33 • Hola de nuevo, Nate McLaren
Narrador Omnisciente
El color rosa de Charlotte se esfumó en menos de dos meses. One Direction estaba hecho trizas, Harry había sido obligado a salir con Phoebe Grant, sus amigas se encontraban viajando a Praga para festejar sus excelentes notas en Juilliard, Harvard estaba por la borda y como si ello fuese poco, sus padres, iban a separarse. Con el cabello esparcido en las sábanas Versace, Charlie abrió sus ojos y un poco más feliz asimiló que tras su ventanal se encontraba radiante y espléndido, el Empire State Building. Estaba en casa, finalmente.
—Permiso, señorita Charlotte —susurró Susan abriendo la puerta de su dormitorio con una enorme bandeja llena de galletas y otros dulces para desayunar. Apenas eran las 10 de la mañana—. ¿Cómo se encuentra el día de hoy?
Charlotte suspiró.
—¿Quieres oír la mentira o la verdad? —preguntó con desgano. Susan se acomodó a su lado.
—Escúcheme, sé que esto es difícil y que tal vez las cosas no están muy bien, pero todo pasará y usted mejorará —asintió sonriendo.
—¿Mi madre dónde está? —preguntó ignorando las lindas palabras de la sirvienta de la casa quien rodó sus ojos.
—Está en su abogado —dijo.
—Por supuesto —rió—. ¿Sabes algo de mis amigas? ¿Han llamado?
—Blair y Tiffany aterrizaron en Praga temprano por la mañana, Sienna y Amy están en Boston y Cassidy se encuentra viajando a California, dijo que le llame cuánto antes —asintió y sin ganas Charlotte volvió a tirarse sobre la cama matrimonial, miró a su alrededor pensando en lo sola que se sentía y finalmente se dio cuenta de que se encontraba en Nueva York y estaba tan triste.
—Gracias Susan, puedes irte.
Sin más, la mujer salió de la habitación. Charlotte decidió cambiarse y tomar un poco de aire, lució uno de sus mejores atuendos primaverales y con la brisa en su rostro comenzó a caminar por el mítico Central Park.
—¿Has regresado? —una voz masculina hizo que se diese la vuelta confundida, subió un poco su sombrero color violeta y ahí lo vio, Nate estaba parado frente a ella complemente cambiado, muchísimo más apuesto y parecía más maduro.
—¿Nate? —dijo y se acercó sonriendo hacia él quien abrió sus brazos para abrazarla—. No puedo creer que seas tú.
—¡Oye! Lo dices como si hubieses visto al mismísimo fantasma de Cantervielle —rió haciéndose el ofendido.
Charlotte sonrió negando.
—¿Qué haces aquí? Creí que Columbia te tenía atareado —preguntó.
—Bueno, de hecho sí —suspiró—. Ven.
Tomó de su brazo y entraron al inconfundible café de Flog, pidieron dos capuccinos y ahora si, la conversación inició.
—¿Cómo va Boston? He oído que estuviste en Napa hace un mes y que las chicas también —sonrió—. Me alegro por ustedes.
—No todo está bien —hizo una mueca—. Mis estudios están mal, muy mal... Blair y Tiff han terminado sus cursadas por lo que decidieron viajar a Praga, papá y mamá van a divorciarse —dijo sin más mirando su café. Se la veía extraviada en el interminable color marrón de la taza mientras Nate le miraba con pena, aunque las cosas entre ellos dos habían terminado mal, él siempre la querría.
—Lo siento mucho, Charls. Siento haberte dejado cuándo más necesitabas apoyo —se quejó—. De haberlo sabido...
—Tranquilo Nate —negó Charlotte—. De verdad, jamás imaginé que luego de la preparatoria la vida sería tan difícil.
Nate apretó su mano con firmeza.
—¿Qué hay de Harry Styles? —preguntó—. Supongo que él sigue estando en tu vida... ¡Son muchos cambios en muy pocos meses, Charlotte! Ojalá mi vida fuera una caja de sorpresas como la tuya.
—Creeme que no quieres que sea así —sonrió—. Es una larga historia y no creo que quieras saber de él.
—Cuéntame —suspiró dando un sorbido—. Tal vez, tienes suerte y te cuento que también conocí a alguien —guiñó su ojo.
Charlie rió aunque le dolió saber que había alguien más en su vida.
—Los mánagers de Harry le han pedido que finja una relación con su ex, Phoebe Grant y bueno... van de aquí para allá juntos, paseando por el mundo y posteando fotos.
—Aguarda, aguarda... es mucha información para mis oídos —negó—. ¿Él te ha dejado luego de todo lo qué has hecho por él?
—Pues si —musitó Charlie.
—Es un imbecil, Charlotte. ¿Puedes por favor dejarlo atrás? No te merece que sigas rendida a sus pies o que estés llorando por él.
—Prometió romper con ella para volver conmigo, pero llevo esperando más de un mes y el amor no parece llegar para mi...
—¡Claro qué llegará! Vamos, eres Charlotte O'Marks, eres preciosa, talentosa, ingeniosa, muy buena y demasiado inteligente... déjalo que vaya de una a otra. Cuando se de cuenta de que dejó pasar a la mejor chica del mundo, se arrepentirán, será tarde y tú ya serás feliz.
—Gracias Nate —sonrió sinceramente—. Siempre es bueno verte otra vez.
—Lo mismo digo, Charls —se sonrieron haciendo que Charlotte se sonroje bajando la vista avergonzada—. Es lindo verte de nuevo.
A pesar de haber pasado varios meses, Nate aún no había perdido sus encantos, ni su linda costumbre de ponerle los pelos como punta.
📍Londres, Inglaterra
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@realphoebegrant Lov to u 💗 @harrystyles
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📍NYC, USA
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@natemclaren1 Happy to see u darling! 🖤🥳
@charlotteomarks So happy too 😘
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