𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘 𝐒𝐈𝐗

𝐏𝐀𝐑𝐓𝐍𝐄𝐑𝐒 𝐈𝐍 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄 | 𝐬𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 𝐧𝐢𝐧𝐞

❛𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔❜

˚ʚ♡ɞ˚

Después de mucha espera, parecía que por fin iba a suceder.

Ambos adolescentes estaban en la cama de Carl prácticamente comiéndose mientras se tocaban desesperadamente.

Lia agarró la camiseta de Carl y se la quitó sin demasiado esfuerzo, pero, cuando fue a juntar sus labios de nuevo, Carl habló.

—Te quiero —susurró, haciendo que Lia se paralizara.

¿Qué acaba de decir?

Carl lo notó y, tras unos segundos de confusión, se dio cuenta de lo que había dicho.

—Mierda, Lia... Yo... —intentó explicar, pero ella no le dejó, ya que empezó a levantarse de la cama apresurada.

—No importa —le aseguró la latina mientras recogía sus zapatos y, prácticamente, salía corriendo de la casa.

—¡Joder! —exclamó Carl antes de golpear su cama con los puños.

Él sabía que era demasiado pronto, pero no pensaba que Lia fuese a reaccionar así tampoco.

Ella se subió al coche y con la respiración acelerada, condujo hasta su casa, donde June estaba terminando de organizar la fiesta de cumpleaños sorpresa de Lia, que tomaría lugar en unos días.

Sin decir una palabra, la menor subió a su habitación disparada, lo que hizo sospechar a June de que algo iba mal.

Su hermana subió detrás de ella y se colocó tras la puerta, ya que Lia se había encerrado en la habitación.

—Lia, mi vida. ¿Qué ha pasado? —le preguntó June antes de escucharla empezar a llorar—. Ey, habla conmigo, Lia. ¿Qué ha pasado? ¿Ha hecho algo Carl?

No obtuvo respuesta, así que solo le quedó una opción.

Bajó las escaleras, guardó todas las cosas relacionadas con el cumpleaños de su hermana y se dirigió a casa de los Gallagher.

—¡Carl Francis Gallagher! —gritó ella entrando por la puerta, así que el nombrado intentó huir, pero no lo consiguió, ya que su hermano mayor lo sujetó de la camiseta.

—¿Qué coño has hecho? —le preguntó él mientras veía a June acercarse a ellos furiosa.

—¿Que cojones le has hecho a mi hermana? —le preguntó ella, haciendo que Carl se encogiese en su lugar.

—Nada —le aseguró él.

—Lia se ha encerrado en su habitación nada más llegar, así que te lo voy a preguntar otra vez y más te vale responder. ¿Qué coño has hecho? —formuló, haciendo pausas en cada palabra de aquella pregunta.

—Le he dicho que la quería —admitió algo avergonzado por la presencia de su hermano mayor.

Las facciones de June se relajaron antes de que se sentase en una de las sillas de la cocina y suspirase.

—Mierda —masculló, dejando confusos a los Gallagher—. No pensé que se lo dirías tan pronto, sino te lo hubiera advertido antes.

—¿De qué hablas? —le preguntó Lip más que confuso.

—Sentaros —les pidió la mayor, y ellos así lo hicieron—. Es complicado, así que mantener una mente abierta, sabéis cómo es mi hermana —les explicó.

—Sabes que jamás iríamos en contra de Lia, June. Sea lo que sea, lo entenderemos —le recordó su novio.

—¿Recuerdas el ex de Lia? —le preguntó al menor de los Gallagher.

—¿Al que os odia porque le arruinasteis la vida?

—Sí, ese. La razón por la que lo hicimos  es la misma por la que Lia ha salido corriendo cuando le has dicho que la querías. Resulta que este chico le dijo que la quería, pero ella no lo dijo de vuelta. Cosa normal, ya que hace más de diez años que Lia no le dice a nadie “te quiero”.

—¿Por qué? —preguntó Lip confuso.

—Jamás nos lo ha dicho, pero creemos que Henry fue a la última persona a la que se lo dijo y que siente que si se lo dijese a otra persona estaría traicionándolo —les explicó.

