XI. 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃𝐄𝐑𝐎𝐒 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐎𝐒

Los chicos estuvieron casi seis horas mirando Héroes de Saitama, entre risas y gritos. 

─¡Vamos, Miu-chan!─ gritó Kumiko.

─¡Tú puedes salvar al mundo!─ le gritó Yoshiko al personaje de esa caricatura.

─¿Cómo es que nunca vi esta serie? ¡Es muy buena!─ exclamó Nitta.

─Bueno, querido Nitta, nosotros como fieles seguidores de esta hermosa serie, vamos a hacerte un resumen de los personajes o de lo que sea que quieras saber─ le dijo Urabe.

─Mira, literalmente son muchos personajes, son varios, cada uno juega un rol muy importante, son realmente pocos los que no sirven para nada─ le explicó Kishida.

─Ejemplo: el doctor Kubodera─ le respondió Kumiko.

─Ay, sí, el padre de la chica rubia que viste recién, Takahiro Kubodera, es un "doctor" que tiene demasiado papeleo, y sus planes siempre salen mal. Su hija sigue viva de milagro, porque esos experimentos fallidos que ha hecho pudo haberla matado.

─Es muy linda esa chica, Miu─ opinó el "vampiro".

─Tenemos cartas de casi todos los personajes─ Kumiko se puso de pie, dio unos pasos hacia su mesa de luz, que tenía tres cajones, abrió el segundo y sacó de él una caja llena de cartas─. Esta es la carta de Miu.

─Miu, al ser hija de su padre (valga la redundancia), no tiene un poder que destaque, pero es la waifu de la serie, y tiene una criatura peculiar de mascota, que se llama Goro, y él se puede transformar en un mapache salvaje que hace mucho daño. Es el único experimento no fail que hizo Kubodera: era un mapache normal, pero lo modificó genéticamente, y ahora es la mascota sobrenatural de su hija. También tengo una carta de él. No creerás lo lindo que es.

─Es realmente bonito.

─Siempre quise un Goro de mascota─ sus ojos se volvieron estrellas.

─Otro personaje que me encanta es Inuyama─ interrumpió Yoshiko─. Es una chica común y corriente, mejor amiga de Kota, el protagonista principal, y también lo ayuda a volverse más fuerte. En secreto está enamorada de él.

─¿Inuyama? ¿No tiene nombre?

─No se sabe aún, y Kota, a pesar de que es su mejor amiga, la trata de manera formal, diciendo su apellido. ¡Es rarísimo!

─Mira, esta es Inuyama─ Kumiko le mostró la carta.

─Es bastante linda─ opinó Nitta.

─Yo la amo. Inuyama mi mujer─ dijo Yoshiko.

─Nosotros tenemos una compañera de clase que se apellida Inuyama─ comentó Nakayama─. Yayoi se llama. Yayoi Inuyama.

─Me encanta el apellido Inuyama─ dijo Kumiko.

─Oigan, nombraron a chicas muy lindas de la serie, pero se olvidaron de una chica muy importante en la trama: Yumi Shimabara─ dijo Urabe─. A ver, Kumi, permíteme─ le quita la caja y rebusca entre todas las cartas la del personaje recién nombrado─. Nitta, conoce a la perfección.

─Ella es la hija del doctor Kuroda, el más importante de toda la serie. Ella en realidad es una chica que fue rescatada por ese señor, y él la modificó genéticamente para que fuera una chica fuerte (y es una de las chicas más fuertes de toda la serie). No es su hija real, pero ella siempre lo vio como a su padre. La amo por su personalidad y por su historia.

─Uy sí, es la mejor─ opinó Kumiko.

─¿Verdad que sí?─ los dos chocaron los cinco con mirada cómplice.

─Oigan, estamos hablando de más, y Nitta quiere ver la serie─ les dijo Nishio a todos.

─¡Ay! ¡Perdón, Nitta!

─No pasa nada, me sirve conocer a los personajes, jeje.

Héroes de Saitama es una serie de televisión que Kumiko y sus amigos miraban cuando eran niños. Era el programa de su infancia. Lo ven desde los ocho años, y siguen sintiendo las mismas emociones que siete años atrás. Tienen muchos recuerdos divertidos y tiernos con esa serie de televisión, por ejemplo, el día que estrenaron la película en el cine, y ellos fueron a verla el día del estreno, luego comieron un buen combo de McDonald's, después fueron a la sala de juegos del centro comercial a jugar un rato, y por último Kumiko y Yoshiko se compraron ropa (Urabe y los demás obviamente se quedaron esperando afuera), otro recuerdo lindo fue cuando daban juguetes de esa serie en McDonald's... Ese día ocurrió algo que quedará marcado en el corazón de Urabe para toda la eternidad.

Tomoko les hizo nuggets de pollo a los chicos, quienes no apartaban la vista del televisor. La serie estaba entrando en su mejor momento.

─Esa chica es Yuzuki, otra de las waifus─ le explicó Kumiko a Nitta.

─No puedo decir otra cosa que no sea hermosa, jaja.

─Y la chica con la que está peleando es Hirari.

─S-se parece a mí...─ dijo Ai, sorprendida.

─Literalmente Hirari tiene una hermana gemela, llamada Kanako.

─Esa sí es igual a mí.

─Sí, pero tú eres mucho más bonita─ le dio un abrazo.

─Awww, Kumi-chan siendo Kumi-chan...─ Urabe se desmayó de una "sobredosis de ternura".

─Y de nuevo en el piso─ dijo Kishida.

