━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛¡YA CHARLES!❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
ilovearthl Eli_Bastidas19

     AÑO NUEVO POR FIN HABÍA DADO PASO Y CON EL, ENERO HABÍA COMENZADO; los días se estaban yendo bastante rápido, a Nella ya le faltaba muy poco para culminar su semestre y por fin graduarse, estaba en su escritorio realizando su trabajo respectivo mientras que Charles a su frente discutía con Sophie sobre quién sabe qué, para ser honesta, Antonella no estaba prestándole atención a ninguno de los dos. Como el monegasco tenía vacaciones de la fórmula uno —al igual que Arthur—, ahora se encargaba de ir al colegio en donde Nella trabajaba junto con Sophie sólo para ir a molestar a la última mencionada, y aunque a Nella le distraía a veces era agobiante tener que lidiar con ambos y sus discusiones tontas.

—Me llegas a borrar el diseño y te voy a meter una golpiza que vas a quedar sorprendido —Sophie amenazó, Nella se acomodó las gafas que llevaba siendo ineludible no reírse de la situación.

—O enamorado —Nella susurró por lo bajo con diversión.

—Me gustaría ver eso —Charles mencionó, volviendo a cerrarle la laptop y acabando con la paciencia de Sophie.

—¡Ya Charles! —la castaña le dio un zape que provocó que Antonella soltara una carcajada.

—¡Pero tampoco te molestes!

—¿¡Cómo no me voy a molestar si llevas todo el rato fastidiando?! —se quejó, viéndolo de mala manera.

—Te encanta que te fastidie, no te engañes —le sonrió, los dos se vieron fijamente y Antonella los veía de la misma manera desde su escritorio.

La tensión que había en el lugar era demasiada, claramente por los dos que Nella tenía enfrente. La castaña se puso de pie, estirando sus brazos para despertar sus músculos ya que llevaba demasiado tiempo sentada en aquella silla buscando el logo perfecto para un nuevo uniforme.

—Bueno, creo que sobro muchísimo por aquí —Antonella mencionó al mismo tiempo que tomaba su café, Charles y su mejor amiga la miraron— los dejo solos, terrones de azúcar.

Les guiñó un ojo y Charles la miró con una ceja alzada a la referencia del apodo, Sophie se puso de pie, entreabriendo sus labios para decir algo.

—No te vayas —pidió, Nella se giró a verla.

Conocía a Sophie a la perfección, eran amigas desde hacía muchísimos años y estaba más que claro que las expresiones que la castaña tenía en ese momento no eran para nada indescifrables, estaba nerviosa, Antonella le sonrió, agitando su mano en modo de despedida.

—Nos vemos.

—¡Oh, Nella!

Ella soltó una carcajada, estaba cobrándole a Sophie todas las que le hizo cuando ella y Arthur no se hablaban, de la misma manera pasaba con Charles y los apodos que solía ponerle a ella y a su novio. Le dió un sorbo a su café mientras caminaba por los pasillos del gran colegio, y no tardó mucho en divisar a su novio sentado afuera de uno de los salones, riéndose con unos niños que parecían del tercer grado o más menores.

Le despeinó el cabello a uno y otro le dió un abrazo, y Antonella sonrió con ternura, quedándose apoyada de la pared mientras que veía a Arthur jugar con los niños de primaria. Era tan lindo, de verdad.

Y el monegasco no tardó mucho en darse cuenta de la presencia de su chica, le dedicó una sonrisa mientras que se ponía de pie y empezaba a acercarse hacia ella, Nella estiró sus brazos y Arthur hizo lo mismo, dándole un abrazo.

—¿Ya terminaste con tú trabajo mi amor? —le preguntó, la castaña apoyó su mentón en el pecho de su novio que se inclinó ligeramente para unir sus labios en un beso.

—Estoy en eso, me di un rato porque Charles y Sophie se quedaron discutiendo —le informó— la tensión que hay entre esos dos es demasiada.

—Ya me los imagino —el rubio contestó, provocando que Antonella se uniera a la risita que él tenía.

—Le estaba cerrando la laptop a cada rato, es muy gracioso verlos de verdad.

—Que linda manera de ligar de Charles, buscándole problemas a la chica que le gusta, wow y se la pasaba burlándose de mi —los dos empezaron a caminar tomados de la mano, Antonella lo miró divertida.

—¿Se burlaba de ti por...?

—Por "no saber ligar" —hizo comillas con su mano libre— cuando quería hablarte claramente, me decía que era un tonto y no sé qué cosa, que era un lento ¡Y ahora míralo a él!

