━━━━━ 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃𝐈𝐒𝐓𝐀;
❛CÓMO TÚ.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
DybalaCabj

     A ESO DE LA UNA DE LA MAÑANA FIORELLA Y PABLO SE HABÍAN QUEDADO EN LA BARRA DE BEBIDAS DÁNDOSE BESITOS. Los chicos no se habían sentado en toda la noche, estaban bailando, haciendo de karaoke y en caso de Pedri estaba haciendo de dj. Fiorella se abrazó a su chico, estaba haciendo demasiado frío y ya le estaba dando muchísimo sueño, Pablo besó su cabello para apegarla más a él y generar que la castaña sintiera esa punzada en su estómago, sonrió.

—¿Tienes sueño mi amor? —preguntó en un susurro ya que la música no les dejaba escuchar bien, Fiorella asintió.

—Muchísimo...

—¿Nos vamos entonces? —la miró.

—¿Quieres que nos vayamos?

—La verdad es que sí —los dos rieron, Fiorella dejó de ver a su chico para ver hacia la pista de baile en donde sus amigos bailaban animadamente.

—¿Y cómo hacemos con los chicos? Porque no quiero que ahora quieran irse a casa.

—Pues vámonos tú y yo —se encogió de hombros, Fiorella lo miró con una ceja alzada.

—¿Y cómo nos vamos a ir tú y yo si Pedri tiene las llaves del auto?

Pablo sonrió, acercándose a besar sus labios causándole una sonrisa.

—Caminando.

—¿¡Qué?!

—Vamos, no seas aburrida.

La tomó de la mano, los dos salieron de la discoteca esquivando a la gente mientras que se reían entre sí, cuando lograron salir observaron las calles de Tenerife; estaba haciendo bastante frío debido a la hora pero honestamente las calles eran bastante tranquilas. Tomados de la mano Pablo y Fiorella comenzaron a caminar, al mismo tiempo charlaban sobre cualquier cosa, se sacaron algunas fotos en la calle dándose besitos o riéndose, y luego de un rato, siguieron su camino.

El lugar en dónde estaban no estaba tan lejos de la casa de los Fernández, quizá media hora a pie pero no se hacía tan tedioso ir caminando cuando ibas en compañía.

—Amor —Pablo soltó un suspiro, los dos balanceaban sus manos a la par que caminaban, Fiorella lo miró sonriente.

—¿Sí?

—¿Crees que...? —tragó grueso, soltando una risita para pasar una mano por su cabello y verla— yo no sé para qué te voy a hacer esa pregunta si sé que te burlaras de mí.

Fiorella soltó una carcajada.

—¿¡Qué?! ¡Hey! —ella le dio un leve empujón— ¡Nunca me burlaría de algo que me estás preguntando, amor!

—Si se trata del Barcelona, claro que te burlarías —la miró con una ceja alzada, Fiorella soltó una risita, negó.

—La verdad es que no, Pablo —los dos detuvieron su paso frente a la urbanización dónde vivían Fiorella y Pedri, ella posicionó sus manos sobre los hombros del sevillano que las puso sobre su cintura y la atrajo hacia él— sé que el Barcelona es el rival de mi equipo pero mi novio pertenece ahí —le acarició la mejilla— y no me reiría de tu equipo porque sé que es importante y significa mucho para ti.

Fue ineludible que Pablo sonriera, se inclinó hacia ella para unir sus labios en un beso y darse un abrazo tierno.

—Te amo tanto de verdad.

—Y yo también te amo. Entonces, ¿qué era lo que ibas a preguntarme?

—Bueno...—los dos siguieron caminando para llegar a casa, Pablo rasco su nuca con nerviosismo y suspiró— es que ya sabes que el Real Madrid ha ganado la Champions ¿no? —Fiorella asintió— ¿Crees que este año nosotros al menos lleguemos a semifinales o algo por el estilo?

