cinque.

Un Taehyung desanimado entraba a la escuela junto con Yoongi, el mayor había acordado pasar por el pues estaba preocupado por su estado de ánimo.

─ Vamos Taehyung, ve a buscar a Jimin y aclara todo esto de una vez.

Habían pasado algunos días desde el accidente con Yuqi, y el coreano no tenía el valor de hablar con Jimin.

─ Tengo miedo de que piense que soy una impulsivo o algo así después de lo que pasó.

─ Lo único que va a pensar de ti es que eres una cobarde ─ El alfa mayor ya no tenía paciencia, así que agarro con fuerza el brazo de el contrario y lo llevo al salón de Jimin.

Llegó un momento en el que la estaba arrastrando como bolsa, por lo que le pidió ayuda a un conocido que era compañero de Jimin.

Ambos lo llevaban mientras Taehyung hacia su berrinche como niño de 5 años.

Al llegar al aula lo aventaron para que entrara. La caída sonó en todo el lugar y las personas que estaban ahí voltearon para ver qué sucedió.

Entre esas personas estaba el omega, que al ver a el alfa tirada en el piso fue corriendo a ayudarlo.

─ ¡Tata, ¿Estás bien?! ─ Rápidamente ayudó a que se levantara mientras revisaba que no le hubiera pasado nada.

─ S-si, solo que probablemente tenga un gran moretón después de esto ─ dijo mientras veía a Yoongi con una mirada asesina.

─ ¿Pero que fue lo que pasó?, Pudiste lastimarte ─ El omega estaba preocupado, y eso hizo que Taehyung dejara un rato sus pensamientos negativos.

─ Es que quería hablar contigo, Mimi.

─ Claro, puedes decirme lo que sea.

El mayor acariciaba el brazo de Taehyung de forma cariñosa, quería brindarle comodidad pues se notaba que el alfa se moría de nervios.

─ Quería disculparme por lo que pasó con Yuqi, no fue intención actuar de esa manera tan impulsiva. ─ Hizo una pausa ─ No quiero que pienses cosas malas o algo así de Mimi.

El omega abrazo a el alfa cuando esta terminó de hablar. Un pequeño abrazo de segundos fue suficiente para que ambos tuvieran una explosión de sentimientos.

─ ¿En serio te tengo que dar algo? ─ le preguntó Yoongi a Taemin, El alfa que la había ayudado.

─ Te ayude a cargarlo hasta acá y yo no hago trabajos gratis.

─ ¿Ver el amor triunfar no es suficiente para ti? ─ señalo el tierno momento que tenían Jimin y Taehyung, pero decidió pagarle al ver qué seguía con esa mirada seria ─. Está bien, hay gente que no sabe lo que es la humildad.

Taehyung había invitado a Jimin a una cita. Ese día le iba a confesar sus sentimientos a el lindo omega.

─ Todo lo que hago para que me consigas el número de Soyeon. ─ Si, ese era Yuqi. Taehyung se había disculpado con el y al parecer quedaron como amigos, el alfa aprovechó esto y le pidió ayuda para decorar su cita a cambió del número de la omega que le gustaba a la alfa.

─ Listo, ya quedó. ─ El lugar quedó como un picnic romántico muy lindo ─. Muchas gracias Yuqi, en serio

─ No hay de que, todo por ver a mis amigos felices. ─ Puso su mano en el hombro de el coreano como una forma de confirmar que oficialmente eran amigos ─. Y por el número de soyeon, obviamente.

Taehyung fue a buscar a Jimin al otro lado del parque, para poderle vendar los ojos y sorprenderlo.

─ ¿Ya casi llegamos, Tae? ─ A el coreano le costaba caminar, a cada rato se troprezaba.

─ Listo.

Le quitó la venda a el omega enseñandole la linda sorpresa que había preparado.

─ Tae, está hermoso. ─ Se sentó en el mantel que había mientras observaba todo lo que el alfa había puesto ─. No debiste hacerlo, en serio gracias.

─ No es nada, Mimi. Quería hacer algo especial pues tengo algo importante que decirte. ─ Agarró su mochila que estaba ahí y saco rápidamente una caja.

Suspiró y se preparó mentalmente para lo que iba a hacer.

─ Mimi, en verdad me gustas mucho.─ Agarró las manos del omega quien se había sorprendido ante tal confesión ─. Me gustaría poder conocernos más, enamorarnos de una forma linda y vivir varios momentos lindos que se queden en nuestros recuerdos.

Abrió la caja que tenía sacando un anillo hecho de papel.

─ Me gustaría tomarme el tiempo para aprenderme tus gustos, disgustos, pasatiempos, virtudes, miedos y cada parte de ti.

Los ojos de Jimin se empezaban a cristalizar ante las palabras de su contaría.

─ Te quiero mucho Tae, en serio. Nunca nadie me había dicho algo similar a esto.

─ Eso es bueno. ─ Soltó una pequeña risa para luego poner delicadamente uno de los anillos en el dedo de Jimin ─. ¿Me darías la oportunidad de algún día casarme con anillos de papel contigo? Lindo Mimi.

─ Claro que si, alfa.

Se abalanzó hacia el alfa en un fuerte abrazo mientras lágrimas de felicidad salían de sus ojos.

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