capitulo once










ALEX GITÓ FUERTEMENTE justo antes de que cayera la primera bomba. Había visto los aviones justo antes de que lanzaran un misil. Este cayó justo en medio del campamento y provocó un gran incendio en una amplia zona. Minho agarró a Alex del brazo y la levantó. La soltó y les indicó a todos que lo siguieran. Alex gritó:—¡Vamos, vamos!—.

—¿Dónde está Thomas?—,preguntó Minho cuando llegaron abajo. Se agacharon detrás de un par de barriles mientras un grupo de soldados de CRUEL pasaba corriendo junto a ellos. Minho vio a Vince de pie en la caja de un camión y a Harriet a su lado. Estaban disparando a algunos de los hombres de CRUEL. Minho los llamó:—¡Vince! ¡Harriet!—.

—¡Aquí! ¡Aquí!—,gritó Harriet cuando los vio.

Una vez que corrieron hacia el camión y se unieron a los dos, Sartén preguntó:—¿Cómo los ayudamos?—.

—¡Tienen que cubrirnos!

—¡Oye! ¿Sabes usarla?—Vince le preguntó a Minho, pero no esperó a que le respondiera y le entregó el arma que tenía en la mano mientras Harriet repartía las demás armas al resto de los Habitantes.—¡Cúbreme! ¡Es nuestra única esperanza!—Continuaron disparando a los hombres mientras Vince hacía lo que fuera que estaba haciendo.

—¡Vince, rápido! Son demasiados.—le gritó Newt, porque se estaban quedando sin munición.

Sartén fue el primero en hacerlo. Levantó su arma y apretó el gatillo, pero no salió ninguna bala. Alex siguió disparando a los soldados.—¡Ya no me quedan!

—¡Cuidado!—,advirtió la chica cuando uno de los hombres les lanzó un objeto. Este cayó en la caja del camión y rodó lentamente hasta golpear a Vince en el pie. Alex abrió mucho los ojos cuando se dio cuenta de que era una especie de bomba.

—¡No!—.Entonces, una descarga eléctrica atravesó a las seis personas que estaban en el camión y todas cayeron al suelo sin fuerzas.

—B-19. A-4. B-1. A-6—,fue lo que Alex oyó al abrir los ojos. Estaba arrodillada entre Newt y Minho, y un guardia iba pasando por la fila, escaneando la nuca de cada uno y diciendo los números en voz alta. Cuando llegó a Alex, leyó:—A-7—.

Janson estaba de pie frente a ellos, mirando al grupo mientras hablaba con uno de los hombres. Frunció el ceño cuando se dio cuenta de que faltaba una persona, alguien que probablemente era vital para lo que estuvieran haciendo.—¿Dónde está Thomas?—.

—Justo aquí—,respondió una voz, y Alex gimió audiblemente al oírla. Por el lado positivo, al menos sabían que seguía vivo. Por otro lado, debería haber salido corriendo cuando tuvo la oportunidad. ¿Por qué tenía que ser siempre el héroe? Era tan molesto.

—Thomas.—saludó Janson mientras el chico caminaba por el pasillo entre la gente. Luego, el hombre lo agarró del hombro y le dio un puñetazo en el estómago antes de patearlo al suelo y ordenarle:—Pónganlo con los demás. Okay. Ve a buscarla.

Mientras Alex se preguntaba quién era él, vieron cómo uno de los guardias lo agarraba y lo arrojaba entre la multitud con sus amigos. Minho le murmuró al chico mientras lo obligaban a arrodillarse junto a ellos:—¿Por qué no te fuiste?—.

—Me canse de huir, es todo—,respondió el chico.

Alex puso los ojos en blanco y prácticamente lo fulminó con la mirada. Él podría haber huido y vivido su vida con lo que le quedaba del Brazo Derecho, pero ahora estaba atrapado con ellos.—Idiota—. Entonces, un fuerte zumbido ahogó su conversación cuando una enorme aeronave sobrevoló sus cabezas y aterrizó en el espacio frente a ellos. La puerta se abrió y una mujer vestida completamente de blanco salió. Destacaba entre la multitud vestida con colores oscuros, sobre todo porque su cabello y su piel casi se confundían con su ropa.

—¿Ya son todos?—,le preguntó la mujer a Janson, y Alex se dio cuenta de por qué le resultaba tan familiar. Era la mujer del video que vieron cuando escaparon del Laberinto, la que se pegó un tiro. Bueno, estaba claro que en realidad no se había pegado un tiro. Ava.

—La mayoría—,respondió el hombre, y cuando ella se mostró escéptica, él le aseguró:—Hay suficiente—.

Ava asintió antes de señalar el avión en el que acababa de llegar. Miró a Janson y a todos los guardias que la rodeaban.—Que empiecen a subir—.

—Sí, señora. Ya la escucharon. ¡Súbanlos! ¡Ahora!—,ordenó Janson, gritando a todos.

