Llegaste a la iglesia media hora antes de la hora que empieza la predicación.

Claro, no ibas feliz con de buen humor, claro que no.

Entraste a la gran iglesia buscando a los hermanos, sobre todo a Rindou, no tenías intenciones de hablar pacíficamente con él, le ibas a gritar.

— ¡Rindou! — exclamas su nombre

Tu voz se escuchaba molesta, Ran que estaba arreglando sus cosas para la misa hizo una mueca de disgusto al escuchar tu grito y como hacía eco en el lugar.

— _____, este no es lugar para que grites — dices tranquilamente Ran

— ¿Donde esta tu maldito hermano? — preguntas furiosa

— Primero que nada, cuida tu vocabulario niña, no soy tu hermanito para que me hables así — Rindou hace su aparición regañandote

— ¿Por qué besaste a mi hermana? ¿Estas idiota o que? Sabes, que hagan conmigo lo que quieran esta bien, con ella no se metan ¿entendiste o te lo explico con manzanas?

"Ohh, si que estaba furiosa"

Estabas enojada claro, y no eran celos lo que tenías, si no que no querías que tu hermana se fuera por el mismo camino que tú. Y por ello la cuidadas.

Tanto Ran como Rindou no sabían que decir ante tus palabras, de hecho a ellos nunca les paso por la cabeza que cuidabas tanto a tu hermana.

Ran le da una palmada en la espalda a su hermano y este se inclina hacia ti

— Vuelve a levantarme la voz y tendrás un castigo — la voz gruesa de Rindou te habló al oído

— Jodanse, los quiero lejos de mi y mi hermana

Dices dándote la vuelta y dispuesta a irte, pero ambos hermanos te toman del brazo haciendo que te detengas.

— ¿A dónde vas? — pregunta Ran

— No quiero estar aquí, así que me voy

— Nadie te dio permiso de irte — dice con burla Rindou

— No les estoy pidiendo permiso

Respondes sin miedo alguno, recibes una cachetada de parte de Rindou haciendo que gires la cabeza hacia un lado.

— A mi no me hablas así señorita — dice Rindou

— Sueltame ahora — ordenas pero no te hacen caso — ¡Dije ahora!

Exclamas ahora si mas enojada, por más que te gustaran aquel par no ibas a aguantar ese tipo de cosas.

— Esta pobre pecadora necesita un castigo — nuevamente la voz burlona de Rindou

El chico te jala del brazo y te recuesta sobre donde Ran daría su predicación ese día, tu pecho pegaba contra la base, tenias la puerta de frente abierta donde todo el mundo podía verte

Rindou te alza el vestido dejándote en bragas y empieza dándote una nalgada, das un brinco en tu lugar con un chillido.

— Ya viene tu verdadero castigo bonita

A Rindou le gustaba verte tan sumisa, a pesar de tu actitud y rebeldía le gustaba dominarte.

Ran que hace rato se había ido, ahora vuelve con un pequeño vibrador en la mano a control remoto.

Una sonrisa ladina y llena de lujuria se forma en los labios de ambos.

— Qué hermosa vista no crees — dice Rindou viéndote totalmente expuesta ante el

— Date prisa que todavía falta que vengan las personas, a menos que quieran ver a esta pecadora con el culo expuesto frente a los dos hijos de Dios, y justo en el lugar donde damos la palabra de Dios — comenta Rindou

El hecho que te hayan dominado de esa forma, te hacia querer poner más resistencia para que te dominarán aun más.

Ran hace un lado tus bragas e introduce el vibrador en tu zona baja, haciendo que una pequeña corriente eléctrica pase por tu espalda.

Después de eso le entrega un control a Rindou mientras el se quedaba con otro,

— El tuyo es para disminuir y el mio para aumentar — dice Ran

Y ahí mismo ambos empiezan q jugar con el control, sientes como aquel vibrador dentro d ti baja y sube la intensidad drásticamente, arqueas la espalda en ese lugar mientras pequeños gemidos salían de tu boca

— Te lo quitas, y tendrás un peor castigo — advierte Rindou

Te bajan el vestido y te mandan a sentar, ambos se divertirán contigo, después de todo usarían la excusa d tu hermana para mantenerte a su lado.