━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛ABURRIDA.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
Szxalways teheangetehe

     NELLA ABRIÓ LOS OJOS CON LENTITUD ADAPTÁNDOLOS A LA LUZ DE LA HABITACIÓN; se levantó haciendo una mueca al sentir una fuerte punzada en su cabeza indicándole que tenía un fuerte dolor, supo que estaban en la habitación de ella y Arthur, a quién lo vio dormir de manera plácida a su lado, estaba boca abajo dejando ver su trabajada espalda y los lunares que decoraban la misma, sus labios estaban entreabiertos ligeramente al igual que su cabello estaba despeinado, Nella sonrió cubriéndolo más con la sábana y haciendo una mueca otra vez debido al dolor de cabeza que tenía en esos momentos.

Y recordó el por qué.

Sophie junto con Charles la habían unido a su competencia de shots. Ella no estaba acostumbrada a tomar alcohol, lo único que tomaba era vino o champagne en ocasiones especiales, como por ejemplo la fiesta de la boda de su hermana, pero claramente se había pasado con los tragos.

Ni siquiera recordaba en qué momento habían llegado al departamento, la cabeza le dolía tanto que lo único que quería era quedarse dormida hasta que se le pasara, sentía la deshidratación apoderarse de su boca, se puso de pie para caminar hasta la cocina por un vaso de agua.

Escuchó voces en la misma, su ritmo cardíaco empezó a acelerarse, frunciendo el ceño. ¿A caso había más gente en el departamento? Se asomó ligeramente por el marco de la puerta, abriendo la boca con sopresa al ver a Charles y a Sophie abrazados en la cocina. ¿¡Y esos dos qué?!

Pero el tomar agua era más importante para Antonella en esos momentos, así que apenas pisó la cocina, Sophie y Charles se separaron de manera abrupta, con Charles terminando en la otra esquina de la cocina fingiendo ver su celular y Sophie carraspeando.

—Ya los vi —Antonella avisó, soltando una risita y al mismo tiempo un quejido debido al dolor de cabeza que tenía en esos momentos. ¿Por qué ellos dos no estaban igual que ella?

—Nosotros también te estamos viendo —le respondió Charles con diversión, mientras empezaba a toser y estiraba sus brazos—. Pero bueno, ¿cómo haz amanecido Nella? ¿Disfrutas de tú primera resaca?

Le cambió el tema, mirando a Sophie que soltó una risita divertida entendiendo sus intenciones, aunque obviamente a Charles le interesaba saber cómo se sentía su cuñada después de hacer que se uniera a su competencia de shots.

Antonella le dirigió una mirada fulminante, no podía ni abrir los ojos en combinación al sueño y malestar que tenía.

—En lo absoluto que no, los detesto —se quejó, abriendo el refrigerador y sacando la jarra de agua para echarse en un vaso.

Charles junto a Sophie soltaron una risita.

—No vas a negar que haz disfrutado haber hecho esa competencia —Nella negó— los vídeos de ti ayer me hacen pensar lo contrario.

Antonella se espabiló como si le hubiesen echado un balde de agua fría encima, dejando el vaso de agua en la mesada y viendo a su cuñado con sopresa.

—¿¡Vídeos?! —hizo una mueca por el dolor que le había generado gritar de aquella manera, vio a Sophie— ¿¡Qué vídeos?!

—Los que han grabado ayer.

—Oh por Dios —Nella pasó ambas manos por su cara— ¿Todo el mundo me ha visto ebria? Mi imagen seguro está por el suelo, ¿qué fue lo que se supone que hice?

—Nella no seas exagerada por favor —le dijo Sophie soltando una carcajada, Charles se unió a la risa de la castaña.

—Aparte de besarte con Arthur todo el rato, se te salió lo extrovertida —Charles le dijo con burla— no te preocupes Nella, no creo que nadie recuerde que bailaste hasta reggaeton en la pista, al menos que vean los vídeos como yo.

—¡Eso no ayuda en nada, Charles! —exclamó, pero fue inevitable no unirse a la risa que Sophie y el castaño tenían— pero bueno ¿Ustedes dos qué?

Los dos mencionados dejaron de reír, Sophie se giró a seguir pendiente del desayuno, y Charles se empezó a despeinar el cabello con rapidez.

—¿Nosotros dos qué...?

—¿De qué...? —Sophie continuó la oración que Charles había comenzado, Nella se sentó en la barra viéndolos con una ceja alzada.

—Ustedes ya saben a qué me estoy refiriendo con—

—¡Buenos días, dormilón! —Charles interrumpió a Antonella mientras que veía hacia la puerta, en donde un Arthur recién despierto se aparecía por la cocina, tenía la camisa sobre sus hombros, Charles le guiño un ojo a Nella— ahorita seguimos hablando, cuñadita. ¿Cómo amaneciste?

