11 ⌇ NEW YEAR.

━━━━━ 𝐍𝐄𝐈𝐆𝐇𝐁𝐎𝐑𝐒;
❛NUEVO AÑO.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
Nayrafiolgarrido













     —¡SE VAN A DAR CUENTA DE QUE LOS ESTÁS GRABANDO, TONTO!

Sophie le dió un golpe a Charles en el hombro mientras que Lorenzo soltaba una carcajada. El monegasco quería grabar la primera vez después de tanto tiempo en el que su hermano dejaba de ser tímido y le hablaba a esa chica que le gustaba desde que prácticamente era un niño, pero no se había dado cuenta de que tenía el flash encendido, y Sophie se dió cuenta de que se había pasado de confianzuda, así que se sonrojo agregando:

—No quería pegarte, lo siento, es que la emocion, yo—

La risita de Charles interrumpió su charla.

—No te preocupes y... espera —alzó una ceja—. ¿También estás emocionada porque Nella y Arthur se hablen?

Sophie se quedó mirando a la nada, dándose cuenta de que su emoción estaba siendo muy obvia con respecto a que a Nella le gustaba el menor de los Leclerc y que obviamente le emocionaba que esos dos al fin iban a hablarse, sin embargo, nadie más que ella y su mejor amiga tenían que saber lo que ella sentía por él, aunque era obvio que los dos se gustaran, sabía que Antonella se enojaría muchísimo si se llegaba a enterar que le había dicho a Charles que le emocionaba que la castaña hablase con su hermano menor porque "la dejaría en descubierto", y respetaba su privacidad.

Así que se rió nerviosa, tomando un mechón de su cabello y jugando con el mismo mientras que lo veía, alzando una ceja también.

—¿Yo? Nah —negó—. Me haz dicho que faltaban Arthur y Nella por darse el feliz año y yo he concordado en eso —lo miró fijamente, utilizando su misma pregunta para intimidarlo— tú si pareces emocionado porque ellos se hablen ¿Por?

Charles quedó estático, pensando lo mismo que Sophie momentos atrás; estaba siendo demasiado obvio con que sentía emoción porque su hermano iba a hablarle a la chica que le gustaba, se rió, pasando una mano por su cabello.

—¿Emocionado? Nada que ver —repitió su gesto negando, mientras que carraspeaba— de hecho concuerdo en lo que tú haz dicho, faltaban ambos por darse el año nuevo y bueno.

Sophie ladeó su cabeza, soltando una risita divertida.

—Charles —puso una mano en el hombro de él— si no fueses hombre, yo te creería.

El monegasco soltó una carcajada.

—Y si tú no fueses mujer, yo te creería.

—Los hombres mienten más que las mujeres, no te engañes. ¿Te doy una prueba? Me estás engañando fingiendo que no estás emocionado porque Arthur y Nella se hablen.

—¿Te doy una prueba de qué las mujeres mienten también? Me estás engañando fingiendo que tú no estás emocionada porque mi hermano y Antonella se hablen —repitió sus palabras, Sophie abrió la boca con indignación.

—Es q—

—¡Callense ya que empezó mi novela! —se quejó Lorenzo, señalando a los dos chicos que estaban riéndose de quién sabe qué. Sophie soltó un chillido de emoción mientras que los veía a ambos.

Por más que Antonella se hubiese quedado sin palabras tuvo que reaccionar con rapidez, y lo primero en que pensó fue en devolverle el feliz año al rubio que tenía en su frente, sonrió de lado, quitando un mechón de su cabello y poniéndolo tras su oreja, mientras que lo veía agradecida.

—Feliz año nuevo...

—Arthur —el monegasco se presentó, extendiéndole la mano mientras que Nella se aguantaba la risita internamente.

¡Ja! Cómo si no se supiera su nombre.

—Feliz año nuevo, Arthur —ella repitió.

Tomó su mano mientras que los dos estrechaban la misma, y le hacía gracia porque esa escena le recordaba a los libros, cuando los protagonistas tomaban sus manos y sentían "la conexión", claro que ella no se sintió específicamente así.

Sintió ese cosquilleo en su estómago y con su debida razón, le estaba tomando la mano al chico que le gustaba desde que tenía quince años. ¡Le estaba tomando la mano al chico que le gustaba desde sus quince años!

Y muy encima de eso ¡Él se sabía su nombre!

Los dos se quedaron mirando fijamente y Nella no estaba soportando tanta presión, se soltó del agarre de él, pero Arthur no iba a desaprovechar la oportunidad de hablarle, no que ya había tomado la delantera de hacerlo.

Así que le sonrió, mientras que le señalaba la copa y la veía.

—¿Es buena la champagne?

Antonella le echó un vistazo al líquido amarillento en su copa, mientras que sonreía ligeramente y asentía.

