26 ⌇ ABSOLUTELY.
━━━━━ 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃𝐈𝐒𝐓𝐀;
❛ABSOLUTAMENTE.❜
𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
karolloveserling
—¿YA SE TARDÓ MUCHO FIORE, NO CREES? —Pablo se puso de pie, Antonio Rudiger había marcado el segundo gol del partido proveniente de un tiro de esquina que más bien era una falla arbitral, y todavía Fiorella no se había aparecido, eso había comenzado a preocupar a Pablo y demasiado, la rubia a su lado asintió, secundando los pasos del sevillano y poniéndose de pie también— encima que la estoy llamando y no me contesta el teléfono ni nada por el estilo.
—Lo mejor será que la vayamos a buscar —Pablo concordó al comentario.
Buscaron por todo el Bernabéu pero no consiguieron a la castaña por ningún lado, siguieron llamándola para ver si contestaba, pero nada. Ya llevaban como veinte llamadas cada uno y Fiorella no les atendía.
Pablo caminaba de un lado a otro con desespero.
—¿Y si se fue al hotel? Lo mejor es que vayamos para allá de una vez.
—¿Pero y si se quedó en el estadio en otro lugar? O se perdió...
—¿Fiorella perderse en el Bernabéu? —Pablo negó, continuando— lo conoce mejor que su casa, no creo que se haya perdido.
—Entonces verificamos si está en el hotel primero, mejor ¿no?
Pablo asintió, los dos se subieron al auto.
Por su lado Fiorella estaba lanzada en la cama del hotel viendo el partido del Real Madrid en el televisor, todo iba de mal en peor, Marcos Alonso había marcado un gol que había sido anulado por mano previa del jugador en el área, no obstante, a los minutos Timo Werner había marcado el tercer gol del Chelsea, el partido iba 3-0 a favor del club londinense, y Fiorella no contuvo las ganas de llorar.
No sabía qué hacer, estaban por ser eliminados de Champions, Pedri no la dejaba tranquila. Quería huir a otro lado en donde el canario no la molestara. Es que ¿Por qué tenía que decirle que gustaba de ella cuándo las cosas estaban yendo bien con Pablo? ¿¡Simplemente por qué?!
¿¡Por qué no se lo pudo haber dicho antes?! ¿¡Por qué tenía que seguir buscándola, y encima de eso, queriendo besarla?!
Y ahora recordaba otra vez a Pedri González casi rozando sus labios, y se sentía de lo peor.
Pablo Gavi y ella no eran nada, eso era evidente.
Pero Fiorella sabía que los dos tenían algo, y se le hacía desleal de su parte, siempre había pensado que si estabas en algo con alguien más, aunque no fuese oficial, tenías que respetar lo que tenían.
Aunque no era su culpa la situación, a ella se le escapaba de las manos el hecho de que Pedri quisiera acorralarla en cualquier lugar y quisiera besarla, por suerte se alejó, y también por suerte, el canario la había besado antes de que ella comenzara a tener algo con Pablo, pero de igual manera, quería llorar muchísimo.
Miró como Luka Modric le hacía un tremendo pase a Rodrygo desde un poco más de la mitad de área, y Rodrygo hizo gol, empatando el partido, sonrió con ligera felicidad, se irían a tiempo extra por lo que se veía.
Dió un salto del susto cuando la puerta de la habitación sonó, se puso de pie, limpiándose las lágrimas con rapidez, sabía que debía tener los ojos y la nariz hinchada, pero eso se podía disimular más fácil, abrió la puerta, sorprendiéndose al ver a Isabella y Pablo allí parados, el último mencionado soltó un suspiro de tranquilidad, tomándola de la mano y abrazándola sin dejarla reaccionar.
—Por Dios, Fiorella —le acarició la espalda con delicadeza, y aunque la castaña estaba tensa, apenas sintió los musculosos brazos de Pablo rodear su espalda, se tranquilizó— ¿Por qué te fuiste del estadio sin decir nada? Te llamamos y no contestabas. ¿Pasó algo, princesa?
Se separó para mirarla, poniendo una mano en su mejilla y acariciando la misma.
—¿Estabas llorando? —Pablo volvió a preguntar, Fiorella miró a Isabella que la estaba viendo intentando descifrar sus facciones.