—Que conveniente Charles Leclerc —se quejó, el monegasco solo se rió, viendo a su hermano que sonrió al ver a su chica y se acercó a besar sus labios.

—Bastante bien, no me di cuenta cuándo te despertaste amor —pasó su brazo derecho por el hombro de Antonella después de sentarse al lado de ella, la castaña se rió.

—Y estos dos tampoco —señaló de manera nada discreta con sus labios a Charles y a Sophie que estaba entregándole el desayuno al primer mencionado, Arthur alzó ambas cejas.

—¿Cómo?

—Nada —Sophie se apresuró a responder— Nella que como que la resaca le está afectando, ¿ya te tomaste algo?

Se cruzó de brazos, viéndola con una ceja alzada, Nella soltó una risita sintiendo todavía el dolor de cabeza.

—Si Sophie, cámbiame el tema.

—Ay Dios mío —su mejor amiga resopló y eso los hizo reír—. No te estoy cambiando el tema, te estoy preguntando en serio si ya te tomaste la pastilla porque tener una resaca no es nada cool que digamos.

—Depende —Charles se metió en la conversación, sentándose enfrente de su cuñada y su hermano, apoyando sus codos sobre la isla de la cocina— no es genial, pero a la vez sí, que se repita.

Arthur soltó una carcajada ante las ocurrencias de su hermano mayor.

—¿Qué se repita la resaca o lo que estabas haciendo ayer con Soph...?

—Bueno yo tengo que irme a casa ya —la castaña interrumpió al rubio monegasco, tendiéndole el desayuno a Nella y Arthur mientras que se sonrojaba a tal punto de parecer un tomate— ahí les dejé el desayuno, nos vemos más al rato chicos, los quiero.

Tomó las llaves de la mesada, Antonella tenía la boca abierta completamente sorprendida por lo que acababa de escuchar, dejó de ver a su amiga que salió a la velocidad de Max Verstappen cuando activaba el DRS y pasó a mirar a Charles, Arthur hizo lo mismo, alzando una ceja.

—Yo... creo que también me voy, hay que darle espacio a los novios —se levantó de la silla, tomando el plato con el desayuno y sonriendo a labios pegados.

—¿Te refieres a ti y a Sophie, no? —se burló Arthur, divirtiéndose ante la situación de ser el único que había visto a Charles y a Sophie en la fiesta a una cercanía bastante sospechosa, dándose abrazos y besitos en la mejilla.

Claramente no había estado pendiente de ellos dos toda la noche, pero la tensión entre ambos después de eso era evidente, se podía palpar con rapidez de sólo mirarlos, no había que ser demasiado inteligente como para notarlo.

—Deja de molestar —se quejó, lanzándole un pedazo de pan que hizo carcajear al ojiazul—. Por cierto me llevo esto, tengo demasiada hambre como para dejar el desayuno que—

—Que ha hecho tu novia, tan lindos ¿no mi amor? —Nella codeó a Arthur para que le siguiera el juego, y Charles empezó a reírse de manera nerviosa.

—Si chicos, andan comediantes el día de hoy me parece ¿no? Me tengo que ir —avisó, tomando también sus llaves y agitando su mano libre en señal de despedida— ¡Los amo mucho, terrones de azúcar!

—¡Ese apodo ahora es para ti y tú novia Sophie! —Arthur mencionó, soltando una carcajada al ver como su hermano mayor le sacaba el dedo del medio desde el marco de la puerta, Nella se unió a su risa, quedándose en silencio segundos después por el dolor.

Se escuchó la puerta de la entrada cerrarse, en señal de que Charles ya había salido, Nella miró a su novio.

—¿Tanto tomé que no sé qué hicieron Charles y Sophie? ¿Qué hice anoche, amor? ¿Lo recuerdas?

—Si me das un besito lo hago —pidió, Nella no se hizo mucho del rogar y se acercó a unir sus labios en un beso tierno que hizo al rubio sonreír—, no hiciste nada vergonzoso si es lo que te preocupa amor. Por cierto, ¿te sientes bien? ¿Te duele el cuerpo, la cabeza? ¿Quieres agua? La resaca tiene diferentes síntomas ¿cómo te sientes princesa?

Ella lo miró con ternura, acariciando la mejilla de su chico y sonriéndole de lado, lo amaba.

—Sólo tengo muchísima sed y un impresionante dolor de cabeza —confesó para seguido soltar un suspiro— no volveré a tomar, de verdad.