Fiorella apretó sus labios, abrió la puerta de casa mientras que los dos entraban y ella se recargaba de la misma.

—¿Quieres la verdad, la verdad?

Los dos rieron, Pablo asintió.

—Obvio quiero la verdad la verdad.

—Bueno creo que... si terminan de deshacerse de jugadores que no aportan y hacen fichajes... no, es que no tienen dinero —hizo una mueca, Pablo soltó una carcajada— bueno pero hay opciones, dejar todos esos fichajes y buscar en la cantera, siempre salen joyitas —se acercó a él— como tú.

Le guiñó un ojo, el sevillano la miró con una sonrisa coqueta.

—¿Ah, sí?

Los dos quedaron bastante cerca, y Fiorella amaba cada que se coqueteaban y generaban esa tensión entre ambos, era sin dudas de sus cosas favoritas, bajó la mirada a los labios de él para asentir y luego volver a conectar sus miradas.

—Sin dudas.

—Te amo.

Unió sus labios en un beso sin dudarlo mucho, Fiorella respondió un "y yo a ti" para acto seguido quedarse los dos abrazados.

—Pero ya respondiendo a tu pregunta, quizá tienen chances de pasar de fases de grupo —se encogió de hombros— ¿No haz escuchado si quieren fichar a un delantero?

—Bueno escuché que hay negociaciones con el Bayern —los dos subieron las escaleras, Fiorella lo miró incrédula.

—¿Por qué el Barcelona anda negociando con su padre?

—¡Amor!

Ella soltó una carcajada.

—Ya, ya, es broma. No pero en serio, ¿por qué el Barcelona anda en negociaciones con el Bayern? Había escuchado que quieren a un par de jugadores de ahí...

—Sí, pero esta vez están buscando a un delantero. A Robert Lewandoskwi —se detuvieron en la habitación de Fiorella, los dos hicieron silencio, la castaña no pudo evitar reírse en un susurro para no despertar a los demás después de haber escuchado aquel comentario.

—¿Robert? —Pablo asintió— ¿Robert Lewandoskwi?

—Ajá.

Entró a su habitación mientras que se carcajeaba sin ser inevitable, Pablo cerró la puerta para cruzarse de brazos y verla con una ceja alzada.

—¿Qué te causa tanta gracia?

—¿Robert ir al equipo que siempre golea? Por favor, debe ser un chiste o algo por el estilo —soltó una carcajada, los dos se lanzaron en la cama, Pablo se encogió de hombros.

—Es obvio que todos quieren ir al mejor equipo de Europa, amor.

—Bueno, hasta donde sé el Madrid no está interesado en Robert.

—¡Amor! —los dos rieron.

—Es que te amo pero... decir que el Barcelona es el mejor equipo de Europa ya es...

—Ya lo sé, pero igual no estamos hablando de eso —alzó una ceja, ella se rió posicionando su mano sobre el torso de él mientras que el castaño la apegaba más hacia sí— es que... no quiero que nos volvamos a quedar en fase de grupos y no podamos pasar ni a octavos, quiero saber qué se siente jugar más de fase de grupos en Champions, quiero saber que se siente estar en la semifinal o algo así...

—Ay amor —ella besó su mejilla de manera delicada— en algún momento pasarán de fase de grupos, créeme.

—¿Tú lo crees?

—No.

—¡Pero amor! —los dos rieron, Fiorella negó divertida.

—Ya, ya, hablando en serio de manera objetiva y dejando la camiseta a un lado, yo creo que sí pueden pasar de fase de grupos —se encogió de hombros— habrá que ver, no lo sé. Oye, hablando de fútbol... ¡Falta muy poco para que comience el mundial! ¿Cómo te sientes al respecto?

—Todavía no llega y estoy bastante nervioso por si no me convocan —hizo una mueca— será mi primer mundial.

—Obviamente que te van a llamar, amor —le sonrió— ya quiero que comience, tenemos un buen equipo para afrontar la competición. Aparte de España, ¿tienes a otro equipo favorito?

