Después de lo que te dijo Rindou, no pudiste resistirte y terminaste teniendo sexo con el.

Sin duda, no era tu primera vez, pero te sentías bien.

Hasta mas tarde, en la tarde casi noche que te levantaste con un dolor horrible de caderas.

—Buenas~

Dijo Rindou, solo sumergiste tu cabeza en la almohada, no querías nada.

Quedando boca abajo.

—Te duele?—preguntó

—Si, que piensas hacer al respecto?

Dijiste, este sonrió, pero no lo viste, te volteó haciendo que quedes boca arriba y te beso.

Sus manos fueron directo a tu cuello para profundizar el beso, mordió ligeramente tu labio inferior, abriste un poco la boca y este aprovecho para meter su lengua.

Después gracias a la falta de oxígeno se separó de ti, dejando ver su sonrisa.

—Te tengo una sorpresa~

Dijo el, te sorprendió por que la última vez que dijo eso, no había resultado nada bien.

—No me gustan tus sorpresas...—dijiste, este te levanto de la cama sin oír tus reclamos—Bájame Rindou!

—Amo—respondió el

—Qué?

—Dime Amo o no te bajo—amenazó estaba jugando contigo.

—Bájame—repetiste, te vio en forma de desaprobación—Amo...

sonrió al ver si logro que lo llamaras así, no te bajo, pero camino contigo en brazos hasta llegar al baño.

Donde los dos se bañaron juntos, estabas nerviosa y ansiosa por aquella sorpresa. Todavía no lograbas recuperarte de lo que paso con Draken. Pero terminaste aceptando que era tu culpa.

Todo fue por la manipulación de Rindou, por usar su "Propiedad" con otras personas, tal vez si hubieras sabido en que te metías jamas le hubieras provocado. 

Este te subió a su auto y el empezó a conducir, tu solo te limitabas a ver por la ventana como el sol iba cayendo para que entrara la noche. 

Cuando llegaron a una bodega diferente de la cual ha iba ido la otra vez, en cuanto abrieron la puerta pusiste escuchar la voz de Ran y Sanzu golpeando y diciéndole de cosas a alguien.

Ademas de los quejidos de las otras personas, aparentemente algo tenían en la boca, pues no se escuchaban claros. 

Y antes de que pudieras ver a los dueños de aquellos quejidos Rindou te tapo los ojos con una manta que traía con el.

—Ven linda~ confía en mi ¿si~?—dijo el mientras te guiaba tomando tu mano derecha. 

Odias escuchar quejidos hacia ti, como si trataran de alarmarte o advertirte de algo, pero si algo era seguro en ese momento para ti, era depositar tu confianza en Rindou

—Okey...

—La niña de Rin ya llego~?—la voz de Sanzu se escucho, después como arrastraban una silla.

Te sentaron en aquella silla, podías escuchar varios pasos, y como arrastraban cosas, al igual que los quejidos de aquellas personas.

—Listo linda~ solo no te vallas a enojar~ ¿okey~?—te advirtió Rindou

Cuando te quitaron la venda, frente a ti estaba una mesa larga, y arriba de ellos estaba tu padre y tu hermana amarrados de pies y manos, con el pecho pegado a la mesa. 

—Que es esto?—preguntaste—¿¡¡Es una maldita broma verdad!!?

—Shh no grites linda~—te susurro Rindou al oído—Te explico, ayer fue el ultimo día en el que tu padre tenia para pagarnos~ y ahora debemos deshacernos de el~ y crecimos que querrías ver el show~

—Explícame por que quisiera ver algo así?

—Por que tu eres nuestra invita VIP!—dijo emocionado Sanzu

—_____, antes de que me digas algo~ quieres saber que hizo tu padre y tu hermana una vez te fuiste de esa casa—dijo Rindou, tenias miedo por la respuesta—Te lo diré~ tu hermana empezó a seducir a tu padre, para convencerlo de conseguir dinero de cualquier manera~ y sabes como lo iba a convencer~? con sexo~

—Que mierda te pasa!?—le gritaste a tu hermana menor—Estas loca!? y tu espero y no hayas aceptado—le regañaste a tu padre, el solo aparto la mirada avergonzado—Ustedes par de degenerados que les pasa!!?

—No te alteres tanto~ podrás vengarte~ 

Eran tu familia de sangre, pero sin duda te habían tratado mal estos últimos años, tal vez era tu forma de vengarte de ellos.