35 ⌇ THE PIJAMADA.

━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛LA PIJAMADA.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
-agusggd











     CHARLES HABÍA PREPARADO PALOMITAS, más bien había hecho un desastre en la cocina que entre él y Arthur tuvieron que ordenar, después se le antojo hacer pasta y el rubio le dijo que no porque sabía el desorden que formaría en la cocina, así que después de buscar otros dulces para acompañar subieron hasta la habitación del rubio, abriendo la puerta de la misma, Nella estaba sentada en el sofá que decoraba la habitación texteando algo en su celular.

—Ya volvimos.

Ella se puso de pie, dejando de responderle a Sophie para ayudarles con los dulces que ambos traían.

—¿Hicieron un desastre en la cocina, verdad?

Charles y Arthur se miraron para después verla a ella que los estaba mirando con una ceja alzada, los dos le sonrieron como niños pequeños.

—Claro que no cuñadita. ¿Qué estás diciendo? Si Arthur y yo somos los mejores chefs que hay —Nella soltó una risita.

—Bueno, eso es algo debatible...

—¡Hey! —Arthur se quejó, ella soltó una risita y le lanzó un pequeño beso que lo hizo sonreír, Charles carraspeó.

—Bueno yo acepté ser mal tercio pero no vayan a empezar —se quejó, haciendo reír a ambos— ¿Qué película vamos a ver? Romance no por favor, son las peores que hay.

—¿Las peores por qué? —Nella hizo un puchero con sus labios, mientras que se sentaba en la cama de Arthur y Charles se acercaba al televisor.

—Porque sí, ¿a caso haz visto "The kissing booth?" ¡Es la peor película que he visto en mi vida! —Arthur soltó una risita ante el comentario de su hermano.

—Concuerdo —Nella lo miró con una ceja alzada— ay amor... no me digas que te gustan ese tipo de películas, porque bueno, si es así —pasó una mano por su nuca y rasco la misma con nerviosismo, haciendo una mueca para no hacer sentir mal a Nella si a ella le gustaba la película que su hermano mencionó— no digo que sea tan mala ¿sabes? Si a ti te gusta está bien, pero...

Ella lo interrumpió, dejando un besito en su mejilla para acariciarle la misma con ternura, amaba que Arthur era tan empático con todo.

—Amor, tranquilo —ella soltó una risita— a mi tampoco me gusta esa película.

—Sí, ya cálmate romántico.

—Cállate —le sacó el dedo del medio mientras que Nella soltaba una carcajada al ver la cara de indignación que su cuñado puso en esos momentos.

—¡Conmigo si eres un grosero!

—Así es.

Charles miró el televisor, en donde justamente aparecía en la pantalla la película que habían mencionado recientemente, hizo una mueca.

—Como decía... que película tan horrenda. Romantizan tantas cosas fuera de lugar —soltó un resoplido— como este señor —señaló en la pantalla al actor protagonista— le aleja los novios a esta señora, además cuando va a la escuela con una minifalda ¿Qué clase de persona cree que es buena idea ir en minifalda? ¿Por qué simplemente no fue y ya?

—Piloto y crítico de películas —dijo Antonella al escuchar los comentarios del monegasco, los tres soltaron una carcajada.

—¡Es que es verdad! Pero ya basta de críticas, yo pondré una serie que —puso sus manos sobre sus labios y lanzó un beso— una obra de arte, ustedes solo observen.

Arthur y Nella se miraron para reírse de manera cómplice pero no dijeron nada, los dos se recargaron de la cama mientras que comían de las palomitas esperando a que Charles escogiera lo que iban a ver. Estar con Charles era bastante divertido, y más cuando se juntaba con Sophie, los dos siempre expresaban lo que pensaban o hacían chistes tontos que resultaban geniales.

Charles tardó un rato buscando para luego darle click a lo que parecía ser, una serie. Apagó las luces de la habitación, mientras que Nella y Arthur veían la portada que aparecía en el televisor: Drive To Survive.

—Esto es cine.

Le dio play al primer episodio de la primera temporada, mientras que Arthur soltaba un resoplido y Antonella solo se reía, sabiendo que lo que había puesto era la serie que le hacían a los pilotos y al entorno de la fórmula uno. El monegasco se lanzó en la cama, quedando al lado de Arthur mientras que tomaba una de las tazas con palomitas y sonreía emocionado por la seria, Nella no pudo evitar reírse.

