17 ⌇ MY HOME.

━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛MI CASA.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
Flor-Sainz














     NELLA BAJÓ LA MIRADA, MIENTRAS QUE JUGABA CON SUS DEDOS Y SOLTABA UN RESOPLIDO; lo primero que hacía su mejor amigo después de tener dos meses sin verla era cuestionarle si todavía seguía enamorada de su vecino, y eso solamente significaba una cosa: Giovanni todavía seguía sintiendo cosas por ella. Y sí, ella entendía que ese sentimiento no iba a irse de la nada, pero ¿por qué reaccionaba como lo estaba haciendo?

—Creo que no es momento para que hablemos de eso...—le dijo con sinceridad, mientras que Giovanni pasaba una mano por su cabello y asentía a la pregunta que acababa de hacer.

—Todavía te gusta Arthur Leclerc —confirmó para si mismo en un tono de voz poco audible, Sophie hizo una mueca.

—Mira Gio...

—¿Cómo puedes estar enamorada de alguien que sabes que no va a prestarte atención? Cruzaron un par de palabras en Diciembre ¿Y ya por eso te ilusionaste otra vez? Wow, pensé que eras más inteligente, pero veo que me equivoqué.

Sophie alzó ambas cejas, estaba más que claro que su hermano estaba celoso, Antonella lo miró sin entender.

—¿Pero qué me estás diciendo, Giovanni?

—Es por él que me haz rechazado ¿no? —relamió sus labios con nerviosismo—. Te ha mirado un par de segundos y te haz ilusionado otra vez. ¿Es por eso que no me haz correspondido a lo que te dije en Navidad, Nella? ¿Por él?

—Gio, de verdad creo que no es momento para que hablemos de esto, mira yo—

—¿Tú qué? ¿No es momento para que me digas que me haz rechazado por el rubio ese? Te creía más inteligente, Antonella. Te hubiese pasado que me rechazaras por qué se yo, cualquier otro chico de tú facultad o algo así, pero ¿Por uno que claramente no va a prestarte atención? Que tonta.

Antonella sintió sus ojos cristalizarse, aunque su tono de voz no era gritón ni nada, no hacía falta gritarle a alguien para ser hiriente como Giovanni lo estaba siendo en esos momentos, y él nunca la había ofendido así.

Estaba más que claro que estaba celoso, pero eso no era justificación para decirle las cosas que estaba diciéndole, y echa una furia sin importarle nada, la castaña se aventuró a responder:

—Si claro, Giovanni. Soy una tonta, tan tonta que he decidido aceptar con Arthur ayer y tuvimos una cita espectacular. ¡Y me la pasé de maravilla! Wow, si que soy una idiota. ¿Como pude haber aceptado salir con un chico que no se sabe ni mi nombre? —dramatizó, mientras que el castaño tensaba la mandíbula y detenía su paso, se giró a verla.

—Ah, ¿están saliendo?

Sophie estaba incómoda ante la discusión de ambos, ese asunto no era de su incumbencia y la verdad no quería meterse, Antonella era su mejor amiga y Giovanni su hermano, así que abrió en silencio la puerta de su habitación, quedándose tras la misma para seguir escuchando el chisme claramente.

—Pues sí, pero quizá es muy idiota de mi parte, que te puedo decir...

Giovanni tragó grueso.

—Resulta que, ese chico te hace llorar durante toda tu etapa adolescente porque no te habla, te hace sentir tonta y todo lo que siempre haz dicho, pero ¿Te pide que salgas con él y ya lo aceptas? A diferencia de mi que yo... es que no me lo puedo creer.

Nella vio como las lágrimas empezaron a caer de sus ojos y mojaban sus mejillas, pero antes de poder agregar algo más, Giovanni bajó las escaleras con rapidez mientras que ella soltaba un resoplido, pasando ambas manos por su cara. Genial, no veía a su mejor amigo desde hace dos meses y ahora que se estaban viendo de vuelta, discutían.

¡Pero es que no era culpa de ella! Giovanni se había puesto a la defensiva y ella se había defendido.

Notó que Sophie le había abandonado y soltó un resoplido, mientras que abría la puerta de la habitación donde Sophie corría hasta la cama y tomaba un libro que tenía en la misma, fingiendo leerlo.

—Oh sí ¿qué pasó?

Nella soltó una risita pequeña.

—Soph no te hagas la que no escuchaste todo lo que nos dijimos...

—O sea si lo escuché pero—

—No quiero estar aquí. ¿Podemos hablar de mi salida con Arthur luego? Me quiero ir a casa.

—Pero Nella —ella le interrumpió.

—Me quiero ir a mi casa, Soph. ¿Podemos hablar después?

—Bueno... ¿más tarde voy a tú casa y hablamos?

—Vale, podemos hacer pijamada si quieres, pero no quiero hablar ahora —Sophie hizo una mueca, asintió.

—Y lo entiendo, bueno... ¿Segura qué no te quieres quedar a almorzar?

—No, no, me voy a mi casa.