—Es que me dió rabia —contestó.
—¿Qué? —le preguntó Isabella.
—Me dió rabia que marcaran más goles y me vine —ella carraspeó, Pablo soltó una risita.
—Fiore, ¿en serio por eso te viniste al hotel? —ella asintió, viéndolo fijamente—. Igual no es muy bonito de tú parte irte sin decirnos nada, estábamos preocupados princesa, encima no atendías el teléfono.
—Perdón, es que lo dejé por ahí y bueno —se encogió de hombros.
Pablo se inclinó hacía ella, uniendo sus frentes mientras que besaba el puente de su nariz con delicadeza, generando en Fiorella un remolino de sensaciones que activaron su sistema nervioso, su corazón empezó a latir con rapidez, era increíble la capacidad que tenía Pablo Gavi para ponerla nerviosa en cuestiones de segundos.
—¿Y estabas llorando por eso también?
—Sí, es que... no quiero que nos eliminen de Champions —ella soltó un resoplido, separándose de Pablo y mirando a Isabella— pero bueno, podemos seguir viendo el partido aquí, pasen.
Pablo la miró dubitativo, pero no dijo más nada al respecto, Isabella se cruzó de brazos, viendo cómo Pablo sacaba su celular, se acercó a su mejor amiga.
—No te creo nada Fiorella Fernández —le comentó con seriedad, la castaña tragó grueso.
—¿No me crees nada de qué?
—Sé que me estás ocultando algo, no te fuiste del partido porque un jugador del Chelsea marcó un gol —expresó en un tono audible para ambas— sé que pasó algo más que estás ocultando, y lo vamos a hablar.
Entró a la habitación, Fiorella se quedó parada en la puerta, tensa y sin saber qué decir, pero después de todo, estaba pensando en contarle a Isabella todo lo que había pasado con Pedri desde el clásico hasta hacía un par de minutos atrás, seguro ella le aconsejaría.
Cerró la puerta de su habitación, sentándose al lado de Pablo que palmeó el sofá y ella le hizo caso, mientras que el sevillano pasaba su mano por el hombro de ella y la abrazaba a él, con Fiorella dejándose caer en su pecho.
—Otra vez tiempo extra para el partido —el centrocampista comenzó a hablar—. Últimamente el Madrid cree que el partido empieza a partir del minuto ochenta.
Los tres rieron, porque era verdad, el partido de vuelta contra el Psg había sido de mucha adrenalina, y este también, cuando el madridismo estuvo apunto de creer que iban a ser eliminados, Luka Modric hizo de las suyas dándole tremenda asistencia a Rodrygo generando que el partido quedase en empate, y ahora el tiempo extra comenzaba.
No pasaron ni cuatro minutos para que Camavinga le hiciera un pase a Vini Jr, quién empezó a correr por la banda izquierda con la rapidez que lo caracterizaba, hizo un par de regates en el área a la defensa del Chelsea, para terminar pasándole al balón a Karim Benzema, quién cabeceó introduciendo la pelota en el arco.
Gol.
—¡Goool! ¡Goool! —Fiorella se puso de pie al mismo tiempo que su mejor amiga, las dos se abrazaron para dar saltos de emoción— ¡Así, así, así gana el Madrid!
De repente la tristeza que tenía se le había esfumado, Pablo sólo soltó un resoplido, recargando su cabeza sobre el sofá y pasando ambas manos por su cara, era el segundo partido de Champions en el que el Real Madrid remontaba, y simplemente no lo entendía.
—Todavía queda tiempo —el sevillano llamó la atención de ambas, miró con indignación a Isabella— ¿Tú no que eres del Tottenham?
Se cruzó de brazos, la rubia se rió de manera divertida.
—Fiorella me contagio de la fiebre madridista.
—La enseñé bien —le guiñó un ojo al sevillano que la estaba mirando fijamente, y al ver que Fiorella le dedicó ese gesto, no pudo evitar sonreír.
Extendió su mano para que Fiorella la tomara y se acercara a él, quién se puso de pie y no se contuvo mucho las ganas de unir sus labios en un beso, Isabella los grabó con emoción para luego lanzarles el cojín del sofá a ambos que seguían besándose.
—¡Hey! ¡Sigo aquí! —se quejó divertida.
—Ya, ya, perdón —Pablo se disculpó con ella.
