09
Capítulo nueve
El ambiente estaba tenso en el privado en el cual nos encontrábamos, alejados de la diversión de los habitantes de Forks. Al parecer la situación era más peligrosa de lo pensábamos, según la "visión" de Alice, la vampirita con un gusto espectacular en ropa, una horda de vampiros recién creados venía en camino con el único fin de destruir a Bella y a los Cullen.
– Llegarán en cuatro días– comenta Alice mientras me recargo en Jacob.
¿Qué? ¿Sólo 4 días? Era muy poco, demasiado poco.
Los Cullen lucían realmente preocupados, nunca había visto a Edward así y el doctor Cullen no dejaba de caminar en círculos.
– ¿Quién planeó esto?– pregunta Edward y a su lado Bella muerde su labio nerviosa.
– En mi visión no pude reconocer a nadie, bueno... tal vez a uno– Alice mira el suelo pensativa.
– Conozco su cara, estaba desaparecido. El padre de Bella lleva investigando su caso por meses– Edward frunce la frente.
Recargo mi mejilla en el brazo de Jake y suspiro. Las cosas no pintaban nada bien, el asunto es más serio de lo que nosotros creíamos.
– Él no planeó esto, ¿Por qué diablos alguien que no conocen y que no tiene relación con alguno de ustedes querría atacarlos? Viene de otra persona– intervengo al ver la confusión de todos, Jacob se ha mantenido callado pero su vista va de un lado a otro.
– Quien haya sido se mantiene alejado– contestó Alice.
– Como sea, un ejército viene y no somos los suficientes para detenerlos– declara el vampiro rubio que está a su lado con aspecto tenebroso que me causa cringe.
– ¿Y nosotros estamos pintados o qué?– me incorporo y me cruzo de brazos.
– Será una pelea muy fea, se perderán vidas– contesta el doctor Cullen con aspecto serio y yo miró a Jacob quien también me devuelve la mirada y asiente con la cabeza.
Volteó a mirar a mis chicos, Embry y Quil quienes hasta ese momento no habían intervenido, asienten con la cabeza levemente también, noto que están ansiosos y hasta emocionados.
– Estamos dentro– contesté y siento como el calor abandona mi cuerpo. ¿Qué carajos acababa de hacer?
– No– exclama Bella. – Los matarían a todos. Jacob, por favor.
– No estoy pidiendo tu permiso Swan.– respondo y pongo mis ojos en blanco al ver su cara de mártir.
– Edward...– Bella desvía su mirada de mi con desagrado y mira a su novio con suplica.
– Es más protección para ti– contesta él negando a su súplica.
– Denahi, ¿Crees que Sam esté dispuesto a un acuerdo?– miré al doctor Cullen y observé que su semblante ha cambiado, luce más esperanzado.
– Si así podemos matar a algunas sanguijuelas... sin ofender– respondo y me recargo en Jacob, este toma mi mano y la aprieta, supongo que como señal de apoyo.
– ¿Jasper?– pregunta el doctor Cullen mirando al rubio con cara de estreñido.
– Aumentarán nuestros números– contestó Jasper analizándonos, su mirada calculadora va hacer que me den pesadillas. –Serán sorprendidos, los neófitos no saben que existen.
– Carlisle, es arriesgado. Sólo míralos...– Bella exclama mientras me otorga una mirada de desagrado de pies a cabeza. Oh perra, acabas de toparte con el muro de Berlín.– Son sólo niños.
– Digan dónde y cuándo hay que reunirnos– dice cortante Jacob mirando al médico. Me sorprende, su tono y su postura es distinta, como la de un alfa y eso hace que en mi estómago se sientan cosas extrañas.
– Jake, por favor...– Bella suplica.
– Esto no sólo se trata de ti Swan, no estoy muy segura pero tengo la corazonada de que la perra que mató a Harry es la que está detrás de toda esta mierda.– tocó el colgante de lobo de madera y suspiré exasperada. – Así que déjate de sentimentalismos Bellita.
– ¿Acaso no puedes dejar de hablar por sólo una vez? Jacob, por favor, no saben en lo que se meten– contestó irritada.
