[Narra Hisako]

Estoy en la habitación descansando luego del partido que tuvimos. Y mañana nos toca contra el Naniwa, un equipo también fuerte (y créanme que su portero es enorme, Dios mío).

En fin, me alegra que llegara Yuri al equipo (me sentía un poco incómoda al dormir con un montón de chicos, y más porque el mono y Potter roncan como osos, se los juro).

Mi hermano, Misaki e Ishizaki entran a la habitación.

─Hola, Hisako. Buen tiro el que hiciste─ me dice Tsubasa.

─Gracias. No lo hubiera hecho sin el increíble pase que me hizo Yuri.

─Mi hermana también es buena en el fútbol.

─Ya veo─ decimos yo e Ishizaki.

─Las pocas veces que nos vimos, entrenábamos juntos, era muy divertido, y a la vez una buena forma de hacer actividad física.

─Les sirvió bastante para el torneo─ dice Tsubasa.

─Síp.

Pero la sonrisa de Misaki se borra de repente.

─La voy a extrañar cuando me vaya─ nos dice con una mirada triste.

─Ayyy, no llores, cosita kawaii─ lo abrazo.

─Les conté nuestro pasado anoche, y no es algo fácil de superar.

─Escucha, Misaki, nosotros vamos a ganar el Torneo Nacional por ti, porque eres el mejor compañero que alguien podría tener, y yo soy el afortunado─ le dice mi hermano rodeando sus hombros con su brazo.

─Tsubasa... Muchas gracias por decir esas palabras─ se abrazan.

─¡Awwww!─ exclamamos Ishizaki y yo con una cara de fujoshi bárbara.

[Narra Sanae]

Menos mal que me dejaron quedarme en el hotel. No quería ir y venir cada vez que hay un partido...

En ese momento, veo algo que me hace hervir la sangre: Tsubasa y Misaki están dándose un abrazo... ¡Ni siquiera yo he llegado tan lejos!

─¿Mmm?

[Narra Hisako]

Escuché la voz de Sanae. Está escondida detrás de la pared.

Esta nena está traumada con mi hermano, y siempre anda diciendo cosas como: "¡mi Tsubasa lo logró!" o "¡ya dejen de marcar a mi Tsubasa!"... ¡Uffff! ¡Él ni siquiera la registra! Literalmente Misaki ha logrado mucho más que ella: se tomaron de la mano, se abrazaron, ¡hasta duermen en el mismo cuarto! Y Sanae ni siquiera lo ha tocado. Tengo que hablar con ella.

Estamos por dormir. Sanae y yo nos estamos cambiando en el baño.

─Fue un excelente juego el de hoy─ me comenta mientras se pone la camiseta─. Mi Tsubasa sin duda alguna es el capitán del equipo, ¡y el miembro más apuesto!

Llegó la hora de decirle lo que siento.

─Tus esfuerzos son en vano, ¿sabías eso, cierto?

─¿Qué quieres decir?

─De que tus esfuerzos de enamorar a mi hermano son en vano. Él sin duda alguna debe estar con Misaki. Son la pareja ideal.

─Pero Tsubasa no es gay...

─¿Cómo lo sabes?

─Estoy segura... Mi corazón me lo dice...

─¡Uffff! ¡Deja de decir estupideces! ¡Ni siquiera le has tomado de la mano, cosa que Misaki hace todo el tiempo! Mira: él lo ha tomado de la mano, se abrazaron, y duermen en el mismo cuarto─ le digo mientras cuento con los dedos.

─Pero...

─Sólo consigue a alguien más. Tsubasa está demasiado fuera de tu alcance. No quiero que te esfuerces en un chico que jamás te dará una pizca de atención─ la fulmino con la mirada. Noto que está empezando a lagrimear─. Nos vemos─ me voy del baño.

[Narra Sanae]

Mi corazón está roto.

No quiero aceptar lo que me dijo Hisako, pero tristemente es cierto: Tsubasa no se fija en mí, y Misaki se roba mucho su atención.

Sin que me dé cuenta, las lágrimas me mojan la cara mientras miro el piso.

[Narra Hisako]

Fiu, eso se sintió muy bien. Le hice un enorme favor a esa nena. Que se fije en un chico que realmente sea para ella, que le dé bola... Mi hermano DEBE estar con Misaki, sí señor. El poder de una fujoshi de corazón.

Yendo para mi habitación, me tropiezo con alguien...

─¡FÍJATE POR DÓNDE CAMI...! Ah, eres tú, Hisako...

─Sí...

─Prepárate, porque los haremos pedazos en la gran final. Voy a ganar y seré el mejor jugador del mundo.

─Eso ya lo veremos, gatito con cara de culo.

─Te arrepentirás de haber dicho eso─ se da la vuelta y se va a su cuarto.

A estas alturas parezco un tomate.