CAPÍTULO ÚNICO

La humedad de sus manos, el frío de sus pies y el castañeo de sus dientes le indicaban que no debía haber venido. La fogata que habían improvisado no era suficiente para secar su ropa. Claro que había sido un error haber cruzado el río, ya que tenía sus pantalones mojados y le sería imposible recuperar el calor. Pensó que no debió haber aceptado la invitación, nunca lo hacía. Siempre escuchaba lo que los demás comentaban al otro día de fugarse clandestinamente de la casa, posterior a la cena navideña. Jamás le interesó, y esta tampoco era la excepción.

Pero Jisoo desde que había llegado para asistir a la reunión familiar de cada año, le había comentado el entusiasmo por querer asistir a la fuga de este año. Ella era persistente, elegre y pocas veces tímida. Cosa que a Taehyung sorprendía, ya que a pesar de que compartían la misma edad, ambos eran muy distintos en personalidad. Por un lado él era retraido y poco expresivo y su rostro siempre distaba mucho de las emociones que pasaban por su cabeza. Y por otro lado, ella era extrovertida y poseía una boca que no tenía filtro a la hora de opinar, haciéndolo de forma inocente pero que sin embargo le ocasionaba muchos problemas para entenderse con los demás. Y eso tenían en común.

-¡Ten cuidado Tae!

-Shhhhh. Se silenciosa Jisoo- No sabía en qué momento de todos aquellos días previos al escape, ella lo había convencido con su poder de manipulación, de que esto sería buena idea. No sabe si fue cuando le imploro en murmullos cuando juntos secaban la loza y que solo sería esta vez. O cuando jugaban naipes y ella con sus ojos acuosos le dijo que ya sentía la necesidad de crecer y ser como los demás. Como los demás pensó él.

Pero para Taehyung no cabía ni pegaba el anhelo de crecer, con la necesidad infantil de escapar en medio de noche buena por la ventana de su habitación. Todo por ir a una reunión clandestina junto a sus primos. Carecía de sentido.

Todos eran adolescentes y estas huidas se habían vuelto costumbre durante años en su familia. De algún modo todos los adultos sabían de aquello, pero ninguno mencionaba algo al respecto. Y si bien no todos estaban de acuerdo con ello, los más conservadores intentaban ignorarlo, siempre y cuando no ocurriera algún hecho que ensuciara a su familia.

¿Es que quien podría juzgarlos? Eran sus hijos dejando de ser niños. Estaban creciendo, descubriendo sus límites y lo hacían en casa. Por ello los dejaban.

-Creo que no debí haber venido- Taehyung estaba claramente incómodo. No sabía si era por su ropa mojada, por las miradas, o porque simplemente él no se relacionaba con sus primos. No como él quisiera al menos.

-Ya Tae, relájate. Ten, toma esto.- Le dijo Jisoo, entregándole un vaso con el licor barato que habían traído desde la ciudad.

-No quiero beber- Le respondió, empujando levemente nervioso. Nunca había bebido. Y esta no sería su primera vez en hacerlo. No delante de ellos.

-Como quieras- Le respondió Jisoo con una sonrisa. Mientras el encogía sus piernas y las abrazaba escondiendo ligeramente su cabeza en ellas y dejando su ojos a la vista. Sin saber si esta acción era por el frío, o por el miedo. Otra vez el miedo.

La música proveniente de un celular sonaba en el ambiente, amortiguando el sonido del rio que pasaba por medio del bosque.

-¡Ya! Es hora de que juguemos, se nos hará muy tarde y ya me está dando sueño. – Señaló Yugyeom mientras hacía gestos con las manos simulando que se quedaba dormido.

Habían llegado cerca de las tres de la mañana y ya el reloj comenzaba a acercarse a las cinco. Debían apresurarse, pues amanecería, los verían llegar a casa y podrían haber problemas. Según ellos, sin imaginar que todos sus padres sabían que huían después de noche buena.