—Te acompaño hasta la puerta entonces.

Las dos salieron de la habitación y bajaron juntas las escaleras, Nella no se despidió de Giovanni y por suerte él estaba en la cocina, así que no se dió cuenta de cuando Nella salió de la casa. Se despidió de Sophie con un beso en la mejilla para empezar a caminar hasta su casa, soltando un resoplido.

No podía creer el montón de cosas que le había dicho su mejor amigo.

¿De verdad él pensaba que era una tonta? Y sus ojos se volvieron a cristalizar, Giovanni era una persona bastante importante para ella, su mejor amigo, pero que hubiesen discutido y él le dijera todas esas cosas, la había hecho sentir mal.

Entró a su urbanización, no se había dado cuenta que Arthur estaba caminando en su dirección. El corazón del rubio se aceleró al ver a la castaña, y comenzó a trotar ligeramente hacia ella, tomándola de la mano y llamando su atención.

—Hey —Nella dio un salto del susto, puso su mano libre sobre su pecho mientras que sonreía y lo miraba.

—Me haz asustado...

—Lo siento, no quería hacerlo —se inclinó hacía ella a besar su mejilla sonoramente y provocar que Nella se sonrojara—. Pensé que estabas a que Sophie.

—Estaba —ella hizo una mueca, soltándose del agarre del monegasco mientras que se arreglaba el cabello— me tuve que venir.

Arthur frunció el ceño.

—¿Y eso...?

Nella tragó grueso, haciendo un ademán de desinterés con sus manos.

—Sólo me quise venir y ya... ¿Tú qué hacías? ¿Ya acabaste de ejercitar?

Arthur alzó una ceja, mientras que la tomaba de ambas manos y la acercaba a él, poniéndola completamente nerviosa.

—Sí, ya acabé de ejercitar, pero Nella ¿Pasó algo en casa de Sophie? —quiso saber.

Ella no sabía si contarle o no hacerlo, prefería no hacerlo para ser sincera.

—Uhm no, nada —ella negó, y sabía que Arthur no le había creído cuando alzó una ceja y la apegó más a él, poniendo una mano en su mejilla y acariciando la misma con la yema de sus dedos.

—Nella...

—No pasó nada, Arthur —le respondió en un susurro con la voz temblorosa a causa de los nervios combinados entre la cercanía del monegasco hacía ella y la mano en su mejilla.

El de ojos claros seguía con la ceja alzada.

—¿Por qué me mientes, bonita?

—No te estoy mintiendo, sino que —lo miró, la cara de "no te creo nada" que tenía Arthur Leclerc en esos momentos la hizo soltar una risita nerviosa— ¡Oh vamos! Bueno, no es que te esté mintiendo, pero tampoco es que quiera hacerte perder el tiempo contándote cosas que no son relevantes o no importan.

—Nella, claro que importan. Me importan. Me importas —la miró tan fijamente que Nella sintió las cosquillas en su estómago, tragó grueso, mientras que el monegasco se inclinaba más hacia ella y la castaña trastabillaba, carraspeando y sintiendo sus mejillas arder.

—Y–yo...

Pero Arthur no dejó que ella se alejara, la volvió a tomar de la mano y la apegó hacia él, entrelazando sus manos tras la cintura de ella para evitar su escape.

—¿Haz discutido con Sophie?

—No, no —ella negó— con Sophie no, pero con Giovanni sí...

—¿Giovanni?

—El hermano de ella.

—Ah, sí —rodó los ojos— ¿Te ha hecho algo? ¿Qué ha pasado?

La manera en la que su rostro pasó de ser tierno a ser preocupado a Nella le causó demasiada ternura. Arthur estaba completamente serio, sin una pizca de sonrisa divertida decorando su rostro, sus cejas estaban fruncidas, y apenas escucho el nombre del hermano de Sophie sus facciones cambiaron con muchísima rapidez.

—Es que... nada importante —Arthur soltó un resoplido de cansancio, y eso hizo a Nella soltar una risita— ¡Es que...! No sabía que Giovanni ya había llegado y bueno, tuvimos una discusión y...

—¿Discutieron? ¿Te ha alzado la voz? ¿Te ha ofendido? Ese idiota se las va a ver conmigo —murmuró lo último para sí mismo, mientras que se soltaba del agarre de Nella que lo miró caminar de un lado a otro, ella se acercó a él.

—Hey Arthur, tranquilo...

—¿Te ha ofendido, princesa?

Quitó un mechón de la cara de ella de su frente, mientras que Antonella sentía sus mejillas calentarse, era tan lindo que sonrojarse era fácil, le gustaba demasiado.

—¡No, no! —Nella negó con rapidez, casi titubeando de los nervios que tenía en esos momentos, la mirada azul verdosa de Arthur sobre ella le transmitía un nerviosismo increíble—. Sólo hemos discutido y ya está, es que no sé qué le ha pasado, yo...

