19 ⌇ YES, WITH YOU.

━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛SÍ, CONTIGO.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
Mariajose780701





















     LA HORA SE HABÍA PASADO BASTANTE RÁPIDO, ENTRE RISAS, CERCANÍAS Y COQUETEOS, ni Arthur ni Antonella se habían dado cuenta que ya eran las siete de la noche, y apenas le dió tiempo a la castaña de tomar su celular, abrió los ojos con sorpresa. Tenía montones de mensajes de su familia y también de Sophie, que no conforme a varios mensajes también le había estado llamando, y volvió a recibir otro mensaje que decía "¡Íbamos a hacer pijamada y no estás en casa! ¿¡Dónde se supone que estás?!" E hizo una mueca. Se había olvidado por completo que había quedado en hacer pijamada con Sophie en su casa.

Hasta se había olvidado de la pelea que había tenido con Giovanni hacía un rato.

—¡Arthur! —llamó la atención del rubio que estaba buscando otra película animada para poner, y ella sonrió al ver de sus favoritas en la pantalla.

—¿Sí, preciosa? —y antes de dejarla continuar el rubio mordió su labio inferior—. Que bonita te ves con mis sudaderas, de verdad.

Antonella chilló internamente.

—Y–yo...—volvió a ver su celular— ¡Son las siete de la noche!

—¿Qué? —se acercó a ella, fijando la mirada en la pantalla de la castaña— ¿En serio? Oh por Dios, la hora se ha pasado demasiado rápido.

—Muy rápido —continuó ella, haciendo énfasis en el "muy", se puso de pie y Arthur hizo lo mismo.

—Bueno, por ahí dicen que la hora se pasa rápido cuando haces lo que te gusta ¿no? —estiró sus brazos, Antonella tragó grueso sin entender, alzó ambas cejas.

—Sí, pero...—suspiró—. Que vergüenza, ya me tengo que ir a casa, pero gracias por las películas y todo eso, yo—

Arthur la tomó de la mano.

—¿Ya te vas a ir?

Antonella asintió: —Tengo qué. ¡Mira la hora que es! Tu mamá debe estar pensando que no me quieren en mi casa o yo qué sé, y lo menos que quiero es molestar, que vergüenza de verdad.

—Nella por favor —el monegasco soltó una risita divertida acercándola más a él con ternura—. A mamá le encanta que estés aquí, y entiendo que te dé vergüenza pero ¿Hice algo que te incómodo que ya quieres irte? ¿Puedo arreglarlo? ¿Está todo bien, o hice algo que te hizo sentir incómoda?

Acunó el rostro de ella entre sus manos, mientras que la veía con el ceño fruncido denotando su preocupación, Antonella lo miró fijamente.

La manera en la que él estaba inclinado hacia sí estaba rompiendo la distancia de su espacio personal, a tal punto de que los dos estaban casi por rozar sus narices, como hacía un par de horas atrás. Se estaba haciendo demasiada costumbre tener esas cercanías entre ambos y honestamente, a ninguno de los dos le molestaba.

Ella admiró las facciones del monegasco, sus cejas pobladas y algo rectas, para pasar a sus pestañas, sus ojos azules grisáceos, su nariz, para bajar la mirada hacia sus labios, viendo el lunar que el rubio tenía a un costado del mismo, cambio la mirada, aclarando su garganta.

—No es eso, rubio.

Nella se sentía con mucha confianza cuando estaba con Arthur, pero evidentemente la vergüenza estaba ahí presente, más siendo que era la primera vez que entraba a la casa de los Leclerc, lo menos que quería era molestar, pero él no la hacía sentir incómoda, al contrario, le encantaba pasarla junto a él.

—¿Entonces...? ¿Qué pasa que te quieres ir? ¿No quieres quedarte conmigo? —hizo un ligero puchero para agregarle más drama a su comentario, Nella soltó una risita posicionando su mano en la mejilla de él y acariciando la misma con delicadeza.

Siendo aquel un acto que encendió el nerviosismo de Arthur Leclerc a la velocidad de su monoplaza, de cero a cien.

Cuando tenía a Antonella así de cerca lo único que quería era besarla, y aunque a veces estaba seguro de que ella sentía lo mismo que él, otras veces pensaba en que quizá si se atrevía a dar el paso de dar el primer beso, generaría una incomodidad entre ambos y eso sin duda, era lo que menos quería.

Pero en ese momento fue ineludible bajar la mirada de los ojos café claro de ella, hacia sus labios... Nella tenía los mismos entreabiertos, y lo único que el monegasco quería era romper el pequeño espacio que quedaba entre ambos y unir sus labios en un beso.

Relamió sus labios sin apartar la mirada de los de Nella, volviendo a subir la vista lentamente hacia los ojos de ella, que estaba tan embobada como él mirándolo fijamente.

—No es eso...—le respondió en un susurro nerviosa por la mirada anterior que el rubio le había dado, tragó grueso, bajando la mirada—. Es que como es primera vez que vengo, sé que tú quieres tener tu espacio personal con tu familia, o quieran hablar de algo y yo esté aquí molestando...