Arthur soltó una risita, atrayéndola a él y pegándola a su pecho para acto seguido besar su cabello y acariciar su espalda con suavidad.

—¿Te tomaste una pastilla amor? —inquirió, Antonella negó sobre su pecho— iré por una pastilla.

Ella asintió, Arthur se separó de ella para ir en busca de la pastilla mientras que Antonella lo seguía con la mirada, simplemente no podía apartar la mirada de su novio, y le parecía increíble que ya los dos iban a cumplir un año de novios. ¡Un año! Y pensar que hacía poco ninguno de los dos se hablaba...

Arthur volvió con la pastilla en mano, tendiéndole la misma a su chica que le sonrió en señal de agradecimiento y se tomó la misma, Arthur volvió a sentarse a su lado.

—¿No quieres desayunar? —Antonella negó.

—No tengo ganas ahorita.

—¿Quieres qué te haga una sopa, mi amor?

Acarició su cabello, Antonella frunció su nariz, Arthur soltó una risita continuando lo que había comenzado a decir.

—Ya sé que no te gusta, pero estoy seguro de que te caerá de maravilla ¿si? —besó el puente de su nariz, Antonella se abrazo a él.

—Yo sólo quiero dormir amor, ah —sonrió— y también quiero que me digas qué rayos ha pasado entre Sophie y Charles anoche. ¿Qué los viste haciendo?

Arthur soltó una carcajada.

—Los vi abrazados y dándose besitos en la mejilla —Antonella soltó un chillido de emoción— pero fue ya casi al final de la fiesta, después los perdí de vista, no sé qué rayos se hicieron, sólo se que Charles fue el que nos trajo a casa y bueno, por eso estaban con nosotros aquí hace un rato, por cierto, que buen desayuno hizo Sophie ¿O ya debería devuelve cuñada?

Antonella soltó una carcajada.

—No creo que a Sophie le haga mucha gracia ese comentario —mencionó haciendo reír a su chico también.

Después de estar los dos chismeando un rato sobre lo que había pasado en la fiesta, Arthur se encargó de prepararle una sopa a su novia para que se sintiese mucho mejor, y ella le agradeció, aunque no le gustaba la sopa, podía afirmar con seguridad que las únicas que se comería serían las de su novio.

Los dos se quedaron bastante tiempo en la cocina jugando en la laptop para después de  eso, ordenar un poco el desorden que había en la casa e irse a dormir un rato.

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     —¿Pizza? —Arthur hablaba por teléfono mientras que tenía el ceño fruncido, Antonella estaba abrazada a él cambiando el televisor en busca de una buena película—. Es que no sé ni que hora es, Nella y yo nos acabamos de levantar hace como una hora —ella lo miró— ¿Qué? ¡Cállate Charles! —el monegasco se quejó, y Antonella supo que seguro había dicho algún comentario tonto, soltó una risita— sí, le pregunto a Nella y te digo, ajá ¿haz silencio quieres? Está bien.

Cortó la llamada para luego dejar el teléfono sobre la cama y reírse.

—¿Qué pasó? —Antonella quiso saber.

—Dice Charles que vayamos a casa de Less y Sam para una noche de pizza y películas. ¿Quieres qué vayamos amor?

—¿Tú quieres ir, príncipe?

Arthur la miró con una sonrisa debido al apodo, le encantaba cuando Antonella solía llamarle así.

—¿Tú quieres qué vayamos? —le preguntó, ella soltó una risita, jugando con sus dedos sobre el abdomen del monegasco, se encogió de hombros.

—Sí tú quieres ir...

—Amor —Arthur se quejó, provocando que los dos soltaran una risita, Nella se separó de él, poniéndose de pie para estirar sus brazos y soltar un resoplido.

—Lo mejor es que vayamos —ella interrumpió lo que estaba por decir su novio— si no lo hacemos estoy segura de que a la próxima reunión nos molestarán, y el primero en hacerlo será Charles.

—Dudo que lo haga —Arthur secundó la acción de su novia poniéndose de pie también— teniendo en cuenta que puedo utilizar lo de él y Sophie en su contra si empieza a molestar.

Su novia alzó ambas cejas.

—¡Es verdad! —se acercó a darle un abrazo—. Eres muy brillante amor, ¿ya te lo había dicho?

—Tú eres brillante, mi reina.

Acunó el rostro de ella entre sus manos para unir sus labios en un beso, haciendo sonreír a Antonella en medio del mismo. Se separó antes de que Arthur lo intensificara y luego dijese que mejor no iban a ningún lado, se rió al ver la cara de indignación que el rubio tenía en esos momentos.

—¡Hey!

—Vístete —le lanzó la toalla de baño y Arthur la tomó con rapidez— o llegaremos tarde.