-Era cosa que solo lo dijeras. Este año tenemos nuevos participantes y será interesantísimo jugar.- Señaló Jin Ri, mientras bebía de su vaso y miraba de forma burlesca a donde se encontraba sentado Taehyung. Ella lo despreciaba la mayor parte de tiempo, siendo la artífice principal de todas las veces en que lo hizo sentir ridículo delante de sus primos.

Es que Taehyung era diferente, siempre lo había sido. Y ellos, todos similares. Todos se veían durante el año, salían juntos a las fiestas en la ciudad. Asistían desde niños a los cumpleaños de los otros. Y más de alguno era compañero de salón, ya que asistían al mismo instituto. Tenían todo en común. Hasta la misma sangre.-pensó Taehyung.

En cambio Taehyung siempre estuvo solo. Rodeado solo de caballos, vacas y gallinas. Algo que le hacía pensar que tal vez ese era el real motivo por el cual no sabía cómo relacionarse con personas. Solo solía hacerlo con animales. Y esto no ayudaba en nada a compatibilizar con sus primos. Todos con afinidades entre ellos y tan diferentes a él.

-¡Opino que Taehyung debiese comenzar girando la botella!.- Enfatizo Jin Ri.

Y si, el juego de la botella. El de girarla, darle un impulso en forma circular hasta que acabe en el lugar de tu beso.

-Definitivamente debí haberme quedado en casa- Habló Taehyung. Mas para sí mismo que para los demás.

- ¿Y tú crees que sabe besar? Las vacas no cuentan – Agrego Sehun, provocando la risa en la mayoría de ellos- ¿No crees que es mejor que alguien que lo haya hecho antes sea el primero?

Todos miraban a Taehyung. Sin embargo el se mantuvo callado y sin expresión en el rostro. No comenzaría una discusión con sus primos. Claro que no.

-¿Y crees ser tu Sehun digno de ocupar el puesto del con más experiencia besando?- Se escuchó una voz en medio de las risas que aún se perdían por entre los arboles del bosque. – Y debo añadir que tus primas no cuentan-

Y se escuchó un gran "uuh" en respuesta.

-No, creo que es mejor que empieces tu claramente Jungkook. Por algo has traído a (vecina) ¿no es así? – Le dijo riéndose y con algo de molestia en su voz.

-No estoy para acceder en tus provocaciones Sehun- Le respondió Jungkook, mientras se ubicaba al lado de Taehyung. Para de algún modo tranquilizarlo con respecto a la situación.

-Ya cálmense ustedes- Habló Jin Ri- Y ya vamos a jugar. Empieza tu Sehunnie.

Y era así como todo comenzaba a girar junto a la botella. Mientras Taehyung se dedicaba a observar con admiración el perfil de su primo Jungkook. Porque si, admiraba el que siempre tuviese las palabras exactas para frenar los ataques de sus primos hacia él. Era valiente, cosa que Taehyung –según él- no lo era. Además de ser inteligente, tranquilo y reservado. Jamás lo había visto utilizar la fuerza para rebatir algo.

-La noche esta fría ¿no crees Jungkook?- Habló una voz femenina que Taehyung identificó de inmediato. Era Lisa, su vecina desde hace cerca de siete años. Delgada, de piel pálida, cabello castaño y hermosa. Excesivamente hermosa-pensaba Taehyung. Era la cita de Jungkook esta noche.

-¿Quieres mi chaqueta?- Preguntó Jungkook mientras retiraba su chaqueta de mezclilla y la ponía sobre sus hombros mientras le sonreía.

-Gracias- Le respondió ella de forma tímida. Dejando en evidencia su poca experiencia en este tipo de situaciones. Junto a Taehyung eran los únicos que no vivían en la ciudad y ambos tenían una forma diferente de comunicarse con los demás. Funcionaba entre ellos, pero no tan bien con el resto.

-Oye tu!,..mmmm al lado de Jungkook ¿Cómo es que te llamabas? – Lisa lo miró, ya que se percató que era a ella a quien hablaba - Me debes besar- Yugyeom habló.

Al parecer habían vuelto a girar la botella, luego de varias rondas y en ese momento Lisa observaba la botella apuntando hacia ella. A la vez que el medio y quizás un poco de vergüenza invadían su rostro.

