“Final Alternativo”

Era una mañana soleada en una amplia casa de estilo tradicional japonés, con un jardín extenso y perfectamente cuidado.

En la enorme sala común, una atmósfera de tensión latente se sentía en el aire mientras quince de los hechiceros más poderosos y únicos del mundo se encontraban en una situación que jamás habrían imaginado: todos estaban enamorados de la misma persona, _____.

La protagonista, una joven hechicera con un carisma natural que la hacía destacar sin siquiera intentarlo, se había ganado el corazón de cada uno de ellos a su manera.

Su dulzura, valentía y la manera en que comprendía los sentimientos de los demás había sido un imán irresistible para el grupo, que en lugar de competir por su afecto, había decidido llegar a un acuerdo que cambiaría sus vidas para siempre: vivir juntos en una relación poliamorosa, una decisión que había sido tan liberadora como caótica.

La casa era un reflejo de su convivencia inusual: había habitaciones para cada uno de ellos, pero todos preferían compartir los espacios comunes, lo que daba lugar a situaciones cargadas de competencia y rivalidad.

Esa mañana, el ambiente estaba especialmente cargado, ya que todos intentaban, a su manera, llamar la atención de la protagonista.

Yuuji Itadori estaba en la cocina, intentando preparar el desayuno.

— ¡Mira, he hecho tus favoritos! — exclamó con una gran sonrisa, sosteniendo un plato lleno de panqueques.

Su energía desbordante era contagiosa, y siempre intentaba hacer feliz a la protagonista con gestos simples pero sinceros.

Mientras servía la comida, miraba con ojos llenos de expectación, esperando ser el primero en recibir su atención esa mañana.

Megumi sentado en el rincón más alejado, observaba en silencio. No era el tipo de persona que compitiera abiertamente, pero su mirada atenta no perdía ningún detalle.

Aunque mantenía una distancia física, sus pensamientos siempre estaban en la protagonista. No podía evitar sentir una ligera punzada de celos al ver a Yuuji tan animado, pero se mantenía sereno, sabiendo que su conexión con ella era más profunda, más silenciosa.

Nobara por otro lado, no tenía ningún problema en hacer saber sus sentimientos. Se cruzó de brazos y miró a Yuuji con una mezcla de irritación y competitividad.

— ¿Panqueques? Por favor, como si eso fuera suficiente para impresionarla— dijo, tomando asiento justo al lado de la protagonista. — ¿Quieres que salgamos de compras más tarde? Puedo ayudarte a elegir algo bonito.

Gojo estaba reclinado en el sofá, con sus típicas gafas de sol reflejando la luz de la mañana.

— Chicos, chicos, no se esfuerzen demasiado — dijo con su tono relajado pero arrogante. — Sabemos que al final siempre elige pasar el día conmigo. ¿Verdad?

Dijo esto mientras sonreía con una confianza abrumadora, aunque detrás de esa actitud despreocupada, había un toque de genuina preocupación por ser el favorito.

Nanami estaba en una esquina, leyendo tranquilamente un libro, aunque claramente no estaba concentrado.

Era el más maduro del grupo y no le gustaba involucrarse en las demostraciones de afecto tan abiertas.

Sin embargo, su mirada se desviaba ocasionalmente hacia la protagonista, y un leve rubor cruzaba su rostro.

Aunque no lo mostrara abiertamente, también deseaba su atención.

Maki, siempre enfocada en su entrenamiento, estaba en el jardín practicando con su lanza.

Aunque no parecía estar participando en la competencia matutina, sus movimientos eran claramente más intensos de lo habitual, como si supiera que la protagonista la estaba observando desde la ventana.

Sin necesidad de palabras, esperaba que su fuerza y habilidad hablaran por ella.

Mai, su hermana, estaba en la sala, apoyada contra la pared con una actitud desinteresada.

— ¿Por qué siempre estáis tan desesperados por su atención?— preguntó en tono burlón

Aunque sus ojos también buscaban a la protagonista de vez en cuando. Aunque no lo admitiera, Mai también sentía una atracción innegable hacia ella, una atracción que la frustraba constantemente.

Yuta estaba más callado de lo normal.

Se había sentado al lado de la protagonista, pero en lugar de competir por su atención de manera ruidosa, simplemente estaba allí, ofreciéndole compañía silenciosa.

Su presencia calmada y protectora hablaba por sí sola, y aunque no siempre era el más expresivo, la protagonista podía sentir su amor en cada pequeño gesto.

Toge se acercó con un bol de fruta en la mano, mirándola con su habitual silencio debido a su maldición.

— Salmón—dijo, lo que significaba que quería compartir algo con ella.

Aunque sus palabras eran limitadas, su intención era clara, y la protagonista sonrió mientras tomaba un poco de fruta, agradeciendo su gesto.

Panda se lanzó juguetonamente hacia el sofá, rodando para quedar al lado de la protagonista.

—¡Oye! ¿Por qué no pasamos el día juntos?— sugirió con entusiasmo.

Su naturaleza cariñosa y divertida siempre lograba sacar una risa de la protagonista, y esta vez no fue diferente.

Todou que acababa de llegar de su entrenamiento matutino, entró en la sala con su energía desbordante.

— Mi alma gemela— dijo mirando a _____ con ojos brillantes. — Hoy entrenamos juntos. No acepto un no como respuesta.

Su confianza era tan arrolladora como siempre, pero la protagonista sabía que detrás de esa fachada de fuerza, había un corazón genuinamente preocupado por su bienestar.

Mahito sentado al borde de la sala, observaba la escena con una sonrisa perturbadora. Para él, la ______ era un enigma, una fascinación que lo atraía y al mismo tiempo lo perturbaba.

Aunque sus intenciones nunca eran claras, había algo oscuro y retorcido en la forma en que la miraba, como si quisiera poseer su luz.

Toji permanecía en la sombra, como siempre, observando desde lejos.

Aunque no era parte directa del grupo, su presencia era tan imponente que no podía ser ignorada.

Para él, _____ representaba una oportunidad perdida, algo que deseaba pero sabía que no podría alcanzar fácilmente.

Mechamaru, desde su cuerpo mecánico, se acercó con pasos pesados.

—Podemos hacer algo más útil hoy. Tal vez planear nuestra próxima misión— , sugirió, intentando desviar la atención hacia algo más práctico, pero aún con el deseo de pasar tiempo con ella.

Finalmente, Geto y Kamo se encontraban al fondo, ambos demasiado orgullosos para unirse al caos directamente.

Sin embargo, la tensión en sus miradas dejaba claro que también deseaban su atención, aunque su manera de expresarlo fuera más discreta y calculada.

La protagonista, sentada en el centro de esta maraña de emociones, no pudo evitar reírse suavemente ante el espectáculo que se desarrollaba a su alrededor.

Amaba a cada uno de ellos de maneras diferentes, y aunque la situación era complicada, había una extraña paz en la forma en que habían decidido vivir juntos, en una vida donde el amor no era una cuestión de competencia, sino de compartir.

La mañana apenas comenzaba y, tras el breve momento de paz que la protagonista había logrado con su sugerencia de pasar el día juntos, el caos pronto regresó

A pesar de la aparente resolución de sus tensiones, el grupo seguía compitiendo, cada uno a su manera, por un poco más de su atención.

______ sonrió, sintiéndose increíblemente afortunada de estar rodeada de tanta devoción, aunque también sabía que la paz nunca duraría demasiado.

algo mejor esté final alternativo? les gustó? o esperaban algo más?

cabe aclarar q ésto es un final alternativo, es muy aparte del final q destine al fic