—Princesa, no pasa nada de verdad...

—Es que también tengo que ir a casa porque ahí está Sophie, y bueno habíamos quedado en hacer una pijamada.

—Pero a Sophie la viste está mañana —se quejó, haciendo ojitos, y Nella soltó una risita.

—Y contigo estuve todo el día de ayer —alzó una ceja.

—Pues... no tengo nada para decir —los dos rieron.

—Entonces ya me voy a casa —le dió un golpe amistoso en el hombro, mientras que su celular empezaba a sonar y ella soltaba un resoplido, aunque antes de responder la puerta de la habitación de Arthur se abrió, Charles se asomó por la misma, él y su mamá habían llegado hacía rato pero obviamente no iban a interrumpir a Arthur y Nella.

El monegasco cargaba la camisa sobre su hombro derecho, y el cabello despeinado como si recién acababa de despertarse de una siesta.

—¿Interrumpía algo, terrones de azúcar? —les sonrió de lado, Arthur soltó una risita y Nella se sonrojo de la vergüenza, viendo como estaba Charles parado en la puerta de la habitación de su hermano.

—No, nada, yo ya me iba —respondió con rapidez, mientras que sonreía a labios pegados.

—¿Tan rápido, Nella? Ah por cierto —soltó un bostezo mientras que se estiraba— te están buscando ahí abajo.

—¿A mí? —Charles asintió— ¿Quién?

—Mi novia, es medio fastidiosa ¿no? Ya sabes, interrumpir cuando tú y mi hermano están aquí "viendo películas" —hizo comillas con sus dedos, Arthur le lanzó lo primero que encontró que fue una camisa que tenía por ahí.

—¡Cállate ya!

Nella soltó una risita: —¿Tú novia? Pero si yo no la conozco...

—Hablo de tú amiga, Sophie.

Nella alzó ambas cejas con interés.

—¡Ah! Espera ¿Qué? ¿Qué está haciendo aquí?

—Ni idea, me dijo que te viniera a buscar para decirte algo, ni un beso ni nada me dió ¿Puedes creerlo? Que maleducada, por cierto —pasó una mano por su hombro mientras que los dos bajaban juntos las escaleras y Arthur iba tras ellos con cara de pocos amigos— ¿Está soltera tú amiga, no?

—¿Te gusta Sophie?

—Nah, sólo bromeo —le dijo Charles soltando una risita— ah mírala, ahí está, aquí te traje a Nella.

—Muchas gracias Charles.

El monegasco le guiñó un ojo y se fue a la sala, mientras que Sophie sonreía y saludaba animadamente a Arthur que estaba al lado de Nella.

—¡Arthur, hola!

—Hola, Sophie. ¿Te la vas a llevar? —la miró como niño chiquito, mientras que la castaña soltaba una risita divertida y negaba.

—¡Ay no! ¿Cómo crees? —ella negó, mientras que estiraba sus brazos y sonreía—. No sabía que los dos estaban juntos, ahora entiendo porqué no me contestabas eh —le dió un golpe en broma a Nella en el brazo que la hizo sonrojar, ella abrió los ojos avergonzada— pero bueno, sólo venía a decirte que dejamos la pijamada para después y todo eso, así que te la dejo Arthur, cuidala bien eh.

Arthur sonrió, abrazando a Nella por detrás mientras que posicionaba sus manos en la cintura de ella, y Sophie se aguantaba las ganas de gritar de la emoción por lo lindos que se veían.

—Siempre.

Sophie chilló.

—¡Ahhh! —eso hizo reír a ambos— bueno yo no los interrumpo más, que la pasen lindo.

—Espera —Nella tomó de la mano a Sophie— ¿Less no fue a casa?

Sophie negó: —Dijo que se sentía mal y no sé qué y por eso no iba a venir, Sam dijo que está insoportable —hizo una mueca—. Me estaba pidiendo consejos de que darle por si Less estaba en sus días, a ti también pero no respondías y eso, pero bueno no les quito más tiempo. ¡Pásenla lindo!

Salió corriendo de ahí y eso hizo reír a Nella. Arthur se separó de ella, mientras que cerraba la puerta, Nella le escribió a sus papás que estaría un rato más con Arthur y le dió gracia ver el "¿Ya se besaron?" De su papá, guardo su teléfono cuando acabó de responder y Arthur la tomó de la mano, entrelazando sus dedos.

—¿Tienes hambre? —quitó un mechón del cabello de ella de su frente, mientras que con su mano libre tocaba el puente de su nariz tiernamente, Nella frunció la misma.

—Uhm, la verdad es que no...

—Si lo estás diciendo por vergüenza...

—¡No lo digo por vergüenza! —soltó una risita— es sólo que como hemos comido pepitos y eso...

—¡Pero eso no es cena, princesa! Vamos a la cocina a preparar algo y luego seguimos con nuestro maratón de películas ¿si?

Nella asintió.

—Bueno, si te digo que no quién te aguanta.

Arthur soltó una carcajada.

—¿Cómo sabes? —Nella se contagió de su risa.