-Es... que, no se si quiera jugar- Lisa estaba nerviosa. Es decir, era su primer beso y ella dudaba mucho en querer compartirlo con un Yugyeom ebrio que comenzaba a fruncir sus cejas. No era su idea de aquella noche.

-¿Estas bromeando?, es solo un simple beso.- Insistía él mientras la observaba y se sonreía entre burla e impaciencia.

-Yo... no quiero... besarte a ti- Se atrevió a decir entrecortadamente. Mientras algunos miraban riéndose, algunos expectantes a la situación y otros simplemente ensimismados en su mundo mientras bebían.

Entretanto Taehyung sin dejar de temblar producto de su ropa mojada, esperaba con nerviosismo el desenlace. Él sabía que Yugyeom era muy terco cuando quería conseguir algo. Resultando agotador cuando no se cansaba de insistir.

-Por eso yo opino que los niños deben quedarse en casa- Agregó un enojado Yugyeom- Siempre arruinan la diversión y terminan jo...

-¡Entonces bésala tu Jungkook- Jin Ri alzó la voz mientras bebía un vaso con una sonrisa y una mirada desafiante hacia su primo- Esta claro que ella quiere besar a alguien, pero ese alguien no es mi querido Gyeomie- Finalizó dirigiendo su mirada hacia Yugyeom con un puchero en sus labios.

-No se si sea lo correcto...- Respondió Jungkook mientras miraba hacia sus pies.

-Esta bien Jungkook- agregó Lisa, mientras tocaba su hombro. – Mientras sea contigo.

Lisa gustaba de Jungkook. Era obvio para todos. Desde la primera vez que lo vio en la casa de Taehyung hace siete años. E insistía en que sus padres le diesen el permiso para ir a jugar a casa de su vecino durante todas las fiestas de fin de año. Solo se relacionaba con él, por lo tanto luego era Jungkook quien iba a buscar a Lisa a casa de sus padres para que la dejaran compartir con el resto de sus primos.

-¿Esto es muy romántico no Tae?- hablaba Jisoo mientras se tomaba del brazo de Taehyung.

-Para mi es incómodo- Taehyung se removía en su lugar mientras observaba sus pies descalzos y frios. Se los había mojado al cruzar el río y aún estaban entumidos- Es decir, todos los observan.

Se sentía avergonzado. Si eso era. Observar a dos personas besarse, sabiendo los sentimientos de Lisa hacia su primo. Y tal vez los de Jungkook hacia su vecino, los cuales desconocían, pero tampoco era como si él ignoraba el que obviamente se atraían. Era una situación tan íntima e iban a ser expuestos como un experimento para el resto de sus primos. A Taehyung se le revolvía el estómago entre nerviosismo y ansiedad. No quería estar ahí.

Fue por eso que no quiso levantar su mirada desde sus pies. Ignorando cuando Jungkook acomodo el rostro de Lisa entre sus manos y besó sus labios cálidamente, mientras sus primos algunos gritaban eufóricamente producto del alcohol. Mientras que otros hacían gestos de amor con su rostro, como si del el final de una película romántica se tratase.

-Aahh!, yo también me quiero enamorar- Habló Jisoo sentada a su lado.

El amor. Sutil y silencioso. – pensó Taehyung- Bebes dosis de el y te intoxicas a voluntad. Luego te vuelves vulnerable. ¿Quién quisiera enamorarse?

-¿Tú te has enamorado alguna vez Tae? – volvió a hablar Jisoo.

Taehyung la miro sin expresión en sus rostro, mientras que le ella sonreía. Inocente de todo lo que involucra el amor. No es que él tuviese mucha experiencia, la verdad es que era casi nula. Pero no era una experiencia agradable. La llevaba atorada en su garganta y lo hacía sentir asfixiado.

-No, nunca lo he hecho- Mintió. Tampoco era como que no acostumbrara hacerlo.

Pasó una larga hora y ya comenzaba a amanecer. Y Taehyung se sentía aliviado de que la suerte estuviese de su lado y la botella prácticamente lo haya ignorado durante el juego. En cambio Jisoo estaba feliz había recibido dos besos. Siendo de sus primos, pero al fin y al cabo besos. Algo que a ella le provocaba una satisfacción personal, cosa que Taehyung no entendía del todo.