Antonella soltó una carcajada.

—Los dos intercambiaron de papeles ahora.

—¿Verdad que sí? —se recargó de una de las paredes en donde no habían estudiantes que los pudiesen ver, mientras que acercaba a Nella a él y unía sus labios en un beso— ahora es mi momento de burlarme de él por ser un lento y no decirle a Sophie que le gusta.

—Es nuestro momento —los dos rieron divertidamente.

—Ya es hora de ir a almorzar, ¿trajiste almuerzo o quieres que vayamos a comprar algo amor? —le preguntó, quitando algunos de los mechones de cabello que Antonella tenía por la cara, la castaña frunció la nariz.

—Honestamente a mamá y a mí no nos dio tiempo de hacer almuerzo, a duras penas desayuné y—

Arthur la interrumpió.

—¿Desayunaste bien? —quiso saber, Antonella asintió y el rubio alzó una ceja— Antonella.

—¿Qué? —se rió nerviosa— ¡Claro que desayuné bien! —él la seguía mirando de la misma manera, soltó un resoplido— me comí la mitad de un panqueque que mamá había hecho ¡No me digas nada! Es que se nos hizo tarde—

—Amor entonces debes tener muchísima hambre —le acarició la mejilla, Antonella asintió.

—La verdad es que sí, me suena la panza —el rubio soltó una carcajada ante su ocurrencia— pero no pasa nada, cuando salgamos de acá seguro que iremos a comer, tengo que terminar de hacer el diseño del uniforme y no creo que Sophie con Charles molestándola haya terminado el trabajo.

—O quizá le dió una golpiza a Charles y sí lo terminó —los dos rieron.

—¿Sabes qué es lo peor? Que le había dicho que si no la dejaba terminar le daría una golpiza.

—Sophie siendo Sophie.

Los dos soltaron una risita. Después de quedarse un rato dándose besitos, Arthur le informó a Chloe que se llevaría a Antonella a comer y ella los había dejado sin problemas. El rubio se fue al parqueadero a diferencia de Nella que fue en busca de sus cosas en la oficina donde estaba con anterioridad, abrió la puerta, Charles estaba mirando su celular y Sophie tenía cara de pocos amigos, seguramente habían discutido, el monegasco miró a su cuñada.

—¡Nella, volviste! —se puso de pie, mientras que estiraba sus brazos y soltaba un bostezo— ¿Ya te vas? —le preguntó al verla recoger sus cosas, la castaña asintió.

—Arthur me ha dicho para que vayamos a comer—

—¡Que bueno! Iré con ustedes —salió de la oficina dejando a Antonella con la palabra en la boca, ella frunció el ceño, viendo a Sophie que seguía con la mirada clavada en la pantalla al mismo tiempo que movía su pie con una rapidez excesiva, se acercó a ella.

—¿Está todo bien? —le preguntó.

Su mejor amiga dejó de ver su laptop para ver a Antonella sin descripción alguna.

—Es un imbécil.

—No está todo bien —Antonella dijo por lo bajo— ¿Qué pasó?

—Que lo detesto, Nella —expresó con notorio disgusto, haciendo una mueca de asco— ¿Cómo puede ser posible que el muy imbécil hace semanas me dijo que me quería, que de verdad estaba interesado en qué dejáramos de pelear y conocernos más a fondo? Pero resulta que, de la nada ¿¡Se está mensajeando con otra mujer?! ¡Lo detesto! —le dió un golpe a su rodilla, mientras que Antonella se exaltaba debido a la agresividad y abría sus ojos con sorpresa ante lo que acababa de escuchar.

Sophie no solía hablar de Charles con Antonella porque siempre decía que a ella no le gustaba y menos estaba interesada en alguien como él, así que el hecho de que su mejor amiga le confesara lo que ella ya sabía —pero no había afirmado aún hasta esos momentos— de ambos, era demasiado sorpresivo.

Sabía que en la fiesta de la boda de Less había pasado algo más que sólo besos en la mejilla por parte de Charles y Sophie, y eso aparentemente había generado que la castaña empezara a sentir cosas por el piloto de fórmula uno.

—Sophie yo—

Su mejor amiga se puso de pie.

—No me digas nada —fue por la cafetera para echarle más café a su taza— y antes de que me lo preguntes, no, no me gusta Charles, sólo que me molesta lo mentiroso que es. ¿Qué tanto le costaba decirme que no está interesado en mi, que aunque me coquetee se anda hablando con otras? ¡Nada, no le costaba nada!

—Pero no te gusta...—Nella susurró para sí misma, pero Sophie la escucho, se acercó a ella.

