20.- 𝗩𝗢𝗬𝗘𝗨𝗥𝗜𝗦𝗠
•Basado en la actualidad
•Sexo sin protección.
No podía soportarlo, el enojo que estaba reprimiendo era insoportable, ver como esos insoportables mocosos te coqueteaban tan descaradamente era terrible, más si tú no te dabas cuenta de sus verdaderas intenciones, pero no tenía nada que temer, ¿verdad? Son solo niños inmaduros de 12 o 13 años de edad, no es como si tú lo vayas a dejar por uno de esos niños, no, el problema eran ellos, no estaba enojado contigo, le molestaba ver como los niños de a lado se las habían ingeniado para espiarte sin que tú te dieras cuenta, vio como uno de los mocosos sacaba una videocámara y comenzaba a grabarte mientras te salías de la piscina y tomabas una toalla para empezar a secarte, frunció el ceño al mismo tiempo en que apretaba su mandíbula.
No iba a negarlo, se sintió excitado al verte mojada y dejando caer gotas de agua al llevar la toalla a tu cabello, dejando al descubierto tu abdomen plano, se acercó a ti y te tomó desprevenidamente por la espalda y depositando un beso en tu cuello.
—Agh, ya llegó su odioso novio —oyó decir a uno de los niños.
—¡Hey! Me espantaste —reclamaste con una sonrisa divertida—. Oye, ¿Quieres comer pizza? Yo sí, ya me dio hambre —se acercó a la pequeña mesa de playa que tenía en el centro una sombrilla y abrió la caja y tomó una rebanada.
—Bash llamó hace unos minutos —habló llamando tú atención—. Delphine acaba de decir su primer palabra.
—¡¿Enserio?! ¿Cuál es?
—Bilbert —contestó con una risita.
—Awww, que tierna ―sonreíste―. Te dije que eras su favorito.
—Me voy a meter a nadar —dijo soltando una risa nasal y comenzó a quitarse su playera, atrapaste tu labio inferior entre tus dientes y le chiflaste, viste como se acercaba a la orilla y tomaba impulso para saltar, festejaste al ver el perfecto clavado que acababa de dar.
—En un rato te alcanzo —comentaste terminando de comer tu pizza. Después de un tiempo, sentiste la necesidad de volver a nadar así que te levantaste del camastro y una sonrisa maliciosa apareció en tu rostro cuando una idea cruzó por tu mente—. ¡Cariño! —dejó de jugar con el balón de básquetbol que encestaba en el tablero de básquet que habían instalado en la cerca que los separaba de los vecinos de al lado para prestarte atención.
Su cara de curiosidad pasó a una de asombro cuando vio como comenzabas a desabrochar la parte superior de tu bikini dejando al descubierto tus apetitosos senos y tirando hacia un lado la prenda, te agachaste un poco y deslizaste la parte inferior de tu traje de baño e igualmente las dejaste en el suelo, no se dio cuenta cuando fue que dejó caer la pelota y rebotó en el agua, maldijo internamente, «debe ser un deleite para ese par de mocosos verte en ese estado» pensó.
Saltaste al agua y nadaste hasta llegar a él, tus pechos relucían por el agua y tu mirada juguetona no hizo más que mandar a esos niños al carajo y tomar posesivamente tu cintura y apretujarte hacía él, jadeaste al sentir su prominente erección a través de su shorts.
Enredaste tus piernas alrededor de su cintura sujetándote de su cuello y rápidamente acortaste la distancia entre ustedes y juntaste tus labios con los de él formando un apasionado beso. Soltaste un jadeo cuando simuló una embestida, haciendo que sus sexos se rosaran para placer de ambos, sentiste sus manos deambular por todo tu cuerpo y detenerse en tu trasero para apretar tus glúteos, nadando hacia el frente contigo todavía colgada, se acercó a la orilla de la piscina y recargó tu espalda en las baldosas para así poder bajar sus shorts.