—No sé mucho de bebidas alcohólicas, sólo me gustan las dulces y afirmo que esta, está buena —alzó la copa, mientras que Arthur extendía su mano y agregaba:

—¿Puedo... probar?

Se aventuró a preguntar, y Antonella sentía ese montón de mariposas —como bien se le llamaba al sentimiento— en su estómago, pero sentía que era un zoológico que estaba allí dentro, se encogió de hombros mientras que relamía sus labios y le tendía la copa al rubio.

—Si no te gusta...

—No lo creo —Arthur le respondió, poniendo su mano sobre su copa y rozando sus dedos claramente de manera intencional— si a tí te gusta, estoy seguro de qué a mí me gustará.

Nella se soltó de su agarre con nerviosismo, siempre se había visualizado en una charla con Arthur y que no le saldrían las palabras de la boca si él se le acercaba, pero ahora que estaba ahí cerca de ella, sacándole conversación, no se le estaba haciendo nada difícil en lo absoluto seguirle la misma.

—¿Sí? ¿Y eso cómo por qué? —alzó una ceja divertida, mientras que Arthur soltaba una risita y apoyaba su brazo derecho en la barra que estaba al lado de ambos.

—Es que... se ve que tienes buenos gustos.

Le sonrió. Nella sintió un cosquilleo recorrer su estómago, mientras que cambiaba la mirada sonriendo y pensando un "claro, me gustas tú" que la hizo sonrojarse, lo miró de vuelta.

—Supongo que... ¿gracias? —respondió más a modo de pregunta, los dos soltaron una risita divertida.

—No tienes porqué agradecerme.

Aunque antes de decir algo más, Giovanni se acercó a donde estaba la castaña mirándose fijamente con el rubio, carraspeó en un intento de llamar la atención de ambos —cosa que consiguió a la perfección—, Antonella lo miró.

—Eh... ¿pasó algo Gio?

—Hemos quedado en hablar hace un rato ¿recuerdas? —le preguntó, mientras que ella alzaba ambas cejas y asentía.

Obviamente que se le había olvidado. Charles miró de manera rara al castaño para luego ver a Sophie que estaba mensajeando algo en su teléfono.

—¡Tú hermano nos está interrumpiendo la novela! —se quejó el monegasco, Sophie dejó de ver su celular para ver a su mejor amiga.

—¿Qué? ¿Dónde? ¡Giovanni Rose! —corrió hasta dónde estaba su hermano tomándole la mano a Antonella para llevársela de ahí, el mencionado la miró sin entender.

—¿Qué?

—¿Puedes hacerme un favor? Es que quiero que me tomes unas fotos en la terraza...

—¿Justamente ahora? Voy a hablar con A—

—Ahora, por favor, por favor ¿sí?

—Pero Sophie...

—Venga.

Lo jaló de la mano mientras que Arthur le agradecía con la mirada y Sophie le sonreía animada, dejando de vuelta a su mejor amiga con el de ojos claros.

Antonella estaba nerviosa y eso lo denotaba a través del movimiento acelerado que producía su pierna derecha, Arthur también lo estaba y no iba a engañarse, pero también estaba feliz porque después de tanto tiempo al fin había logrado entablar una conversación con la chica que le gustaba desde que eran unos niños.

Le dió un sorbo a la copa de champagne, mientras que relamía sus labios y extendía su mano para hacer un ademán con su dedo pulgar, aprobando la bebida.

—Ya sabía yo que estaría buena la bebida.

Antonella dejó de ver a la pista repleta de gente bailando para verlo a él, sonriendo de lado.

—¿Te ha gustado?

—Me ha encantado, pero no te la robo más —le tendió la copa que Antonella tomó de vuelta, Arthur la miró con una sonrisa—. Me preguntaba si quizás, ehm... ¿Te gustaría que nos sentemos juntos en la barra? Ya sabes... digo si no quieres yo entendería perfectamente porq—

Y con más confianza, Nella no lo dejó terminar, asintió.

—Me gustaría sentarme contigo en la barra Arthur, sólo espérame un segundo y voy al baño ¿si?

—Vale, te espero entonces por allá.

Nella le sonrió y salió de ahí para irse al baño y asimilar todo lo que estaba pasando en menos de media hora.

Su crush de siempre le había dado la felicitación de año nuevo y un abrazo, su crush de siempre había tomado champagne de su misma copa, su crush de siempre la había invitado a sentarse con él. ¿¡Cómo se asimilaba eso en tan sólo segundos?!

Y lo mejor es que —aunque ella no lo sabía— Arthur Leclerc estaba de la misma manera; el monegasco mordió su labio inferior al verla irse caminar hasta los baños, pasando ambas manos por su cara y mirando al techo, para apretar sus ojos y sonreír. Ella le encantaba.

