19 ⌇ THE CLASSIC.
━━━━━ 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃𝐈𝐒𝐓𝐀;
❛EL CLÁSICO.❜
𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
lilyftleclerc
EL CLÁSICO EMPEZARÍA EN UN PAR DE MINUTOS. Fiorella estaba junto con Isa sacándole fotos al Bernabéu emocionadas por el partido, Karim no jugaría, estaría de baja por algunas molestias y eso había resultado preocupante ya que en unas semanas tendrían que jugar contra el Chelsea los cuartos de final de la Champions que por cierto, también tenía a todos los madridistas nerviosos, la edición pasada el Chelsea —quien había salido campeón de la competición de Europa— había eliminado al Real Madrid, así que sin dudas, sería de vuelta un partido con bastante tensión.
Con la dorsal de Toni Kroos, Fiorella se sentó en los puestos del lugar, sintiendo como le tocaban el hombro unos hinchas del Barcelona que no pasaban de doce años quizá.
—¿¡Tú eres la qué se le ha declarado públicamente a Pedri verdad?!
Le preguntó uno de ellos, y Fiorella sintió la incomodidad aparecer en ella, sus mejillas se sonrojaron de la vergüenza, Isabella se giró a ver a los chicos negando.
—No ha sido ella chicos. Miren, están saliendo en la pantalla —desvió la atención mientras que los niños empezaban a saltar con emoción y Fiorella le agradecía con la mirada a su mejor amiga.
Su celular empezó a sonar, Pablo. Sonrió de lado mientras que veía el texto que le había mandando el sevillano.
"¿Recuerdas nuestro trato, verdad?"
Y eso la hizo reír, obviamente recordaba que hacía días él le había propuesto a que si el Real Madrid perdía contra el Barcelona, debía ponerse su dorsal y encima salir con él.
"Claro que sí, lo recuerdo perfectamente Martín."
Y rápidamente el sevillano le respondió.
"Que bueno entonces, ya quiero que ganemos, no aguanto las ganas que tengo por verte con mi dorsal y encima, que salgas conmigo."
Ella tragó grueso al leer aquel texto, sintió sus mejillas arder, sus manos comenzaron a temblar al punto de que no sabía que responder. Cálmate Fiorella, pensó, comenzó a textear.
"¿Sí? Sólo quieres reírte de mí por usar una camisa de tú equipo, acéptalo. Además, ¿ya tan fácil crees que vamos a perder? Ay, Pablito."
"Eso lo veremos." Respondió, ella sonrió divertida, le respondió que se enfocara en el partido y dejase el celular, y Pablo así lo hizo.
No tardó mucho para que los jugadores salieran al campo de juego, Pablo no sería titular hasta donde Fiorella sabía. El árbitro dió el silbido indicando que oficialmente el juego había comenzado.
Los primeros minutos el Madrid no solía tener mucho el balón, antes de llegar a la media hora, Aubameyang abrió el marcador con el primer gol.
Barcelona 1, Real Madrid 0.
Fiorella le dio un golpe a la silla de Isabella.
—¡Oh vamos chicos, por favor!
Se volvió a sentar en su puesto, mientras que su mejor amiga estaba sacándole foto a todo.
—Todavía queda tiempo, no te preocupes Fiore.
—¡Pero es que igual! —ella se quejó.
Los próximos diez minutos fueron bastante intensos y para ser sinceros el Real Madrid estaba jugando a nada, Fiorella estaba estresada y quería irse, mucho más cuando vio como de vuelta el marcador agregaba un gol más a favor del club blaugrana, Ronald Araujo había marcado.
Todos los jugadores del Barcelona corrieron a celebrar, dándole un abrazo al central uruguayo, mientras que los culés en el Bernabéu cantaban emocionados y Fiorella no podía creer que llevaban dos goles por parte del Barcelona en menos de cuarenta y cinco minutos. ¡No se lo podía creer!
Y se acordó de lo que le había dicho Pablo antes de que el partido comenzara... Ay no.
Isabella se giró a verla, tenía una cara de no poder creer lo que estaba pasando, y cuando el primer tiempo acabó la rubia soltó una risita, mirándola.
—Todavía quedan otros cuarenta y cinco minutos...
—Isa —dejó de ver el suelo para ver a su mejor amiga— no podemos perder.
—Estoy segura de q—
Fiorella se puso de pie, mientras que ponía ambas manos en el hombro de su mejor amiga y la veía, escandalizada.
—¡No podemos perder!
—¡Pero Fiore! —la rubia soltó una carcajada— ¿¡Qué te pasa?!
—Es que...—miró a todos lados esperando a que nadie la escuchara, y la sonrisa se le escapó de los labios recordando a Pablo decirle que si su equipo le ganaba el clásico al suyo, tendrían que salir. Reaccionó— si perdemos tengo que... yo... es que... Pablo me ha dicho que si perdemos el partido debo ponerme una dorsal de él.
Mordió su labio inferior con nerviosismo, Isabella soltó un chillido de la emoción que provocó que algunos se les quedaran mirando de manera rara, Fiorella se sonrojó de la vergüenza, tomándola del brazo mientras que se iban en busca de los baños, su mejor amiga la miró.