Sujetó tus caderas y te alzó dejándote sentada el el escalón más alto de las pequeñas escaleras de cemento, separó lo más que pudo tus piernas y acercó su rostro hacia tu feminidad y mirándote a los ojos, dio una larga lamida provocando que soltaras un sonoro gemido y cerreras tus ojos echando tu cabeza para atrás hacia la dirección en donde los pequeños voyeristas se encontraban.
—¡Oh, joder! —gemiste, su lengua hacía maravillas y eso te volvía loca, sentías como su lengua entraba y salía de tu entrada y como la punta de su nariz acariciaba tu clítoris, una de sus manos subió por tu torso hasta llegar a uno de tus apetitosos senos y apretujarlo sacándote otro grito de placer, de repente sentiste sus dedos ingresar en tu canal y comenzar a follarte con una mano. Se separó de ti y levantó su vista encontrándote hecha un desastre, tu cabello alborotado caía por tu espalda, tu respiración acelerada hacía que tus pechos subieran y bajaran inflándose de aire haciéndolos ver más grandes, escupió en tu vagina y volviendo a acercar su rostro, atrapó tu clítoris entre sus dientes, sus dedos entraban y salían de ti y el nudo en tu estómago comenzó a formarse y con un par de lamidas y embestidas dadas por su mano, te corriste dando un fuerte gemido que llevaba su nombre.
Recuperándote de tu primer orgasmo, te metiste de nuevo al agua y comenzaste a acariciar su miembro ocasionando que soltara un gruñido y tu sonrieras con suficiencia, comenzaste a acariciar la punta de su polla, subiendo y bajando tu mano, te detuvo antes de que bajaras más para tocar sus bolas.
—Luego, hermosa —dijo tomándote de la mano para después voltearte quedando a espaldas de él—. Solo quiero follarte y hacer que grites tan fuerte —entró en ti al mismo tiempo en que dijo lo último y comenzó un vaivén rápido y duro sacándote muchos gemidos y jadeos.
—¡Carajo! —oyó maldecir a ambos niños y sonrió con grandeza, jadeó cuando el calor de tu coño cubría su gruesa polla y el sonido de sus pieles sonaba acuoso, tu cabeza estaba apoyada en su hombro derecho dejando acceso libre a tu cuello para depositar pequeños besos, lamidas y mordidas.
—Más... a-ah, ¡Justo ahí! —jadeaste ruidosamente.
—¿Justo ahí? —su embestida fue tan fuerte que te hizo chillar, el agua alrededor ondeó y salpicó afuera mojando el pasto. Se detuvo saliendo de ti volviendo a voltearte quedando otra vez frente a frente, recargando tu espalda en las baldosas y poniendo de soporte tus brazos y codos en la orilla de la piscina, tomó tus muslos abriéndote para él dejando a la vista tu reluciente coño, alineándose en tu entrada y entrando de una sola estocada—. Me encanta lo estrecha que eres —y es que a pesar de las tantas veces que lo habían hecho siempre te sentías apretada y eso lo volvía loco.
Se podría decir que tus pequeños acosadores tenían un pase V.I.P. a una porno en vivo y en directo y a Gilbert le importaba lo más mínimo dejar un trauma severo a ese par de traviesos. Fueron suficientes un par de embestidas más y explotarías en un delicioso orgasmo gritando su nombre que se escuchó tan bonito salir de tus labios. Siguió embistiéndote y minuto después logró salir de ti para dejar caer gruesas cuerdas de semen en tu estómago salpicando tus pechos y su tórax. Ambos regulando sus respiraciones, salieron de la piscina tomando unas toallas secando sus cuerpos mojados y los residuos de semen.
—De verdad te amo tanto, Blythe —dijiste envolviendo una toalla alrededor de tu cuerpo cubriéndote del frío, él te besó en la frente―. Te espero en la ducha —depositaste un beso cariñoso beso en sus labios y guiñándole un ojo coqueta te diste la vuelta entrando de nuevo a la casa.
Gilbert giró su cabeza hacia el lado izquierdo donde se encontraban esos malditos niños hormonales y sonriéndoles arrogantemente, les sacó el dedo de en medio y te siguió a dentro.
Gilbert: 1.
Mocosos: 0.
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02/02/2024
Este one shot fue anteriormente publicado en 2022.
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