—Hola, Thomas—,dijo Ava con una sonrisa al ver al chico arrodillado junto a Minho, y Alex se preguntó por qué demonios todos estaban obsesionados con Thomas. Ava se giró entonces hacia alguien que caminaba hacia ellos escoltado por un maldito guardia. Asintió con la cabeza a la persona.—Me alegra verte a salvo—.

Todos los Habitantes abrieron los ojos como platos cuando vieron quién era. Sarten exclamó:—¿Qué demonios?

—¿Teresa?—,preguntó Alex cuando vio a la chica, y observó cómo Ava la abrazaba. Miró a Thomas, pero él parecía más enfadado que sorprendido, como si ya supiera lo que estaba pasando.—Espera, ¿qué está pasando?

—Esta con Ava—,les informó, mirando con ira a la chica y a los dos adultos que la acompañaban. Alex seguía muy confundida porque era imposible que Teresa los traicionara, ¿verdad?

Minho se burló:—¿Desde cuándo?—.

—Teresa siempre ha sabido apreciar el valor del interés común—,les explicó Janson, con una sonrisa burlona en el rostro al ver las miradas de traición y sorpresa en sus caras.—Cuando le devolvimos sus recuerdos, solo fue cuestión de tiempo—.

—Lo siento. Era lo correcto. Es la única forma. Tenemos que encontrar la cura—,le dijo Teresa a Thomas con voz suplicante. Ni siquiera se disculpó con los Habitantes. Lo único que le importaba era Thomas.

Ava asintió con la cabeza.—Es verdad. Todo esto es un medio para un fin. Y tú lo entendías, Thomas. No importa lo que piensen de mí... No soy un monstruo. Soy una doctora. ¡Y yo juré que hallaría la cura! Cueste lo que cueste. Solo necesito más tiempo—.

—Y más sangre—,corrigió Mary, dando un paso adelante.

—Hola, Mary—,saludó Ava con una pequeña sonrisa de satisfacción. Alex le habría dado un puñetazo en la cara si le hubiera sonreído así.—Esperaba verte de nuevo. Lamento que tenga que ser en estas circunstancias—.

La otra mujer suspiró y negó con la cabeza mientras daba un par de pasos hacia adelante.—También yo lamento muchas cosas. Pero no está. Al menos no tengo cargo de conciencia.

—Tampoco yo.—Entonces, un disparo resonó en el aire. Mary jadeó y todos se giraron para ver a Janson detrás de Ava con su arma apuntando directamente al estómago de Mary.

—¿Mary? ¿Mary? ¡Mary! ¡Mary! ¡Mary! ¡Suéltame!—,gritó Vince, liberándose de los guardias que lo sujetaban y deslizándose de rodillas para atrapar a la mujer antes de que cayera al suelo. La vio jadear y toser mientras la luz se apagaba en sus ojos.—¿Mary? ¿Mary? ¿Mary? ¿Mary? ¡No! ¡Mary! ¡No!—.

Ava sonrió levemente mientras observaba a los dos antes de girarse hacia su cómplice y hacerles un gesto para que se pusieran en marcha.—Rápido Janson, súbanlos. Vamos. Todas estas personas. Desháganse de ellas. Ahora—.

—¡Sonya! ¡Aris! ¡Nick!—,gritó Harriet, y Alex se volvió para ver cómo uno de los guardias empujaba a los tres dentro del avión. Intentó lanzarse hacia ellos, pero otro soldado la sujetó.

—¡Apártense!—,gritó Thomas, y ella se giró para verlo con una granada sobre la cabeza, listo para lanzarla. Retrocedió para reunirse con Minho, Newt y Sarten, que miraban fijamente a sus amigos.—¡Todos hacia atrás! ¡No se acerquen! ¡Todos hacia atrás! Apártense. Libéralos. ¡Libérenlos!—.

Teresa sacudió la cabeza y le rogó al chico que se detuviera:—Thomas, por favor, ya basta. Hicimos un trato. Prometieron que estaríamos seguros. Todos—.

—¿Y esperas que te tenga confianza?—,se burló él, y tenía razón. ¿Cómo sabían que Teresa no estaba mintiendo completamente? ¿Cómo podía esperar que le creyeran después del truco que acababa de hacer?

—Es cierto.—confirmó Ava, como si sus palabras fueran a mejorar las cosas, como si solo fueran a creer a Teresa si ella, la mujer que los había atrapado en un laberinto durante tres años, la respaldaba.—Fue su única condición. Todo puede volver a ser como antes.—dijo, mirando a los demás Habitantes.—Thomas... ¿en serio quieres que mueran todos?

Entonces, como si se leyeran la mente unos a otros, todos los amigos de Thomas se acercaron a él. Todos lo agarraron por los hombros, haciéndole saber que estaban ahí. Newt le dijo:—Estamos contigo, Thomas—.

—Hasta el amargo final—,añadió Alex.

—No iremos allá. No hay opción—,informó Thomas a CRUEL, repentinamente empoderado por el apoyo de sus amigos. Entonces, de repente, unos faros los iluminaron, casi cegándolos, y el caos se desató de nuevo cuando Jorge atravesó el grupo en uno de los autos. Thomas aprovechó la oportunidad para lanzar la granada junto a un círculo de guardias y correr en dirección opuesta. Luego gritó a los adolescentes:—¡Todos al suelo!—.

