06 | SERPIENTE ENCANTADORA

Christopher estaba más preocupado que nunca. El fin de semana había pasado y Ophelia ni siquiera le había escrito para preguntarle cómo está, si él lo hace ¿no se verá muy obvio que quiere robarle? La angustia lo comía por dentro, solo le quedaba una semana para entrar a la mansión de los Fiore y tener ese dinero en sus manos si no quiere que el señor Kim Kong lo acose o peor que eso.

Se le ocurrió volver a entrar a escondidas por la noche, pero Nugget ya lo conoce y probablemente esta vez sí le muerda el trasero, además de que su perfume lo delataría ante Ophelia si ocurre algo como aquella vez. No tiene ni la más mínima idea de cómo escabullirse en su oficina sin ser descubierto o por lo menos hacerlo sin levantar sospechas, así que su única salvación es encontrar una manera para acercarse más íntimamente a su objetivo y actuar como inocente.

— Oye ¿Estás bromeando con nosotros? ¿En serio necesitas ayuda con una mujer? — Han Jisung, Changbin y Minho se echaron a reír al escucharlo — ¡amigo, eres el maestro de las chicas! Se vuelven locas por estar contigo.

— Sí, pero Lia ni siquiera suspira por mí ¡ni puede verme! —se cruzó de brazos frustrado — ¿Qué puedo hacer? Es muy complicado hacerme su amigo y meterme a la oficina de su padre, no creo que ceda tan fácilmente.

—¿Por qué no la obligas y asunto terminado? La torturas, te llevas el dinero y desapareces de su vida como si nada hubiese pasado. Pan comido. Estoy seguro que el señor Kim borraría tu historial con la policía en caso de que te denuncien por el robo.

— ¿Tú serías capaz de hacerle eso a alguien ciego? No me creas tan cruel, Changbin —el nombrado alzó las manos en señal de paz. Chris suspiró, acercándose a Jisung quien se encontraba sentado en su escritorio lleno de computadoras —como sea, debo buscar algo interesante en su vida para poder tener más cercanía y lograr un avance.

Han activó la cámara del relicario de Ophelia, viendo que se encontraba colgado en algún lugar, un joyero, suponen, que daba vista a su habitación: ordenada, limpia con colores claros, cuadros de paisajes y detalles delicados. La vieron salir del baño con una toalla, buscando su ropa en su armario.

—Vaaaaaya ¿esa es la hija del tal Fiore? —exclamó Jisung.

— ¿Qué estás esperando para tener sexo con ella? A pesar de ser ciega, está muy buena —Chris miró a Minho sin pizca de diversión — ¿Qué? Soy dueño de un prostíbulo. Mi especialidad es saber identificar mujeres deseables y esa es una ¿o no, chicos?

— No sé, si tú no la quieres para algo más yo con gusto me ofrezco como tributo.

— ¿Ya le vieron los pechos? Parecen de actriz por...

— ¡A ver, silencio! — los calló. En el momento en que se iba a vestir, Nugget apareció en la pantalla, olfateando el relicario y dejándolo caer al piso. — ya, apaga eso.

Christopher se apartó de la pantalla, tirándose en el sofá de Han, con su cabeza trabajando a mil por hora para resolver el gran problema que tenía.

— Bang Chan ¿Te puedo hacer una pregunta algo directa? Pero no te enojes— advierte Minho antes de empezar a hablar — Ophelia no se nota tan complicada, es muy atractiva y por lo que nos has dicho parece una chica buena. Quizás estás usando la estrategia incorrecta.

— ¿De qué hablas? — lo miró aburrido.

— Sé sincero conmigo ¿Serías capaz de acostarte con alguien así? Es decir, sí, es bonita pero es... Ciega. — él pensó callado, sin saber qué responder a eso. Trata a Ophelia como cualquier otra chica sin tener en cuenta su condición, pero nunca se planteó un punto en donde ambos estuviesen juntos en la intimidad. Simplemente asintió. — bien, entonces... Se me ocurre que podrías hacerte más que su amigo, no sé ¿su novio?

— ¿Novio? ¿Estás pensando bien? No he estado en una relación seria desde que la mamá de Chu-won me abandonó, no volveré a meterme en esos líos amorosos que solo traen problemas.

— No sé si te has dado cuenta o no, pero ya estás en uno y muy grande. Piénsalo, ser su amigo no está funcionando, quizás si haces que se encariñe un poco más y te tome la confianza suficiente, logres que te muestre lo que hay en la oficina de su padre.

— Apoyo a Minho. Las chicas son fáciles de ilusionar, les dices un par de cosas bonitas y botan baba por tí. Eres el maestro con las mujeres, inténtalo, no creo que te diga que no... ¿Quién sabe? Quizás hasta te guste estar en la cama con "Lia" — rieron recordando el apodo por el que le había llamado.

Christopher le encontró lógica al plan de sus amigos. Tienen razón, una conexión romántica es más fuerte que una amistad, confiará más en él y obtendrá más beneficios para su objetivo. Lo malo es que tendrá que dejar de lado un tiempo sus encuentros casuales (sexuales) con otras mujeres, pero todo sea por terminar ese trabajo y hacerle la operación de Ambliopía a su hija.

(—✦—)

Ophelia se encontraba organizando algunos libros para su turno vespertino de lectura. Estaba indecisa ¿la liebre y la tortuga? ¿Alicia en el país de las maravillas? ¿Cuál sería mejor opción para los niños? Estuvo pensando un largo rato en ese pasillo.