—¿Besito?

—¡No empieces amor! —él soltó una carcajada.

Nella fue la primera en darse una ducha y Arthur fue el próximo, abrió el armario en busca de unos jeans y un hoodie de su novio; estaba haciendo muchísimo frío y con obvia razón ya que era época navideña, además no es como si fuese a una fiesta de gala para vestirse exageradamente, era una reunión familiar y nada más que eso.

Apenas estuvo lista se sentó en la peinadora para maquillarse y arreglarse el cabello, Arthur no tardó mucho en salir del baño y Antonella no quería girarse a mirarlo porque sabía que iba a ponerse nerviosa, sus palpitaciones empezaron a acelerarse cuando Arthur se acercó a ella, inclinándose hacía sí, ella tragó grueso, empezaba a creer que Arthur lo hacía al propósito.

—Mi amor —llamó, Antonella sintió su cuerpo tensarse debido a los nervios que manejaba en ese momento, siguió pasando la brocha con polvo translúcido por su rostro.

—¿Qué pasó, bebé?

No le dirigió la mirada, y sabía que Arthur estaba sonriendo satisfactoriamente al saber qué estaba logrando lo que él quería: colocarla nerviosa. Le encantaba hacerlo, el hecho de ver como su chica se ponía bastante roja debido a su cercanía... le encantaba.

—Mírame —pidió, Antonella negó.

—No es necesario, te estoy escuchando. ¿Qué pasa? —repitió su pregunta, Arthur se acercó más y cuando una gota fría proveniente del cabello del rubio cayó sobre el hombro derecho de Nella, ella se puso más nerviosa de lo que ya estaba. Con sus manos temblorosas dejó la brocha en la peinadora, y la risita de Arthur sobre su oído causaron un descontrol de emociones intensas en su ser.

—¿No me vas a ver? —susurró.

Su voz ronca generó demasiado en Antonella, sus orejas ya se habían contagiado del sonrojo, tragó grueso, girándose para ver a su novio. La mirada que Arthur estaba dedicándole era absolutamente penetrante pero también le daba a Antonella una tranquilidad inmensa cada vez que sus ojos chocaban con los azules grisáceos del rubio.

—Te estoy viendo —le respondió, Arthur soltó una risita inclinándose a ella a dejar un beso en sus labios y acariciarle la mejilla con ternura.

—Te amo mi princesa —dejó besitos repetidos en sus labios haciéndola sonreír. ¿Cómo pasaba de ser tan coqueto a ser tan tierno en cuestiones de segundos? Nella no lo sabía pero de todas maneras le encantaba— te iba a preguntar si haz visto el secador de cabello.

—Está en el baño del pasillo amor.

—Vale.

Arthur volvió a unir sus labios en un beso y salió de la habitación, mientras que Nella lo veía y no podía evitar sonreír, pasando ambas manos por su cara y soltando un suspiro. ¿Podía amarlo más?

Se terminó de arreglar el cabello y Arthur no tardó mucho en estar listo, escogiendo un outfit básico también, jeans, un hoodie navideño y listo. Los dos ordenaron todo antes de salir, Nella tomó las llaves para luego dirigirse hacia el elevador, la castaña pulsó el botón con Arthur abrazándole por detrás y besando repetidas veces su mejilla.

—¿Te dije que me encanta cuando te pones mis hoodies?

Nella asintió.

—Siempre.

—Es que me encanta —la castaña se giró para mirarlo, Arthur la apegó más a él— me encantas, tomatito.

—Ya sabía yo que te habías tardado en decirme el apodo ese —se quejó, Arthur soltó una carcajada.

—¡Es que te ves tan linda cuando te pones así! —empezó a dejar besos por todo su rostro para luego acariciarle la mejilla y sonreírle— eres preciosa amor, en serio.

El elevador se abrió, y si Nella no lo jalaba hacia el mismo sabía que iban a quedarse allí parados como unos tontos, Arthur se recargó de la pared y atrajo a su novia consigo, volviéndola a besar.

—¿Y si...?

—Sí, sí vamos a ir.

—Aburrida —se quejó, Nella le dió un golpe en broma y Arthur soltó una carcajada.

Se fueron hasta el parqueadero, subiéndose al auto de Antonella, ella le tendió sus llaves al rubio para que se encargara de manejar y después de salir del estacionamiento, se dirigieron a la casa de Less para la reunión familiar que tenían.

━━━━━ ojito con charles y sophie

ya les había dicho que en tres caps la historia finaliza? Si me pidieron un cap recuerdenmelo acá para no olvidarme!

Espero que les guste el cap, voten y comenten, no les de pena.

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—girlofmyidols.