37 ⌇ AND I WANT TO KISS YOU.
━━━━━ 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃𝐈𝐒𝐓𝐀;
❛Y YO QUIERO BESARTE.❜
𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
lilyftleclerc
LOS DOS SE DIRIGIERON A LA SALA, SENTÁNDOSE EN EL SOFÁ. Pablo sabía que Fiorella se tardaría desempacando lo poco que había llevado a Madrid porque era muy ordenada pero también se distraía viendo vídeos en sus redes sociales, y aunque no sabía cómo comenzar la conversación, sabía que a Pedri le incomodaba el hecho de que él y Fiorella fuesen novios, no había que ser demasiado inteligente como para notar sus facciones, y en parte, lo entendía. Lo había juzgado, lo había juzgado muchísimo y no se había puesto en sus zapatos, no se había detenido a pensar en cómo se había sentido Pedri después de la declaración de Fiorella.
Y admitía que no sólo Pedri había metido la pata, él también.
Él también por haber decidido coquetearle a la mejor amiga de un compañero, de la cuál sospechaba que había algo entre los dos, pero simplemente, Fiorella le gustaba tanto que los coqueteos salían de manera involuntaria.
—¿De qué quieres hablar? —Pedri encendió el televisor para distraerse con algo, Pablo comenzó a jugar con sus dedos.
—Es que... creo que no te alegró del todo lo que acabas de escuchar de Fiorella y de mi, que somos novios —inició, Pedri se quedó tenso, pestañeo repetidas veces, para evadir su mirada y recargarse del sofá.
—¿Qué dices, tío? —soltó una risita ligera—. Madre mia claro que no, estoy alegre por ustedes y de que por fin después de tanto tiempo son novios, fue una declaración espectacular.
Le sonrió a labios pegados, Pablo lo miró con una ceja alzada.
—Pedri no tienes que mentir.
—No estoy mintiendo.
—Sé que todavía sientes cosas por Fiorella —Pedri tensó su mandíbula, tragó grueso— es decir, no lo sé, yo lo supongo, y de lo que quiero hablar es precisamente de eso. Pedri, eres mi mejor amigo —los dos se miraron fijamente— tanto en el campo, como fuera del mismo. Cuando llegué al Barcelona conectamos muy rápido, me pareces una persona increíble al igual que tu familia, la de Fiorella también, sé que te juzgué cuando pasó todo esto de la declaración de Fiorella hacia tí, sé que peleamos y te dije cosas que no debía, no fui empático contigo, no entendía tú situación, tú rabia, tus celos, y te pido perdón.
Tragó grueso, Pedri bajó la mirada.
«Te pido perdón porque aunque pensaba que entre tú y Fiorella había algo, igual decidí coquetearle. Sé que tienes razón en eso de que rompí códigos y fui un mal amigo por fijarme en la chica que le gustaba a un compañero, y más que ese compañero es mi mejor amigo —bajó la mirada— pero quiero que me entiendas, yo sólo quería ayudar a Fiorella a sanar las heridas que tú le causaste —Pedri apretó sus labios— y no lo digo a mal, ni para recalcarte que la heriste o algo por el estilo.
«Al contrario, no sabía que para las personas que no saben expresarse es difícil el reaccionar a una situación en la que tú mejor amiga de años se te declara frente a montones de periodistas —resopló, para quedarse en silencio un par de segundos y continuar— y te juzgué, pensé que no te gustaba, pensé que sólo eras un idiota que quería jugar con Fiorella, pero te juzgué mal porque lo que te pasaba era que no sabías expresarte, y te pido perdón otra vez, pero cuando me mostraste a Fiorella por foto yo... me enamoré.
«Sé que se oye muy "wow", pero me llamó la atención como ninguna chica antes, y cuando la conocí en persona fue como amor a primera vista, sí, sospechaba de que había algo entre ustedes, pero siempre te preguntaba y decías que no, pero no sabía que era para disimular lo que sentías por ella —despeinó su cabello, apoyando sus codos sobre sus rodillas y mirándolo— y de verdad te pido perdón Pedri, por haber sido ese amigo que rompió códigos...»
