XV. ¡𝐀 𝐃𝐈𝐒𝐅𝐑𝐔𝐓𝐀𝐑!
Shun estaba cocinándole churrascos de pollo con arroz a Kumiko y su familia. Era una comida muy simple, nada del otro mundo, pero a Shun le quedaban riquísimos, por alguna razón que ni él puede entender, pero sus padres piensan que es un buen cocinero.
Y hablando de ellos, estaban con Kumiko y Kaori hablando de la pelirrosa.
─Entonces eres de tercer año, ¿no?─ le pregunta Moeka.
─Síp, estoy en la misma clase que casi todos los del equipo de fútbol. Los únicos pequeños son Shun y el portero.
─Isamu. Él viene bastante a casa─ le comenta Daisuke.
─Sí, los dos son amigos desde hace tiempo, y gracias a ellos el Nankatsu pudo ganar el torneo de escuelas primarias cuando yo estaba en primer año.
─Recuerdo eso como si hubiera sido ayer─ dice Moeka con mucha nostalgia.
─Nuestro hijo se volvió muy popular desde ese entonces. Los chicos quieren ser tan talentosos como él, y las chicas se mueren por ser sus novias─ ríe Daisuke.
─Shun desde siempre ha tenido una gran pasión por el fútbol. Le encanta, y por eso queremos que se vuelva un buen jugador de fútbol. Nuestro sueño es verlo crecer en la cancha.
─Onii-chan es increíble jugando─ dice Kaori, con los ojos brillosos.
─Tu hermanito es una gran persona, pequeña─ le acaricia la cabeza a la pelirroja.
─Shun nos ha hablado mucho sobre ti, Kumiko, dice que eres una chica muy amable y tierna, y sobre todo linda─ Daisuke le guiña el ojo, ocasionando que la pelirrosa se sonroje.
─¿E-enserio dijo eso sobre mí?
─Ajá, dice que de todas las chicas que lo acosan en la escuela, tú eres su favorita, jaja.
─¡Te estoy escuchando, mamá! ¡No la hagas sonrojar, pobrecita!─ grita Shun desde la cocina.
Sus padres se ríen, pero Kumiko no deja de pensar en las palabras de Moeka.
─¿Enserio soy su chica favorita...?
─¡Ya está lista la comida, gente bonita!─ aparece Shun, sirviéndole a cada uno su plato correspondiente.
─Oooh, hiciste churrasco de pollo con arroz. ¡Qué ricura!─ dice la pelirrosa, con los ojos hechos dos estrellas.
─Me alegra que le guste señorita.
─Uuuuh─ comentan los señores Nitta.
─Mi hermanito es un galán.
─¡Ustedes coman antes que se enfríe! ¡Y usted cállese la boca!
Moeka y Daisuke ríen por la actitud regañona de su hijo, y Kaori hace un puchero para empezar a comer.
─¡Te quedó delicioso, Shun!─ comenta Kumiko.
─Muchas gracias.
─Nuestro hijo es un gran cocinero─ dice Daisuke.
─Me hace comidas muy ricas─ dice Kaori con la boca llena.
─Ya veo, ojalá pudiera cocinar tan bien como él, literalmente apenas sé hacer galletas, un poco torta de chocolate como mamá, y mis bentos para la escuela, jeje.
─Un día puedo enseñarte a cocinar─ le dice Shun.
─Eso me gustaría.
─Eso, cocinen juntitos con mucho amor, jaja─ comenta Moeka.
─¡MAMÁ! ¡DEJA DE HABLAR Y COME ANTES QUE SE ENFRÍE!
─Bueno, bueno, pero no grites.
─¿Por qué todo el mundo nos shippea?─ se pregunta Kumiko en su mente─¿Realmente estamos destinados a estar juntos?
Pasaron el resto de la tarde en la habitación del "vampiro", vieron videos en YouTube, dibujaron, hablaron de temas triviales, hicieron unas tareas que les mandaron sus profesores, Kaori los acompañó un rato para jugar a las muñecas... Pasaron un lindo rato juntos, hasta que la pelirrosa se tuvo que ir.
─Papi ya vino a buscarme. Nos vemos mañana─ los dos se dieron un beso en la mejilla.
─Síp, hasta mañana. Ah, no olvides la locura que nos espera el sábado.
─Seeee, va a estar genial─ los dos chocaron el puño.
Escucharon un bocinazo.
─¡Shun, Kumiko, dense prisa que tu papá te está esperando!─ les gritó Moeka.
─¡Ya vamos! Bueno, nos vemos, Kumi.
─¡Adiosito!─ se fue corriendo afuera.
─Kumi... no puedo esperar a estar todo un día contigo...
Finalmente es viernes, y tal y como prometió Kumiko, todos fueron a un pequeño parque que había a unas cuadras del colegio, a pasar un ratito.
