VIII. 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀 𝐒𝐎𝐋𝐀𝐒

─¿Les gustó la merienda, niños?─ le preguntó Tomoko a los niños.

─A ver, a ver─ Nakayama dejó de comer─, esto debería estar más que claro: tus pasteles son el mayor regalo de Dios, Tomoko.

─Eso lo dices porque es ella quien los hace─ comentó Kishida, en tono burlón.

─¡Hey, ni se te ocurra decir esas cosas indecentes!

Tomoko no entendía nada, pero decidió reír levemente.

Ai estaba escribiendo en su celular. Su madre le escribió que fuera a su casa inmediatamente, lo que provocó que ella se asustara...

─O-oigan─ interrumpió Ai.

─Diga.

─Me tengo que ir. Mi madre me acaba de escribir y dice que quiere que vuelva a casa inmediatamente.

─Oh, bueno. Nos vemos el lunes, entonces.

─Sí, voy a buscar mi mochila a tu cuarto y ya me voy─ se retiró de la mesa y subió rápidamente las escaleras.

─¿Estará bien?─ le preguntó Kumiko a Urabe. 

─No lo sé, parece desesperada...

Ai volvió con su mochila.

─¿Segura que no quieres que te acompañe?─ le preguntó Nitta.

─N-no es necesario, puedo ir sola─ le respondió ella con nerviosismo.

─No dudo eso, pero pienso que sería mejor, digo, queda muy lejos de aquí...

─Y por eso es que tengo que tomar el autobús ahora, así que adiós. ¡Nos vemos el lunes!─ abrió la puerta y se marchó rápidamente.

─Me pregunto qué le habrá dicho su mamá.

─¿Será algo tan grave como para que Ai se pusiera así?

─Tengo un mal presentimiento...

─Son las seis de la tarde, chicos, quizás su madre quiere que llegue antes de que oscurezca, y no olviden que su casa queda lejos─ sugirió Tomoko.

─Pero no es tanto tiempo de viaje, son treinta y cinco minutos más o menos, o al menos cuando vamos al colegio, pero a esa hora hay mucho más tránsito que ahora.

─No sé, entonces. ¿Ai les contó algo sobre su familia?

─Nada.

─Mmmm... espero que esa chica esté bien en su casa...

─Chicos, me gustaría quedarme un rato más, pero mejor me voy también─ les dijo Nitta.

─Está bien, entendemos.

─Corre antes de que el autobús te deje.

─No se lo tienes que decir dos veces al chico que corre cien metros en once segundos, y que te venció en carrera en el entrenamiento de ayer.

─¡Vete antes de que te rompa el colmillo de una patada!

Nitta rio y fue a buscar sus cosas a la habitación de Kumiko. Luego se fue corriendo a la parada del autobús.

─Ai...─ Kumiko no podía dejar de pensar en Ai.


Cuando estaba por dormir, le escribió un mensaje al privado.


Kumiko: Aiii, todo bien??

Ai: Sí, nada grave

Ai: Mamá solamente quería que llegara temprano a casa para ayudarla a hacer la cena

Kumiko: Uff, todos estábamos preocupados :((

Kumiko: Cualquier cosa que te suceda dinos, que somos tus amigos y estamos para ti ♥

Ai: Gracias Kumi

Ai: ❤❤

Ai: Tengo que dormir, nos vemos el lunes 

Kumiko: Sayonara nwn


Kumiko: Chicoss

Kumiko: Ai está bien, solamente tenía que llegar temprano a casa

Nakayama: Estaba durmiendo >:''v

Kumiko: Gomen'nasai 😭😭

Nakayama: Interrumpiste mi sueño de un mundo lleno de pasteles hechos por tu mamá, y también apareció tu mamá ^^

Kumiko: Ya, no digas más ._.

Nakayama: Ok u-u"

Kumiko: Los demás están profundamente dormidos xd


Al día siguiente, tal y como le prometió a su hermanita, fueron a Starbucks, y pudieron contar con la compañía de Yoshiko.

─¡KUMIKOOOOOO!─ apenas la vio, le dio un fuerte abrazo─¡Han pasado ochenta y cuatro años desde la última vez que nos vimos!

─Eso no es cierto─ contestó riendo─, la última vez fue unos días antes de empezar las clases.

─Para mí fueron ochenta y cuatro años, pero bueno, por suerte papi nos puede llevar en el auto, para no tener que ir en autobús.