Los dos se quedaron en silencio, Pablo estaba pensando en que Pedri no le diría nada, después de un par de minutos de un silencio bastante tenso, el pelinegro le despeinó el cabello.
—No rompiste códigos, Pablo —le aseguró.
—Lo hice.
—No, esos códigos no existían como dijo Frenkie, porque yo nunca expresé que Fiorella me gustaba. Mi error fue creer que por creer que "era obvio" los demás lo veían así, pero también fui un tonto, siempre negaba lo evidente, decir que éramos como hermanos y nada más, por miedo. Miedo a perderla porque no creía que a Fiorella también le gustaba —suspiró— pero ya está. No tienes por qué disculparte.
—Sí, si tengo qué.
—La verdad no —Pedri negó— al contrario, como te dije; agradezco que hayas estado en el momento en el que Fiorella necesitaba a alguien que la ayudara con el corazón roto, y también te entiendo, ¿quién no va a enamorarse de Fiorella si es increíble? —Pablo asintió, sonriendo— no te culpo, no elegimos de quién enamorarnos, así que todo está bien.
—Pero igual... sigues sintiendo cosas por ella...
—Un poco sí —se encogió de hombros— pero es algo que se me va a pasar, créeme. También quiero que entiendas que el hecho de que me guste Fiore aún, no significa que yo seguiré coqueteabdole o algo por el estilo, al contrario, me mantendré lo más alejado posible de ella si a ti te molesta, lo que menos quiero es causarles problemas.
—No me molesta —le sonrió— sé que no le coquetearas ni nada por el estilo, así que no pasa nada.
—Además —Pedri continuó— me di cuenta que de verdad si funcionamos mejor como hermanos, así que no te preocupes por lo que yo siento, en algún momento se me pasará.
Pablo asintió.
—Sí, lo sé... tengo una duda también, antes de que cerremos el tema... con respecto a los besos que se dieron... ¿sí se besaron un vez nada más, verdad? ¿O también antes de que ella se te declarará pasó algo?
—La verdad dos veces —agregó— la noche después del Clásico y al día siguiente en el avión un roce de labios, pero nada más. Antes no, nada que ver, si lo intenté con acercamientos pero tenía miedo de que todo se volviese incómodo —se río ligeramente— de todas maneras, antes del clásico tú y Fiorella no eran nada, digo, estaban en algo pero...
—Sí, sí, lo entiendo —Pablo se puso de pie— sólo tenía curiosidad por eso y nada más. También quería decirte, que me disculpo por las discusiones tontas que tuvimos, ya sabes, en el elevador, en el campo frente a todos...
—No pasa nada, yo también provoqué para que esas discusiones comenzarán —secundó su acción poniéndose de pie también— pero ya pasó, ¿vale? Ahora estoy feliz porque tú y Fiorella estén juntos, de verdad hacen una pareja muy linda y sobretodo, se nota que se quieren mucho.
Pablo sonrió enamorado, asintiendo. Y la mirada de Pedri no mentía, estaba siendo completamente sincero y transparente.
—Sí... entonces... ¿Está todo bien entre nosotros? —Pablo le extendió su mano, Pedri sonrió.
—Está todo bien entre nosotros.
Estrecharon sus manos para después darse un abrazo y palmadas ligeras en la espalda, Pedri soltó una risita.
—Ya extrañaba tenerte de copiloto.
Pablo se contagió de su risa.
—Yo extrañaba tenerte de chófer —los dos soltaron uns carcajada.
—Eso hasta que saques tú licencia de conducir, eh —le despeinó el cabello haciéndolo reír.
—Cuando la tenga, yo seré tu chófer —puso una mano en el hombro de él, Pedri se rió.
—Ni loco me subo contigo a un auto.
—¡Hey! ¡He estado practicando y lo hago bastante bien! Ya hasta puedo competir en la fórmula uno y todo.
Los dos rieron.
—Sí claro que sí, quédate siendo futbolista mejor.
Pablo le dio un golpe en broma.
—Te extrañaba mucho, hermano.
—Y yo a ti —los dos se volvieron a abrazar.
Fiorella bajó las escaleras acercándose a la sala, frenando su paso al ver como Pablo cargaba a Pedri en el abrazo que se estaban dando, los miró con una sonrisa de orgullo, los dos se separaron al verla ahí parada con su celular entre manos.
