38 ⌇ I LOVE YOU SO MUCH.

━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛TE AMO MUCHÍSIMO.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
-agusggd














     CELEBRAR EL CUMPLEAÑOS DE ARTHUR HABÍA SIDO BASTANTE DIVERTIDO; habían realizado una reunión familiar y todo había sido genial, claramente Charles, Sam, Less, Giovanni, Lorenzo y Sophie no habían desaprovechado la oportunidad de burlarse de la pareja por la discusión que habían tenido y que no duró ni dos días. Aunque seguía siendo un secreto entre Nella, Charles y Arthur que el rubio pensaba en irse a vivir con su chica, todavía no habían decidido comentarles la situación a su familia hasta que no escogieran un departamento que a ambos les gustara.

—Es todo, ya pueden irse —el profesor ordenó, apagando su computadora mientras que todos los estudiantes se ponían de pie.

Antonella guardó las cosas en su bolso para mirar su celular y responderle los mensajes a Sophie que había salido a mitad de la clase porque quería ir al baño, se rió, le respondió un "ya la clase finalizó" que provocó que su mejor amiga volviese corriendo hasta el salón.

—Agh —soltó un quejido, yéndose al puesto de Nella que estaba guardándole sus cosas—. No pensé que terminaría la clase tan rápido.

—Soph —la miró con una ceja alzada— te haz quedado como media hora en el baño.

La castaña soltó una risita, tomando un mechón de su cabello y enrollándolo en su dedo, Nella alzó una ceja.

—Bueno...

—¿Qué hiciste?

—¿Yo? —abrió la boca con sorpresa— ¿Hacer algo? —Nella la seguía viendo de la misma manera, tendiéndole su bolso, Sophie soltó una carcajada— Dios, me conoces tan bien.

—¿Te haz quedado hablando con un chico, verdad? —y su mejor amiga se volvió a carcajear, ambas salieron del salón.

—¡No me juzgues! Me detuvo antes de llegar al baño ¡Es guapísimo! Cabello negro, ojos azules —mordió su labio inferior— me derrito hermana.

—¿Ya te olvidaste de Charles?

Sophie dejó de reírse.

—¡Ya te dije que no me gusta Charles! —se quejó.

—Ya, ya, pero no te alteres —Nella se rió, mientras que ambas se dirigían a la salida y empezaban a caminar para irse a casa—. ¿De dónde es el chico o qué?

—Es de nuestra facultad, pero va un semestre menos y —Sophie hizo silencio repentino cuando llegaron hasta el parqueadero— ¡Ahí está! Vamos.

La jaló de la mano, para arrastrarla hacia el auto del chico que efectivamente era bastante guapo, pero no más que su novio claramente, estaba acompañado por otro chico más el cuál Antonella no prestó atención.

—¿Ya haz salido de clases? —el pelinegro le preguntó mientras que Sophie se soltaba del agarre de Antonella y asentía.

—Sí, por cierto te presento a mi mejor amiga, Antonella él es Dylan, Dylan ella es Antonella —los dos estrecharon sus manos, la última mencionada sonrió a labios pegados.

—Un placer conocerte.

—Digo lo mismo.

—Ahorita iremos a comer pizza, ¿quieres venir con nosotros? Es decir, yo voy con Sophie y tú vas con mi amigo —le señaló al castaño que estaba parado justamente al lado de él, Nella negó.

Iba a negarse, sin embargo su celular empezó a sonar indicando una llamada de su novio, la cuál atendió:

«—Hola amor, ya vine por ti. ¿Dónde estás?

«—Ya te vi —Nella hizo una seña con sus manos que Arthur notó y se acercó con su auto hasta ella, cortó la llamada, el rubio tocó la bocina y ella sonrió enamorada al verlo con sus gafas de sol.

—Como decía —se giró a ver su mejor amiga—. No gracias, tengo novio pero de todas maneras gracias por la invitación, si necesitas algo escríbeme.

—Lo haré —Sophie le sonrió, acercándose a ella y besando su mejilla para pasar a saludar a Arthur— hola rubio.

—Soph —el monegasco señaló con sus cejas a los dos chicos, viendo con una ceja alzada al que estaba viendo a Nella fijamente— ¿Quiénes son estos?

—Ah, es una historia bastante graciosa —ella soltó una risita, pasando una mano por su nuca y rascando la misma con nerviosismo— que Nella te cuente, nos vemos más al rato chicos.

Nella asintió, aunque antes de subirse al auto el amigo de Dylan le guiñó el ojo y Arthur tensó la mandíbula, sin despegar la mirada del castaño.

Tan atrevido este imbécil, pensó. Antonella lo miró de manera rara mientras que negaba y se subía al auto de su novio, que unió sus labios en un beso para después salir del parqueadero de la universidad.