Volvieron a sentarse en el sofá para terminar de ver el partido, estuvo bastante tenso desde el inicio del medio tiempo, casi finalizando Kai Havertz estuvo a nada de hacer un gol, pero por suerte la pelota fue desviada al segundo palo, Fiorella soltó un suspiro.
—¡Que el árbitro pite ya! —se quejó.
Y no pasó mucho para que le dieran final al partido de cuartos de final, el Real Madrid había pasado a las semifinales de Champions después de un partido bastante intenso, Fiorella empezó a sonreír con emoción, Pablo negó.
—Otra vez han pasado de suerte —suspiró, Fiorella dejó de ver el televisor para verlo con una ceja alzada.
—¿De suerte, dices? Veo que te gusta pelear conmigo y muchísimo.
—La verdad es que sí, me encanta pelear contigo —le contestó sonriente, viéndola fijamente con ternura. Sus ojos brillaban de una manera muy linda, Pablo Gavi tenía una mirada bastante intensa que a Fiorella le ponía los nervios de punta, más aún las largas pestañas que tenía el sevillano que provocaban que la mirada que le daba a la castaña fuese más linda aún, Pablo se acercó a ella— es que me gusta cuando te pones toda molesta y a la defensiva.
—¿Ah, sí? —ella arqueó una ceja, cruzándose de brazos para fingir indignación.
—Absolutamente —el castaño le confirmó, los dos se vieron fijamente con una sonrisa.
Perderse en la mirada de Pablo Gavi era como encontrar la tranquilidad, estar con él era tan bonito, Fiorella se sentía amada, se sentía... de una manera inefable.
Se acercó a darle un abrazo, mientras que Pablo correspondía al mismo, besando su cabello y pasando su brazo por la cintura de ella, ambos fueron al escuchar el chillido de emoción que Isabella soltó.
—Ya perdón, es que se ven tan bonitos. Por cierto —cambió el tema llamando la atención de ambos— ¿Tú equipo juega en unos días, no?
Pablo asintió, haciendo una mueca.
—Sí, y tenemos que entrenar demasiado duro. Por eso tengo que estar en Barcelona lo más temprano posible para llegar bien al entrenamiento —miró a Fiorella— ¿Irás a ver el partido? Me haría mucha ilusión que estés en el Camp Nou apoyándonos, y justamente con mi dorsal, que se te ve muy linda por cierto.
Besó su frente haciéndola sonrojar, ella se escondió en el pecho de él, frunciendo su nariz.
—No lo sé, pero de ser así tendría que ser tú dorsal de España, porque no me gusta usar la del Barcelona —los tres soltaron una risita— ¿O a caso para las semifinales de Champions tú usarías una del Real Madrid para ver el partido conmigo?
Se separó para mirarlo, Pablo hizo una mueca.
—Ni hablar, la de España será.
—Idiota.
Pablo soltó una carcajada.
—Así me quieres.
Ella le sacó la lengua de manera infantil. Los tres se quedaron hablando un rato y comiendo algunos dulces que Isabella había traído, para después ir a hacer su rutina de la noche y dormir, porque sí, tenían que estar en Barcelona lo más temprano posible, Pablo para ir a sus entrenamientos y Fiorella junto a su mejor amiga porque tendrían Universidad.
Lo bueno es que tendrían el vuelo muy temprano y no se tardaría mucho, así que no había problema. La canaria fue la última en entrar al baño, dejó su teléfono en el lavabo para hacer su rutina de la noche. Cuando terminó de enjuagarse y comenzó a aplicarse crema hidratante sobre su piel, su celular empezó a sonar.
Hacía rato que estaba hablando con su padre y el partido del Madrid, esta vez su familia no había podido ir a ver el juego en el Santiago Bernabéu por el trabajo, así que les había tocado verlo en Tenerife, deslizó el dedo atendiendo la llamada y poniéndolo en altavoz.
«—Te salvaste que justo estoy haciéndome mi rutina de skincare y te pude atender —dijo con una sonrisa divertida.
«—¿Sí? —Fiorella se quedó helada al reconocer la voz al otro lado de la línea. Soltó la crema con rapidez y tomó su celular, viendo que a quién le había atendido había sido Pedri.
