VI. 𝐒𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐎𝐒

─Buenas noticias, amigos, mis padres me dieron permiso de ir a Starbucks, y después nos van a venir a buscar─ anuncia Kumiko.

─Muy bien.

─¡Eso es!

─Nada mejor que un lindo paseíto en auto─ dice Nishio.

─Y dice que si uno de ustedes no entra en el fondo puede ir dentro del baúl─ se ríe.

─Ah, jaja...

─Era broma, si se juntan entran los cuatro perfectamente.

─Bueno, ¿qué estamos esperando? ¡Vamos a Starbucks antes que se haga de noche!─ exclama Nakayama, empujándolos a todos.

─¡Hey, no me toques!


El trayecto del colegio a Starbucks, caminando, fue de media hora. El lugar estaba bastante concurrido, pero pudieron hacer su pedido de forma rápida. Los siete pidieron el mismo batido.

─Dios, estas mierdas son tan ricas─ dice Nakayama.

─¿Mejores que los brownies de mi mamá?

─¡No, no, no! Hay que poner límites, ¿eh?

─¿Por qué está obsesionado con los pasteles de la mamá de Kumi?─ pregunta Ai, que todo el tiempo estaba callada─Digo, son ricos, pero no me parecen la gran cosa, sin ofender, Kumi.

─No ofendes, Ai-chan.

─La cosa es así, Ai: Nakayama ama los pasteles de Tomoko porque lo hicieron sentir mejor un día que perdió un examen, además porque la ama...

─¡Oye, Urabe! ¡Tampoco lo digas así! ¡La mamá de Kumi es muy linda y amable! ¡Es imposible no sentir bonito estando al lado de ella!─ exclama, totalmente sonrojado.

─Que quede claro que ella ya está casada con Daichi, y tiene dos hijas, una de ellas es tu amiga─ le aclara Kishida.

─Si te casaras con ella serías el nuevo papá de Kumi─ le dice Nishio.

─...─ Kumiko no podía más del calor en sus mejillas─¿Nakayama como mi papá?─ y se pone a imaginar a su amigo jugando el rol de su padre...


Kumiko estaba por salir a la calle de tardecita, pero su "padre la detiene":

─No, no, no, señorita. Usted no se va a ningún lado a esta hora. Vaya a hacer su tarea─ señala su cuarto.

─¡Pero...!

─¡No me conteste, señorita!


─¡Nooooo! ¡No quiero eso!─ exclama la pelirrosa, con la cara roja a más no poder. Nakayama también estaba muerto de vergüenza por lo que había dicho Nishio.

─¡DEJEN DE HABLAR ESTUPIDECES Y TERMINEN SU BATIDO!─ dice.

─¡Bueno, pero no grites, tonto!─ le grita Urabe.

─Oh, Ai, ya que somos amigos ahora, ¿por qué no nos cuentas un poco más de ti? Tú también, Nitta-kun─ les habla Kumiko a los dos.

─Yo ya dije que vengo del colegio Nankatsu, y gané un campeonato. Yo e Ichijo también queremos derrotar al Nankatsu de Tsubasa Ozora como ustedes. Muero por enfrentarme a él.

─Nosotros queremos vencerlos para demostrarles que no somos tan débiles como parecíamos en la primaria─ dice Kishida.

─Y yo les dije mil y un veces que hablaran con los del Nankatsu para arreglar las cosas, y así no estarían peleados. Quizás todos estaríamos en el mismo colegio y en el mismo equipo─ interviene Kumiko.

─A Kumi no le gusta la tensión y los momentos de pelea─ aclara Urabe─. Es una persona totalmente sana, tanto física como mentalmente.

─Me criaron muy bien─ sonríe ella─. Me criaron para amar todo, sin contar las cosas que afectan a las personas, como las guerras, las hambrunas, las peleas, todo eso. Por más que algo no me guste, no me quejo, porque no me gusta ser quejumbrosa, mucho menos la gente quejumbrosa.

─Y yo que me vivo quejando de todo, y somos mejores amigos─ dice Urabe─. Yo la verdad es que no sé cómo no se queja de... no sé, una nota baja, o que algo se rompa... ¿Cómo haces, Kumi?

─Te lo he dicho millones de veces, me doy cinco intentos, por ejemplo, me dicen que vuelva a hacer un trabajo de clase, y digo: "Okey, no me voy a enojar por esto".

─Me vive pasando con Matemáticas. Le entrego el trabajo a la profesora y me dice: "Está todo mal, Nakayama. Vuélvalo a hacer". ¡Me da una rabia!

─Shh, deja que Kumi termine─ le dice Nishio.

─Luego si pierdo el autobús digo: "Bueno, tampoco me voy a enojar, esperaré al siguiente bus y llegaré un poco tarde", y así sucesivamente hasta el quinto intento, donde ya me enojo un poco. Aplicar esto me ayudó bastante, ya que de niña vivía haciendo berrinches por todo, jeje.

─No entiendo cómo lo hace sonar tan sencillo. Yo me enojo hasta cuando se me cae el lápiz─ dice Urabe. Los demás se ríen.

─Chicos, pasamos de hablar del Nankatsu a hablar de cómo no enojarse, ¿se dieron cuenta?─ les pregunta Kishida.