—¡Es que...! Dios —dejó la taza de café en el escritorio para pasar ambas manos por su cabello y soltar un resoplido de cansancio— no quiero sentir nada serio por alguien que no quiere nada serio. ¿Me entiendes? Es decir, sí, Charles es atractivo, precioso, hermoso, carismático, inteligente, ojitos bonitos, cabello bonito, voz bonita, sonrisa bonita, altura y musculatura perfecta, pero—

—Pero no te gusta para nada —Antonella volvió a decir, soltando una carcajada y abrió la boca con sorpresa al ver a Sophie con las mejillas completamente rojas— ¡Sophie te sonrojaste!

—¡Oh vamos, cállate!

—¡Que bonita!

—¡Ya! —su mejor amiga se quejó entre risas, sentándose de vuelta en la silla para pasar ambas manos por su cara— a lo que me refiero es... que sí que es lindo, pero es un imbécil.

Su mejor amiga la miró expectante.

—¿Quieres que hable con él? O sea, que le saque información—

—No —se cruzó de brazos— no me interesa nada que tenga que ver con Charles Leclerc, ¿está bien? Que vaya y se siga hablando con las diez mil mujeres que tiene detrás, y no quiero hablar más del tema.

—Que sí te ayude dices —le dijo con burla, Sophie la miró de mala manera.

—¡No, Nella!

—¡Ah pero cuando yo no le hablaba a Arthur bien que me querías ayudar! —Sophie abrió la boca para decir algo, Nella la miró con una ceja alzada.

—Sí, bueno... es diferente y silencio, eres menor que yo, así que no son válidas tus opiniones.

—¡Hey! —las dos se rieron.

💌

     Charles se había ido junto con Arthur y Antonella para almorzar con los dos, así que lo que iba a ser una cita entre ambos terminó siendo una cita más Charles incluido. El monegasco sólo miraba su teléfono, no tenía esa típica sonrisa que siempre solía contagiarle a todos y mucho menos andaba soltando sus chistes como de costumbre, cosa que le hacía pensar a Nella que él y Sophie habían tenido una discusión bastante subida de nivel por lo que se aparentaba, no hallaba la forma de hacerle saber a Arthur que, claramente, no entendía la actitud que portaba su hermano mayor en esos momentos.

—Iré al baño —Arthur mencionó poniéndose de pie, acercándose a besar los labios de Nella y yéndose en busca del baño.

Nella miró como Charles ni se inmutaba de lo que pasaba a su alrededor e incluso les había dicho a ambos que pidieran la comida por él, sintió un dolor e hizo una mueca, sabiendo perfectamente que se trataba de cólicos pero no le prestó atención.

—Charles —llamó la atención del ojiverde.

—¿Sí? —dejó de mirar su celular para ver a Nella y sonreírle de lado.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Ya me estás haciendo una —contestó con diversión, Nella soltó una risita, lo miró con una ceja alzada.

—Bueno, ¿puedo hacerte otra pregunta?

—La estás haciendo también.

—¡Ay, Charles!

—Ya, ya —el castaño soltó una carcajada— ¿Qué pasa cuñadita?

Empezó a jugar con las servilletas, Nella pasó una mano por su cabello sin saber cómo formular lo que quería preguntar, es que no quería sonar chismosa y mucho menos entrometida, pero quería ayudar a su mejor amiga y a Charles porque estaba más que claro que esos dos se gustaban.

—¿Tú y Sophie discutieron cuándo me fui?

Charles dejó de sonreír para ponerse serio y soltar un suspiro, dejándose caer en el asiento y cerrando sus ojos.

—Bueno...

—Charles —Nella llamo, alzando una ceja, el monegasco volvió a retomar su compostura, apoyando sus codos sobre la mesa y entrelazando sus manos.

—Digamos que un poquito sí...

—¿Un poquito?

—Un poquito mucho —Nella resopló, Charles agregó— ¡Pero es que Sophie es excesivamente necia!

—¿A qué te refieres?

—Nella mira...

—Volví —Arthur interrumpió— ¿De qué hablan?

Se sentó al lado de su chica, Charles los miró a ambos.

—De Charles y Sophie.

—¡Nuestra novela favorita! —Arthur exclamó con emoción, su hermano mayor lo miró con una ceja alzada y eso los hizo reír.

—Oigan les seré honesto, ya no quiero hablar de Sophie Rose ¿vale? Es una mentirosa —se quejó, poniéndose de pie al mismo tiempo que se arreglaba el reloj que llevaba en su muñeca izquierda— iré a pedir una malteada.