—Fiore —dijeron al mismo tiempo, ella alzó una ceja dirigiéndole una mirada a Pedri.
—¿Ya me estás robando a mi novio?
Pedri pasó su brazo por el hombro de Pablo.
—¿Robando? El que lo conoció primero se lo queda.
—Apoyo —Pablo concordó, Fiorella abrió la boca con indignación.
—¿Ah, sí?
—Primero fue sábado que domingo, Fiore —Pedri le guiñó un ojo, mientras que ella seguía viéndolos indignada, se acercó al dúo.
—Idiotas.
Los tres soltaron una carcajada.
—Ay ya no seas celosa, princesa, te damos un abrazo a ti también —Pablo la apegó a él mientras que se unían en un abrazo grupal que hizo sonreír a Fiorella.
Ya no se sentía tan tensa la situación entre los tres, y no sabía que habían hablado Pablo y Pedri mientras ella ordenaba su ropa, luego les preguntaría, pero de todas formas si habían arreglado sus problemas, le alegraba muchísimo.
Se separó de ambos, guardándose el celular en el bolsillo del short de jeans que se había puesto y mirándolos.
—¿Quieren sandwiches?
Pablo y Pedri se miraron para asentir.
—Ya que insistes...
—¿Y luego nos ponemos a jugar fifa? Que el mejor gane —Pablo mencionó.
—Bueno perdedores, si pierden lavan los trastes y ordenan toda la cocina.
—Trato.
—¿Y si tú pierdes? —Pablo la abrazó por la cintura, besando su mejilla mientras que los tres se dirigían hacia la cocina para preparar los sandwiches.
—Lavan los trastes y ordenan toda la cocina —repitió.
—¡Eres una tramposa!
Fiorella soltó una carcajada.
💌
Pablo y Pedri habían perdido contra Fiorella, y la castaña llevaba bastante tiempo riéndose de la cara de indignación que ambos tenían en ese momento al ver el "8-3" contra Pedri y el "5-4" contra Pablo que Fiorella había ganado, utilizando al Real Madrid mientras que ellos al Barcelona.
—Me parece que tienen que ordenar la cocina ¿no? —les dijo con burla, Pablo y Pedri soltaron un resoplido para asentir.
—Eres una tramposa.
—Ustedes unos perdedores —ella se encogió de hombros— quizá es porque escogen al Barcelona para jugar, ni con el fifa son buenos.
—¡Hey! —los dos se quejaron, ella soltó una risita.
—Bueno —se puso de pie, estirando sus brazos y soltando un bostezo cargado de cansancio— iré a pasarle la parte de mi trabajo a Isa para luego hacerme mi skincare. ¿Ustedes se quedan aquí?
Pablo y Pedri asintieron, vieron a Fiorella salir de la sala para verse entre ellos.
—¿Es necesario qué le digamos que la dejamos ganar? —Pablo preguntó, Pedri soltó una carcajada.
—Nah —hizo un ademán con sus manos restándole importancia al asunto— vamos a dejarla que crea que nos ganó.
Los dos rieron, se quedaron un rato más jugando. Mientras Fiorella le pasó su parte del trabajo a Isabella para que lo juntara todo y después de eso, se dió una ducha rápida para proceder a hacer toda su rutina de la noche, estaba haciendo bastante frío así que apenas abrió el armario y vio uno de los tantos hoodies que Pablo tenía ahí, no dudo en tomar uno, se colocó su pantalón de pijama y después de peinar su cabello se lanzó en la cama, tomando su laptop para entrar en YouTube y ver la repetición del partido del Real Madrid.
Definitivamente hacia unas horas atrás había tenido dos icónicos momentos, la remontada del equipo, y también, la pedida de noviazgo de Pablo Gavi, que por cierto ya era viral en todas las redes sociales, ahora sí para nadie era un secreto que Fiorella Fernández y Pablo Gavi estaban saliendo.
No pudo evitar sonreír al recordar como un Pablo todo nervioso le preguntaba si podía ser su novio, la forma en la que lo había hecho fue sensacional, agregando a que el "¿Quieres ser la madridista de este culé?" Lo hacía todo mucho más bonito.