—La verdad no, sólo quiero que ganemos nosotros —sonrió con orgullo— ¿Te imaginas que ganemos el mundial? Que seamos tan épicos como el mundial donde todos los jugadores estaban en su mejor momento.

—Sería lo mejor para ser honesta.

Los dos se quedaron hablando sobre fútbol, una de las cosas que más le encantaban a Pablo de Fiorella, era que con ella podía hablar de fútbol y los dos se entendían a la perfección, por más que fuesen de equipos distintos (y encima rivales) a la hora de opinar sobre cualquier otro equipo o temas serios, se entendían perfectamente y eso era genial, no todos los días conseguías a una chica que fuese tan apasionada al fútbol y entendiera todo a la perfección, y era sin dudas, algo que Pablo Gavi amaba de su chica, su madridista.

Se quedaron dormidos después de tanta charla.

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     Por la mañana el primero en despertar fue Pablo, miró a su novia fijamente, era tan bonita, le acarició la mejilla, los dos se habían quedado dormidos con la ropa puesta porque ni para eso les había dado tiempo de cambiarse. El sevillano se puso de pie, yéndose hasta el baño para hacer su rutina de la mañana con las cosas que había dejado ahí, aprovecho a darse una ducha y ya listo, tomó la toalla para enrollarla sobre su cintura y salir de la habitación en busca de ropa nueva, tomó unos pantalones cortos y pasó de vuelta al baño para peinarse el cabello mojado.

Se quedó ahí un rato secándose el cabello, la puerta del baño se abrió y una Fiorella con cara de dormida entró sin darse cuenta de que su novio estaba ahí.

Se puso a un lado de él y abrió la llave para lavarse las manos, Pablo la veía con una sonrisa divertida sabiendo que era tan despistada por las mañanas que no se había dado cuenta de que él estaba a su lado. Apenas Fiorella terminó de cepillar sus dientes y se lavo la cara, tomó una toalla para secarsela y dio un salto del susto al ver a Pablo ahí parado, le dio un pequeño golpe en su espalda descubierta, él soltó una carcajada.

—¡Me asustaste! —se quejó.

—Buenos días para ti también, mi niña hermosa —la tomó de la mano para apegarla a él y unir sus labios en un beso.

Apenas el torso de Pablo hizo contacto con él cuerpo de Fiorella, ella sintió esa corriente eléctrica recorrer su espina dorsal. Definitivamente una de las cosas que le encantaban de su novio era verlo sin camisa, situó sus manos sobre los hombros de él para incrementar el nivel del beso que los dos estaban compartiendo, Pablo le agregó movimiento al mismo tiempo que acariciaba su cintura y sonreía en medio del beso.

—Amor, como me encantas de verdad —susurró sobre sus labios para seguirla besando.

—Y tú a mí —Fiorella respondió, despeinando su cabello y atrayéndolo más hacia ella, disfrutando del contacto de las manos de Pablo Gavi subiendo y bajando por su espalda en señal de caricia.

El castaño dejó de besar sus labios para pasar a besar su mejilla y dejar besitos por su cuello, para luego verla otra vez y besarla con desespero, la tensión entre los dos comenzó a incrementar más de lo usual, la respiración de ambos era agitada, sus corazones latían de manera desenfrenada, y cuando Pablo la apegó más a él, Fiorella se separó, nerviosa.

—Bueno —Pablo dejó un beso corto en sus labios, ella movió sus manos— hace calor ¿no? Tengo que seguir haciendo mi rutina de la mañana.

Le sonrió, para tomar sus cosas y salir de la habitación, dejándolo ahí parado como si segundos antes no hubiesen compartido un caluroso beso. Pablo la miró irse, ya se había cambiado la ropa que había llevado a la discoteca y tenía unos shorts junto a una camisa del Madrid que le quedaba tan bien... su cabello largo se movía al son de sus pasos, dejando ver sus lindas ondas revolotear. Ella era tan encantadora en todos los aspectos, Pablo dejó de verla y apoyó su mano izquierda sobre el lavabo, mientras seguía ahí parado repasando el beso que los dos acaban de compartir.