-Creo que ya es hora de irse- Hablo Sehun- Ya está amaneciendo.

Todos asintieron, mientras unos despertaban a otros y buscaban sus pertenencias. Y Taehyung feliz comenzó a poner sus calcetines que no habían alcanzado a secar del todo.

-¡Esperen! – Jin Ri habló llamando la atención de los adormilados chicos.-Taehyung no ha jugado.

-No es necesario Jin Ri- Taehyung la miraba desde el suelo mientras acercaba sus zapatillas que se encontraban cerca del fuego.

-¡Claro que es necesario! ¿O es que acaso le temes a algo? – Ella se estaba burlando de él. Una vez más lo hacía.

-¿Miedo de qué? – Se atrevió a decir Taehyung, sin saber de donde salieron sus palabras. –Lo haré, si con eso ya me puedo ir a mi casa.

Y todos se ubicaron de forma desordenada en círculo una vez más. Algunos ya dormidos se apoyaban en el hombro del otro, mientras que otros más impacientes se decidían a fumar.

Y le comenzaban a temblar las manos mientras daba el impulso a la botella. No es que no haya besado a alguien alguna vez. Eran ellos, lo ponían en el centro del hazme reír y no quería pasar por ello nuevamente.

-Creo que deberás girar la botella nuevamente- Habló su prima Hyeri- Y Taehyung se encontraba tan involucrado con sus pensamientos que no se había dado cuenta que la botella había dejado de dar vueltas y apuntaba directamente a alguien.- Ha caído en Jungkook.

Y una que otra risa se escuchó por entre sus primos. Y Taehyung solo las ignoró y se dirigió a mover una vez más la botella.

-¡Pero que se besen!- Enfatizó Jin Ri- ¿No creo que sea un gran problema para Taehyung besar a otro hombre?- Y las risas dormidas subieron de volumen y Taehyung se quedó paralizado. Ahí estaba una vez más, siendo ridiculizado una vez más por el condenado problema. A Taehyung no le gustaban las chicas. A Taehyung le gustaban los chicos. Taehyung era homosexual. Y sus primos siempre se lo hicieron saber desde que llegó a esa familia. – Aunque sí creo que para Jungkook puede que lo sea, es decir, sería asqueroso. ¿No es así Jungkook?

Y Taehyung seguía sin moverse, de rodillas frente a una estúpida botella. No debía haber salido. Obvio, era tan obvio que sucedería nuevamente.

-Ya basta Jin Ri. – habló Jungkook mientras la observaba fríamente- ya vámonos a casa.

-¡No lo quieres besar!- Y estalló en una carcajada que hizo estremecer a Taehyung- Es evidente que te produce nauseas hacerlo- Y se dirigió hacia Taehyung agachándose a su altura- ¿Sabes lo gracioso de todo esto Taehyung? Es que Jungkook no te quiere besar no porque seas su primo- hizo una pausa y suspiro fingiendo tristeza- ¡Si no porque eres un maldito maricón!

Y todos rieron. Eran unos niños jugando a ser grandes. Hiciesen lo que hiciesen seguían siéndolo. Y sus risas dañaban en ese momento una persona. Y ellos entre el sueño, el alcohol y la inmadurez, lo ignoraban todo. ¿Cómo juzgarlos? Si eran unos niños.

-Ya basta imbécil ¿Es que no vez que lo lastimas?- Habló Jungkook dirigiéndose hacia su prima. Pero Taehyung no lo había escuchado, pues después de esas últimas palabras dirigidas a él, había tomado sus zapatillas y se había retirado hacia la oscuridad que aún quedaba en el amanecer.

Es que Taehyung no entendía. Su cabeza que recién comenzaba a entender el mundo que le rodeaba, no podía comprender el odio que le hacían sentir hacia el mismo. Se odiaba. Odiaba su cuerpo, odiaba su personalidad, odiaba su cabeza y odiaba su corazón. Ese corazón que le hacía sentir tantas emociones que lo hacían diferente a los demás. Y él no quería serlo, él no quería ser diferente.

