ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛʜɪʀᴛʏ ᴇɪɢʜᴛ
Cierto día, Beomgyu se había lastimado en las prácticas de baile.
Se había doblado el tobillo, al pisar mal, y apenas fracturado, una fisura, como había dicho el médico, la muñeca, al caer con todo su peso sobre esta.
Le dolía tanto que las lágrimas le picaban los ojos, aunque se resistió a llorar, y no fue sino hasta que Taehyun llegó con él que se escondió en su pecho para que nadie lo viera.
Taehyun se había asustado bastante cuando había recibido el mensaje de su novio de si podía ir a la sala de baile, sin más información que esa.
Incluso cuando la señora Choi llegó para llevarse a su hijo, Taehyun no se separó de él, y la mujer tuvo que firmar para retirar a los dos.
En el camino al hospital, con Beomgyu teniendo su muñeca descansar dentro de un pañuelo, atado a su cuello, el chico ya había dejado de llorar y se empeñaba en mantener la vista baja, apoyando su cabeza en el hombro de Taehyun.
— No sigas mal. — pidió el peli-rojo, acariciando su cabello y mejilla, alzando el rostro del chico para mirarlo.
Beomgyu negó, volviendo a acomodarse.
— Beomgyunnie. — lo llamó, aunque el mudo lo ignoró. — Te conozco, algo te pasa, ¿en qué piensas?
Beomgyu tardó un momento en negar de nuevo.
Taehyun se ahorró un suspiro, tomó a Beomgyu por sus mejillas, volviendo a alzar su rostro.
— Dime. — habló con suavidad.
Beomgyu suspiró. Con su mano libre señaló a si mismo, y luego juntó todos sus dedos, y tocó su mejilla con la punta de estos.
— ¡Gyunnie! — su madre se enojó un poco, viendo los gestos por el espejo.
— ¿Qué significa? — preguntó Taehyun.
La señora Choi suspiró.
— Dijo "Soy tonto".
Taehyun lo miró con el ceño fruncido, vió el mohín en los labios de Beomgyu, el mudo volvía a tener la vista baja.
— Beomgyu, no eres tonto. — habló el peli-rojo con suavidad. — ¿Por qué sería tonto? ¿Por caerte? Es algo que le pasa a cualquiera.
Beomgyu sacó su cuaderno.
"Soy tonto porque no sé coordinar. Me caí por bailar mal".
— No bailas mal. — dijo Taehyun, automáticamente, negando con su cabeza para enfatizar. — Beomgyu, eres el mejor bailarín que he visto.
"Tu no ves bailar a nadie más que a mí"
— No voy a perder el tiempo viendo bailar a otros cuando puedo ver al mejor bailarín del mundo. — replicó Taehyun, mirándolo directamente.
Beomgyu bajó su cuaderno, sin nada que decir, sus mejillas se tiñeron de rojo, y Taehyun dejó un sonoro beso en ambas, haciendo que la señora Choi riera.
editado [17.06.21]
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