💌

     Los hermanos Leclerc y Antonella se habían quedado dormidos a la mitad de un capítulo de la serie que Charles había puesto, Antonella se despertó debido a la luz que entraba por la ventana que decoraba la habitación, Arthur estaba sentado en la cama mirando algo en su laptop, y Charles estaba al lado de él durmiendo plácidamente, el rubio parecía no haberse dado cuenta de que su novia se había despertado, pero a penas se giró a verla dió un salto del susto y cerró la laptop con rapidez.

—Amor —le acarició la mano, mientras que ponía la laptop en su mesita de noche y Antonella fruncía el ceño debido a lo nervioso que se notaba— buenos días ¿Cómo amaneciste?

—Bastante bien, amor —ella le sonrió, para luego pasar a ver la laptop y carraspear— ¿Qué hacías?

—¿Yo? Ah, nada —el rubio despeinó su cabello— estaba viendo las redes sociales, iré a preparar el desayuno ¿si? Ya vengo.

Se puso de pie y salió de la habitación, mientras que Antonella se quedaba lanzada en la cama mirando a Charles boquiabierto, le sacó varias fotos durmiendo para luego reírse de él, pero cuando volvió a ver la laptop en la mesita de noche de Arthur, la curiosidad la invadió; últimamente Arthur estaba muy sospechoso. Solía ocultar su laptop, su celular o la tablet cada que Nella lo veía en la mañana, y no entendía sus actitudes.

Sus palpitaciones empezaron a incrementarse de sólo pensar en... ¿y si Arthur estaba ocultándole algo?

Tragó grueso, no podía ser ¿no? Es decir, Arthur y ella se tenían mucha confianza, él le prestaba sus aparatos móviles e incluso tenía sus redes sociales abiertas en el teléfono de Antonella pero los últimos días había mantenido un comportamiento extraño que a la castaña no le gustaba.

Mordió su labio inferior con nerviosismo, no quería ser de esas chicas que necesitaban revisar las redes sociales de su novio para saber si ocultaban algo, pero en ese momento, no pudo evitar tomar la laptop y abrir la misma, introdujo la clave que ya se sabía pero no se validó.

"Contraseña incorrecta" aparecía en la pantalla. ¿En qué momento Arthur había cambiado la clave y no le había dicho nada?

Quizás se le olvidó, Antonella pensó, aunque estaba claro que no era lo que pensaba con certeza, sus manos temblaron cuando intentó poner otra clave pero tampoco era aquella, y se puso nerviosa de sólo pensar... ¿Arthur de verdad estaba ocultándole algo?

La forma en la que se había puesto nervioso cuando notó que ella se había despertado, lo rápido que había evadido el tema de conversación cuando le preguntó qué estaba viendo... tragó grueso, sacando la laptop de encima y poniéndose de pie, caminando de un lado a otro.

No podía ser que Arthur estuviese ocultándole algo, pero no lo descartaba. Lo conocía bastante bien, no es como si llevasen una semana de relación, estaban apunto de cumplir un año juntos ¡Un año juntos! ¡Claro que lo conocía perfecto! Más que todo porque el quedarse con tu pareja ayudaba a conocer a la misma más a fondo, estaba claro que Nella lo conocía perfecto.

Cerró sus ojos, intentando no pensar en que Arthur le estaba ocultando cosas, y la inseguridad se hizo presente en ella. ¿Y si se estaba escribiendo con alguna chica...?

Oh por Dios.

Sintió la incomodidad instalarse en ella, entró al baño, cerrando la puerta y apoyando sus manos en el lavabo, mientras que sentía sus ojos cristalizarse, ni siquiera le había preguntado a Arthur si le estaba ocultando algo, pero había sido inevitable pensar el hecho de que quizá se estaba hablando con alguien más.

—Tranquila Nella, tranquila —lavó su cara, limpiándose las lágrimas que habían caído por ahí.

Quizá estaba sacando conclusiones antes de tiempo, lo mejor sería preguntarle a Sophie. Hizo su rutina de la mañana dejando el tema atrás, pero se quedó bastante tiempo en el baño pensando en que el rubio de verdad se estaba comportando bastante extraño.

Salió del baño como media hora después, Charles seguía dormido, Nella tomó su celular y bajó las escaleras para irse hasta la cocina, frenando su paso al ver a Arthur texteando algo en su celular mientras sonreía, y eso le puso los nervios de punta otra vez.