Y los flashbacks de lo que había pasado hacia horas con el canario provocaron un revoltijo en su estómago, sintió sus ojos cristalizarse de vuelta al recordar la cercanía que había mantenido con él, y otra vez se sentía como una idiota.
«—Antes de que me vayas a cortar la llamada, Fiorella yo—
Pero ella no lo dejó responder, cortó la llamada sin escucharlo más y pasó ambas manos por su cara, sintiendo las lágrimas caer involuntariamente, no se las había podido aguantar.
—Fiore, tú sabes si...—Isabella quedó estática al ver a la castaña llorando, quién limpio con la manga de su suéter su cara de manera rápida.
—¿Si? —la alentó a continuar, sorbiendo sus mocos y ordenando la crema como estaba, Isabella dejó el control del aire sobre el lavabo, viendo a Pablo ocupado con sus redes sociales, volvió a mirar a su mejor amiga, seria.
Entró al baño, cerrando la puerta y cruzándose de brazos.
—Fiorella ¿me puedes explicar qué rayos es lo que te está pasando?
—¿Pasando de qué? —fingió no entender su pregunta.
—Sabes bien a qué me estoy refiriendo —bajó el tono de voz—. Desde que salimos del partido haz estado rara, ese cuento de qué te fuiste porque metieron gol no me lo creo, si no abandonaste el Santiago Bernabéu cuando el Barcelona le marcó cuatro goles al Real Madrid, dudo mucho que te hayas ido por un gol, así que, quiero que me digas la verdad. ¿Qué pasó?
Ella tragó grueso, soltando un resoplido, su celular volvió a sonar, ambas miraron el contacto de Pedri en la pantalla, la rubia alzó ambas cejas.
—No me digas que...
—Sí Isa —pasó ambas manos por su cara, volviendo a llorar porque es que simplemente era inevitable no sentirse como una mismísima idiota— Pedri me ha arruinado el día.
—¿Te ha conseguido en el estadio? Pero madre mía ¿Cómo te ha conseguido entre tanta gente?
—No lo sé, yo... iba a los baños, y cuando salí él estaba ahi, y...—hizo silencio de manera repentina, Isabella alzó una ceja.
—¿Y qué Fiore?
—Me escapé de él, pero de todas formas me arruino el día —se ahorró los detalles, Isabella soltó un resoplido.
—Fiorella ¿te siguen pasando cosas con Pedri? —le preguntó, la castaña negó.
—No me siguen pasando cosas con Pedri, Isa. Es que... pasó algo que yo... prefiero no hablarlo ¿si? No ahora, no quiero llorar otra vez.
—¿Pedri te ha forzado a algo? Es decir, a esas cercanías que siempre tiene contigo... Porque sí es así créeme que yo misma lo buscaré y le partiré la cara —mencionó, Fiorella soltó una ligera risita, negó.
—No me ha forzado a nada, es que yo... Ya no me gusta Pedri te lo puedo confirmar de verdad, pero no sé qué le pasa a él.
—¿A qué te refieres con eso?
—Isa es que...
Pablo abrió la puerta del baño, y dió un salto del susto, puso una mano sobre su pecho.
—Por Dios, pensé que tú habías salido a buscar más dulces —miró a Isabella para luego hacer lo mismo con Fiorella— ¿De qué hablaban?
—De nada —Isabella se adelantó a responder— le estaba diciendo a Fiorella que mañana tenemos que estar temprano a la universidad.
—Justo eso venía a decirles, a las dos, lo mejor será que vayamos a dormir porque mañana tengo entrenamiento temprano —mostró su celular en donde Xavi le había mandando un mensaje al grupo del club blaugrana— Xavi dice que no quiere que lleguemos tarde.
—Sí, yo ya tengo sueño —Isabella bostezó, extendiendo sus brazos y saliendo del baño para ver a Fiorella y hacerle una seña de "hablamos después" que ella entendió a la perfección.
Pablo miró a la rubia salir del baño para luego ver a Fiorella, le sonrió de lado, recargandose de la puerta.
—Hey, me preguntaba si... ¿dormimos juntos?
Fiorella notó sus mejillas tomar algo de color ligero, y eso le causó ternura tremenda, menos mal Pablo no había notado que segundos antes había estado llorando, bloqueó su celular y asintió.
—Me encantaría.
