El primer día de clases en KISS siempre era un caos. Estudiantes reencontrándose después de las vacaciones, rumores nuevos esparciéndose por los pasillos y el típico bullicio de voces, risas y pasos apresurados.

Kaito, sin embargo, se mantenía en su burbuja.

Con los auriculares puestos y su playlist perfectamente calculada para aislarse del mundo, caminaba sin apurarse, sumergido en la música. Apretó la correa de su mochila y revisó su teléfono. Faltaban diez minutos para que empezaran las clases. Tiempo suficiente para guardar sus cosas en el casillero y pasar el resto de la mañana ignorando a la humanidad.

Abrió la puerta metálica y comenzó a organizar sus libros, dejando escapar un suspiro. Este año sería diferente. Se mantendría al margen de los dramas, no se metería en problemas y, sobre todo, no pensaría en—

━━Kaito.

Su cuerpo se congeló al instante.

Con los dedos aún sobre los libros, parpadeó un par de veces antes de enderezarse y girarse lentamente.

Ahí estaba.

Seong Joon.

El aire se le atascó en la garganta. Por un momento, su mente intentó engañarlo, haciéndole creer que aún estaba atrapado en el pasado. Que Joon aún era suyo. Que su risa aún le pertenecía. Pero luego sus ojos captaron el detalle que lo hizo aterrizar de golpe en la realidad.

Joon no estaba solo.

Una chica estaba a su lado, aferrándose a su brazo con confianza, con una sonrisa que le perforó el estómago. Era bonita, de esas chicas con una energía radiante y segura. Y ella... estaba con Joon.

Su ex.

━━Wow, qué sorpresa verte aquí ━━soltó Joon con una sonrisa relajada, como si nada hubiera pasado entre ellos, como si no hubieran terminado en la peor nota posible━━. No sabía que ibas a volver a KISS este año. ¿No te ibas a mudar a Japón o algo así?

━━Sí... ━━respondió Kaito, tragando saliva con nerviosismo, mientras se sacaba su audífonos canceladores de ruido. ━━. Transferencia de último minuto.

━━Vaya, qué loco ━━dijo Joon, inclinando un poco la cabeza. Su tono era amigable, pero sus ojos tenían ese brillo que Kaito conocía bien. Estaba evaluándolo, buscando algo, una reacción tal vez.

Kaito apretó los puños. No le daría el gusto.

━━Oh, lo siento, qué descortés de mi parte ━━continuó Joon, girándose hacia la chica a su lado━━. Kaito, te presento a Soojin, mi novia.

Novia.

La palabra le cayó como un balde de agua helada.

━━Un gusto ━━saludó Soojin con amabilidad.

Kaito asintió sin esmerarse en disimular su disgusto.

━━Igualmente.

El silencio se hizo incómodo por un par de segundos hasta que Joon lo rompió con una pregunta que le hizo hervir la sangre.

━━¿Y tú? ¿Sigues soltero?

Kaito sintió como si el pasillo entero se hubiera encogido a su alrededor.

La pregunta era casual. Demasiado casual. Pero la forma en que Joon lo miraba, con esa leve inclinación de cabeza, con ese pequeño amago de sonrisa, lo hizo sentir como si estuviera siendo puesto a prueba.

Era ridículo. ¿Por qué se sentía como si aún tuviera que demostrarle algo?

Kaito quiso contestar con un simple "no" y largarse de ahí, pero entonces vio la forma en que Soojin entrelazaba sus dedos con los de Joon, la manera en que su ex le lanzaba una sonrisa tranquila, sin una pizca de arrepentimiento en sus ojos.

No podía quedarse ahí parado como un perdedor.

Y entonces, como un salvavidas en medio del océano, lo vio.

Minho acababa de entrar al pasillo, caminando con su típico aire de seguridad absoluta. Su saco escolar colgaba de su hombro con un descuido perfectamente calculado, su cabello estaba peinado con precisión y su expresión era la de alguien que sabía que todos lo miraban.

Sin pensarlo dos veces, Kaito levantó la mano y señaló en su dirección.

━━No, de hecho... él es mi novio.

Un silencio tenso se apoderó del espacio.

Joon alzó una ceja.

━━¿Minho?

Soojin parpadeó, sorprendida.

━━¿Minho el popular?

Kaito tragó saliva, sintiendo el calor subirle al rostro.

━━Sí.

Joon lo miró por un momento, como si estuviera evaluando si debía creerle o no. Luego, sus labios se curvaron en una sonrisa desafiante.

━━Entonces ve con él... y bésalo.

El estómago de Kaito se hundió.

No. No, no, no.

Su boca se abrió y se cerró, buscando una respuesta, una excusa, algo. Pero lo único que encontró fue el orgullo herido y el pánico de quedar como un mentiroso.

No podía retroceder.

Así que no lo hizo.

━━¡Minho! ━━gritó, avanzando a paso firme.

Minho apenas tuvo tiempo de voltear antes de que Kaito lo tomara por la chaqueta y lo besara de lleno en los labios.

El pasillo entero pareció explotar en miradas y murmullos.

Kaito sintió la firmeza del cuerpo de Minho, el leve aroma de su perfume caro y, sobre todo, la absoluta inmovilidad del chico bajo sus labios. Por un par de segundos, fue como besar una estatua.

Cuando se separó, Minho lo miró con los ojos abiertos, claramente sorprendido.

━━¿Qué...?

Kaito apenas respiró antes de murmurar con desesperación:

━━Sígueme la corriente, por favor.

Minho parpadeó, confuso, hasta que su mirada se desvió por encima de Kaito. Joon los observaba desde su casillero, con los brazos cruzados y una ceja alzada.

El cambio en Minho fue instantáneo.

Su expresión pasó de confusión a algo más calculado, como si de repente captara toda la situación.

Y entonces, con una sonrisa arrogante, Minho tomó a Kaito por la cintura y lo atrajo hacia él. Antes de que pudiera procesarlo, Minho inclinó la cabeza y lo besó de vuelta.

Esta vez, el pasillo entero explotó
en exclamaciones.