Demasiado, después de tantos años en los que había estado intentando acercarse y hablarle a la castaña, al fin había tomado el valor de hacerlo, de hablarle y la verdad es que la conversación estaba fluyendo muchísimo mejor de lo que pensó.

Sintió como le daban golpes en el hombro, y al girarse Charles y Lorenzo lo unieron en un abrazo mientras que empezaban a dar saltos junto con él, haciéndolo reír.

—¡Al fin le hablaste y dejaste de ser un idiota! —le dijo Charles mientras que Lorenzo soltaba una carcajada ante lo directo que había sido su hermano.

—¡Hey! Tampoco es para que le digas así.

—Gracias.

—Si es un idiota, pero no se lo digas —Lorenzo agregó, provocando que Charles se riera al ver la cara de indignación que tenía su hermano menor en esos momentos.

—¡Pero chicos!

—No es cierto, basta —Charles siguió zarandeando a su hermano mientras que lo veía con emoción y una sonrisa de orgullo—. Así que ¿qué tal la charla? ¿Ves? Después de todo no fue tan difícil.

—Por ahora bien, se ha ido al baño, antes ha venido el chico este que no sé si es su novio o qué pero ya me tiene hasta las casillas —soltó un resoplido, pasando una mano por su cabello mientras que Lorenzo lo veía.

—Tú háblale sin problemas que nosotros nos encargamos del intruso —le guiño un ojo, Arthur frunció el ceño.

—Pero el intruso soy yo ¿no? Quiero decir, es su novio el chico este...

—Tú y él amigos no son...

—¡Basta con eso! —Arthur se quejó mientras que Charles soltaba una carcajada.

—Ya, ya, pero tengo razón de igual manera —se encogió de hombros— ¿A dónde se ha ido el amor de tú vida?

Arthur se sonrojo a la mención de Antonella, mientras que señalaba con sus labios el baño.

—Ha dicho que iba al baño un momento y ya venía.

—¿Y planeas seguirle hablando, verdad? —le preguntó Charles mientras que lo veía con una ceja alzada.

—Obviamente que sí, lo que me daba más pena ya lo pasé que era hablarle por primera vez, ahora que ya lo hice lo demás es pan comido —le guiño un ojo, girándose a ver cómo Nella salía del baño con Sophie hablándole y sonriendo, su corazón se volvió a acelerar y sentía ese cosquilleo en su estómago— no, mejor me voy.

Empezó a caminar, Charles lo jalo de la camisa mientras que lo veía de manera fulminante.

—Aquí te vas a quedar Arthur Leclerc. Y que nada más se te ocurra no seguirle sacando conversación a Antonella que ya vas a ver ¿Me escuchaste? —lo regañó entre dientes, Arthur le sonrió como un niño chiquito, alzando sus manos en son de tranquilidad mientras que asentía, Sophie y Nella no tardaron en llegar hasta donde estaban los hermanos Leclerc.

—Bueno... —Sophie se posicionó al lado de Charles y entre Lorenzo— ya empezó la novela y distraje al que la había empezado a interrumpir —les mencionó en un susurro— ¿Nos vamos no?

—Salimos de los cortes comerciales, efectivamente —Lorenzo miró a su hermano menor con orgullo hablándole de manera animada a Antonella— chicos nosotros estaremos...

—Por ahí haciendo...

—Cosas —culminó Charles a las palabras de Lorenzo y Sophie, mientras que los tres salían de ahí casi que corriendo y Antonella se quería palmear la frente de la misma manera que Arthur.

El rubio se rió: —Pido una disculpa por mis hermanos son algo...

—No te preocupes, Sophie igual. No es mi hermana pero se entiende —los dos soltaron una risita.

—¿Vamos a la barra?

Nella asintió. Los dos se fueron a sentar en la barra, Arthur tomó la silla echando la misma hacia atrás para que Antonella se sentase y ella apreció el gesto, mientras que él pegaba la silla a su lado, provocando que la de ojos café claro se pusiera más nerviosa de lo que ya estaba, miró el bartender sonriendo:

—Dos copas de champagne, por favor.

—Ya mismo las traigo, chicos.

—Gracias —Arthur le guiñó el ojo en forma de agradecimiento y Nella se preguntaba ¿Cómo es que era tan atractivo? Apenas el monegasco giro su cara a verla, ella se hizo la que no estaba viendo nada, el rubio empezó a jugar con sus dedos— así que, que bonito hablarnos por primera vez, Antonella Ferrer.

Y Nella sintió un descontrol hormonal al escucharlo decir su nombre y su apellido.






















━━━━━ AL FIN SE HABLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN, diez capítulos después JKJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJA

Arthur y Nella:

JJKAJAKAJAKAJAJAJAJA espero que les guste el cap, voten y comenten no les de pena y si quieren un cap no dude en pedírmelo! 🫶🏻

💌
—girlofmyidols.

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