—¿Y ese quién es? ¿Viste como te guiño el ojo? Dios, denme paciencia —se quejó, mientras que Nella soltaba una risita y se encogía de hombros.

—Sophie que se enamoró en los pasillos de la universidad de ese chico y aparentemente van a salir —le explicó.

—¿Ya se olvidó de Charles?

—Yo le dije lo mismo —los dos soltaron una risita.

—¿Y te invitó a salir con ella?

—El tal Dylan quería que fuese con ellos, imagino que para unirme con su amigo o yo que sé, uy no —encendió la radio, mientras que Arthur pasaba una mano por su cabello y resoplaba.

—Ya quisiera él.

Los dos rieron, Nella asintió poniendo su mano sobre la de Arthur que la había puesto sobre su pierna.

—¿Y tú qué me dices, mi amor? ¿Qué tal tú día?

—Bastante bien, mi princesa —tomó su mano para besar el dorso de la misma y sonreírle— me dolía la espalda hace segundos.

—¿Cómo? ¿Por? ¿Entrenaste muy duro estos días? ¿Hiciste algún ejercicio mal?

El rubio negó.

—Por cargar el peso de tener a la novia más preciosa del mundo.

Le guiñó un ojo, mientras que Antonella se sonrojaba y se soltaba de su agarre, pasando ambas manos por su cara para que no se notase que estaba más roja que un tomate, no pudo evitar reírse, y apenas se detuvieron en un semáforo, ella se acercó a él.

—Que casualidad que a mí también me dolía, por también cargar con el peso de tener al novio más precioso de todos.

Puso una mano en la mejilla de él y unió sus labios en un beso que Arthur claramente no rechazó, al contrario, lo intensificó, sin importarle si el semáforo había cambiado de color para que avanzaran, acarició la pierna de su novia con delicadeza, y los dos dieron un salto del susto cuando la bocina del auto de atrás resonó por la avenida.

Soltaron una risita, mientras que Arthur pisaba el acelerador y los dos se reían divertidos por la situación.

Pasaron al supermercado a hacer algunas compras que Pascale le había pedido a Arthur que hiciese y después de eso, se fueron hacia casa.

💌

     —Chicos —Chloe entró hacia la habitación.

Arthur se separó rápidamente de Antonella, —ya que le estaba dejando besitos por todo el rostro— mirando a su suegra inocentemente, por suerte Chloe estaba mirando hacía su celular, quedándose estática cuando subió la mirada para verlos.

—¡Oh por Dios! Lo siento, debí tocar antes —Arthur no se aguantó la risa mientras que Nella le daba un golpe en la pierna y el rubio se aguantaba las ganas de soltar una carcajada— ¿Interrumpí algo?

—No mami, nada. ¿Qué pasó? —Antonella se puso de pie, menos mal Arthur tenía camisa en esos momentos, su mamá se rió.

—De verdad siento haber entrado así...

—No pasa nada Chloe —Arthur le sonrió— de todas maneras estábamos viendo películas nada más.

—Ajá —Chloe carraspeó para ver a su yerno con una ceja alzada— bueno, de todas maneras pasaba a decirles que se vistan.

—¿Y eso? —Arthur preguntó al mismo tiempo que Nella y los dos se rieron por eso, Chloe negó divertida.

—Es que Sam nos ha invitado a una cena a todos en casa de Less, así que vístanse que salimos en una hora.

—Sí señora —Arthur hizo una seña de militar dando a entender que había acatado la orden y su suegra soltó una risita divertida.

—Bueno, los dejo para que se arreglen, en una hora Andre viene por nosotros así que estén listos rápido.

Ambos chicos asintieron, Nella acompañó a su mamá hasta la puerta, y al cerrarla Arthur la tomó de la cintura, apegándola a él y uniendo sus labios en un beso, Nella sabía que los dos perderían el tiempo besándose pero de todas maneras, no le importó y sonrió al sentir las caricias del monegasco sobre su espalda, mientras que ella despeinaba su cabello.

Chloe volvió a abrir la puerta, los dos se separaron con rapidez, mientras que Arthur fingía peinarse el cabello y verse en el espejo, aguantándose la risa, Antonella estaba sonrojada hasta las orejas.

—¡Oh, chicos!

—¿Sí, mamá?

Ella dejó de mirar su celular: —Sam dice que es un cena formal.

—¿Formal? —Chloe asintió a la pregunta de Arthur.

—Sí, así que dejen de andar de hormonales y vístanse —los miró con una ceja alzada.

—¿Hormonales? No andamos de hormonales —los dos dijeron al mismo tiempo para verse y soltar una risita, Chloe seguía con la ceja alzada, Nella buscó su toalla y salió de la habitación, agregando—: ay bueno, ya nos arreglamos.