─Suban rápido, que en cuarenta minutos empieza el partido─ les dijo el papá. 

─¡Papá, es sábado, por amor de Dios! ¡En vez de ver a esos inútiles pateando un balón, deberías llevarnos a mamá y a mí a dar un paseo!

─No creo que consideres inútiles a los chicos de tu colegio, que juegan fútbol.

─¡Sorimachi, Takeshi, Wakashimazu y mi papucho Hyuga no son inútiles, porque juegan mucho mejor que esos equipos que miras!

─¡DEJEN DE HABLAR Y LLÉVENME A STARBUCKS, QUE TENGO HAMBRE!─ exigió Emiko.

─Ya, ya, ya vamos, peque─ Yoshiko le dio unas palmaditas en la cabeza.


Fue un viaje de casi veinte minutos. Las chicas pidieron el mismo batido y se fueron a sentar afuera.

─¿Cómo te ha ido con el equipo, Yoshi?

─Muy bien, Hyuga lidera cada vez mejor al equipo, y está cada vez más guapo...─ sus ojos se vuelven dos corazones, y empieza a babear un poco.

─A mí me da miedo─ dice Emiko.

─Es bueno, te juro. En primaria era agresivo para sacar a su familia adelante, pero ahora que las cosas están bien, se volvió más sutil. 

─También te daba miedo Urabe cuando éramos niños, ¿recuerdas?─ le pregunta Kumiko, divertida.

─¡Es que era loco, Kumi! ¡Me asustaba!

─Oye, hablando de él, ¿cómo van las cosas?─ le pregunta Yoshiko, con gesto pervertido.

─Bien, ¿por qué?

─No te hagas la inocente. Ustedes se verían lindos como novios.

─¡Yo-yoshiko! ¡Sólo somos amigos!

─No creo que duren así mucho tiempo, jiji...─ bebe de su batido, pero le da "congelamiento cerebral"─¡AYYYY, MIERDAAAA!

─Por andar shippeándome con Urabe, ¿eh?

─Sinceramente yo te shippeo con el otro niño, Nitta─ opina Emiko.

─¿N-nitta?

─¡¿QUIÉN ES ESE TAL NITTA Y POR QUÉ NUNCA ME HABLASTE DE ÉL?!

─Es un amigo de segundo año que conocí hace unos días. Otro día lo invito a casa para que lo conozcas, también puedo invitar a Urabe y los demás.

─Ay síiii, porfa. Quiero volver a ver a los chicos, y hacerle bromas a Urabe.

─Jeje, Yoshiko Ichinose jamás cambia.

─Nop, ni siquiera mi amor por Hyuga puede ablandar a esta chica feroz. 

─¿Por qué Emiko me shippea con Nitta, si apenas nos conocemos...?─ piensa Kumiko.


Finalmente es lunes, y los chicos ya están en el colegio.

─¡¿Pueden creer que tenía dos horas de Biología y la profesora de mierda no vino?!─ exclamó un Nitta furioso─¡Pude haberme quedado en casa durmiendo!

─Yyyyyy las escuelas públicas son así, querido, lo siento─ le respondió Kishida, encogiéndose de hombros.

─Nosotros tenemos Inglés ahora─ Urabe suspiró─. Puta madre.

─Oigan, ¿la profesora no había dicho que hoy solamente podrá darnos la primera hora de clase porque tenía "algo que hacer después"?─ preguntó Nishio.

─...

─Nitta, te vienes a nuestro salón en la segunda hora─ le ordenó Urabe.

─Obvio, pero... Sinceramente tengo ganas de estar un ratito a solas con Kumiko, y después estar con ustedes en los recreos.

Todos quedaron sorprendidos por sus palabras.

─¿Te vas a llevar a la nena para tenerla sólo para ti?

─Es que quiero conocerla un poco más, ¿qué no vieron lo increíble que es?

Kumiko se ruborizó levemente por sus palabras.

─Oh, entiendo, tiene sentido. Bien, hagan lo que quieran, pero vuelvan para la tercer hora, ¡¿eh?!

─Sisi, capitán─ le respondió Nitta. En eso sonó el timbre de entrada─. Bueno, me voy a charlar con Ichijo un rato. Nos vemos en un ratito, Kumi-sempai─ se fue corriendo a su salón.

─¡¿KUMI-SEMPAI?!