─Shh, este es mi momento─ susurró Yoshiko, tomando del portalápices de Kumiko un plumón negro. Apenas podía aguantar la risa por lo que estaba por hacer.

─Dios, esto va a estar buenísimo─ dijo Ichijo, tratando de contener la risa.

─Oigan, si hubiera visto este programa cuando era niño, hubiera tenido una mejor infancia─ dijo Nitta.

─¿Cómo fue tu infancia?─ le preguntó Ichijo.

─Vivía con la abuela haciendo cerámicas.

Todos rieron a carcajadas, provocando que Urabe se despierte.

─¿Qué pasó...?─ se dio cuenta de que Yoshiko tenía un plumón en su mano─¡YOSHIKO ICHINOSE, TE VOY A ARRANCAR LA MANO!─ la persiguió por toda la habitación.

─Dios, nunca cambian─ pensó Kishida, apoyando su frente en su mano.

Pero Ai estuvo muy callada todo el tiempo.

─¿Ai? ¿Está bien?─ le preguntó Kumiko, preocupada por su mirada seria.

─Voy a serles sincera, estoy muy preocupada por un asunto familiar.

─¿Podemos saber qué es? ¿O es muy personal?─ preguntó Nakayama.

─Creo que ya tengo la confianza suficiente para decirles la verdad─ cerró los ojos y dio un suspiro─. La verdad es que... mi tía tiene cáncer de cuello uterino, y está muy pero muy desmejorada. Ha estado luchando con esto por años, pero no ha mejorado nada. La otra vez que me fui antes de tu casa, Kumi, fue porque mamá me dijo eso, y yo quería estar sola y llorar. Mi tía es la única que me escucha cuando tengo problemas...─ hizo una pausa para arreglarse la garganta, porque su voz empezó a sonar rota─Si me ven muy seria es por eso, porque tengo que lidiar con todo eso...

─Oh, Ai... ¿Por qué no nos dijiste antes? Si te sientes mal puedes desahogarte con nosotros. No tienes que tener miedo al llorar en frente de nosotros─ le dijo Urabe.

─Guardarte todo eso es malo para ti, porque te empieza a doler el pecho y sientes un gusto amargo en la boca─ dijo Kishida.

─Somos tus amigos, puedes confiar en nosotros─ habló Nishio.

─Y como tus amigos, vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para arreglar la situación─ le dijo Nakayama.

─Yo no te conozco mucho, Ai, pero estoy de acuerdo con los chicos─ dijo Ichijo─. No puedes contener todo eso por siempre, y para hacer el duelo nos tienes a nosotros, y siempre estaremos a tu lado.

─Amigos...

Yoshiko y Kumiko abrazaron a la peliblanca.

─No nos gusta ver a una amiga triste─ le habló Yoshiko─. No te preocupes por tu tía. Ella se recuperará. Debes tener fe.

─Ai-chan, lamento que tengas que vivir todo esto, y haces lo correcto al preocuparte, pero la amargura no es la solución. No temas, que este mal momento que estás viviendo se va a terminar. Nada dura para siempre. Detrás de este dolor se esconde algo dulce, y ese algo es que tu tía se va a recuperar, y vivirán muchos años juntas─ habló Kumiko con lágrimas en los ojos.

─Kumi...

─Kumiko tiene razón. Esto se va a terminar. Tu tía va a estar bien. Si sigue el tratamiento adecuado, se salvará─ le dijo Nitta─, pero por mientras, haré lo que sea necesario por ver una sonrisa tuya.

Esas palabras dejaron sin aliento a la peliblanca. Jamás había tenido amigos como ellos. Toda su vida estuvo sola, y su compañía fue su tía. Sin ella, el mundo se le vendrá encima, pero los únicos que la hacen pensar en positivo son sus amigos, que estarán con ella en las buenas y en las malas.

─Amigos... M-muchas gracias─ sonrió temblorosamente por el llanto ahorrado.

Ai se desahogó un poco con ellos. Se sintió bien deshacerse de ese llanto que la destruía por dentro. Realmente tenía verdaderos amigos.


Ya se estaban por dormir. Eran las seis de la mañana y tenían mucho sueño. Kumiko se acostó en su cama con Urabe, Kishida, Nishio y Nakayama, y Nitta, Ichijo, Yoshiko y Ai se acostaron en los colchones. 

─¡Yo quiero dormir en la cama!─ le rezongó Yoshiko a Urabe.

─Pues mala suerte, porque no entran más, y nosotros ya reservamos nuestro lugar aquí, con la reina─ dijo mirando a Kumiko.

─¡Pero son demasiados hombres! ¡Tiene que haber otra chica para que no pase nada!

─¿Qué dices? ¡Nosotros no somos así! ¡Tú si ves a Hyuga vas y te le tiras encima!

Yoshiko gruñó y le salió una arruga en su sien derecha. Quería romperle la cara a Urabe.

─Ya, vayan a dormir─ pidió Ichijo.

Yoshiko, Ai, Nitta e Ichijo, en ese mismo orden, se durmieron en el colchón. Nakayama, Kishida, Kumiko, Urabe y Nishio en la cama, en ese orden. Urabe abrazó a Kumiko de la cintura y pegó su mejilla en su espalda, lo hacía desde niño, y Kumiko ya estaba más que acostumbrada.

Por otro lado, Ai se despertó y observó a Nitta a su lado, durmiendo plácidamente. Tomó su mano suavemente, sin despertarlo.

─Nitta-sempai. Tú eres la razón por la que aún sigo aquí, viviendo...

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