𝐏𝐀𝐑𝐓𝐍𝐄𝐑𝐒 𝐈𝐍 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄 | 𝐬𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 𝐬𝐢𝐱

❛𝐅𝐔𝐂𝐊𝐈𝐍𝐆 𝐆𝐀𝐋𝐋𝐀𝐆𝐇𝐄𝐑𝐒❜

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—¿Vas a llevar una bolsa de harina por ahí todo el día? —le preguntó Lia a Debbie, quién estaba urgando en el armario del pasillo del piso de arriba.

—Si eso es lo que tengo que hacer para demostrarle a Fiona que soy mi propia persona, sí —le respondió mientras Ian rodeaba los hombros de Lia con sus brazos.

—Suerte con eso. Últimamente ha sido una loca del control —le informó Ian.

—Dímelo a mí —dijo Debbie frustrada mientras seguía buscando en el armario.

—Actúa como si fuera nuestra madre —se quejó Ian.

—Es mi cuerpo, puedo hacer lo que quiera.

—Sí. Yo estoy recibiendo por todas partes. Aquí está metiéndome pastillas en la garganta y en el trabajo está quejándose de cualquier otra mierda —dijo Ian.

—En situaciones como estas, me alegro de que mi hermana no esté demasiado en casa —dijo Lia, haciendo sonreír a Ian.

—Como si importara. Vives aquí la mayor parte del tiempo. Sólo nos falta ponerte una cama y serías oficialmente una Gallagher —le dijo él.

—Me conformo con compartir cama con vosotros de vez en cuando —le dijo Lia encogiendo los hombros.

—¿No te gusta nuestro sofá? —preguntó Ian fingiendo indignación.

—La alfombra de mi habitación en el Norte es más cómoda que ese sofá —le dijo, haciendo reír a los hermanos Gallagher.

—Lo he encontrado —avisó Debbie sacando ropa de bebé del armario.

—¿Ropa de bebé? —le preguntó Lia.

—Tengo que vestir a Desiree, ¿verdad? —les preguntó Debbie y ambos la miraron algo confusos.

A Debbie le llegó un mensaje y, cuando lo miró, soltó una risa burlona antes de enseñarle la pantalla a Ian y a Lia.

—Mirad lo que me está mandando —les dijo antes de que ambos leyeran el mensaje.

“el 75% de las madres adolescentes nunca encuentran esposo. #mejorabortar”

—Borra esa mierda —le dijo Ian casi con asco.

A Lia también le llegó un mensaje y, cuando lo miró, se quitó los brazos de Ian de encima.

—Sasha está fuera esperando para llevarnos al instituto —le dijo Lia, ya que, cuando pasaba allí las noches, Sasha se ofrecía a llevar a los hermanos Gallagher al instituto antes de llevar a Lia al suyo.

—Pásalo bien en el instituto, empollona —se despidió Ian mientras veía a Lia alejarse y ella le lanzó un beso antes de sacarle el dedo corazón.

Tanto Ian, como Lip tenían una relación muy cercana a Lia y ambos se metían con ella desde el cariño, cosa que Lia imitaba, lo que encantaba a los Gallagher.

Tras dejar a Debbie en el instituto, Sasha llevó a Lia al suyo mientras se ponía el uniforme en el asiento de atrás, ya que no le gustaba salir con el uniforme del instituto en el lado Sur.

—Natty —la llamó Chloe, una de sus amigas más cercanas del lado norte.

—Hola —la saludó ella con un abrazo.

—¿Qué tal en el lado sur? ¿Debbie sigue decidida a tener el bebé? —le preguntó, ya que Chloe era la única amiga de Lia a la que le daba igual que se juntara con gente del lado sur.

Además, también le encantaba el cotilleo y, otra cosa no, pero la gente del lado sur tenía mucho de eso.

—Sí, ella y Fiona no paran de discutir porque Fiona quiere que Debbie aborte, pero ella se niega —le explicó Lia mientras ambas caminaban hacia clase.

—¿Y Carl?

—Sigue llamándome “muñeca” y tratándome como si por actuar como un idiota fuera a caer rendida a sus pies —dijo Lia casi divertida.

—¿Por qué los chicos piensan que nos gustan los idiotas y malotes? —preguntó Chloe negando con la cabeza.

—Por las películas —le respondió Lia antes de entrar a clase y sentarse en su sitio habitual, junto a Chloe y Mark, uno de los jugadores del equipo de béisbol, que se había decidido a no dejar de molestar a Lia hasta que aceptara salir con él.

¿Es que todos los chicos se habían obsesionado con Lia los últimos días o qué?

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—¡Lia! —la llamó Debbie desde el parking, dónde ella y Lip la esperaban.

Lia se despidió de sus amigas y caminó hasta los hermanos, a quienes abrazó a modo de saludo.

—¿Qué hacéis aquí? —les preguntó confusa.

—Necesito que me ayudes —le dijo Debbie y Lia encogió con hombros.