Dejó su laptop a un lado buscando el regalo que Pablo le había dado cuando le estaba pidiendo ser su novia, dándose cuenta de que en aquel momento los dos estaban tan emocionados y nerviosos a la vez que se le había olvidado completamente que el sevillano le había dado un regalo. Tomó la bolsa, abriendo la misma y viendo montones de dulces de los que más le gustaban, al igual que algunos accesorios que a Fiorella le encantaban, y sonrió enternecida al ver maquillaje.
Recordaba cuando habían salido juntos y ella le había hablado sobre qué le faltaba maquillaje y debía reponerlo, y Pablo se lo había regalado, fue ineludible que sus ojos se cristalizaran, tomó la pequeña nota que tenía la bolsa.
"Espero que te gusten los regalos, me
dijiste que te hacían falta algunas cosas
de maquillaje y decidí comprartelas,
también de tus dulces favoritos. Te
quiero muchísimo mi madridista
hermosa,
Tú culé,
Pablo Gavi."
La castaña soltó un chillido de emoción, lanzándose en la cama y sonriendo completamente enamorada. Nunca se hubiese imaginado estar de novia con el chico con el cuál había comenzado a discutir por una camiseta de Cristiano Ronaldo apenas se conocieron, pero ahora, le encantaba estar junto a él.
La puerta de la habitación se abrió, Pablo entró por la misma estirando sus brazos para acto seguido cerrar la puerta y quedarse recargada de la misma viendo a Fiorella abrir los regalos que él le había dado.
Apenas la castaña lo vio, soltó todo lo que tenía en manos para ponerse de pie y acercarse a darle un abrazo el cuál Pablo correspondió, ubicando sus manos sobre la cintura de ella mientras que Fiorella sentía sus ojos cristalizarse debido a la emoción que le había causado ver todos aquellos regalos.
—Te quiero muchísimo de verdad.
Susurró sobre su oreja, provocando que Pablo sintiera una corriente eléctrica recorrer toda su columna vertebral, y era impresionante como Fiorella tenía la capacidad de colocarlo más nervioso que cuando estaba por disputar un partido importante de fútbol.
—Yo te quiero más a ti mi amor —los dos se separaron para mirarse fijamente.
Los ojos miel de Pablo Gavi brillaban, dedicandole a Fiorella una mirada tan linda que la castaña se podía quedar intercambiando miradas con él por horas, pero no sé contuvo mucho y acunó el rostro de él entre sus manos para unir sus labios en un beso, Pablo sonrió, correspondiendo gustoso y sintiendo esa punzada en su estómago que siempre solía incrementar cada que él y ella se besaban, y le encantaba.
Le encantaba que cada vez que los dos posaban sus labios sobre los del otro siempre era un beso más especial, más tierno, más sentimental, apasionado, deseoso.
Fiorella se separó para mirarlo, su frecuencia cardíaca estaba algo acelerada debido a la emoción que había tenido segundos atrás, y Pablo no se contuvo de volver a unir sus labios en un beso de muchísima más tensión. Ladeó su cabeza un par de grados para quitar una mano de la cintura de Fiorella y ubicarla sobre su mejilla derecha, subiendo la intensidad y el deseo del beso que los dos estaban compartiendo.
Comenzaron a retroceder para alejarse de la puerta pero sin despegar los labios del otro, los nervios que sentía Fiorella en ese momento eran impresionantes, tanto que se puso completamente nerviosa cuando Pablo se separó de sus labios para dejar un camino de besos desde su mejilla hasta su cuello y la miró fijamente; su respiración era agitada, sus pupilas estaban dilatadas, Fiorella podía sentir su corazón latir a la velocidad de un monoplaza de fórmula uno y estaba segura de que Pablo estaba igual.
Y él volvió a unir sus labios en un beso, Fiorella despeinó su cabello y se separaron con rapidez porque Pedri tocó la puerta, la castaña dio un salto del susto, yendo hasta el baño porque estaba completamente sonrojada hasta las orejas y Pablo estaba de la misma manera. El sevillano soltó una risita divertida, tensando su mandíbula para luego comenzar a caminar hacia la puerta y abrir la misma, Pedri se estaba riendo de algo que estaba viendo en su celular.
