𝟮𝟭.
Amelia bajó del auto para luego observa la casa, la cual le traía muchos recuerdos felices, lastima que todo cambio cuando su padre se convirtió en Alcalde.
— Es una casa muy bonita —Amelia sonrió para luego asentir—. ¿Son de tus padres?
— Si, solíamos vivir aquí cuando yo y Steve éramos más pequeños, entremos —Amelia agarro la mano de Billy para luego subir las escaleras y la chica colocar la llave para luego abrirla—. Este es mi lugar favorito cuando necesito escapar de mi casa, en esta casa pase todos mis momentos felices.
Billy se acercó a un buró en el cual había una foto de todos sonriendo como si fueran la familia perfecta y sí que lo eran, pero no todo era de color rosa.
— Aquí se veían felices —Amelia sonrió cuando vio aquella foto.
— Y sí que lo éramos, pero todo cambió cuando a mi padre lo nombraron alcalde —Amelia sonrió para luego dejar la foto donde estaba—. Pero no vinimos a amargarnos, hagamos algo divertido, ¿De acuerdo?
— Claro —Amelia empezó a caminar hacia la cocina siendo seguida por Billy, la chica abrió la despensa para luego sacar una botella de vino—. ¿Como es que la comida se ha mantenido intacta?
— Mi nana siempre viene a rellenar la despensa y a quitar el polvo que haya, este era un secreto entre nosotras dos, pero ahora tienes que guardar el secreto —Billy hace como si se cerrara la boca y botara la llave, Amelia sonrió al verlo, la chica caminó hacia donde estaban las copas pero no pudo alcanzarlas—. ¿Me hechas una mano?
— No puedo creer lo enana que eres —Amelia lo empujo para luego sonreír, Billy agarro dos copas y Amelia abrió la botella para luego verter el vino en las dos copas, Billy le entregó una—. No sabía que bebías vino.
— Aveces me sale mi lado fina, pero no por mucho tiempo —Amelia agarró la mano de Billy para luego caminar hacia la sala, la chica se acercó a la chimenea para luego encenderla—. Se siente más cómodo así.
Billy se sentó en el piso para luego agarrar a la castaña por la cintura en sentarla arriba de él, el rubio la abrazó por los hombros disfrutando del cálido calor que la chimenea les proporcionaba, cualquiera que los viera pensaría que los chicos tienen una hermosa relación, pero no era así, ni siquiera tenían una relación y tenían que vivir escondidos de las personas por que no aprobarían su relación, quien lo diría, un californiano con problemas familiares se está acostando con la hija del alcalde.
— ¿Como cambió todo? —Amelia frunció el ceño sin entender la pregunta del chico, el cual carraspeó—. Tu familia, como cambio.
— Cambio desde que mi padre se hizo alcalde, quiso que nos cambiáramos de casa, aveces no lo veíamos por días incluso semanas, mi madre nunca se preocupó por nosotros, era más importante sus reuniones con sus amigas y los eventos, para que siguiéramos siendo la " Familia del año ", ¿Sabes? Lo mío con Ares era mentira, todo fue mentira, mi padre es muy buen amigo de su padre y el me contó que Ares siempre estuvo enamorado de mi y me obligó a estar con él, ni siquiera lo amo, pero cada vez que le digo a mi padre eso me da una cachetada —Billy beso el hombro de la chica para luego abrazarla más fuerte—. Mi vida es una mierda, no es " Perfecta " como muchos creen y estoy harta de eso, lo siento quizás ni te importa lo que digo.
— Claro que me importa, ¿Sabes? Yo tampoco tengo una vida perfecta, mi madre se fue cuando era pequeño por qué no aguantaba los abusos de mi padre, me dijo que me llamaría para venirme a buscar, dure días, semanas, meses, al lado del teléfono esperando a que me llamara pero nunca lo hizo, se olvidó de mi, me dejó solo con mi padre el cual cada vez que llegaba borracho me pegaba y todavía lo sigue haciendo, mi furia la desquitaba en el alcohol y las peleas callejeras, aveces siento que soy igual que el —Amelia se volteo para luego besarlo y levantar su cara.
— No eres igual que él, nunca serás igual que el, créemelo —Billy la abrazó ocultando su cara en el cuello de la chica, recordó las palabras que su padre le había dicho: " Eres una marica, eres tan débil, tan inútil, eres igual a tu madre, dejas que las mujeres te pongan comiendo de su mano, eso hacen todas, hacen que te pongas sensible y hacen contigo lo que ellas quieran " Billy apretó con fuerza a la chica, la cual se quejaba—. Billy me estás lastimando, suéltame.
El rubio la soltó para luego mirarla, la beso con fuerza mientras metía sus manos por la camisa de la chica apretando con fuerza sus senos, la chica se quejaba.
— Billy suéltame por favor —El chico cegado por las palabras de su padre le rompe la ropa interior a la chica, la cual trataba de alejarse de él, de repente Amelia le da una cachetada y el chico la mira a los ojos, los cuales estaban rojizos y llenos de lágrimas.
— Perdóname.. —Amelia se levantó para luego acomodar su ropa, Billy se levantó de inmediato intentando acercarse pero la chica se alejó con miedo—. Por favor nena, perdóname, no sé en qué estaba pensando.
— No te me acerques por favor, vete, solo vete. —Amelia caminó hacia la puerta para luego abrirla tratando de contener las lágrimas, Billy la veía con arrepentimiento—. ¡Que te vayas!
El rubio salió de la casa para luego oír como la chica cerraba la puerta, los dos se dejaron caer recargados en la puerta, el rubio se agarró su cabello con desesperación y recordando lo que le había hecho a la chica.
— Por favor perdóname, no sé qué me pasó —Amelia dejó caer su cabeza en sus piernas mientras lloraba, sin duda alguna, pensaba que las cosas con el chico irían bien...
Aclaración:
Todos los personajes tienen ya 18 años,
tanto Amelia como Billy son mayores de edad.
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