No era la primera vez que se besaban de aquella manera, pero cada vez que pasaba y Fiorella lo dejaba con las ganas de seguirla besando.

Se quedó ahí un rato más para terminar de arreglar su cabello y luego salir de la habitación, Fiorella entró a darse una ducha y ya lista, los dos bajaron a desayunar tomados de la mano. Se habían despertado más temprano que los demás porque Pedri y el resto de los chicos habían llegado a las cinco de la mañana.

Federico y Amelia se habían ido de compras al supermercado pero le habían dejado el desayuno listo a los chicos, así que Pablo junto con Fiore se sentaron al lado del otro y comenzaron a desayunar, se quedaron hablando bastante rato, Mía bajó las escaleras con el cabello hecho un nido de pájaros, Pablo y Fiorella se miraron para luego reírse.

—Vaya, alguien la pasó bien anoche —dijo Fiorella con diversión, Pablo soltó una carcajada al ver como Mía la veía con sus ojos entrecerrados y el ceño fruncido.

—Eso digo yo de ustedes, que se vinieron a mitad de la fiesta —se cruzó de brazos, alzando una ceja, Pablo volvió a reírse, Fiorella casi escupe el jugo que estaba tomando— ¿Por qué nos abandonaron?

—No los abandonamos —Fiorella aclaró.

—Es que teníamos sueño y nos vinimos a casa —Pablo expresó, encogiéndose de hombros, Mía alzó una ceja.

—¿Sueño? ¿Sueño a las dos de la mañana, en una discoteca? —Fiorella y Pablo se miraron otra vez, para ver a la castaña y asentir.

—Obvio que sí, Mía.

—Ajá, como digan —comenzó a caminar hacia el refrigerador para abrir el mismo y sacar la jarra de agua— ¿Dónde están mamá y papá?

—Cuando llegamos creo que estaban con Rosy y Fernando porque no salieron, y hace rato se fueron a comprar —le respondió, Mía los siguió mirando con una ceja alzada.

—¿Pero qué tenemos Mía? Que nos estás mirando así —Pablo preguntó sin poder evitar soltar una risita.

—Es que ustedes se fueron de la fiesta, para continuarla pero en—

—Me están llamando —Fiorella se puso de pie— ¿Pedri? Ajá, si obvio, ven.

Cortó la llamada y salió de la cocina para que Mía no siguiese hablando o sabía que iba a decir una de las suyas que la hacían pasar vergüenza, y aunque Pablo ya era su novio y sabía cómo era Mía, de igual manera a Fiorella le daba vergüenza, Pablo se puso de pie.

—¿Qué quería Pedri?

—Desayunar —ella mencionó, yéndose hasta la puerta de la casa y abriendo la misma para ver a Pedri con cara de sueño, bostezando y estirando sus brazos— hola pepi, buenos días.

—Hola Fiore —se acercó a besar su mejilla para darle un abrazo— que sueño tengo. ¿Qué vamos a desayunar?

Le sonrió como niño pequeño, Fiorella soltó una risita.

—Ahí hay cereales, agarra si quieres, Mía ya se debe estar sirviendo.

Lo tomó del brazo para ambos ir hasta la cocina en donde Pablo hablaba animadamente con Mía, la castaña le sirvió el desayuno a Pedri también y los cuatro se quedaron hablando sobre la fiesta y cuestionándole a Pablo y a Fiorella que se habían ido a la mitad de la misma.

Después de un rato juntos, Pablo y Pedri se encargaron de lavar los trastes para luego irse a la sala a jugar videojuegos, y minutos después Adri y los primos más pequeños de Fiore se habían unido.

━━━━━ holiii, espero que les guste el cap

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—girlofmyidols.