Observo a Jacob y éste mantiene su semblante serio, muy alejado del Jacob sonriente y vivaz que todos conocíamos.
– Bella, esto es lo que hacemos. Además, es lo que tú querías, que trabajemos todos juntos– la última parte lo dice en un tono de ironía bastante marcado y por la cara de Bella, intuyo que no se la está pasando bien.
Después de fijar la hora y el lugar de entrenamiento, los cuatro salimos de la casa Cullen para ir a la reservación.
– Vayan a avisarle a Sam lo que pasó muchachos, iré a quitarme este vestido. Los alcanzó después– les digo a Quil y a Embry cansada, ellos asienten y se adentran en el bosque que bordea mi hogar.
Me siento en las escaleras de mi casa con mis zapatos en mano. Los dejo en uno de los escalones y tomo mi rostro entre mis manos. ¿Qué diablos había hecho?
– Hey, ¿Qué tienes?– pregunta Jacob rodeándome con uno de sus enormes brazos y me soba la espalda.
– ¿No escuchaste a Carlisle y al rubio gótico? Eso va a ser una masacre, ¿Qué sabemos nosotros de lucha? Nada, además no son unos cuantos, son bastantes. Si a alguno de ustedes le pasa algo jamás me recuperaría de eso. Si algo les pasa a Leah, a Seth o a ti, yo no sé qué haría...
– Tranquila...– Jacob toma mi barbilla y me obliga a mirarlo, es con ese gesto que me doy cuenta que mis ojos comienzan a nublarse– Estuviste fabulosa en casa de las sanguijuelas, parecías toda una alfa. Me sorprendió tu valentía, debes seguir con esa actitud y no rendirte– Jake sonríe y le regreso la sonrisa con un poco de esfuerzo.
Me acerco a él para rozar mi nariz con la suya unos segundos y termino uniendo mis labios con los suyos en un casto beso.
– Voy a quitarme el vestido, ahora vengo para irnos con los demás– me separo de él levantándome y me dirijo a mi casa.
– ¿Quieres que te ayude?– pregunta y yo giro mis ojos sonriendo un poco.
– Tendrás que hacer muchos más méritos Black.
Después de cambiarme y de explicarle rápidamente a mi padre que tenía que salir a esas horas de la noche, me reuní con Jacob.
– Sube– ordena mostrándome su espalda y yo frunciendo el ceño me subo a su espalda.
– No pesas nada, ¿A dónde metes toda la comida que te he visto comer?– pregunta divertido cuando empieza a correr al encuentro con la manada.
– Metabolismo rápido supongo, no seas envidioso– le grito y cuando menos veo estamos en el encuentro con la manada.
Bajo de la espalda de Jacob y voy directamente hacia Leah, quien me abraza recibiendome.
–¿Ya les dijeron?– preguntó y Leah asiente.
– Debemos prepararnos, nuestra sangre sentía que algo muy peligroso venía en camino, por eso las más recientes transformaciones– Sam me mira al decir esta última parte.
Mis hermanos comienzan a hablar entre ellos creándose así todo un relajo.
– Los Cullen quieren que hagamos el trabajo por ellos, las princesitas quieren que nos ensuciemos nosotros– murmura Paul y los chicos comienzan a discutir y a darle la razón.
– Chicos...– alzo mi voz y nadie me pela por estar discutiendo.
Tomé parte de mi labio inferior y emito un silbido para que me hagan caso.
– ¡Hey! Muchos de ustedes creen que esto es un favor para los Cullen pero vamos chicos, cualquiera con dos centímetros de cerebro sabe que esto lo planea la pelirroja loca y hasta que ella no pague, Harry Clearwater no descansará en paz y creo que su familia ya ha pasado por mucho– Leah me mira con un "gracias" en sus ojos y toma mi mano entrelazando sus dedos con los míos.
– Deni tiene razón, hagámoslo por Harry. Además es nuestro deber, el tratado lo establece– Jacob interviene.
Sam nos mira a Jacob y a mi, suspira y se dirige a todos.
– Es nuestro deber.
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