto que nos le sorprendía, ya sabía que eso pasaría.

—Bien.

—Tú sólo divierte— Jongho sólo sonrió.

Miro cada parte del lugar, era un lugar desconocido para él y no sabía que hacer, seguía en el mismo lugar donde San lo dejó pero no podía quedarse ahí las próximas horas camino inseguro  hacia una larga mesa que tenía distintas bebidas. Miraba como todos se acercaban a tomar uno de los tantos vasos que había, mientras él dudaba en su arriesgarse y tomar o estar de amargado ahí, al final se animó, de algún lado tenía que sacar la timidez que sentía en ese momento.

Tal vez al día siguiente se arrepentiría, pero por ahora no era lo que importaba.

Después de como cinco vasos la timidez desaparecio y se soltó siendo una nueva versión nunca antes vista de él, nunca le había interesado bailar de hecho creía no saber pero ahí estaba bailando como nunca lo había hecho y sin sentir una pizca de vergüenza. Todo estaba bien hasta que chocó con alguien logrando que su bebida cayera en su playera, alzo la cabeza para ver con quién había chocado está vez, sonrió de forma boba al reconocer al chico frente a él, era el mismo al que por accidente le derramó su malteada, abulto sus labios.

—¿A ti te derrame mi malteada?— Estaba un poquito borracho cuando se le ocurrió preguntar, en su interior sabía quién era, pero él quiso preguntar.

—Y ahora derramarse mi bebida— Soltó con diversión— ¿Estás bien?— Preguntó al verlo balancearse de un lado a otro.

—¡Claro! Vamos te invito otro— Estando sobrio jamás habría tomado el valor de tomar la mano de un completo desconocido, pero bueno no estaba sobrio sino lo contrario— Soy Jongho.

—Yunho— El menor asintió con una sonrisa—¿Siempre invitas a beber a desconocidos?

—Nop, nunca lo hago— Respondió al mismo tiempo que negaba con su cabeza— Pero mi hermano me abandono y no quería estar de amargado, no sé— Al final termino haciendo un puchero que hizo reír bajito a Yunho.

—Te conozco hace tres minutos y creo que eres tierno.

—¿Lo crees?— El pelirrojo asintió sin dejar de sonreír.

Jongho quiso hablar pero gracias a un mareo no lo logro, el pelirrojo lo sujeto al verlo marearse.

—¿Te sientes bien?— Jongho negó— Vamos a qué tomes algo de aire— Está vez asintió y se dejó llevar por él.

Sin duda estaba fuera de sus cinco sentidos, estaba confiando en un total desconocido.
Caminaron hasta salir al gran patio que tenía el instituto, el aire fresco choco contra sus rostros y Jongho se sintió un poquito mejor a como se siente dentro del edificio, miro el lugar nunca lo habia visto de noche, todo estaba oscuro y desolado sólo estaban él y el chico de cabellos rojos y negro, y se podía escuchar música de fondo.

—Jamas había visto este lugar en la noche— Murmuró, el más alto lo miro.

—Yo menos, ¿Te sientes mejor?— Le preguntó, Jongho de por sí ya estaba algo distraído por el alcohol que consumió, ahora con estar viendo el patio totalmente oscuro, ya se había perdido— Hey, Jongho— El menor lo miro.

—¿Ah?

—Que si ya te sientes mejor— Jongho miro una vez más la oscuridad y asintió.

—S-si, ya estoy mejor, gracias, creo que deberíamos-...

Pero es que Yunho no estaba tan diferente a Jongho, sólo había tomado un poco menos que él, y Jongho se le había hecho lindo el día que chocó con él, pero por las prisas no hizo nada, así que por ese instante a su mente se le pasó la idea de querer besar a ese lindo pelinegro y claro que lo hizo.

Sus labios en un inicio sólo hicieron presión con los contrarios hasta que Yunho comenzó a moverlos con lentitud  para darle confianza a Jongho de seguirle, fue cuestión de segundos para que esté decidiera comenzar mover sus labios de igual forma, sus labios empezaron a conocerse de a poco mientras que ellos iban tomando confianza. Las manos de Yunho sujetaron las caderas del menor mientras que las de este se colocaban en sus hombros, aquel tímido beso tomó mas confianza, el pelirrojo lamió el labio inferior de Jongho queriendo que le diera permiso a su lengua de entrar a su cavidad bucal, Jongho con cierta timides le dió aquel permiso dejando que su propia lengua rozará con la del mayor, ambos buscaron tener más contacto entre sus cuerpos pues la temperatura comenzo a subir en aquel momento, el sonido obsceno de aquel beso, sus respiraciones comenzando a agitarse, el tacto de sus cuerpos sólo se les hacía más emocionante.

Estaban perdidos.

En medio de su batalla por dominar beso, el oxígeno comenzó a faltarles, Yunho soltó un gruñido después de haber mordido el labio inferior de su acompañante. Pero ya no era un simple beso, ambos querían más, sus cuerpos exigían una atención especial, necesitaban más que un simple beso. Así que Yunho jaló sin tanta fuerza a Jongho para caminar con prisa hasta algún lugar donde podrían estar solos y nadie llegará a interrumpir su momento, al principio se le ocurrió ir a los baños pero ahí claramente no tendría tanta privacidad como lo quería, así que se decidió por uno de los salones que por supuesto estaban vacíos, entro al primero que se le atravesó y Jongho sin reproches entro.

