𝟳.
Amelia se encontraba bailando con su amiga, no había bebido nada ya que ella y el alcohol no eran muy buenos amigos que digamos, de repente Lily saca su teléfono y ve la pantalla de este.
— ¿Ya te vas? —Lily asintió mientras abraza a su amiga.
— Mi mamá me está esperando afuera, sabes que estaba castigada y solo me dieron permiso hasta las 12, ahora tengo que volver a mi casa antes que mi carriola se convierta en calabaza. —Amelia carcajeó para luego asentir—. ¿No quieres que te llevemos? Mi mamá te puede llevar sin ningún problema.
— No, no te preocupes, estoy bien, allí está Ares, le dire que nos vayamos y listo, estoy muy cansada. —Lily asintió para luego besar la mejilla de su amiga.
— Adiós, nos vemos mañana, sabes qué necesitamos comprar ropa y mi mamá ya mañana me levanta el castigo. —Amelia asintió para luego despedirse de su amiga y empezar a caminar hacia donde se encontraba su novio, el cual estaba bebiendo junto con sus amigos, el chico al ver a su novia se levanta mientras carcajea.
— ¿Estás borracho? —Ares negó mientras le sonreía—. Claro que estás borracho, ya vámonos Ares, sabes que te pones muy mal cuando tomas.
— Mejor quedemos otro rato más. —Ares puso sus manos en la cintura de Amelia para luego acercarla hasta el, el olor alcohol llegó a las narices de la castaña la cual quiso retroceder pero el chico apretaba más su agarre.
— Si no te quieres ir, te dejo, pero ya suéltame. —Ares trató de besarla pero Amelia se negaba—. Ya suéltame Ares.
— ¡Te dijo que la sueltes! —Amelia observó como Billy caminó hacia donde se encontraban ellos, Ares carcajeó para luego soltar a la castaña bruscamente provocando que la chica cayera al piso—. No debiste hacer eso.
Billy le pegó un puñetazo al pelinegro y este cayó al piso, el rubio se subió arriba de él para luego seguirlo golpeando, Amelia se levantó para luego acercarse a donde se encontraban todos gritando.
— ¡Billy! ¡Ya suéltalo Billy! ¡Por favor! —El rubio la miro por un momento para luego parar de golpear al chico y levantarse, Amelia se acercó a Ares y este solo se quejaba en el piso—. ¿Estás bien?
— ¡Eso es para que aprendas a respetar a las mujeres! —Billy le saca el dedo del medio mientras posaba una sonrisa burlesca en el rostro—. ¡Poco hombre!
— Maldito infeliz, me las vas a pagar. —Ares se levantó para luego empezar a caminar hacia el rubio, el cual solo lo miraba con una sonrisa burlesca. Amelia se puso al frente del pelinegro.
— Ya para Ares. —El chico agarró a Amelia y la empujó a un lado con fuerza, el rubio caminó hacia la chica para ayudarla—. Estoy bien.
— Te llevó a casa, no creo que te quieras ir con el estúpido de tu novio. —Amelia asintió para luego caminar hacia donde se encontraba su chaqueta y su bolso y salir.
— ¡¿A donde diablos vas Amelia?! No te puedes ir, ¡eres mía! —Amelia le sacó él dedo del medio pasa luego entrar al auto de Billy.
— Gracias por defenderme. —Amelia miró como el puño del chico estaba lleno de sangre—. El nunca había reacionado así, ni cuando toma.
— No debes de confiar en todas las personas, por qué no sabes cuando te clavarán un cuchillo en la espalda. —Amelia asintió mientras miraba la hermosa luna—. ¿Eres hermana de Steve Harrington cierto?
— Si, de hecho somos mellizos, según tengo entendido juegas basquetbol con el. —Billy asintió mientras miraba de reojo a la chica—. Deja de hacer eso.
— ¿Hacer qué?
— Mirarme de esa manera. —Billy frunció el ceño confundido lo que provocó que la chica se aclarara la garganta—. Como si me quisieras desnudar.
Billy sonrió levemente para luego mirar a la chica—. No te puedo mirar de otra manera que no sea esa cariño.
— Ya llegamos, muchas gracias de verdad. —Billy asintió levemente, la chica abrió la puerta del auto para luego cerrarla, rodeó el auto para sacar sus llaves.
— ¿Te veo después? —Amelia abrió la puerta de su casa para luego girarse y sonreírle levemente.
— Ya lo creo. —Amelia le guiñó un ojo para luego entrar a su casa y cerrar la puerta detrás de ella, la castaña sonrió para luego morderse el labio inconscientemente, la chica pudo observar como su hermano se encontraba mirando televisión mientras tenía helado de vainilla en su mano, oh no, el helado de vanilla significaba para ellos problemas amorosos—. ¿A quien tengo que asesinar? Además creo que también necesito helado de vainilla.
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