—Vale —accedió Lia sabiendo que acabaría arrepintiéndose.

—Os llevo —les informó Lip y Lia frunció el ceño.

—¿Desde cuándo tienes coche? —le preguntó ella.

—Se lo he tomado prestado a mi profesor —aclaró Lip antes de echar el asiento delantero hacia delante para que Lia pudiera pasar al asiento de atrás—. Pase, su majestad —dijo Lip y Lia le golpeó el brazo antes de subirse al coche.

El viaje se hizo bastante rápido, ya que Lia fue con sus auriculares para tomarse un descanso de los quejidos de Debbie sobre Derek y lo idiotas que eran sus padres.

Cuando el coche se detuvo, Lia miró por la ventanilla y vio que estaban en una zona comercial. Debbie se bajó primero, seguida de Lia y la segunda se despidió de Lip antes de seguir a Debbie, quién parecía decidida a encontrar algo o a alguien.

La verdad es que las últimas semanas Debbie ya no era la que solía ser, pero Lia no sabía cómo sacarle el tema, porque, aunque echaba de menos a la antigua Debbie, no quería herir los sentimientos de su amiga.

Debbie abrió la puerta de una tienda de uñas y Lia la siguió en silencio, aún sin saber qué estaban haciendo allí.

—¿Dónde está? —le preguntó Debbie a una de las trabajadoras, haciendo que Lia frunciera el ceño confusa.

—¿Debbie? —preguntó la chica igual de confusa que Lia.

—¿Dónde está Derek? —preguntó Debbie y Lia suspiró mientras negaba con la cabeza.

¿No se daba cuenta de que no iba a volver? Daba igual cuánto lo quisiera Debbie.

—Mamá te ha dicho que se ha mudado a Florida —le dijo ella, prácticamente ignorándola mientras atendía a su cliente.

—¿Le han hecho cambiarse de número de teléfono también? Acabo de intentar llamarlo —le preguntó Debbie.

¿A eso venía todo aquello?

—Le diré que has preguntado por él la próxima vez que él y yo hablemos —le dijo Tanya, la cuñada de Derek, sin siquiera mirarla.

—¿Cuál es su nuevo número? —le preguntó Debbie insistente.

—Estoy trabajando.

—¿Por qué nos estáis haciendo esto? —le preguntó Debbie mientras Lia miraba la interacción de lo más incómoda.

—Es lo mejor —le explicó Tanya, dando por terminada la conversación, pero Debbie no se dio por vencida.

—Tú tuviste un bebé y te quisieron —le dijo Debbie, terminando con la paciencia de Tanya.

—Dame un minuto, ¿vale? —le dijo a su clienta antes de levantarse y caminar hasta la trastienda, a donde Debbie y Lia la siguieron—. Debbie, los padres de Derek te estaban protegiendo de la verdad —le dijo sin el tono amable que había estado utilizando con ella al principio.

—¿Qué? —preguntó Debbie confusa.

—Derek era el que quería mudarse a Florida.

—Estás mintiendo —la acusó Debbie sin querer creerlo.

—Debs... —intentó decir Lia, pero Tanya la interrumpió.

—Él no quiere tener un bebé.

—Sí que quiere. Estábamos eligiendo nombres —se defendió la pelirroja.

—Lo asustaste. Quiere ir a la academia de vuelo, Derek quiere ser piloto —le explicó Tanya.

—¿Quiere ser un piloto? —preguntó Debbie de lo más confusa.

—Sí, lo ha querido desde que era un niño. Pero no lo sabías, ¿verdad? Porque nunca le preguntaste nada sobre él. Sólo te importaba el bebé. Los chicos quieren sentirse apoyados, no atrapados —le dijo Tanya con un tono un tanto brusco.

—No pretendía atraparlo —dijo Debbie y Lia agarró su mano.

—Debbie, vámonos. Ella tiene que volver al trabajo —le dijo antes de tirar levemente de su mano y sacarla de allí—. Lo siento, Debs —dijo Lia apenada al ver la cara de Debbie, quién parecía estar destrozada.

Esa misma noche Lia se dio cuenta de que se había dejado varios apuntes para uno de sus próximos exámenes en casa de los Gallagher y tenía que empezar a estudiar, así que le pidió a Sasha que la llevase al lado Sur.

Cuando estaban llegando, Lia empezó a escuchar gritos antes de divisar a Debbie y a Fiona en el suelo, así que, en cuanto Sasha detuvo el coche, Lia salió corriendo de él mientras Lip imitaba su gesto en el coche de su profesor.

—¡Fiona, suéltala! —le gritó Lip mientras apartaba a Fiona y Lia apartaba a Debbie.

Ambas gritaban y discutían mientras Lip y Lia intentaban separarlas antes de que los cuatro se dejaran caer en el suelo agotados.

—Putos Gallaghers —murmuró Lia con la respiración entrecortada.