Jadeo de sorpresa cuando Yunho lo empotró contra la pared para atacar su cuello y claro que lo disfrutar, la sensación de los labios del mayor besando, lamiendo y mordiendo su piel le estaba fascinando, hace bastante tiempo que no se sentía de esa forma. Las manos de Yunho se posicionaron en los muslos del menor para despegar a este de la pared y llevarlo hasta el escritorio de aquel salón, lo sentó ahí y tomo de nuevo sus labios está vez sin pedir permiso simplemente metiendo su lengua y tentar la del menor.

Ninguno estaba pensando en detenerse, lo querían, en verdad lo querían.

Yunho al pelinegro, sonrió ladino al verlo ligeramente sonrojado, con los labios hinchados, jadeante y necesitado, creyó que tal vez podía avanzar a lo que seguía, sus manos se movieron hasta la hebilla del cinturón que Jongho portaba, este lo miro con una jadeante sonrisa, trato de no tardarse demasiado en quitarle las únicas dos prendas que ya no quería que tuviera puestas, después lo bajo.

—Pega tu pecho al escritorio— Ordenó mientras él también se deshacía de sus prendas, sonrió al ver que Jongho lo obedecía.

Jongho apretó sus manos con fuerza cuando el mayor lo penetró con dos de sus dedos, doloroso por supuesto pero lo disfruto demasiado, tal vez de debía al alcohol o tal vez, como fuera no se quejaba, aunque muy probablemente al día siguiente se iba a arrepentir de todo.
Sintió como empezaba un vaivén brusco pero muy certero, el menor sonrió mientras jadeaba aún estando fuera de casi todos sus sentidos lo estaba disfrutando demasiado, esa sonrisa se desvaneció cuando el pelinegro dió con su punto y sólo atinaba a golpear ese punto.

Jongho jadeo en roproche  cuando se sintió vacío después de que el mayor saco sus dígitos de su interior, se estremeció cuando sintió los labios de Yunho  su hombro y como estos se deslizaban por su piel llegando a su mejilla, volteo sus rostros para poder besarlo.

—Lo haré, entraré— El menor jadeo una vez más al escuchar la voz ronca del pelirrojo.

Yunho tomo su miembro dirigiendolo a la entrada del pelinegro, este cerró sus ojos con fuerza sintiendo como entraba en él, jadeo junto a Yunho cuando entro por completo.

El pelirrojo acarició la cintura contraria mientras le daba cortos besos a su hombro, Jongho chilló cuando la diestra del mayor tocaba su miembro para distraerlo de alguna incomodidad, ya cuando sintió correcto moverse lo hizo. Comenzó dando lentas y profundas embestidas sólo para comodidad del pelinegro, este empezó a soltar pequeños jadeos fue cuestión de minutos para que pudiera aumentar su ritmo, sujeto con firmeza la cintura de Jongho y comenzo con a dar más rapidas pero sin dejar de ser certeras haciendo al menor gemir y lloriquear.

El menor se sujeto como pudo del escritorio pues por el ritmo de las embestidas estaba perdiendo el equilibrio y eso que Yunho lo estaba sujetando, arqueó su espalda cuando el mayor encontro su punto, sus labios se abrieron pero no soltó algún ruido todo se quedó atorado en su garganta, el pelirrojo siguió un poco más y se detuvo.

—Y-Yunho— El mayor salió de su interior por ello se quejó.

Lo volteó para levantarlo y sentarlo en el escritorio, tomo su rostro entre sus manos acercándose para besarlo, después de eso volvió a entrar en él sin siquiera haberle dado un indicio de que lo haría, hacerle eso le saco un sonoro gemido.

Las embestidas de Yunho subían de tal forma que el menor lloriqueaba tan alto como pudiera, el pelirrojo recorrió con sus manos los mismos del menor y después tomo su miembro para masturbarlo, tomo su rostro para besarlo con torpeza a causa de los bruscos movimientos. Jongho se corrió primero soltando el nombre del mayor, este sonrió orgulloso. Mientras Yunho a los pocos minutos sintió un agradable cosquilleo que lo hizo querer atacar con mayor ritmo el punto del menor, un par de embestidas mas y por fin llegó a su liberación.

Jongho jadeo cuando Yunho salio de su interior, se quedó sentado unos minutos tratando de calmar su respiración, al decidir bajar para poder colocarse sus pantalones de nuevo, sus piernas fallaron por suerte Yunho lo atrapó y volvió a sentarlo.

—Te ayudo— Jongho se avergonzó por el hecho de que lo estuvieran vistiendo.

—G-gracias— Murmuró— Creo que ahora sí hay que volver.

—No hay prisa, sólo descansa ahí.

Jongho asintio sin decir nada más, estaba ligeramente avergonzado pues estaba más conciente que como inicio.

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