Amelia se encontraba en el baño junto con Lily, la cual trataba de curarle el golpe que la castaña había recibido por su padre.

— ¿Enserio te pego solo por decirle eso? Es un animal. —Amelia se quejó al sentir como el alcohol tocaba su mejilla—. Lo siento, pero me da mucho coraje.

— No te preocupes Lily estoy bien, aunque no creo que la nariz de Ares esté tan bien después de él portazo que le dio mi mamá. —Lily carcajeó para luego volver a poner el alcohol en la mejilla de la chica.

— Deja de hacerme reír para que me olvide de lo qué pasó lia, no puedes dejar que esa bestia te trate así. —Amelia suspiró para luego mirar un punto fijo, sabía que el fondo su amiga tenía razón, la chica no podía dejar que su padre la tratara como le viniera en gana, pero no podía hacer nada, su padre tenía la mayoría del control sobre ella y sobre todos—. Te dije que iba a acompañarte y no me hiciste caso, ahora me siento culpable.

— No te sientas culpable Lily, fui yo la que dijo que no quería que me acompañaras, pero mira el lado positivo, ahora se ve como si hubiera peleado con Freddy Krueger. —Lily carcajeó para luego quitar el paño con alcohol del cachete de la chica, de repente sonó la campana indicando que el receso se había acabado.

Amelia sentía la mirada penetrante del rubio, la cual por alguna razón miraba directamente al cachete que se mostraba de un color rojizo de la chica, está al darse cuenta se trató de tapar su mejilla con su cabello, de repente sonó el timbre indicando que ya las clases se habían acabado.

La castaña recogió sus cosas para luego salir del salón y empezar a caminar hacia la salida, sintió como alguien caminaba a la par de ella mirándolo de reojo la castaña pudo observar como se trataba de Billy.

— Sabes que no podemos hablar enfrente de todos y menos de los amigos de Ares. —Billy suspiró para luego voltear a ver el cachete de Amelia la cual solo trataba de taparlo.

— Te espero en el 24 B, al lado de donde está el conserje. —El salón 24 B, donde los estudiantes de Hawkins iban y desahogaban todo en aquel salón, porque aparte de que no se escucha nada, esta totalmente abandonado algo que a Amelia le gustaba.

La castaña empezó a caminar hacia aquel salón observando cuidando de que nadie la pudiera observar, la chica abrió la puerta y la cerró a sus espaldas y observó al chico de rulos cruzados de brazos esperándola.

— ¿Quien te lo hizo? —Amelia agachó su cabeza mientras trataba de que las lágrimas no salieran disparadas—. Por favor Amelia... Dime.

— Fue mi padre, pero lo hizo por qué yo colmé su paciencia, además no te tienes que preocupar por mi, estoy bien, siempre lo he estado. —Billy suspiró para luego pasar su mano por su cabello—. No entiendo por qué te preocupas por mi.

— No me preocupo por ti, no te creas la gran cosa, solo quería saber, recuerda que fuimos cosa de una noche. —Amelia sintió como su corazón se rompía poco a poco, con tan solo una maldita oración.

— Claro.. Solo una cosa de una noche, me tengo que ir. —Amelia salió del salón para luego empezar a caminar con la cabeza agachada, no sabía por qué le había dolido tanto esa estúpida oración que había dicho el rubio, por que después de todo, era cierto, solo fueron cosa de una noche, pero lo que la castaña no sabía aún es que gracias a esa maldita noche podrá sentir que es ser feliz....