—¿Sólo han discutido y ya está? —Nella asintió, Arthur se inclinó a ella para verla más de cerca mientras que acunaba el rostro de ella entre sus manos y alzaba una ceja— ¿Segura? ¿O sólo no quieres decirme?

—No, rubio. Te digo de verdad —ella le contestó en un susurro audible para ambos.

No quería hablarle sobre la discusión que había tenido con Giovanni, principalmente porque la causa de esa discusión era Arthur Leclerc.

Si le contaba el por qué habían peleado eso le daría al monegasco demasiadas sospechas y honestamente Antonella no quería que él supiese que la pelea había comenzado porque a ella le gustaba él desde que era una adolescente.

—Bueno, te creo preciosa —besó su frente con ternura, y Antonella estaba gritando de la emoción, mucho más cuando él la abrazo hacia él y acarició su espalda, agregando—: ¿Quieres hablar sobre ello?

Ella frunció su nariz, los dos se separaron para mirarse; la tranquilidad que sentía cuando estaba junto a Arthur era inefable y se sentía tan bien.

Siempre se había visualizado a si misma en diferentes escenarios tiernos con su vecino, el menor de los Leclerc, pero ahora que lo tenía así de cerca siendo tan atento, comprensivo y cariñoso con ella, eran cosas que provocaban que a Antonella le gustase más el rubio.

—La verdad es que no...

—Y yo lo respeto —Nella se aguantó las ganas de sonreír, es que de verdad, era tan bonito— ¿Harás algo ahorita o tienes tiempo libre para que los dos hagamos algo?

Y fue ineludible dedicarle una sonrisa tierna, mientras que lo veía con interés.

—¿Algo como qué?

—Uhm... maratón de películas animadas ¿Qué me dices de eso?

—¿En mi casa?

—En la mía —la tomó de la mano, aunque antes de seguir avanzando Antonella frenó el paso.

—¿En la tuya? —abrió los ojos, mientras que mordía su labio inferior con nerviosismo y el de ojos claros asentía.

—Bueno si no quieres...

—¡No! No es que no quiera sino que, si está tú mamá o tus hermanos que vergüenza, no quiero molestar—

—Princesa, no molestas ¿si? —se acercó a ella otra vez, mientras que los dos se veían fijamente.

—Es que... me da vergüenza Arthur...

—Y yo te entiendo pero... te tendrás que acostumbrar —se inclinó hacía la castaña, más cerca que hacía minutos atrás, a tal punto que sus narices estaban a punto de rozarse, el ritmo cardiaco de Nella empezó a acelerarse y el de Arthur de la misma manera. Últimamente esas cercanías entre ambos estaban siendo costumbre y aunque a ambos les encantaba de la misma manera les ponía nerviosos— ¿Sabes por qué?

La mirada del monegasco pasó de sus ojos a los labios de Antonella, aunque fue tan rápido que pasó desapercibido. Sonrió de lado, mientras que alzaba sus cejas esperando una respuesta por parte de Antonella que solo estaba pensando...

¿Cómo es que Arthur Leclerc era tan atractivo?

Oh por Dios.

Y se dió cuenta que se quedó un par de segundos mirándolo como una tonta, sacudió su cabeza ligeramente, reaccionando mientras que bajaba la mirada con una sonrisa, soltando su lado tímido y subiendo la mirada de vuelta para ver al rubio, sonreírle de lado y responderle agregándole ligeramente coqueteo a sus palabras.

—No pero... me encantaría saber...—relamió sus labios, sin despegar la mirada de él.

Y Arthur no pudo con ese gesto, si Antonella tímida le enamoraba muchísimo, el hecho de escucharla responderle de manera coqueta lo enamoraba mucho más. Se inclinó hacía atrás, sonriendo nervioso mientras que volvía a su posición inicial, pero esta vez rozando sus mejillas para acercarse a su oído y susurrar:

—Porque me encanta estar contigo y que pasemos tiempo juntos, así que, andando.

Beso su mejilla, y para su sorpresa fue a pocos centímetros de sus labios, pero sin darle tiempo a responder los dos empezaron a caminar hasta la casa del rubio que pensaba; "Charles debe estar orgulloso de mí."

Y soltó una risita silenciosa por eso. Abrió la puerta de su casa, mientras que le hacía una seña a Nella para que pasara, siendo esa la primera vez que lo hacía, Arthur le sonrió.

—Bueno Nella, bienvenida a mi casa.

Los dos se miraron con una sonrisa.































━━━━━ AY TAN DIVINOSSSSSSSSSSS, Charles definitivamente está orgulloso JKSHAKAAJAJAJAJA

capítulo 2/2

Espero que les hayan gustado los dos caps, soooo, quería agradecerles por todo el apoyo que le dan al fic, los caps llegan a más de 90 votos y no saben lo mucho que significa para mí que les guste! 🥹🫶🏻

Si quieren un cap dedicado no duden en pedirlo, voten y comenten no les de pena que me gusta mucho leer sus comentarios e interactuar con ellos! 💗

💌
—girlofmyidols.

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