Alex se tiró al suelo y se cubrió la cabeza mientras una tonelada de metralla y madera volaban por todas partes. Esto hizo que Janson cubriera a Ava y Teresa y las llevara hacia el avión antes de volver por Thomas. Alex se levantó lentamente, con un zumbido en los oídos, justo a tiempo para ver a Brenda disparar a Janson en la pierna. Thomas se puso en pie a toda prisa y siguió a sus amigos. Minho les hizo señas para que se pusieran detrás de una pila de cajas y los cubrió con un arma que había recogido.

—¡Váyanse de aquí! ¡Largo! ¡Largo! ¡Rápido, Thomas! ¡Vete de aquí! ¡Salgan de aquí! ¡Vayan! ¡Agáchense!—,ordenó, y luego comenzó a correr hacia un grupo de guardias y a dispararles.

Alex abrió mucho los ojos cuando vio lo que estaba haciendo.—¡Minho! ¡Minho! ¡Vuelve!—.Gritó cuando uno de los soldados logró darle a Minho con una de sus pistolas eléctricas. Minho cayó de rodillas, apoyándose en un barril. Thomas se abalanzó hacia él, gritándole a su amigo, pero Newt lo detuvo.

—¡Thomas, vuelve!—,ordenó el rubio.

Sin embargo, Thomas siguió gritando mientras dos guardias agarraban a su amigo por los hombros y se lo llevaban a rastras.—¡No! ¡Thomas, no! ¡Minho! ¡Thomas! ¡Minho! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Minho!—.

—¡Minho! —gritó la chica, presa del pánico y devanándose los sesos para encontrar algo que pudiera hacer, pero ya era demasiado tarde. Él ya estaba en el avión junto con Nick, Aris, Sonya y esa zorra traidora de Teresa. Ava y Janson sonrieron con aire de suficiencia al grupo mientras se cerraban las puertas y despegaban.

El humo salía de varios lugares mientras las personas que se habían quedado buscaban suministros que no hubieran explotado y cubrían los cuerpos que sí lo habían hecho. Sarten estaba sentado sobre un montón de chatarra y rocas mientras contemplaba la tierra quemada. Preguntó:—¿Y ahora qué hacemos?—.

—Reunimos lo que queda de nosotros. Seguiremos con el plan—,respondió Vince con un suspiro, mirando solemnemente el bulto cubierto que era el cuerpo de Mary.—Los llevaremos al refugio. Volveremos a iniciar—.

—No voy con ustedes—,anunció Thomas, colgándose la mochila a la espalda y poniéndose de pie.

Alex frunció el ceño mientras miraba al chico. ¿Qué demonios quería decir? Por supuesto que ira con ellos.—¿De qué estás hablando?—.

—Le hice una promesa a Minho.—explicó con un suspiro, limpiándose el polvo y las cenizas de los pantalones antes de agarrar con fuerza su mochila.—No lo abandonaré. Tengo que ir a buscarlo.

—Oye, hijo, mira todo esto. CRUEL acaba de destrozarnos. Piensa bien lo que vas a hacer.—le dijo Vince con una pequeña burla, porque lo que decía no tenía ningún sentido. ¿Cómo pensaba encontrar y rescatar a Minho?

Thomas negó con la cabeza, como si quisiera hacerles saber que, por mucho que intentaran convencerlo de lo contrario, no cambiaría de opinión.—No le pediré a nadie que venga conmigo.

—Thomas, escúchame. Conozco a Minho desde...—el chico rubio se detuvo antes de continuar.—Lo conozco hace mucho tiempo. De verdad, si existiera la posibilidad de ayudarlo... créeme, yo sería el primero en apoyarte. Pero, esto que quieres hacer... es imposible.

—Es más un suicidio.

—Tal vez. Pero es lo que debo hacer ahora. No es solo por Minho. Es por nosotros. Es por todas las personas que se ha llevado CRUEL, y por las que se llevará. Y es que nunca pararán. Ellos nunca pararán, así que los obligare a parar. Voy a asesinar a Ava Paige—,les dijo Thomas con firmeza, y parecía bastante seguro de sí mismo.

Hubo una larga pausa y todos parecían estar procesando la información mientras se miraban entre sí. Harriet fue la primera en hablar.—Tengo que admitir... que quiero venganza—.

—Tu discurso me gusto—,exhaló Vince, mirando a Thomas, que de alguna manera se había elevado en algún momento durante el discurso. El hombre lo miró con las cejas arqueadas.—¿Cuál es tu plan?—.

—Esperemos que sea mejor que los otros—.

—Alex...—.

—Es broma—


holi holi, cómo andan? bueno, ultimo capítulo de este acto y quiero q sepan q empezaré de una vez con el acto tres y ultimo, ya que son muy pocos capítulo (8 capítulos + epílogo + sorpresita) así q nos vemos más tarde (lo más probable) o mañana con el primer capítulo (:

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