13 ⌇ IT'S A DATE.
━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛ES UNA CITA.❜
𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
frenkiegf
LAS SEMANAS DESPUÉS DE AÑO NUEVO SE HABÍAN IDO BASTANTE RÁPIDO; aunque Enero solía ser el mes que siempre se extendía más, al fin Febrero había dado paso. A Nella le estaba yendo bastante bien en la universidad, sorprendentemente también con Arthur Leclerc, desde el momento en el que los dos dejaron de ser tímidos y empezaron a hablar, se dieron cuenta de que ambos tenían muchísimas cosas en común. Hablaban por teléfono todo el tiempo e incluso a veces hasta altas horas de la madrugada, y por lo general cuando idealizabas a una persona a la cuál no le hablabas y la conocías, no solía ser lo que pensabas, pero con Arthur había sido todo diferente.
Antonella siempre había idealizado a Arthur como un chico —aparte de atractivo físicamente— caballero, amable y divertido, por lo que solía ver de él cuando pasaba por su casa, pero ahora que llevaba casi dos meses hablando con él, se daba cuenta de que Arthur era mucho más que sólo esas cuatro palabras anteriormente mencionadas.
Arthur era un chico demasiado atento, cuidadoso, amoroso, amable... y Antonella podía pasarse horas describiendo todo lo lindo que era el monegasco pero sencillamente lo que más le gustaba de él, era el trato que él tenía con ella.
Siempre al tanto de si Antonella se sentía bien, de si estaba aburrida, de hacerla reír, porque aparte de ser lindo también era divertido y eso sumaba muchos puntos, y la castaña ya no iba a negar que seguía sintiendo cosas por él monegasco cuando estaba más que claro que sí era así.
Su relación con Giovanni seguía siendo de amigos, muy a pesar de que no le respondió a su declaración de amor en Diciembre, un par de días después se enteró que Giovanni se había ido a un viaje con sus compañeros de la Universidad y tenía tiempo sin verlo, sin hablar con él por teléfono y todo eso, y Nella sabía que cuando él volviese quizá iba a pedirle una respuesta, y para ser sincera, eso le ponía nerviosa.
Porque no quería romperle el corazón, no a su mejor amigo, aún teniendo bastante en claro que no sentía nada por él más que amistad, porque el único chico que le gustaba, era ese rubio monegasco de ojos claros...
Tomó la toalla que estaba en la cocina para secarse las manos y agarrar su teléfono que estaba marcando una llamada, su corazón se aceleró de sólo ver el "Arthur" en la pantalla con una foto que ella y el rubio se habían tomado juntos en Navidad.
A pesar de que los dos tenían tiempo hablando y literalmente vivían a un par de casas del otro, no habían concretado salir juntos, y en parte era algo que Nella agradecía porque si le ponía nerviosa hablarle a Arthur por llamada, hacerlo a solas en una salida sería muchísimo peor.
«—¿Si? —atendió, al escuchar la voz de Arthur sintió el cosquilleo recorrer su estómago.
«—¡Nella, hola! ¿Estabas ocupada? —le preguntó, ella se sentó en las sillas que estaban en la isla de la cocina, cambiándose el celular hacía su oreja derecha, mientras que sonreía de lado.
«—Justamente acababa de terminar de limpiar la cocina, ¿por?
«—Oh vale, uhm...te quería preguntar sí...—hizo silencio un par de segundos, el ritmo cardíaco de Nella empezó a incrementarse, tragó grueso.
«—¿Si? —lo alentó a continuar.
Charles veía a Arthur con una ceja alzada, mientras que le daba el mordisco a la manzana que tenía en manos y hacia un ademán para que su hermano le preguntara a Nella lo que quería preguntarle, pero Arthur se quedó estático, Charles le dio un golpe en la pierna, susurrando un "¡Terminale de hablar, idiota!" provocando que el monegasco pausara la llamada, lo vio indignado, añadiendo:
—¡Me da vergüenza! ¿¡Y si me rechaza?!
Charles se palmeó la frente.
—Dame eso —le arrebató el celular de las manos— ¿Nella? ¡Hola princesa! ¿Cómo estás?
Arthur empezó a seguirlo, mirándolo con una ceja alzada.
—Ey, ey, ey ¿cómo qué princesa?
—Cállate —le pidió, mientras que le sonreía al teléfono— ah sí, es que te quiere preguntar algo pero se fue al baño, oh justo ahí viene, ya te lo paso para que él te diga lo que quiere decirte.
Le entregó el teléfono, Arthur sintió la corriente eléctrica recorrer su espina dorsal, mientras que sus manos empezaban a ser temblorosas, posicionó el celular en su oreja, mientras que con la mano derecha rascaba su nuca nervioso.