La tomó de la mano mientras que entrelazaba sus dedos con los de ella y los dos se iban camino a la cocina. Arthur sacó todas las cosas para preparar hot cakes, y a Antonella le pareció un lindo detalle de su parte porque esa era una de sus comidas preferidas.

Aunque estuvieron discutiendo la mayoría del tiempo porque Arthur no le dejaba hacer nada, al final le dejó colocarle la crema batida a los hot cakes que habían hecho.

—Bueno, todo listo. ¡Charles! —llamó a su hermano mayor que todavía seguía en casa, extrañamente no se había ido a su apartamento y Arthur estaba seguro que era para molestar a él y a Nella.

—¿Sí? —el monegasco se apareció por la cocina con su pantalón de pijama nada más, Antonella cambió la mirada por vergüenza, aunque ya lo había visto así minutos atrás de todas maneras sabía que iba a sonrojarse.

¿Cómo es que los hermanos Leclerc eran tan atractivos?

—Aquí tienes hot cakes, y estos son para mamá. ¿Se los puedes llevar por favor?

—Claro que sí. ¿Cocinas, Nella? —le sacó conversación a la de ojos café claro que estaba terminando de preparar algunos hot cakes.

Ella se giró a mirarlo mientras que asentía.

—Sí, en mis tiempos libres lo hago mucho, me encanta —le respondió a Charles mientras que él le daba un mordisco al hot cake y asentía en señal de aprobación—. Pero estos no los he hecho yo porque cierta persona —hizo énfasis en la palabra mirando de reojo a Arthur que se rió— no me ha dejado hacer nada, así que el mérito no es mío.

—Con razón saben espantosos —le dijo, mientras que Arthur entrecerraba sus ojos y negaba divertido.

—Idiota.

—¡No es cierto! —los tres soltaron una risita—. Pero bueno no quiero estar de mal tercio aquí así que —tomó la bandeja con los platos mientras que sonreía— los dejo solitos.

Salió de la cocina mientras que Antonella sentía sus mejillas arder otra vez, todo el día había estado sonrojada a causa de los comentarios del Leclerc de en medio, pero eso le gustaba porque significaba que quizá... Arthur estaba en la misma sintonía que ella.

Claramente.

—Dios mío —el rubio soltó un resoplido mientras que Antonella soltaba una risita.

—¿Qué

—Charles y sus bobadas, si ha dicho algo que te hace sentir incómoda...

—Arthur, ya te he dicho que no me incómoda nada, está todo bien.

—¿Sí? —la miró fijamente, Antonella asintió con seguridad— bueno, está bien. Vamos que yo llevo esto.

Nella tomó las malteadas mientras que Arthur llevaba la bandeja con los hot cake, los dos subieron hasta la habitación del rubio.

Los dos se pusieron a cenar mientras que el monegasco le daba play a la película animada que habían dejado en pausa, estaban el uno al lado del otro, Antonella estaba prestándole atención a la película mientras que se reía como una niña chiquita de cada escena graciosa que pasaban, y eso a Arthur le causó demasiada ternura.

Estaba dudando en sí hacerle la pregunta que quería o no, dentro de poco iba a ser catorce de febrero, más conocido como el día del amor y la amistad, y obviamente que quería estar junto a Antonella ese día.

—Mhm... Nella —llamó su atención.

La castaña dejó de reírse para verlo, sus ojos brillaban de una manera tan bonita que provocó que Arthur sintiera ese cosquilleo en su estómago.

—¿Sí?

—Me preguntaba sí —hizo una pausa de un par de segundos mientras que despeinaba su cabello, para aclarar su garganta y agregar— ¿Tienes planes para el catorce de febrero?

Antonella tragó grueso de sólo escucharlo, abrió los ojos, mientras que negaba con rapidez y fruncía el ceño.

—Eh, no la verdad —soltó una risita avergonzada— ¿Por qué? ¿Tú tienes planes para el catorce de febrero?

—Sí, contigo.

Antonella quedó paralizada ante lo directo que el rubio estaba siendo, sin embargo, no pudo evitar sonreír cabizbaja, para volver a verlo y fruncir el ceño.

—¿Me estás diciendo...?

—Que tú y yo saldremos juntos el catorce de febrero, princesa. Bueno, si tú quieres claro está...

Ella puso su mano sobre el brazo izquierdo de él, mientras que le sonreía.

—Claro que quiero, Arthur.

—Entonces, todo listo —le guiñó un ojo, mientras que los dos soltaban una risita y él apagaba la luz de la habitación, pasando su brazo por el hombro de Nella y apegándola a él para continuar viendo la película.
























━━━━━ arthur atrevido

125 comentarios y cap nuevo 😜

Espero que les guste el capítulo! Voten y comenten no les de pena, si quieren un cap no duden en pedirlo, a veces me confundo en las dedicaciones pero eso no significa que no les vaya a dedicar el cap!

en mi Instagram ando subiendo spoilers de los capítulos siguientes, así que si quieren pasar a verlos es el mismo user que acá (girlofmyidols) el link está en mi biografía.

💌
—girlofmyidols.

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