-Tae...- Reconoció la voz a sus espaldas. Él ya había puesto sus zapatillas y se había escondido entre un pequeño roquerío a la orilla del río. Era su lugar. Y Jungkook lo sabía, por lo cual no fue una sorpresa para él que su primo le encontrara.- Tae... ya vamos a casa- Agregó Jungkook.

-Vete. Me iré después.- Y si bien había dejado de llorar, sus ojos aún estaban rojizos. Al igual que su nariz. No quería que su primo le viera de ese modo, así que abrazó aún más sus rodillas.

-Ellos son....nuestros primos son insoportables la mayoría de las veces. Ignoralos Tae,...solo ignóralos.- Dijo Jungkook mientras se sentaba delante del él, acomodándose a su altura y lo atraía hacia su cuerpo.

-Ellos no....ustedes no son mis primos. No son mi familia Jungkook.- Le respondió, mientras sollozaba sobre el oído de su primo- Nunca...nunca lo han sido- Y escondió su rostro en el hombro de su primo, mientras intentaba frenar sus lágrimas a la vez que aspiraba el agradable aroma de Jungkook. Era cálido, todo era cálido en él. Lo similar a una familia, pensaba Taehyung. Tan correcto que lo aterraba.

-Si lo eres. Siempre lo has sido para mi Tae- Y Jungkook lo separo de su abrazo, mientras limpiaba las pequeñas lágrimas que amenazaban por salir- Mi pequeño Tae Eliza Thornberry .

-¿Por qué me dices eso?- Respondió Taehyung mientras sorbía de su nariz y miraba que Jungkook aguantaba su risa entre dientes.

-¿Hablas con los animales no mi pequeño Tae? – Jungkook le dijo mientras se apoyaba en el hombro de Taehyung e intentaba no reír a carcajadas y delatar su escondite junto a su primo.

-Eres tan estúpido a veces- Dijo Taehyung mientras negaba con la cabeza. Sin molestarle el apodo. Sabía cómo era Jungkook. Su primo le apreciaba y sabía que había soltado esa idiotez para desviar el asunto, pues sus lágrimas habían cesado.

-Pero aun así y me quieres ¿No?- Jungkook levanto su cabeza mientras tocaba las mejillas de Taehyung que estaban frías por las lágrimas ya secas.

-A veces dudo,... pero sí. Al parecer creo quererte- Le decía Taehyung mientras miraba las blancas paletas que asomaban por la sonrisa de Jungkook.

Jungkook se dedicó a mirar el rostro de Taehyung. Su primo era hermoso. Y a pesar de tener su rostro rojizo por el llanto, seguía siéndolo. Habría que ser un insensato para ignorar aquello.

Fue por eso mismo que ignoró el tiempo en que estuvieron en esa misma posición. Taehyung miraba las pestañas, la nariz y los lunares del rostro de Jungkook. Mientras este último apreciaba el color almendrado de la piel de Taehyung, sus labios y sus ojos que se movían inquietos. Y Algo hizo ruido en la cabeza de Jungkook. Quizá el cansancio, el licor bebido o la compasión. ¿Acaso sentía compasión por Taehyung?

-Creo que debemos irnos- Habló Taehyung mientras tomaba las manos de Jungkook que aún se encontraban sobre su rostro y las deslizaba hacia abajo. – Ya esa amaneciendo y no quiero saber que dirá mi madre si descubre que he salido en medio de la noche.

Iba a levantarse de su sitio cuando sintió que una fuerza lo devolvía al lugar del que había decidido moverse. Era Jungkook que sujetando una de sus muñecas lo volvía a acomodar delante de él.

- ¿Qué haces Jungkook?- Le dijo Taehyung con extrañeza en su cara y un poco desconcertado.

Jungkook se había puesto tenso pero su respiración delataba su nerviosismo. Y miraba hacia el suelo, como si estuviese en un debate mental consigo mismo.

-Tú me debes algo- Señalo Jungkook mientras levantaba su vista hacia su primo. Taehyung ladeaba su cabeza y juntaba sus cejas con extrañeza. Y se había puesto nervioso, Jungkook y su actitud lo habían puesto intranquilo.