—Sí, huye de la conversación, cobarde —Arthur lo miró con una ceja alzada, Charles detuvo su paso para verlo.

—No diré nada mejor.

Los tres rieron, Charles se fue en busca de su malteada y Nella hizo una mueca al sentir el dolor aparecerse con más constancia, Arthur la miró.

—¿Todo bien mi amor? —acarició su pierna con delicadeza, Antonella asintió— ¿De verdad? No te creo, mira la cara que tienes —se acercó a besar su mejilla— ¿Te duele algo princesa?

—No amor —ella negó, haciendo un ademán con sus manos y restándole importancia al tema así como lo solía hacer con los cólicos.

Eventualmente solía tomar pastillas para calmar el dolor, pero la urgencia femenina de no tomar ninguna y demostrarse a sí misma que podía aguantarlo, era mayor. Además no solía dolerle tanto, en una escala del uno al diez los calificaba en un cinco, pero de todas maneras, era excesivamente fastidioso.

—Nella —ella se giró a verlo, Arthur estaba serio y mirándolo con una ceja alzada— te conozco amor, sé que no te sientes bien, pero no soy adivino, divino sí, pero adivino no —Antonella soltó una carcajada— entonces si no me dices no sé cómo puedo hacer para ayudarte.

—No pasa nada príncipe, de verdad —ella despeinó su cabello e hizo un pequeño piquito con sus labios para que Arthur le diese un beso, al separarse el rubio alzó ambas cejas.

—¿De verdad? —volvió a preguntar, Antonella asintió.

—Sólo tengo la molestia de los cólicos, nada más —se encogió de hombros.

—¡Ves!

—¡Pero es que no me duele mucho! —soltó una risita.

—Igual amor. ¿Ya te tomaste una pastilla?

—No es necesario, además no cargo en estos momentos pero no pasa nada.

—¿Quieres que vaya por una a la farmacia? —el rubio preguntó.

—No amor, mira —señaló con sus labios a Charles que venía hacia ellos con su malteada en mano— ahí viene Charles, y el mesero también.

El monegasco se acercó de vuelta hasta donde Nella y Arthur, y efectivamente la orden de sus comidas había llegado. Los tres se quedaron comiendo de lo que habían pedido, Charles no había querido hablar de Sophie así que ni Arthur ni Nella quisieron forzarlo a hablar del tema, ya luego se enterarían que había pasado entre ambos, si habían discutido o no lo habían hecho.

Nella brindó el postre y Charles colaboró con la moción, así que se quedaron un rato más hablando entre ellos, riéndose y por supuesto, sacándose fotos con las personas que les pedían a los hermanos Leclerc, la castaña se puso nerviosa cuando le pidieron una foto a ella y no conforme a eso también fueron muy lindos diciéndole que era muy bonita y además, hacía una increíble pareja con Arthur.

Después de pasar un rato agradable en el restaurante salieron del mismo, Charles no había dicho palabra alguna y Nella sabía que era por lo de Sophie, Arthur se adelantó a encender el auto mientras que su chica se quedaba tras el monegasco, puso una mano en el hombro de él, llamando su atención.

—Charles...—llamó, el castaño le dió un sorbo a su bebida para dejar de ver su celular y ver a su cuñada.

—¿Sí, cuñadita?

—Ehm... no quiero sonar entrometida ni nada por el estilo, pero si quieres hablar con respecto a Sophie —carraspeó, mientras que pasaba una mano por su cabello y le sonreía— yo te escucharé ¿vale?

Charles le dedicó una sonrisa sincera, asintiendo y abriendo sus brazos para darle un abrazo al cuál Nella correspondió.

—Y te agradezco mucho, de verdad.

Arthur estaba recargado sobre su auto, viendo la escena con una ceja alzada, Nella se separó de Charles y los dos miraron al rubio que los estaba viendo fijamente con sus brazos cruzados y cara de pocos amigos.

—No vayas a empezar con tus celos —Charles le dijo con burla, Arthur abrió su boca de manera indignante.

—¡Ni estoy diciendo nada!

—Tu cara ya habla por ti —se burló el ojiverde haciendo reír a Nella también— ya ni darle un abrazo a mi cuñada puedo.

—Cállate Sophie —Charles dejó de reírse ante la mención de la castaña para verlo fulminante y abrir la puerta de su auto de mala gana.

—No es gracioso.

—De hecho, lo es —su hermano se burló, Charles le sacó el dedo de en medio, encendiendo su auto y saliendo del parqueadero, provocando que Nella y su chico soltaran una carcajada— ¡Grosero!