Él le extendió su mano, Fiorella la tomó y los dos entrelazaron la misma para irse hasta la cama que iban a compartir, quedaron frente a frente, el sevillano se acercó a ella para besar sus labios cortamente y acariciar su rostro de manera delicada.
Susurró un "buenas noches" que Fiorella correspondió, y los dos se dieron un abrazo para no tardar en conciliar el sueño y quedarse dormidos.
Por la mañana, los tres chicos se despertaron apenas la alarma sonó, cada uno hizo su rutina de la mañana lo más rápido posible y el taxi los llevo hasta el aeropuerto de Madrid, esperaron un buen rato hasta que el vuelo por fin iba a salir, con sus cosas en mano fueron a hacer todo el papeleo respectivo para subirse al avión.
Un par de horas después ya estaban en Barcelona, a Pablo lo interceptaron algunos fans para pedirle unas cuántas fotos, y después de eso, el hermano de Isabella les fue a buscar hasta el aeropuerto.
—Hola chicos —Eric saludó ayudándoles con sus cosas, miró a Pablo— ¡Pablo Gavi! Al fin te conozco hermano. ¿Tú eres el peleón del Barcelona, no?
Las chicas soltaron una carcajada, Pablo también se unió a la risa de ambas, chocando sus manos y negando.
—Tampoco exageremos.
—No es cierto hermano, no te conozco por eso —le sonrió— te conozco porque eres el novio de Fiore ¿no es así?
Fiorella sintió sus mejillas arder, le dio un golpe en broma a Eric por el hombro, mientras que resoplaba.
—No somos novios.
—Todavía —Pablo agregó, ella se giró a mirarlo con una ceja alzada y Pablo le guiñó un ojo.
—Se nota que lo son, o bueno, van a serlo, como sea. ¿Y qué tal se lo tomó Pedri? Se notaba que también le gustabas y mucho, digo, no es muy común entre nosotros que tratemos a una chica como Pedri te trataba a ti sin intenciones amorosas ¿no? Porque—
—Ya tenemos que irnos Eric, cállate —Isabella se quejó, apenas mencionaron a Pedri la tensión empezó a ser bastante intensa y eso que el canario no estaba presente, el rubio se quedó sin entender la reacción de ambos chicos.
—Eh... bueno, nos subimos al auto —Pablo agregó, pasando una mano por su nuca y rascando la misma con nerviosismo, notando que la mención de Pedri le había afectado a la castaña.
Evidentemente él y Fiorella no habían hablado de la situación de la castaña y el canario desde que él preguntó si a ella le seguía gustando y Fiorella se negó, pero Pablo seguía con la duda de la pregunta que se había hecho a sí mismo en el partido de Champions.
"¿Si ya Fiorella no sentía lo mismo por Pedri como le había dicho, por qué seguía huyendo de él, en vez de afrontarlo y decirle que ya no sentía nada?"
Era algo que le preguntaría, pero por los momentos debía enfocarse en el partido de Europa League contra el Frankfurt, así que se subió al auto al lado de Fiorella, buscando su mano y entrelazando la misma mientras que le sonreía de lado, pero no le decía nada.
Isabella golpeó a su hermano mayor.
—¿¡Por qué me pegas?!
—¡Por hablador!
—¿¡Pues qué dije o qué?!
—¡Muchas cosas que no debiste! Agh, súbete al auto mejor.
Le tiró las llaves, el rubio rodeó el auto soltando un resoplido.
—Viniste más mandona que siempre —se quejó, Isabella lo miró de mala manera cuando se sentó en el auto del copiloto, el rubio le sonrió— es broma hermanita.
—Idiota.
—Yo también te quiero —todos soltaron una risita.
Eric encendió el auto y comenzó a conducir para dejar a cada uno en su respectivo hogar.
━━━━━ ando como que muy actualizadora
JKAJSJAAJAJAJAJA oigan, si quieren un cap dedicado no duden en pedírmelo!
120 votos + 125 comentarios y actualización 😜 (comentarios referentes a la historia)
btw recuerdan que les dije que subiría fic de Pepi? Bueno, ya está en mi perfil y tienen el primer cap disponible por si quieren ir a leerlo! 😁
mi ig por si quieren seguirme es el mismo user que acá!
💌
—girlofmyidols.
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