"No te haré daño"

Junpei no había logrado sacarte de su mente, cada vez que intentaba pensar en algo o concentrase tu sonrisa iba a su mente, haciendo que una sonrisa boba apareciera en sus labios. 

— ¿Me estas escuchando Junpei? — pregunta Mahito

— Ah, s-si 

Mahito no creyó las palabras del chico, sabia que estaba distraído, sabia que era por ti, pero aun no entendía el por que le gustabas tanto. 

— ¿Estas pensando en ella? — pregunta Mahito

— . . . — guarda total silencio 

Es había confirmado la pregunta de Mahito, la maldición se levanto y empezó a caminar afuera de la guarida haciéndole señas a Junpei para que lo siguiera.

— ¿A donde vamos? — pregunta Junpei

— Quiero ver que tan especial es esa chica...

Mahito aunque no lo pareciera, podía encontrar a cualquier persona este donde este, siempre y cuando este solo.

Y en esos momentos, te empezó a buscar siendo seguido por Junpei, hasta que te encontraron, sola en la tienda de conveniencia comprando lo que era ingredientes para la cena de esa noche. 

En cuanto Mahito te localizo con la mirada, empujo a Junpei para que fuera a hablarte mientras el esperaba afuera, quería ver por que Junpei no te sacaba de su cabeza.

— _-_____ — dice nervioso el chico 

— Ohh, hola Junpei, ¿que te trae por aquí? — preguntas para luego pagar por lo que habías comprado

— Te vi, y quise pasar a saludarte — pronuncia con una sonrisa tímida

— Okey.. ¿Y como controlas eso de que puedes ver maldiciones? ¿te acostumbras o todavía no? — preguntas tratando de sacar tema de conversación. 

— Pues, todavía no me acostumbro, así que mejor hago como si no existieran, supongo que sera lo mejor para mi... 

— Te entiendo, a mi aun me dan miedo, pero tengo que controlar mi miedo o si no me dará un ataque de pánico — dices con una sonrisa nerviosa

Estaban saliendo de la tienda, cuando Mahito se levanta de su lugar, camina hacia ustedes y los abraza a ambos por la espalda, pasando sus brazos por sus cuellos.

— ¡Junpei! ¿Esa amiga tuya? — menciona con una sonrisa Mahito

No te habías percatado de su rostro, ya que al estar abrazándote por el cuello, te costaba verle el rostro.

— Así es, un gusto, me llamo _____ 

— Lo se — salen de los labios de Mahito 

Intentas verlo de reojo, rápidamente te das cuenta de que no es un humano normal, te sueltas de el, soltando las bolsas con las compras, pero Junpei las toma antes de que caigan al suelo.

— Junpei... hazte a un lado, por favor — pides con una voz temblorosa

Sabias que era una maldición, y tu labor como hechicera seria exorcizar a Mahito.

 — No ____, espera el no te hará daño, es un amigo mio — dice Junpei tratando de calmarte

Lo miras con ojos de miedo, ¿como puede ser amigo de una maldición? eso debía de estar mal o Mahito lo estaba controlando. 

— Junpei, te están controlando, por favor hazte a un lado — dices decidida 

No sabias como usar tu ritual al 100% pero si Junpei necesitaría tu ayuda se la darías.

— Escucha _____, no quiero hacerte daño, somo amigos ¿okey? — dice con una sonrisa mientras alzaba sus brazos. 

— ¿Como puedo confiar en ti? 

— ____, solo confía, el es mi amigo desde hace mucho, me ayudo cuando mas lo necesitaba, estoy seguro de que no te hará daño a ti ni a mi — pronuncia Junpei

— No te haré daño — dice Mahito, sus palabras eran sinceras — Amigos de Junpei son amigos míos... 

— Bien...  — dices ya mas relajada de la situación

— Pero debe ser un secreto ¿si? — dice Mahito

Es cierto, no podías ir por la escuela de hechicería contando de que eres amiga de una maldición cuando tu deber es exorcizarlas, lo mas seguro es que te apuntarían como traidora.

Y lo siguiente seria ser ejecutada.  

— Okey... — murmuras tranquila

A Mahito le pareció impresionante como confiaste tan rápido en sus palabras, desde ahí supo que tenias un corazón puro, y que guardarías el secreto. 

Mientras que, en la escuela de hechicería, volvían los conflictos entre estudiantes.