Rika y Sorimachi (1/2)

[Narra Hisako]

Hoy es el día que empiezo la preparatoria. Siempre me gustó el primer día de clases por mil razones: me gusta volver a encontrarme con mis amigos, estrenar nuevos útiles...

Si digo todas se haría eterno, jeje.

Y lo que más me emociona es que empezaré en un nuevo colegio, ya he pasado por ahí (cuando le puse la carta al viejo ese), y es un colegio muy grande y lindo.

Ayer fui a ver las listas con Kojiro... ¡y me toca en la misma clase que él! ¡¿Qué puede ser mejor?!

También me fijé que Sorimachi, Wakashimazu, Rika y Suzuki también van a estar en la misma clase. El resto son simplemente compañeros, aunque supongo que habrá otro jugador del Toho entre todos ellos.

Tsubasa ya se fue a Brasil. Lo llamo todos los días para saber más de él. Dice que entró a un colegio donde todos sus compañeros son fanáticos del fútbol de nacimiento. Perfecto para él: no le costó nada hacer amigos nuevos. A ver si se hace una noviecita, jiji. Aunque pensándolo bien, prefiero a Misaki antes que a cualquier otra chica (incluso Sanae y Kumi).

Ayer lo llamé de tardecita, y me deseó buena suerte al empezar la preparatoria. Ay, lo amo.


Me levanto de la cama, voy al baño a hacer mis necesidades y después a desayunar.

Mi padre se va de viaje por el océano de nuevo. Mamá se va a hacer cargo de Eri hasta que yo vuelva.

Vuelvo a mi habitación y me pongo el uniforme, que es similar al del Nankatsu, sólo que en vez de una corbata aquí se usa un laso rojo, y la falda es un poco más corta que la del Nankatsu.

Me despido de mamá y Eri y salgo de la casa, donde Kojiro me estaba esperando con ese uniforme que le queda tan bien. Nos fuimos caminando juntos hasta el Toho.

Llegamos y el patio es un mar de alumnos hablando y riendo. Veo a Takeshi, Ken, Sorimachi, Rika y Suzuki acercándose a nosotros.

─¡Hola, capitán, Hisako!

─¡Ternurita!─ lo tomo de los cachetes.

─¿Tan tierno soy?

─Sí.

─¿Cómo está la niña?─ pregunta Kazuki.

─Eri ha crecido un montón, y ya casi ni llora─ responde Kojiro.

─Qué bueno─ dice Ken.

─¡TAKESHI!─ una chica pelirroja lo llama de lejos.

─Nos vemos después, chicos. Mizumi me llama─ se va, un poco sonrojado. Uuuuuh ya se consiguió una novia, jiji.

─Nos toca a todos en la misma clase─ dice Rika, y se abalanza sobre Kazuki.

─¡Síiiiiiiiii!


Vamos al nuevo salón, el cual es ¡enorme! Me siento al lado de la ventana. Ken se sienta detrás de mí y Kojiro a mi lado. Kazuki y Rika se sientan delante de nosotros, y Suzuki al lado de Rika.

[Narra Rika]

Kazuki y yo nos hicimos novios luego de la fiesta. ¡Es tan lindo! Y los dos somos iguales: amamos las bromas y nos reímos muy fácilmente con cualquier bobería. Estoy muy feliz porque nos volvió a tocar juntos en la misma clase.

Estamos en Biología. Estoy usando mi cartuchera de lapiceras para colorear los apuntes.

─Ey, Riki, préstame una─ me susurra Kazuki.

¡Ayyy, ese apodo me pone la piel de gallina! Desde que se hizo pública nuestra relación, él me llama Riki. ¡Es taaaaan tierno!

─Sí, claro─ le doy la cartuchera y él saca una lapicera verde agua, una negra y una naranja.

Fueron dos horas de Biología, y luego tuvimos el primer receso de diez minutos. Kazuki y yo nos sentamos debajo de un árbol Sakura. Nos contamos varios chistes y anécdotas del verano. Saqué un tazón pequeño y le puse cereal. Él y yo empezamos a comer, ¡pero Kazuki parecía esos monstruos que comen personas o animales con su mano! Agarró un puñado de cereales y empezó a comerlo como un monstruo que come con la mano, y era muy ruidoso comiendo. No aguantamos más las ganas de reír y liberamos toda la risa.


Aprovechando los cinco minutos libres entre el recreo y la siguiente asignatura, fui a mi casillero a buscar mi libro de Astronomía. Entonces llega Kazuki.

─Oye, acompáñame al baño. No hay nadie─ me toma de la muñeca y me lleva.

Me encierra en uno de los cubículos y me besa apasionadamente el cuello y luego los labios.

─Ayyy, Kazuki, estás muy intenso─ gimo.

─Quisiera hacer más, pero el director escucha cualquier ruido raro, nos descubre y nos encaja una amonestación de aquellas.

─Sí, pero bueno, volvamos antes de que el profesor de Astronomía nos ponga la falta, que ya te pone la falta del día por llegar tarde.

─Tienes razón. ¡Vamos!─ nos tomamos de la mano y corremos al salón, bien cómplices.

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