-¿Te debo algo?- Taehyung habló y pensaba a la vez a se refería su primo. – No se de qué estás hablando Jungkook.

-De esto- Jungkook dirigió la mano que no sujetaba de la muñeca de Taehyung hacía la mejilla de esta. Acariciándola y acercando su rostro tímidamente hacia su primo, quien aún lo miraba desconcertado. Jungkook se detuvo y miró a los ojos de Taehyung, que lo miraban abiertos tal cual el universo expandido y que debía explorar. Aproximo la respiración agitada de sus labios hacia los de Taehyung, sintiendo su aliento cálido y temeroso.- Mi beso- Le dijo y acortó abruptamente la distancia, como que el viento le hubiese empujado.

Y lo único que se escuchaba era el sonido del río y el de las aves que comenzaban a saludar el nuevo día.

Jungkook apenas movía sus labios, como si sintiese miedo de dañar a Taehyung. O como si sintiese miedo de dañarse a si mismo. Un atisbo de dudas paso por su cabeza. La boca de Taehyung era suave y templada, contrastante al frio de su mejilla. Pero Taehyung estaba paralizado y Jungkook no quería abrir los ojos y encontrarse con la mirada asustada de su primo.

Decidido a detenerse, se separó escasos milímetros de su boca. Pero como si Taehyung hubiese adivinado lo que por su mente pasaba en ese momento, lo sujetó de su polerón aferrándose a él, a la vez que comenzaba a mover sus labios de forma temblorosa. El miedo lo había inmovilizado, no quería moverse y dejar de respirar. Pero en los labios de Jungkook había encontrado ternura. Él le estaba invitando a apagar sus alarmas y dejar atrás la cobardía.

Sus latidos se escuchaban en sus oídos y ambos se preguntaban si el otro podría oírlos. Jungkook movía sus labios entreabriendo ligeramente su boca, para que Taehyung acomodará la suya en un ritmo suave. Explorando y descubriendo. Mientras un poco avergonzado deslizó su lengua por el labio superior de Taehyung y este abrió sutilmente la boca para él. Y en un movimiento mágico y delicado sus lenguas se rozaron. Un beso gentil y acogedor.

Se separaron, mientras apoyaban sus frentes con la respiración acelerada. Con los ojos aún cerrados y tantos sensaciones que se habían quemado en sus labios. Ninguno de los dos quería levantar la vista.

Jungkook fue el primero en hacerlo. Taehyung lo sintió e imitó su acción. Ninguno de los dos quería levantar su vista. Porque sabían que iban a encontrar algo diferente en su mirada. Algo diferente a antes del beso.

Para Taehyung habían sido muchas las emociones. Se sentía drogado. Quería volver a besarlo y eso estaba tan equivocado. Quería que su corazón abandonase su cuerpo, no debiese salir de allí luego de haberlo encerrado con tantas llaves durante todos los años que venía amando a Jungkook. Pero ahí estaba mirándole él, con su rostro indescriptible. ¿Por qué lo besó? ¿Por qué estaba desordenando su orden mental de ese modo? Esto estaba mal, definitivamente mal pensaba Taehyung. Debía reírse de la tonta situación. Y estaba mirando a su primo, pensando en que solo quería tomar su boca y envolverla con la suya una vez más.

Y era todo tan incorrecto. Pensaba Jungkook mientras discutía consigo mismo. Sus oídos habían omitido las aves, el viento entre las hojas de los árboles y el sonido del agua proveniente del río. Ahora solo pensaba en el anhelo en los ojos de su primo. Podía entender lo que estaba pensando. Había sido un beso, pero no uno cualquiera. Podía entender que Taehyung lo mirara de ese modo, ya que era un chico. Taehyung gustaba de los chicos. Pero porque ese anhelo se replicaba en él. Porque en este momento en lo único que pensaba era en los labios de Taehyung. En su calidez, su ternura y ansias. Y en el deseo que tenía de sumergirse y envenenarse una vez más en sus labios.

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Muchas gracias por tu lectura.

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