─¡No, no, no! ¡Lo que faltaba!

─¡Se quiere llevar a la reina!

Kumiko no dio más de la vergüenza y se fue corriendo al salón.

─¡Tenemos clase, chicos! ¡Vengan!

─¡Ya vamos!─ Urabe, Kishida, Nakayama y Nishio la siguieron.

Pero Ai quedó parada en su lugar.

─Nitta-sempai...


Kumiko se encontró con Nitta fuera de su salón.

─¿Cómo te fue en Inglés?

─Bien, como siempre. Inglés no me cuesta, pero a Urabe...

─Jaja, pobrecito.

─Como diría Takeshi: su Inglés es como un autobús pasando por encima de un violín.

Los dos rieron con ganas.

─¿Quieres dar una vuelta por los pasillos?

─Síp.

Caminaron por todo el colegio, hablando de temas cotidianos, trivialidades y alguna que otra bobada. Nitta le mencionó que tiene una hermanita menor llamada Kaori, de la misma edad que Emiko, nueve años. A Kumiko se le ocurrió que algún día podrían juntarse las dos, conocerse y ser buenas amigas. Los dos hermanos mayores ya eran amigos, sólo faltaban las niñas.

─Suena bien, porque la verdad es que Kaori no tiene amigos por ser muy tímida.

─Emiko es todo lo contrario: es extrovertida como yo, pero también es brava cuando se enoja─ ríe levemente.

─Tu hermanita pensó que yo soy un vampiro real.

─Jajaja, también es muy asustadiza.

─Y tu padre me amenazó con no morder tu cuello.

─¡N-no me lo recuerdes!─ se ruborizó.

─Perdón, jeje.

─Otra persona que quiero que conozcas es mi mejor amiga, Yoshiko. Vive en Tokio, pero los fines de semana puede venir perfectamente. Le hablé de ti y quiere conocerte.

─Ya veo. Todas las chicas quieren algo conmigo─ rio.

─Pero no te preocupes, ella ya está enamorada de un jugador de su colegio.

─Ah, bueno. Mejor, entonces.

─La próxima vez hacemos así: invitamos a Kaori a que juegue con Emiko, y yo invito a Yoshiko a casa para que te conozca a ti y a Ai. También puedes invitar a Ichijo.

─¡¿Pretendes hacer una fiesta?!

─Quizás─ rio─. Estaría bueno. Podría ser una pijamada...

─Me copa la idea. Eso lo planeamos entre todos, más adelante.

─Okis.

─Oye, por cierto, quería preguntarte algo.

─Diga.

─Tú...─ se arregló la garganta─ ¿te gustaría salir conmigo, a solas, el siguiente sábado? Digo, si no tienes planes.

─Yo siempre estoy dispuesta a lo que sea, sólo espero que los chicos no se sientan solitos.

─Nah, que aprendan a estar sin la reina por un día.

Kumiko rio.

─¿Y a dónde te gustaría ir?

─No sé, a caminar por la playa, a respirar el olor a mar...

─Y a pescado.

─También, jaja.

─Ah, ¿podemos ir al puerto también? Le podría comprar salmón y mejillones para mamá y papá, ya que les encanta.

─Usted puede hacer lo que quiera, mi lady.

─Ya, jaja.

─¿Entonces quedamos así? El sábado voy a tu casa y vamos a la playa.

─A partir de las dos de la tarde puedes venir. Ya terminamos de almorzar.

─Okey...

Entonces Nitta escucha que su profesora está pasando la lista. Ya había terminado el recreo.

─No puede ser... ¡Está pasando la lista! ¡Vieja de mierda!

─¿Ya pasó el recreo? Qué raro.

─¡Nos vemos en el siguiente recreo, Kumi!─ le da un beso en la mejilla y corre a su salón.

─¿Mizutani?

─Presente.

─¿Nitta?

Nitta se deslizó frente a la puerta de su salón, provocando los gritos y aplausos de las chicas.

─Aquí, profe─ sonríe levemente, y entra a su salón.

─Nitta-kun...─ Kumiko quedó parada en su lugar, tocándose la mejilla que fue besada por el "vampiro".

─¡Kumiko Sakagami, qué falta de respeto no venir con nosotros a pasar el recreo!─ le dice Urabe, parado en la puerta de su salón, con gesto desaprobador.

─Jeje, perdón─ entra a su salón con Urabe.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top