─Es cierto, Ai, ¿qué nos dices de ti? ¿De qué escuela vienes?

─Vengo de la secundaria de Adachi, en Tokio.

─¿Vienes de Tokio?

─Sí, pero nos tuvimos que mudar por un asunto personal que prefiero no contar...

─Oh, entiendo. No te vamos a obligar a decir algo que no quieras─ le dice Kumiko.

─Gracias─ sonríe levemente la peliblanca.

─Ahora que lo pienso, nunca le hemos hecho un tour por el colegio a Ai, ya que ella es la única nueva en nuestra clase.

─Es cierto. Mañana te haremos un tour por la escuela─ le dice Nakayama.

─Gracias, amigos─ vuelve a sonreír, pero esta sonrisa es mucho más grande.

Nakayama sorbió de su frappé bastante rápido y sintió dolor de cabeza.

─¡AY, NO PUEDE SER! ¡TOMÉ MUY RÁPIDO Y AHORA SE ME CONGELÓ EL CEREBRO!─ grita, agarrándose la cabeza con sus manos. 

─Eso te pasa por glotón─ le dice Urabe, y los demás chicos se ríen.


Terminaron sus batidos, y salieron a sacarle fotos al atardecer, antes de que Daichi llegara a recogerlos.

─Estos atardeceres no pueden desperdiciarse─ dice Kishida, sacando fotos con su celular.

─La naturaleza sí que sabe pintar─ dice Kumiko.

─Dios, esa inocencia me mata─ piensa Urabe, tratando de disimular el sonrojo.

─Chicos, mejor me voy a casa, antes de que mi madre se enoje conmigo─ dice Ai.

─Espera, yo voy contigo─ le dice Nitta─. No voy a dejar que andes sola.

Ai estaba sorprendida por las palabras de Nitta.

─Gra-gracias, Nitta-kun...

─Creo que allá viene mi papi─ dice Kumiko, alzando la vista entre todos los autos que pasaban por la calle para localizar el de su papá.

─Entonces, nos vemos, amigos─ se despide Nitta.

─Adiós─ habla Ai.

─¡Nos vemos mañana, amigos!─ Kumiko se despide con una gran sonrisa─¡Me divertí mucho!

─¡Valió la pena quedarme pobre por este día!─ Nitta les guiña el ojo y se va con la peliblanca. Dos minutos después llegó el padre de Kumiko para llevarse a los demás a casa.

─¿Cómo les fue hoy, chicos? No he sabido nada de ustedes en todo el día─ les habla Daichi mientras maneja.

─Bien, nos hicimos una amiga nueva, además de Nitta. Se llama Ai─ le responde su hija.

─¿Ai? ¿Se llama amor? Entonces supongo que esa chica es como tú, ¿no?

─Mire, señor Sakagami, como su hija no hay nadie, aunque Ai es buena chica, no es como Kumiko, es muy callada, y su hija habla hasta por los codos─ le contesta Urabe.

─Ni que fuera tú, aunque de niño hablabas mucho más.

─Es cierto, recuerdo que me vivían despertando de mi siesta─ Daichi se ríe.

─Hey, hablando de Ai, ¿no creen que es muy linda?─ les susurra Kishida a Nakayama y Nishio.

─Al fin una chica linda sin ser Kumi.

─Me gustan las albinas─ dice Nishio con los ojos de corazón.

─Y tiene una voz muy tranquila.

─Urabe algún día va a ser el futuro esposo de Kumiko, y uno de nosotros se va a quedar con Ai.

─Ese voy a ser yo.

─¡Cállate! ¡Yo soy el más lindo de todos!

─¡Pero tú ya tienes a la madre de Kumiko!

─¿Que Tomoko qué?─ Daichi se voltea a verlos de reojo.

─N-nada─ los tres sonríen con una gota en sus sienes.

─Yo escuché todo lo que dijeron, y tienen razón en una cosa: yo voy a ser el futuro esposo de Kumiko─ piensa Urabe con orgullo, mientras observa el atardecer por la ventana.


Mientras tanto, Nitta y Ai caminan tranquilamente por la calle.

─Les quiero dar gracias por haberme incluido en su grupo─ le dice la albina al "vampiro".

─Deberías darles las gracias a ellos, yo también soy nuevo en su grupo de amigos. Kumiko es realmente una chica increíble, ¿no crees?

─Sí, es bonita, alegre, todo el mundo la quiere... Ojalá yo fuera así...

─Tú eres bonita también, y buena persona. Está bien ser callado, después de todo, habías dicho que somos tus primeros amigos, y eso ya es suficiente para saber que eres una persona callada. Y nosotros te queremos. 

─Esas palabras me hicieron muy feliz, Nitta-sempai─ sonríe con calidez.

─¿S-sempai?

─Sí...

Hubo un silencio incómodo, pero Ai lo rompió diciendo:

─Mira, a tres cuadras está mi casa. Tú ve a la tuya antes de que sea de noche.

─Está bien. Nos vemos mañana en el colegio, Ai─ se despide de ella con un beso en la mejilla.

─Cuídate...─ al ver que Nitta se fue, dice─: Ese fue el mejor momento de mi vida, por ahora...

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