— Oye — escuchó una voz a su lado, sabiendo que se trataba de Somin. Se giró hacia ella dispuesta a escucharla. — ¿Qué estás intentando con Christopher?

— ¿Disculpa? — frunció su ceño.

— No te hagas la confundida, sé muy bien que dejó cuidando a su hija en tu casa y te enteraste que salimos juntos, así que le reclamaste. Dime ¿tienes algún problema con que hayamos tenido una salida? ¿O estás celosa? ¿Por eso nos fastidias? — se cruzó de brazos enojada.

— Lo siento mucho, Somin, no era mi intención, de verdad. Yo... Solo me sentí un poco mal porque me haya mentido y no podía esperar a que llegase, necesitaba decirlo. Sabes que no me gustan las mentiras.

— No te interesa si sale con una chica en vez de irse a trabajar, no debes por qué reclamarle nada. Después de todo, si salió conmigo y no contigo es porque algo mal debes estar haciendo — ella bajó su mirada y Somin la miró divertida — no me digas que te gusta, dios mío, ¿de verdad pensaste que tenías oportunidad con alguien como él? Sal de esa burbuja. Chris prefiere a las mujeres reales, que puedan atenderlo como rey mientras trabaja y en la noche darles su merecido. Tú ni siquiera sirves para eso.

— ¿Y tú sí? — ladeó su cabeza algo extrañada — tienes novio y, que yo sepa, su relación no está yendo mal por su culpa. Si no por tí. Discuten cuando sales del trabajo y puedo escucharlo porque gritan muy fuerte, y siempre hablan sobre tí, ya sea en el aspecto sexual u otra razón. Según tu lógica ¿sí eres buena solo porque puedes ver? Porque creo que tu pareja no está convencido de eso...

— ¡No seas estúpida!— golpeó sus libros más que molesta, tirándolos al piso. — si no fuera porque estamos en el trabajo y nos pueden echar a ambas, te juro que te hubiese dado una cachetada por hablarle así a alguien mayor que tú.

— Puedes hacerlo, de todas formas, no creo que a la que corran del empleo sea a mí. No soy la que está gritando como una loca y atacando indirectamente la integridad de un espacio público. Además, hay cámaras, por si no lo sabías — se encoge de hombros sin darle importancia y señala el circuito de seguridad en el techo.

Somin bufó, alzando la mano para pegarle, sin embargo, un agarre en su muñeca la detuvo en seco.

— ¿Qué carajo haces? — Christopher apareció detrás de ella, empujándola y posicionándose al frente de Ophelia— ¿Estás loca? ¿Quién te crees para reclamar por mí?

— Chris, es una arpía, te quiere alejar de mí ¡está celosa de nosotros! — la castaña hizo una expresión de diversión sin poder creer lo que decía.

— Aquí la única celosa eres tú y lo noté desde aquel día en que nos encontramos en la recepción ¿tanto te duele que considere a Ophelia como una persona cercana a mi? Te recuerdo que sé escoger muy bien a quienes quiero cerca mío y de mi hija, no tienes por qué andar gritando que tú no tienes ese privilegio solo por tus celos. Por lo menos ella no me hace estas escenas al frente de la gente.

Somin cayó en cuenta y miró alrededor, viendo a algunos clientes de la biblioteca mirándolos.

— Por si tienes alguna duda, no quiero volver a verte nunca más. No me llames y tampoco escribas. Al final te convertiste en otra más del millón.

Le dió una mirada súbita, apretando los puños y los dientes antes de irse de la biblioteca. Las personas disiparon de la escena cuando ya terminó todo, además por la mirada de Chris para nada amistosa de que estuvieran ahí sin pizca de pudor solo para saber qué sucedía.

— Perdóname por eso, Ophelia. No quería meterte en problemas con ella. Realmente se pasó. — se disculpa hacia ella una vez que se pone de pie luego de recoger sus libros del suelo — ¿Estás bien? ¿No te hizo nada? De alguien así podría esperar cualquier cosa.

— Descuida, estoy bien... Se entiende que se comporte así, después de todo, son celos de una fan — soltó una pequeña risa y se iba a dar la vuelta para irse, sin embargo, Chris agarró su brazo con delicadeza, haciéndola volver a su puesto — no debes preocuparte y tampoco dejar ir a una de tus conquistas por mí. Viniste a verla a ella. Anda.

— No, en realidad, vine a verte a tí — Lia parpadeó un par de veces pensando si tenían algo pendiente — sé que nos hemos distanciado un poco, tenías razón. No debí mentirte sobre aquella anoche. Estuvo mal de mi parte y, por eso... Quiero invitarte a una salida como señal de disculpa.

— ¿A dónde?

— ¿Te gustan las hamburguesas?

— Me encantan — sonrió.

— Bien, porque unos amigos me consiguieron bonos de descuento en "el rey de las hamburguesas" y he escuchado que son las mejores de la ciudad, así que pensé ¿por qué no ir juntos a probarlas mañana por la noche? Esta vez, Eun-yeong sí se quedará cuidando a Chu-won y tendré toda la noche para tí. — dió un paso al frente, acercándose más.

— ¿Por qué quieres ir conmigo? Hay más chicas que también les encantaría ir y seguramente lo aprovecharían más.

— Llamemosle una cita — tocó su mentón un poco, alzando su rostro hacia él e inclinándose a su oído — la única chica que me interesa eres tú — susurró haciéndola sonreír apenada.

— Está bien, pasa por mi a las ocho.

Ophelia apretó los libros en su pecho y se fue del pasillo con rapidez. Probablemente les leería muy nerviosa a los niños mientras piensa en qué ropa ponerse para su gran cita de mañana.

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