─¿Y qué tal su semana, chicos?─ les pregunta Kumiko a Ichijo y Nitta.
─Bien, tuvimos una evaluación de Biología, pero logramos aprobar con nueve─ contesta Shun, y choca el puño con el portero del Otomo.
─Nosotros tuvimos de Matemáticas ayer─ dice Kishida.
─Nakayama...
─No digas nada, Nishio. Me va a ir como el reverendo culo porque no entiendo una mierda.
─¿No recordaste nada de lo que te enseñé el miércoles cuando fuiste a mi casa a estudiar?─ le pregunta Kumiko.
─¿El plano cartesiano estaba formado por dos líneas?
─Pues sí─ le contesta de manera obvia─, pero la respuesta más completa es que está formado por dos rectas perpendiculares entre sí.
─Entonces ya me fue mal─ se recuesta en el respaldo de la banca en la que están sentados. Luego da un suspiro largo─. Mierda, odio mi vida.
─¡No digas eso! ¡La vida es hermosa, es un regalo que te dieron tus padres!─ lo rezonga Kumiko.
─No tengo más que decir que siempre tan positiva, como siempre.
─Sin Kumiko seríamos miserables─ dice Urabe, pasando un brazo por los hombros de la pelirrosa─. Su presencia nos ilumina, su sonrisa, su personalidad, su voz celestial, todo.
─Cielos, Urabe, ¿cuándo te volviste tan poeta?
─Yo nací con el don de ser poeta, querida mía.
Nitta interrumpe diciendo:
─Oigan, ¿no quieren caminar un poco?
─Me gustaría─ responde Ichijo.
─Síp─ responde Kumiko, poniéndose de pie.
─Aaaah, con que así quieres jugar, ¿eh, Drácula?─ piensa el de la cicatriz, mirándolo fríamente─No dejaré que me quites a la chica de mis sueños.
Se despertó a las nueve de la mañana, desayunó, se dio una ducha y se arregló con su nuevo buzo verde, unos jeans blancos y sus botas marrones. Guardó en su mochila amarilla un poco de dinero y su celular.
─Ya estoy lista para verme con este chico fantástico─ dijo, peinándose en el espejo de su cuarto.
Shun pasó por ella en su bicicleta.
─Buenos días señorita─ saludó.
─Buenos días, Drácula─ bromeó.
─Diviértanse, chicos. Pasen un lindo día, y recuerden no andar por el sol─ dijo Tomoko en broma.
─Ya, mamá─ los dos rieron.
─Y no se coman a besos en público─ añadió Emiko.
─¡EMIKO!
Shun conducía mientras Kumiko observaba el paisaje.
─Cielos, es hermoso andar en bici de mañana─ dice.
─Sí, era lo primero que hacía cuando era niño: salía afuera y agarraba mi bicicleta para recorrerme todo el barrio.
─Yo hacía lo mismo con Urabe, pero no íbamos muy lejos porque como él apenas sabía andar, no quería ir a lugares muy concurridos.
─Me imagino. ¿Y por qué apenas podía andar?
─Es que él tuvo un pequeño accidente cuando era niño, justo antes de conocernos, estaba aprendiendo a andar en bici con su mamá, pero tropezó con una piedra, cayó, rodó por la colina y se chocó fuertemente con una piedra.
─Ay, qué horrible, ¿y cómo terminó?
─Obviamente sobrevivió, pero acabó obteniendo su cicatriz en medio de las cejas. Desde ese día no quería ver una bici en toda su vida, pero yo lo ayudé y logró aprender─ sonríe.
─Qué noble eres.
─Todos me dicen lo mismo, jaja.
─Y Urabe fue afortunado de haberte conocido, porque lo ayudaste mucho.
─Somos amigos desde siempre, tenemos que sernos fieles el uno al otro.
─Sí.
─Por cierto, ¿a dónde vamos?
─¿Qué te parece si empezamos por Starbucks? Podemos beber un cafecito y comer algo, aunque ya desayunamos, pero no importa, jsjs.
─Okis, me parece perfecto.
─Creo que tengo todo el itinerario: primero Starbucks, luego McDonalds's para almorzar, luego mi heladería favorita para el postre, luego el campo de girasoles que te dije, luego el parte de diversiones, después el Centro Comercial para merendar en ese lugar al que fuiste con Ai, y para ver la película en el cine, y para liquidar este día, iremos a ese lugar secreto, ¿te parece bien?
─Sípi.
─Excelente, querida Kumi. ¡Vamos a pasarla genial!
─Ya la estoy pasando genial─ se dispone a abrazarlo por detrás.
Esa acción de la pelirrosa causó que el vampiro se sonrojara.
─Y-yo también la estoy pasando genial.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top