Eso era exactamente lo que ocurría. Sentía que si decía “te quiero” a otra persona, estaría diciendo adiós a lo ultimo que la ataba a su hermano mayor. Que lo estaría dejando atrás, traicionándolo.

—La cosa, es que este chico empezó a meterle presión a Lia para que dijese la estúpida palabrita, pero mi hermana no podía. Intentamos explicarle que no iba a pasar, que mi hermana simplemente no podía decirlo, así que se enfadó y acabó dejándola por ello. Cuando hoy le has dicho a mi hermana que la querías, su mente ha vuelto a aquel momento y ha huido de ti antes de que tú la apartaras de tu lado.

—Jamás haría eso —le aseguró Carl.

—Yo lo sé, pero sabes cómo es ella. Aún le queda mucho camino para recorrer antes de superar todos los traumas que carga consigo misma. Y antes de que salgas corriendo para hablar con ella, quiero que sepas algo. Aunque mi hermana no te diga que te quiere, sé que lo siente. También Tyler y nuestros tíos. Todos hemos visto como es contigo, todo lo que hace por ti. Jamás había sido así con una persona, jamás se había preocupado tanto por el bienestar de alguien. Así que creeme cuando te digo que mi hermana te quiere, aunque no vaya a decírtelo. Con ella, tienes que fijarte en los pequeños detalles, en esos que cualquier otra persona pasaría por alto. Cuando lo hagas, te darás cuenta de lo que realmente siente.

—Como cuando se pone el pelo detrás de las orejas —comentó Carl, haciendo sonreír a June.

—Exacto. Suerte, Carl, vas a necesitarla —y, con esas palabras, Carl salió de la casa camino a la zona Norte.

Por el camino estuvo buscando maneras de decirle a Lia que él no iba a irse a ningún sitio, pero ninguna le parecía la indicada.

Al llegar, Carl vio a Lia en el porche, sentada en los escalones y con los ojos hinchados por haber estado llorando.

Se sentó junto a ella y ambos se mantuvieron en silencio durante unos segundos antes de que Carl decidiese hablar.

—No necesito que me digas que me quieres, Lia. Yo ya lo sé. Cuidas de mi familia, me ayudas a estudiar y me aguantaste cuando me comportaba como un cerdo contigo. Me esperaste incluso cuando me casé con una loca. Sé que me quieres del mismo modo que yo te quiero a ti. Y quiero que conste que no voy a irme a ningún sitio. Después de todo lo que hemos vivido, si crees que voy a salir corriendo porque no seas capaz de decir una palabra, significa que no me conoces lo suficiente. Quiero estar contigo, Lia, y me da igual si tengo que decirte que te quiero todas las mañanas y las noches para que me creas.

—¿Cómo lo sabes? —le preguntó ella por primera vez, con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas—. ¿Cómo sabes que me quieres?

—Porque... —se aclaró la garganta—. Porque cuando estás conmigo en la cama, abrazándome, rodeados de los gritos de mis hermanos discutiendo por alguna tontería, me siento en casa. Y cuando no estás, siento que falta algo, siento que mi casa no se siente completa —le explicó mientras Lia lo miraba con los ojos cristalizados—. No voy a irme a ningún sitio, Lia —le susurró antes de juntar sus frentes—. Te quiero, con todos y cada uno de tus traumas, los cuáles superaremos juntos —le aseguró y Lia asintió con la cabeza antes de acercarse y juntar sus labios con los de Carl unos segundos.

—Vale —accedió ella.

—¿Quieres entrar y ver una película de terror conmigo? Podria abrazarte si tuvieras miedo —la intentó animar, lo que hizo sonreír a Lia, ya que sabía exactamente lo que estaba haciendo.

Carl sabía que a Lia le encantaba abrazarlo después de pasar por un momento duro, pero que ella no se atrevería a pedirlo, menos estando en ese estado.

Cómo dijo June, eran los pequeños detalles los que contaban. Y Carl se los sabía todos y cada uno de ellos.

Nota de la autora:

Muchísimas gracias por las 200k lecturas, amores <3

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