Tu cuerpo desnudo era algo que volvía completamente loco a James, le encantaba ver como tu piel se erizaba cuando te tocaba y como temblabas cuando exploraba tus puntos más sensibles y lo que más amaba era ver como tu pequeña boca se expandía alrededor de su polla y degustaba su sabor, veía como ahuecabas las mejillas para succionar lo más que podías y como te atragantabas al aceptar toda su longitud. Tu lengua danzaba alrededor de su glande y tus manos te ayudaban a subir y bajar donde no podías alcanzar. Tus ojos lo miraban tan inocentemente que le era imposible contenerse, deseaba follar tu boca y hacer que bebieras todo su semen.

Así que eso hizo, tomó entre sus manos un puñado de tu cabello y comenzó a marcar un ritmo acelerado y rudo haciendo que toda su longitud entrara a tu boca, los sonidos asfixiantes que hacías era música para tus oídos, dejó salir un gemido cuando sintió a una de tus manos ahuecar una de sus bolas y comenzar a masajear toda su base, te alejó de él cuando sintió ese nudo en su estomago que le indicaba que muy pronto llegaría a su orgasmo, entonces con su mano comenzó a subir y bajar terminando el trabajo que tú habías empezado.

—Saca la lengua —demandó jadeante, como la buena obediente que eras, hiciste lo que te ordenó, te acomodaste mejor entre sus piernas lastimándote un poco las rodillas ya adoloridas y sacando la lengua sentiste pequeñas salpicaduras para luego sentir las gruesas cuerdas de semen que James Potter ordeñaba para ti, tu rostro se llenó del esperma blanquecino y tus pupilas gustativas saboreaban ese liquido espeso que tanto te gusta, los ojos de James viajaron de tu cara hasta tus pechos donde residuos de semen habían llegado a alcanzar, tus deseables senos goteaban de semen y tus pezones se habían puesto erectos al sentir la sensación semicálida de su corrida, se mordió el labio inferior y sintió como su polla—antes flácida—volvía a contraerse logrando otra erección—. De pie y te quiero en cuatro en el sofá, ahora.

Con una sonrisa llena de falsa inocencia, te volteaste y caminaste al sofá que daba hacia la ventana, James se mordió el labio y te dio una nalgada haciendo que dieras un saltito, amasó tu trasero para después apretarlo dejando las marcas de sus dedos en tus mejillas. Descansaste tus brazos en el respaldo del sofá y subiste tus piernas en el acolchonado. Sentiste sus brazos rodearte por la cintura, hizo a un lado tu cabello para poder besar tu cuello, tu cabeza descansaba en su hombro izquierdo, tenías los ojos cerrados y la boca ligeramente entreabierta disfrutando de sus caricias, sus manos deambularon por todo tu cuerpo, masajearon tus senos apretujándolos y jugando con tus pezones, tus caderas se movieron inconscientemente restregando tu trasero en su polla, ambos soltaron un jadeo.

—No estés ansiosa, bebé. Todo a su debido tiempo —una de sus manos se deslizó por tu cuerpo hasta llegar a tu feminidad y comenzar a estimular tu clítoris, sus dedos te hacían sentir tan bien pero tú querías que te follara como es debido.

—Por favor —gemiste, tus sollozos y jadeos hicieron que una sonrisa ladina apareciera en el rostro de James, te empujó hacia delante ligeramente y volviendo a golpear tu trasero se alineó en tu entrada y con una sola estocada pudo meter toda su virilidad en tu canal, sus pieles chocaban constantemente, sus bolas golpeaban suavemente tu clítoris y Cornamenta miraba embelesado como tu trasero rebotaba contra él. Las manos del de anteojos tomaron tus caderas comenzando a empujar más fuertes haciendo que el sonido acuosos de sus pieles se volviera más sonoro siendo opacado un poco por tus incesantes gemidos—. Mhmm, James —tú chillido hizo que el ego de James creciera un poco más—. Más...más por favor.

Salió de ti dejándote descansar un poco, se sentó en el sofá a un lado de ti y te indicó que te posicionaras en su regazo, respiraste hondo por un segundo y luego pasaste ambas piernas por su cintura quedando una a cada lado de sus muslos, tomaste la punta de su polla haciendo que James soltara un jadeo y echara su cabeza para atrás dejándola descansar en el respaldo del sofá. Guiaste cuidadosamente su miembro hacia tu entrada ingresándola lentamente en ti, comenzaste a moverte de adelante hacia atrás y acercaste tu rostro al de él fundiendo sus labios en un beso apasionado.

Sus manos se posicionaron en tu trasero y dándote una fuerte nalgada comenzó a guiarte haciendo que empezaras a montarlo, sus ojos se centraron en tus senos grandes y redondos que rebotaban a la par de tus saltos, atrapó uno con sus dientes y comenzó a mamarlo mordiendo tu pezón y saboreando la ligera capa de sudor y residuos de semen que quedaban.

—Eso es, querías más, ¿no? —gruñó y comenzó a embestirte desde abajo, tus ojos se cerraban y tu cabeza rodaba hacia atrás por el placer que estabas sintiendo, sus manos apretujaban tu trasero y su boca mimaba tus pechos—. ¿Vas a llegar, cierto? —asentiste—. Bueno, ¿Cómo decirle que no a una buena chica?

Dio una ultima embestida bastante ruda y eso fue suficiente para hacerte explotar en un delicioso orgasmo, dos embestidas más y James te alcanzaría pintando tus paredes con su espeso semen, el de rulos azabaches salió de ti y te rodeó con sus brazos abrazándote, te levantaste lentamente de su regazo y sentiste como tus fluidos mezclados con su esperma chorreaban por tus piernas, James sonrió con arrogancia.

 —¿Quieres acostarte en la cama? —preguntó con una pequeña sonrisa.

—¿Podrías llevarme? Dudo poder caminar —bromeaste, James se levantó caminando hacia ti, pasaste un brazo por su cuello y cargándote al estilo nupcial, te depositó en el suave colchón, cubriste tu cuerpo desnudo con una de las sábanas verde oscuro—. Ven, acuéstate conmigo —el menor de los Potter rodó los ojos divertido y se acostó al lado tuyo.

—Sabes que no me puedo quedar mucho tiempo —dijo rodeándote los hombros y dejando a tu cabeza descansar en su pecho—. Tengo que volver al cuarto con los chicos o sino comenzarán a sospechar.

—Solo quiero pasar tiempo de calidad con mi novio —comenzaste a dibujar garabatos con tu dedo índice en su torso—. Además no creo que Sirius se enoje porque salgas con su hermana.

—En primera: ¿Eso que acabamos de hacer no fue tiempo de calidad? —bromeó.

—Sabes a lo que refiero —lo golpeaste juguetonamente y luego escuchaste su risa.

—En segunda: ¿Olvidas lo que pasó cuando Barty intentó coquetear contigo? ¡Exacto!, lo golpeó con un bate de golpeador y lo dejó inconsciente por una semana, no gracias y en tercera: Me estoy follando a su hermana, eso sobrepasa la linea —enumeró ignorando a propósito lo que acababas de decir, suspiraste.

—Lo amo mucho, señor Potter.

—Y yo a usted, futura señora Potter —contestó disfrutando de tus caricias en su pecho, beso tu cabello—La amo como no lo puede imaginar.

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29/10/2021