—¿Sí hermano?
—Ten, dejaste esto en la cocina. ¿Tan desconcentrado te tiene Fiorella que dejas tu celular en cualquier lado? Estás gravemente enamorado, eh —lo codeó, Pablo soltó una carcajada y tomó su celular.
—No te imaginas cuánto...—susurró soltando un suspiro mientras que se recargaba del marco de la puerta y sonreía de manera traviesa al recordar el beso que ambos habían compartido segundos atrás antes de ser interrumpidos.
Como sus manos acariciaban la cintura de esa chica que tanto le gustaba, la intensidad y la pasión del beso que ambos estaban compartiendo... Pedri chasqueó los dedos sobre su rostro.
—Hey —Pablo reaccionó, alzando ambas cejas.
—Ah, sí —los dos rieron— gracias por cierto —agitó su celular y Pedri se encogió de hombros.
—No hay de qué, hermano.
Él abrió la puerta de su habitación que estaba enfrente de la de Fiorella y Pablo se quedó allí parado como un tonto, mordiendo su labio inferior con nerviosismo.
Volvió a entrar a la habitación y Fiorella salió del baño, recién había notado que ella cargaba uno de sus hoodies y como le enamoraba verla con su ropa.
Ella lo miró, Pablo la estaba viendo fijamente con esa sonrisa coqueta que siempre solía dedicarle, y eso la puso nerviosa. Pablo siempre solía ponerla nerviosa cuando la miraba fijo, tragó grueso.
—¿Q–qué? —se acercó a su cama, de la misma manera Pablo empezó a hacerlo también caminando a paso lento hacia ella.
—Nada sólo... me preguntaba si... ¿continuamos lo que dejamos en pausa? —le preguntó, Fiorella lo miró sin entender.
—¿Qué dejamos en pausa? No me acuerdo.
—¿No te acuerdas? —alzó ambas cejas, la castaña puso una mano en su mentón, para luego fruncir sus labios y negar.
—No me acuerdo —afirmó con seguridad.
—¿Sí, Fiorella? —ella asintió— ¿Quieres que te ayude a recordar entonces?
La castaña soltó una risita, negó. Palmeó la cama haciéndole una seña a Pablo para que se acostara a su lado.
—Lo único que quiero es que veamos la repetición del partido del Manchester contra el Real.
—Pero si ya viste ese partido en el Santiago Bernabéu...
—Pero lo quiero ver otra vez.
—Y yo quiero besarte —expresó.
Fiorella sintió sus piernas temblar, sus manos adquirieron un frío tremendo, se sentía incapaz de responder lo que su chico le acababa de decir. Pablo la miró fijamente desde donde estaba parado, y no iba a engañarse, ella también quería besarlo. Bajó la mirada con una sonrisa sintiendo como la sangre se agolpaba en sus mejillas formulando un sonrojo, volvió a palmear la cama para que Pablo se sentara al lado de ella.
—Si vienes a ver el partido conmigo me lo pienso.
El sevillano se rió, asintió. Aunque antes de sentarse al lado de su novia se fue a dar una ducha y a cambiarse la ropa por su pijama. Salió sin camisa, con el torso ligeramente mojado y algunas gotas cayéndole por ahí, su cabello mojado y despeinado, causando en Fiorella un descontrol hormonal, ella mordió su labio inferior clavando la mirada en la laptop, Pablo se sentó a su lado besando su mejilla y pasando su brazo izquierdo por el hombro de Fiorella para apegarla a él, ella se dejó caer en su pecho para poner la laptop entre ambos y sonreír para poner la repetición del partido.
━━━━━ oigan de vd no entiendo pq tanta falta de apoyo en este libro, cuando lit llegábamos a más de 200 comentarios y 150 likes, son cosas que verdaderamente como escritora acostumbrada a recibir apoyo desmotivan muchísimo, y luego leo sus comentarios diciendo que pq no he actualizado, si no lo he hecho es pq si no votan y comentan pues yo siento que es pq el fic o el capítulo quedo flop, así que ajá
soooo, igual espero que les guste el capítulo, voten y comenten, o si quieren un capítulo dedicado no duden en pedirlo 😜
💌
—girlofmyidols.
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