Chloe asintió, su mamá bajó las escaleras y ella frenó su paso antes de ir al baño del pasillo.

Arthur salió de su habitación, tomándola de la mano y acercándola a él, para inclinarse y unir sus labios en un beso, mientras que los dos se reían en silencio, Chloe agregó:

—¡Los estoy viendo!

—¡Ya, ya!

Nella le dio un golpe a Arthur y entró al baño porque sino se quedaría besándose con él, mientras el rubio se quedaba recargado del marco de la puerta, mordiendo su labio inferior con una sonrisa, siempre lo diría, Antonella Ferrer era el amor de su vida.

Después de un par de segundos, él también entró al baño para darse una ducha, y sonrió al ver que ya prácticamente tenía la mitad de sus cosas en la habitación de Nella al igual que ella en la de él, no podía esperar para que los dos tuviesen su departamento y tener su habitación.

—Nuestra habitación —se recargó de la puerta del baño mientras que miraba al techo y sonreía— que lindo suena.

Simplemente la idea de tener un departamento para vivir juntos era tan espectacular. Se visualizaba a sí mismo haciéndole el desayuno a su novia y llevándoselo a la cama, que ambos llegaran del trabajo a hacer las cosas juntos y contarse de su día... no podía evitar sonreír, quería vivir junto a Antonella y lo mejor de todo es que ya sabía en cuál departamento comenzar. Se suponía que era una sorpresa, pero Nella lo había descubierto, de igual manera le hacía demasiado feliz el hecho de saber que ambos compartían el mismo sentimiento de querer vivir juntos, y eso era increíble.

Sacudió su cabeza, abriendo la llave y esperando a que cayese el agua fría para darse un baño, no sabía de qué trataba la cena de Less y Sam pero de todas maneras tenía que ir formal como Chloe les había dicho, así que después de darse una ducha, enrollo la toalla en su cintura mientras que sacudía su cabello para que se secara.

Abrió el clóset de Nella, buscando su ropa, y de suerte tenía ropa formal allí, ya que lo que mayormente tenía era camisas casuales y sus hoodies.

Tomó un pantalón negro, para abrocharse el mismo y pasar la toalla por su cuerpo, secándose algunas gotas que estaban ahí y ponerse la camisa blanca, acercándose al espejo, vio como la puerta de la habitación se abría y Antonella entraba con un vestido pegado al cuerpo que resaltaba la preciosa figura que tenía, el ritmo cardíaco de Arthur se aceleró, entreabriendo sus labios y girándose a ver a su novia.

Era tan hermosa, Nella se giró para cerrar la puerta, dejando ver que la espalda que llevaba era abierta, y Arthur estaba babeando, cada día se enamoraba más de su chica.

Antonella pasó su cabello hacia atrás, con sus ondas cayendole por la cintura, Arthur mordió su labio inferior, cada movimiento que hacía su novia simplemente le encantaba, empezó a acercarse hacia ella que claramente no se había dado cuenta del monegasco —pensando en que aún estaba en el baño— y dió un salto del susto cuando Arthur la abrazó por detrás; el choque de su abdomen con la espalda descubierta de Antonella, generaron que ambos sintiesen esa corriente eléctrica recorrer su espina dorsal, aumentando la tensión que se generaban entre ambos.

Él se inclinó a su oreja, agregando:

—Que preciosa te ves mi amor —susurró. Su voz ronca causó que la piel de Antonella se erizara, tragó grueso.

—¿Sí? —le preguntó, mientras que Arthur dejaba un beso largo sobre su cuello y asentía— por un segundo pensé en cambiarme, ya sabes, por si el vestido no me quedaba bien...

—Todo te queda precioso, princesa —ella se giró sin romper el abrazo, pasando sus manos por el hombro de él.

—Te amo —Arthur se inclinó hacía ella, rozando sus labios mientras que los dos sonreían.

—Te amo —la iba a besar, Nella corrió la cara.

—Vístete ya, o vendrá mamá a regañarnos Arthur Leclerc —se quejó, el rubio soltó una risita, para luego hacer un puchero.

—Amor, ¿un besito nada más si?

—Arthur...

—Yo sé que quieres...

Y no se negó, y Arthur aprovechó que ella aceptó. Sus manos se deslizaron desde su cintura hasta su espalda baja, apegándola más a él mientras que intensificaba el nivel del beso y Antonella seguía sus movimientos, la camisa medio puesta del monegasco terminó por deslizarse de sus hombros, y él no dudó un segundo en quitársela y lanzarla al sofá, y aunque tenían los minutos contados para estar listos y que Chloe les dijese que ya debían irse, a ninguno de los dos les importaba.