El rubio se dió cuenta de la presencia de Antonella y bloqueó su celular, guardándolo en el bolsillo de su pantalón de pijama, otra cosa que alarmó a Antonella ya que siempre solía dejarlo en la barra de la cocina sin problema alguno, él se acercó a ella para abrazarla y unir sus labios en un delicado beso.

—Mi amor —quiso alargar el beso, pero Antonella se separó, estaba tan nerviosa que simplemente no podía pensar en nada más que su novio quizá si se estaba hablando con otra chica— ¿Qué pasa, amor? ¿Te pasa algo?

—Yo...

Pero simplemente no tenía la valentía de enfrentarlo y preguntarle a la cara si se estaba mensajeando con otra chica, negó, aguantándose las ganas de llorar.

—Amor ¿qué pasa? ¿Te sientes mal? ¿Qué tienes? —iba a besarla otra vez, pero Antonella se separó.

—No me pasa nada, Arthur. No tengo ganas de desayunar, iré por mis cosas para irme a casa.

No lo dejó continuar, se hizo a un lado y subió las escaleras con rapidez, dejando a Arthur parado allí en la cocina sin entender la actitud de su novia. Le había llamado por su nombre y no por algún apodo bonito, estaba claro que le pasaba algo.

Y por más que Antonella quisiese contener sus ganas de llorar, el hecho de pensar que Arthur se estaba hablando con otra chica, le dolía. Ya sabía que él era un chico bastante perseguido por las chicas —no sólo de Mónaco—, al igual que su hermano, y aunque a veces pensaba en que quizá él se aburriría de ella y la cambiaría por una de esas modelos que lo perseguían, lo había dejado de hacer porque Arthur le había asegurado que a él sólo le importaba ella y nada más.

Que él era suyo y nada más.

Pero esas actitudes...

Antes de abrir la puerta de la habitación de su novio, Charles se adelantó. Nella sólo le sonrió pero bajó la mirada para que él no la viese.

—Buenos días, cuñadita —ella le respondió pero al intentar entrar y Charles salir, los dos se movieron hacia el mismo lado, el castaño se rió— ¿Vamos a bailar?

Nella se rió ligeramente.

—Buenos días, Charles. Necesito pasar por mis cosas...

Charles frunció el ceño, quedándose atravesado en la puerta para verla sin entender.

—¿Pasó algo?

—No nada —Nella no le dirigía la mirada, solamente estaba jugando con sus dedos, Charles se cruzó de brazos, recargándose del marco de la puerta y alzando una ceja.

—Antonella.

—No pasa nada, de verdad, solamente quiero irme a mi casa y ya está —lo miró para sonreírle en un intento de que viese que todo estaba bien, pero era pésima actriz, Charles también la conocía era muy obvio.

Además de que Antonella podía no decir nada, pero su cara lo hacía por ella.

—¿Haz discutido con Arthur? ¿Por qué tienes esa cara? Puedes contarme si quieres, Nella —le comentó tranquilamente, Nella tragó grueso.

Seguía pensando en las actitudes sospechosas que Arthur estaba teniendo, pero no quería expresarlo. ¿Y si se estaba equivocando y quedaba como una ridícula al decirlo? Pero es que ¡Todo era tan sospechoso! Como se ponía nervioso y ocultaba lo que estaba haciendo en su celular cada que Nella lo veía... eso no era muy de Arthur Leclerc, y otra vez sus ojos volvieron a cristalizarse, Charles lo notó, una de las lágrimas cayeron por la mejilla de la castaña, siendo inevitable, y el monegasco se preocupó.

—Dios, Nella ¿Arthur y tú han discutido o algo por el estilo? ¿Pasó algo?

Ella cerró sus ojos, quitándose la lágrima del mismo mientras que suspiraba.

—No pasó nada Charles, es sólo—

—¿No pasó nada y estás llorando? Claro —la miró— ¿Qué pasó, Nella?

—Es que...—inhalo para luego exhalar y jugar con sus dedos mientras que entraba a la habitación y se sentaba en la cama, con Charles siguiéndole el paso— no quiero quedar como una tonta si lo digo, honestamente.

—¿Pero qué pasa mujer?

—Charles.

—¿Qué?

—Es que...—hizo silencio, el monegasco se desesperó.

—¿¡Es que, qué?! —Nella lo miró— ¡Perdón! Pero es que me desespera que no digas nada ¿Es que qué?

—Es que no quiero que pienses que soy una tonta si lo digo...