Y para cualquiera invitar una chica a salir a comer era fácil, pero para él no lo era. Había llegado a la conclusión de que estaba completamente enamorado de Nella, es decir, siempre le había gustado y muchísimo, consideraba a Antonella Ferrer su primer gustar infantil de verdad, su primer gustar adolescente de verdad, y ahora que ambos eran mayores de edad, su primer amor de verdad.
Y el único, el único amor a quién Arthur amaba con intensidad.
Y no quería parecer intenso, ni arruinar la amistad que los dos estaban formando, aunque estaba más que claro que Arthur quería ser más que sólo amigo de Antonella, quería llevar las cosas con calma, y no quería que el invitarla a salir lo hiciera todo incómodo.
«—¿Te comió la lengua el ratón? —le preguntó Antonella divertida por el otro lado de la línea, Arthur sintió sus mejillas acalorarse, y le dio más vergüenza ver cómo Charles señalaba las mismas y empezaba a carcajearse, le lanzó una patada, sintiéndose como un idiota.
"¡Te sonrojaste!" Gritaba Charles en silencio, Arthur lo miró de mala manera, carraspeando.
«—No, no, Nella me preguntaba si yo, o sea los dos... uhm —cerró sus ojos— si no estás ocupada en la noche ¿Te parece que salgamos los dos juntos?
—Ni modo que los dos por separado —se burló Charles, Arthur le metió un golpe en el hombro.
—¡Ya! —se quejó, mientras que subía las escaleras corriendo para evitar las molestias del monegasco pero Charles le seguía el paso.
—¡No te vayas que tú y Nella son mi novela favorita! —se quejó, Arthur le cerró la puerta de la habitación en la cara, recargandose en la puerta y soltando un resoplido.
«—¿Qué somos qué...? —Nella le preguntó, y Arthur sentía más vergüenza de lo que ya tenía.
«—¿Haz escuchado eso, verdad? —la risita que Antonella soltó le confirmo la respuesta a la pregunta, Arthur se palmeó la frente—. Nada, sólo Charles siendo tonto, ya las estrategias de Ferrari lo tienen tan estresado que por eso está actuando así —se burló, Nella soltó un "hey" que los hizo reír a ambos— pero entonces ¿Que dices?
Nella sonrió enamorada, mientras que se aguantaba las ganas de soltar un chillido de emoción, se calmó. Era una salida normal, no una cita, no iba a ilusionarse.
«—Claro que sí, Arthur. ¿A qué hora exactamente?
«—Te aviso en un rato ¿si?
«—Vale.
«—Nella.
«—¿Sí?
Arthur suspiro, mientras que se deslizaba por la puerta hasta llegar al suelo, dudando en si decir lo que quería o no.
Vamos Arthur vamos, se alentó a sí mismo.
«—Y por si dudas, es una cita. Nos vemos en un ratito, bonita. Un beso —hizo el sonido del mismo, para cortar la llamada y morder su labio inferior, nervioso.
¡Le había dicho que era una cita!
Un golpe en su puerta provoco que Arthur diera un salto del susto, abrió la puerta, Charles empezó a aplaudir mientras que le daba un abrazo y despeinaba su cabello.
—¡Ese es mi hermanito! —lo empezó a zarandear mientras que lo veía con una sonrisa— ¡No puedo creer que le haz dicho que es una cita!
—¿No crees que... eso fue muy atrevido de mi parte? ¿Y si le molesta, y si...?
—¿Muy atrevido de tú parte? Arthur por favor ¿Es un chiste? ¿Quieres clases de cómo ser atrevido? Te enseño, si vienes y me dices "bese a Nella porque no me aguantaba más las ganas" ahí si te diré que eres un atrevido.
—Disculpa, señor coqueto.
—Respeta, idiota.
Los dos soltaron una carcajada.
💌
Sophie iba a quedar con dolor de garganta y Antonella sorda, la castaña no paraba de gritar de la emoción desde que Nella le había dicho que Arthur le había invitado a una salida, y más específicamente, le había aclarado que esa salida era una cita. Una cita, Arthur Leclerc la había invitado a una cita y ella todavía no se lo podía creer, pero no quería ilusionarse, miró a Sophie.
—Es sólo una cita de amigos y—
—Que verdad la frase de "calladita te ves más bonita" —le interrumpió su mejor amiga, poniéndose de pie, Nella abrió la boca con indignación.
—¡Hey!
—¡Es la verdad! Se comen con la mirada todo el tiempo, decidieron hablarse y la tensión que hay entre ustedes hasta por teléfono es más que la que siempre hubo con miradas, ahora —hizo una pausa, mientras que veía a su mejor amiga con una ceja alzada— te invita a salir y te aclara que es una cita ¿Y tú dices que es de amigos? Te invito a una cita con el oftalmólogo Antonella, ya veo que te hace bastante falta.