Charles tocó la bocina desde la lejanía provocando que riesen más. Arthur le abrió la puerta a su chica, que ahora sí sentía que los cólicos estaban aumentando, y luego se subió el rubio, puso su mano sobre la pierna de Nella para salir del parqueadero e irse hasta casa. Había bastante tráfico, así que apenas se detuvieron en un semáforo Arthur encendió la radio, tarareando animadamente la canción que estaban pasando, le sorprendió que Nella no le siguiera el ritmo.

La castaña tenía su codo apoyado en la ventana y la mano en su mejilla.

—Amor —Arthur le llamó, ella emitió un "mmh" al mismo tiempo que lo miraba— ¿Todavía tienes cólicos? —la castaña asintió— ¿Quieres que pasemos a la farmacia por una pastilla?

—En casa hay, príncipe. No te preocupes de verdad, de todas maneras es sólo un malestar y ya se me pasará.

—¿Segura? —Nella asintió— vale. Te amo.

Besó el dorso de su mano, eso la hizo sonreír.

—Te amo.

Los dos se dieron un beso corto y después de eso, no tardaron mucho en llegar a casa. Bajaron del auto juntos y entrelazaron sus manos, mientras que Arthur hablaba sobre el día y Nella se reía de sus comentarios. Abrieron la puerta para luego entrar, el rubio se encargó de encender las luces mientras que Nella estiraba sus brazos y soltaba un resoplido de cansancio, la voz de Arthur detuvo sus pasos.

—¿Quieres que busque la pastilla mi amor? —le preguntó en referencia a los cólicos que tenía, Nella lo miró desde donde estaba parada.

A un par de metros de él, no tan lejos. La camisa que llevaba Arthur acentuaba tan bien su físico que era inevitable no mirarlo de manera fija, su cabello iba despeinado, tenía una ligera sonrisa decorando sus labios, Nella mordió su labio inferior, jugando con sus manos para recargarse de la pared y sonreír.

—Quiero que me beses —ordenó.

El haber sido tan directa provocó que Arthur sintiera su ritmo cardíaco acelerarse, la miró sin entender.

—¿Q–qué?

Los nervios habían aparecido en él a una velocidad impresionante, es que cada vez que Antonella salía con un comentario coqueto sí que sabía cómo ponerlo nervioso sin dudas, la castaña asintió.

—Lo que escuchaste.

—P–pero... ¿aquí? ¿Y... la pastilla...?

Tragó grueso cuando la castaña se acercó a él, tomándolo de la mano y acercándolo hacia él mientras que unía sus labios en un beso, interrumpiendo lo que Arthur estaba mencionando, sin embargo el monegasco no se quejó, correspondió de manera gustosa al beso aunque antes de agregarle movimiento se separó riéndose sobre los labios de su chica:

—Dios, me encantas en serio demasiado. Te amo muchísimo mi amor.

—Yo te amo muchísimo más a ti, mi príncipe.

Y Arthur fue quién se encargó de besarla de vuelta, posicionando sus manos sobre la espalda de la castaña, al mismo tiempo que bajaba y subía las mismas con delicadeza acariciando su cuerpo, se separó de sus labios para besar el rostro de la castaña y volver a unir sus labios en un beso.

Después de estar un rato besándose, los dos se fueron hacia su habitación para ponerse a ver una película, Arthur se encargó de hacer las palomitas mientras que Nella ordenaba la cama, cuando el rubio llegó con la comida ya lista los dos se sentaron juntos en el sofá de la habitación, el monegasco pasó su brazo por el hombro de su chica, atrayéndola a él y besando su cabello.

—¿Ya te sientes mejor, mi amor? —Antonella asintió—. Sé lo mucho que te gusta comer chocolate cuando estás en tus días o tienes esos dolores, así que —le tendió una malteada de chocolate a la castaña— para ti mi amor.

Nella lo miró completamente enamorada.

—Te amo mucho.

—Y yo a ti, mi amor.

Dejó un pequeño beso en sus labios para luego los dos acomodarse y comenzar a ver la televisión.

━━━━━ buenom, dos caps más y se acaba el libro gente

quería agradecerles por todo el apoyo que le han dado este libro, ya vamos a ser casi 1OOk de vistas y 1OK de votos y es que todavía no me lo puedo creer 😭💗 agregando a la cantidad de comentarios que también pasa de los 1Ok, cosa que es DEMASIADO y sin dudas debo agradecerles porque todo el apoyo que tiene el libro es gracias a ustedes 🫶🏻🫶🏻

espero que les guste el cap, voten y comenten no les de penaaaa.

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—girlofmyidols.