La mano de Antonella pasó hacia el abdomen del rubio, acariciando con delicadeza cada parte del mismo y provocando que él sintiera miles de cosquillas recorrer su estómago, se separó para luego mirarla fijamente, su respiración era agitada, su cabello estaba despeinado, sus ojos brillaban, y a Antonella le parecía tan atractivo verlo de esa manera...

—Te amo muchísimo, de verdad.

Y acunó el rostro de ella entre sus manos para volverla a besar, mientras que Nella retrocedía con nerviosismo y Arthur le seguía el paso, casi cayéndose en el sofá, de no ser porque la puerta de su habitación sonó.

—¡Andre va a encender el auto chicos! ¿¡Ya están listos?!

Arthur soltó una risita sobre los labios de Antonella, ninguno de los dos respondió.

—¿¡Chicos?!

Nella fue la primera en reaccionar.

—¡Chicos!

—Ya estamos, mamá —ella aclaró, sonrojandose de la vergüenza y recogiendo la camisa de Arthur del sofá, mientras que se la lanzaba y lo miraba de mala manera— ¡Apúrate!

Arthur tomó la camisa, haciendo un puchero.

—¡Ay pero no me hables así, amor! —exclamó indignado en un susurro, mientras que Nella lo ayudaba a ponerse la camisa y él se inclinaba hacia ella a robarle un beso.

—No vayas a empezar —se quejó cuando Arthur quiso alargarle el beso, él bajó la mirada.

—Si ya no me amas, dímelo...

Antonella soltó una carcajada.

—¡Arthur es en serio!

—Ya, ya ¿Me ayudas abotonando? —le preguntó, sonriéndole de lado y Antonella negó con diversión.

Le ayudó con los botones y Arthur se metió la camisa por dentro, dejando el primer botón suelto, se peinó el cabello y después de aplicarse loción y que Nella se hubiese retocado el maquillaje, los dos se sacaron varias fotos juntos para bajar las escaleras tomados de mano, encontrándose con Andre y Chloe, la última mencionada que estaba arreglándole la camisa a su esposo.

—Ya estamos —dijeron los dos al mismo tiempo.

—¿Andaban de...?

—No andábamos de hormonales, papá —Nella se sonrojo de la vergüenza, pero Arthur no pudo evitar soltar una carcajada ante la pregunta que su suegro había hecho, Nella lo miró con una ceja alzada, y Andre se rió.

—Encima son pésimos para disimular —Nella se sonrojo más de lo que ya estaba, completamente apenada, Arthur la apegó a él— pero ya, vamos subiendo al auto chicos.

Se subieron al auto de Andre, para después conducir hasta la casa de Less y Sam, no tardaron mucho en llegar y extrañamente no había tanto tráfico, el papá de Nella estacionó el auto fuera de la casa para luego bajarse todos juntos. Estaba el auto de Charles alli, al igual que el de Giovanni, Nella no sabía el por qué de la cena, pero sería genial una reunión familiar.

Apenas tocaron la puerta un Sam con Adrien en brazos les abrió, eso los hizo sonreír.

—¡Llegaron! Pasen, los estábamos esperando.

Ellos entraron, Andre cargó a su nieto para luego entrar a la casa, estaban los que siempre solían estar en las reuniones familiares, los Leclerc, los Rose, algunos de los amigos de trabajo de Sam y sus padres que si habían podido viajar de Roma a la reunión familiar.

—¡Los más puntuales! —Charles dijo cuando vio a su cuñada junto a su hermano aparecer en la sala— no me digan ¿Se tardaron por...?

—Ni empieces Marc —Arthur le reclamó entre dientes, Chloe miró a Charles.

—Sí, si se tardaron por eso.

—Sinvergüenzas —el monegasco soltó, haciéndolos reír.

—Ya Charles —Less dijo divertida, mientras que los miraba con una sonrisa— pero chicos siéntense, ah pero antes, estos son los colegas de Sam, chicos ellos son Arthur mi cuñado y Antonella mi hermana menor.

—Un placer conocerlos —dijeron al mismo tiempo, uno de ellos se puso de pie— ¡Ah! Tú eres el que está en fórmula tres ¿No?

Arthur asintió: —Así es.

—¡Excelente! Justo le estaba diciendo a tu hermano que me gustaba la fórmula uno y todo lo referente al deporte —sonrió.

Arthur le devolvió la sonrisa agradecido, para sentarse junto a Nella en el sofá y unirse a la conversación que todos mantenían en ese momento, Sam les sirvió algunas bebidas a todos, Nella sólo tomó una malteada de chocolate igual que Less, y siguieron hablando animadamente con los demás.




























━━━━━ bueno... 😳

JKAJAJAJAJAJAJAJAJAJAA NO ES VERDAAAAAAD, enfin si les incomoda la escena díganme o como quieran idk, voten y comenten no les de pena +150 votos y comentarios PARA ACTUALIZAR

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💌
—girlofmyidols.

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