—¡Pues disculpa! —ella soltó una carcajada ante la indignación de su mejor amiga—. ¡Es que no lo entiendes! Tengo tantos traumas de haberme ilusionado con Arthur que no quiero hacerlo otra vez y que al final no resulte ser como yo pienso.
—No tienes qué preocuparte por eso, sólo deja que las cosas fluyan. Y es mejor que te vayas arreglando ya porque se va a hacer la hora —le señaló el reloj que tenía en la pared de su habitación, Nella tomó su toalla de baño, caminando el mismo y deteniendo el paso.
—¿Y si mejor no voy...?
—¡Vístete y anda!
—¡Es que me da vergüenza! ¡Hace semanas que no he vuelto a hablar cara a cara con él!
—Bueno pero ahora lo vas a hacer, y en una cita —Sophie volvió a soltar un chillido de emoción que provocó que su mejor amiga diese un salto del susto.
Nella le lanzó la toalla que tenía entre manos, provocando que Sophie soltara una carcajada.
—¡Deja de gritar así que te va a escuchar toda la urbanización!
La puerta de la habitación se abrió, Less venía entrando por la misma mientras que le daba un mordisco a la tableta de chocolate que tenía entre sus manos, cerró la puerta para lanzarse en la cama y ver a su hermana para luego pasar a ver a Sophie.
—¿Por qué tanto alboroto? ¿De qué me perdí?
—A qué no adivinas —Sophie le empezó a zarandear el brazo, Nella se palmeó la frente sabiendo que se venía otro grito por parte de su mejor amiga que estaba subiendo sus cejas de arriba a abajo, Less se sentó.
—¿Qué pasó? ¿Algo con Arthur? Supongo que sí porque tienes esa cara —Less empezó a soltar chillidos de emoción— ¿¡Qué pasó, ya se hicieron novios?!
—Bueno tampoco exageremos —Sophie le dijo—. Pero estás medio cerca de eso.
—¡Deja la mentira!
—¡Arthur la invitó a tener una cita! ¿¡Cómo la ves?! —Less abrió la boca con sorpresa, mientras que soltaba la barra de chocolate y caía la misma en la cama, Antonella abrió la boca con indignación.
—¡Me estás ensuciando las sábanas Less...! Oh por Dios —soltó un resoplido al ver como Sophie y Less empezaban a dar saltos de emoción por toda la habitación, pero no pudo evitar reírse, entrando en el baño para darse una ducha e ignorar los gritos de su hermana mayor y su mejor amiga.
—Diez años para pedirle una cita, ahora...
—Diez años más para que los dos se digan que se gustan —Less continuó a lo que dijo Sophie.
—¡Pero al menos le ha pedido una cita! ¡Ahhhh!
—¿¡Y qué es lo que se va a poner?!
Las dos volvieron a gritar de la emoción, y eso provocaba que Antonella desde el baño empezara a replantearse si haber aceptado la salida con Arthur era buena idea. Es que estaba bien, los dos hablaban muchísimo por mensaje, y ya habían intercambiado palabras en el club y una que otras veces en persona, pero esta vez sería muy diferente porque estarían en una cita, los dos.
Solos.
Sin Sophie, sin Sam o Less, sin Charles...
Y de pronto sintió ese cosquilleo en su estómago, causado por los nervios. Tragó grueso cuando terminó de darse una ducha y verse en el espejo, viendo los mensajes de Arthur que le decían que en un rato pasaría por ella, y que faltaba menos de una hora para eso, empezó a ponerse más nerviosa de lo que ya estaba.
Sophie y Less con sus comentarios no ayudaban en nada con el nerviosismo que Nella tenía en esos momentos, no paraban de mencionar que se iban a besar, parecían unas niñas de kinder emocionadas por el junte del niño y la niña que tenían más química en el salón, y eso a Nella le causaba un poco de gracia.
Sophie se encargaba de maquillarla, tampoco es que iba tan exagerada, lo básico, mascara de pestañas, un poquito de sombra a sus cejas, blush y labial, Less dejó de arreglarle el cabello para ponerse de pie.
—Iré por otro chocolate y vengo.
—¿Otra vez? ¡Ya es como el cuarto en una hora! —Sophie se quejó.
—Es que quiero chocolate. ¿Quieres que te traiga uno a ti? —Sophie negó, Less miró a su hermana menor— ¿Y a ti Antonellita?
La mencionada hizo una mueca, lo menos que quería era comer algo.
—No, gracias.
—¿Antonella Ferrer rechazando un chocolate? Esto sí que es tremendo, eh.
Sophie soltó una risita.
—Es que va a salir con su futuro esposo, entiendela.
—¡Ya! —ella se quejó haciendo reír a las chicas.