—Ay Antonella por favor —Charles soltó un resoplido— ¡No voy a pensar eso! Ya dime ¿Qué pasa?

—Charles...

—Ajá...—la alentó a continuar, Nella cerró sus ojos.

—Creo que Arthur me engaña.

Charles quedó paralizado. Hubo un silencio de algunos segundos, para que después se escuchara la carcajada del monegasco resonar por la habitación, mientras que le daba golpecitos a la cama y se reía, aunque dejó de hacerlo al ver que Antonella no estaba hablando en broma, se puso serio otra vez.

—Ah, ¿me lo dices de verdad?

—¿Me ves cara de risa o algo por el estilo?

—Bueno pero tampoco tan agresiva Nella —eso la hizo reír— ¡Perdón que me ría! Pero vamos a ver ¿Arthur engañándote? —volvió a soltar una carcajada, Nella soltó un resoplido— ya, ya, perdón pero es que ¿¡Arthur engañándote?!

Se volvió a reír.

—Te estoy hablando en serio, idiota.

—Ya, perdón, pero es que... Arthur engañándote —se repitió para si mismo— ¿Por qué lo dices Nella?

—Es que...—apoyó sus codos sobre sus rodillas mientras que pasaba ambas manos por su cara y suspiraba— se está comportando de una manera muy extraña, Charles. Me está ocultando algo, lo conozco perfecto y sé que es así.

—¿Te está ocultando algo? ¿Lo viste haciendo algo...?

Antonella asintió, Charles seguía bastante confundido.

—Lo he visto varias veces en las mañanas viendo algo en su laptop, o teléfono, y cada vez que le pregunto qué hace se pone nervioso y lo quita con rapidez. ¿A caso no es eso una actitud sospechosa de su parte?

—Bueno...

—Aparte de que le cambió la clave a la laptop y siempre me lo dice cuando lo hace, pero esta vez no, siquiera es porque quiera ser la chica que revisa sus mensajes, sino su manera de comportarse —tragó grueso, la sensación que tenía en esos momentos era bastante amarga— la verdad, no quiero hablar más de eso, quiero irme a casa.

Se puso de pie, Charles la tomó del brazo.

—Nella tienes que calmarte, Arthur te ama demasiado, lo que menos creo es que te engañe. ¿Por qué no se lo preguntas?

—No, es que yo... y si le pregunto y escucho algo que no quiero yo... romperé a llorar y... no... sólo ignorame ¿si? Hagamos de cuenta que nunca tuvimos esta conversación pero de todas maneras, gracias por escucharme Charles —tomó su bolso, mientras que bajaba las escaleras siendo bastante rápida y a Charles apenas pudo reaccionar.

Le siguió el paso.

—¡Nella pero espera! —la castaña abrió la puerta de la casa, mientras que Charles la alcanzaba, ella se giró— no te pongas así, quizá estás pensando cosas que no son, Arthur te ama ¿cómo va a engañarte? Es que simplemente no lo creo, pero son cosas que deben hablar ustedes dos...

—Sí, y tienes toda la razón de verdad, yo tampoco puedo pensar que me está engañando, pero le escriben tantas chicas, tan bonitas, todas rubias, modelos preciosas... que yo... está claro que sería inevitable pensar en que está tonteando con alguna de ellas, y no quiero preguntárselo y que me diga que sí, eso me rompería el corazón Charles, no estoy preparada yo... voy a casa.

Y no lo dejó responder, salió de la casa de los Leclerc con rapidez, mientras que Charles seguía su paso.

—Espera, Nella. ¡Espera!

Pero ella caminó bastante rápido, Charles soltó un resoplido.

—Ya ni Max conduce tan rápido como Nella camina —se quejó entre dientes, iba a volver a entrar a la casa Arthur estaba comiéndose una galleta parado en la puerta, con cara de no entender nada.

—¿Y Nella?

—Se fue, y tú y yo vamos a hablar imbécil.

Entró a la casa, jalándolo consigo hacia adentro mientras que cerraba la puerta de mala gana y el rubio lo miraba sin entender, Charles se frenó en la sala, cruzándose de brazos y viéndolo serio.

—¿Qué te pasa? —Arthur no entendía nada—. ¿Qué pasó con mi niña? ¿Por qué se ha ido, se siente mal, qué le pasa?

—Arthur —Charles enarcó una ceja.

—¿Qué?

—¿Estás engañando a Antonella?

Arthur quedó estático.



























━━━━━ hermanas yo...

ombres

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—girlofmyidols.

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