Cuando estuvo lista tomó su bolsa y su dinero, su celular empezó a sonar con un "voy saliendo, bonita. ¿Estás lista? Sino, puedo esperar un poquito más." De Arthur que la hizo poner más nerviosa de lo que ya estaba, las manos le sudaban, y con dificultad empezó a escribir la respuesta afirmativa, enviando la misma y tragado grueso.
Sophie la miró.
—Estás pálida mujer, cálmate un poco —le dijo soltando una risita y dándole un abrazo efímero—. Sólo piensa que es una salida de amigos y nada más, sólo sé tú, y estoy segura que a los dos les irá increíble.
—Es que yo no sé ni cómo le hablé a Arthur en el club de año nuevo, creo que fue la champagne que me ayudó. ¿Le dices a papá que te dé una botella de whisky y me das un trago? Creo que eso me ayudará.
Sophie soltó una carcajada.
—¡Nella deja de ser tan exagerada, por favor!
—¡No soy exagerada, me tiemblan las piernas! ¡Hablar por mensajes o llamadas con Arthur no es lo mismo que verlo en persona...!
—Nella —Sam interrumpió la conversación con una sonrisa de oreja a oreja, y la de ojos claros sabía perfectamente lo que significaba aquella cara— ha llegado tú piloto por ti.
La castaña sintió sus mejillas arder de la vergüenza, su corazón empezó a palpitar con más rapidez, Sophie le apretó el brazo con emoción, Nella asintió.
—A–ahí bajo...
—Hasta tartamuda se pone —Less dijo, dándole otro mordisco al chocolate que se estaba comiendo— ¡Que bello es el amor!
—Ya no quiero ir —dijo en un susurro, Sophie la tomó de la mano.
—Ah no, no vayas a empezar. Andando.
—Pero es que...
—Bla, bla, bla.
Las dos salieron de la habitación para bajar las escaleras, el nerviosismo de Nella incrementaba cada escalón que bajaba, su mamá estaba en la puerta de la casa, mientras que Andre estaba hablando animadamente con el menor de los Leclerc, que estaba recargado en su auto riéndose de algún comentario que su papá le había hecho al rubio.
—Te ves muy linda mi niña —le dijo su mamá con una sonrisa— suerte en tu salida, con tu novio.
—¡Ya basta!
Ella se rió nerviosa, sonrojandose más de la vergüenza, siquiera necesitaba blush porque sabía que iba a estar sonrojada todo el tiempo, Sophie le dio un empujón para que empezara a caminar, y ella lo hizo, nerviosa.
Arthur dejó de mirar a Andre para ver a Antonella, sus ojos brillaron. Dios, esa chica era tan preciosa que no cabía duda que él estaba perdidamente enamorado de ella.
Cuando Nella llegó hasta el lado de su padre, el corazón de Arthur se aceleró, estaba tan nervioso que se le había olvidado completamente que tenía que saludarla, reaccionó.
—Nella... digo, hola, es decir, hola Nella —pasó una mano por su cabello, tragando grueso, ella le sonrió.
—Hola Arthur —aunque estaba nerviosa no quería hacer el ridículo, evadió el contacto visual del de ojos claros, su papá miró a Arthur con una sonrisa para ver a su hija menor.
—Yo los dejo chicos, que disfruten su salida.
—Gracias señor Ferrer.
—Andre muchacho —le guiño un ojo, palmeandole el hombro y Arthur sonrió.
Sophie empezó a sacar fotos de todo, mientras que Arthur se le quedaba viendo fijamente a la castaña, ella era tan tierna.
¡Ábrele la puerta, tonto! Pensó. Carraspeó, acercándose a ella y besando su mejilla sonoramente mientras que se inclinaba a su oído, aprovechando la cercanía entre ambos, añadiendo:
—Ahora si puedo saludarte bien, por cierto —se separó de ella para mirarla, sonriente— te ves preciosa.
La piel de Nella se erizo, corrió la mirada soltando una risita.
—Gracias Arthur...—no quería meter la pata, pero ella quería devolverle el halago, así que subió la mirada para verlo, siendo consciente de que toda su familia más Sophie la estaban viendo por la ventana, agregó—: tú también te ves bonito.
El monegasco suspiró, echando su cabeza ligeramente hacia atrás mientras que sonreía, siendo ese un gesto que enamoró más a Antonella.
—Nah, tú ganas —le acarició la mejilla con ternura, mientras que Sophie y Less corrían hacía al patio para gritar, el rubio abrió la puerta del auto— ¿Lista para nuestra cita?
Antonella asintió.
━━━━━ Charles cada que ve a Arthur y Nella interactuar:
JKJJAJAJAJAJAJKAJAJAJAJAJAAJJA, espero que les guste el cap! Si quieren un cap dedicado no les de pena pedirlo y dejen un puntito (.) acá!
gracias por 1K de votos en este libro btw 🥹🫶🏻
💌
—girlofmyidols.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top