—¡Y...!
—No he acabado aún —resopló mientras que la interrumpía—. Me dijo que si él Barcelona ganaba yo... tenía que salir con él.
—¿¡Y haz aceptado?!
Ella frunció sus labios, haciendo una mueca en un intento de ocultar la vergüenza que tenía, asintiendo, Isabella volvió a chillar.
—¡Oh Fiore...! ¿Te puedo hacer una pregunta? —la castaña la miró.
—No, no quiero ponerme la dorsal de Pablo si es lo que vas a preguntar.
—¿Y salir con él...?
—¡Tampoco! Es que, no sé Isa —miró como unos chicos pasaban por el lado de ella y hacía silencio, pasando una mano por su nuca y rascando la misma con nerviosismo— no te había contado pero cuando dejé a Pablo en su casa, él...
—¿¡Él qué?! ¿¡Te besó?! ¿¡Se besaron?!
Fiorella soltó una carcajada.
—¡Pero Isabella! —la miró con diversión—. ¿Cómo crees que me voy a besar con Pablo? Obviamente que no, además sabes que me gusta Pedri —su mejor amiga se palmeó la frente— y sí, ya sé que me vas a decir "¿Todavía?" Pero es que no sé qué pasa ¿sabes? No entiendo a Pedri, me ha venido a reclamar después de que llegué a casa y yo...
—¿Te ha ido a reclamar? —Fiorella asintió—. No lo entiendo a Pedri, primero te deja de hablar unas semanas y luego ¿te viene a reclamar por qué?
—Me ha hecho un interrogatorio sobre si estaba saliendo con Pablo, pero de igual manera eso no tiene nada qué ver con lo que te estaba diciendo —la miró nerviosa— no quiero usar la dorsal de Pablo, Isa.
—O sea que salir con él si quieres.
—¡Eso es menos humillante que ponerme su dorsal! ¡Del Barcelona! ¿¡Entiendes eso?! —hizo una mueca de asco, agregando— ¿Hay algo más humillante que ponerse una camisa de esas? Porque yo creo que no.
Ella soltó una carcajada.
—Bueno... te va a tocar.
—¿Estás diciéndome que el Madrid no va a ganar? —alzó una ceja, cruzándose de brazos y moviendo su pierna con rapidez.
—Espero que no, y no es porque apoye al Barça pero Fiore —la miró con una sonrisa—. ¿Te digo algo? —ella asintió, Isabella se acercó a ella por si las llegaban a escuchar— Haces una linda pareja con Pablo.
Fiorella soltó una carcajada.
—¡Ay no! ¿¡Estás loca?! Ya sabes que yo... siento cosas por bueno...
La rubia rodó los ojos con cansancio.
—Fiore —Isabella se puso seria— es momento de dejar a Pedri atrás y darte una oportunidad con nuevos chicos, ¿no lo crees? Es decir, le declaraste tu amor a Pedri y no funcionó, y ¿Pretendes seguir aún diciendo que te gusta él? Eso no está bien.
—¡Es que ya sé que no, pero se me complica superarlo aún más cuando Pedri actúa así tan...! No sé explicarme —soltó un resoplido— pero tampoco sé que me pasa, me quiero hacer la fuerte cada vez que está cerca de mi, quiero hacerme la que ya lo superó y no le afecta en lo absoluto lo que él diga o haga, pero cada vez que se me acerca de la manera en la que lo hace Isa yo... no puedo simplemente mentirme a mí misma. Y sé que debo intentar superarlo, sé que debo hacerlo, pero ¿¡Cómo hago si él no ayuda en nada?!
—¡Es que tú no le pones límites!
—¡Pero si no puedo ni mirarlo a la cara! ¿¡Cómo se supone que le ponga límites?!
Isabella iba a responder pero dos chicas interrumpieron pidiéndole una foto a Fiorella, así que ella aceptó sacarse la misma y después de eso, volvieron a sus puestos esperando a que el segundo tiempo empezara.
💌
Cuatro goles por cero había perdido el Real Madrid. Había perdido contra el Barcelona y Fiorella estaba deslizada por el asiento viendo a los jugadores del club blaugrana dándose abrazos como si hubiesen ganado la final de la Champions. Ni siquiera le preocupaba el partido en sí, desde que Ferrán Torres marcó ya sabía que él partido estaba perdido. ¡Ferrán Torres marcó! ¿Era en serio? Y no conforme a eso, para liquidar el partido por cuatro goles, Aubameyang había marcado doblete.
Pero no le importaba, lo que sí le preocupaba eran las burlas que se le vendrían encima de cierto sevillano insoportable —al cuál por cierto le tenía un poco de aprecio— y que muy encima de todo le había dicho que si su equipo perdía, los dos iban a salir.
Y mentía si decía que salir con él no le causaba nervios...
Miró a Pablo, estaba en el campo buscándola entre las gradas, y su corazón se aceleró cuando el castaño la señaló y sonrió, haciendo un ademán con su mano derecha de un "cuatro" y con la izquierda un "cero", ella rodó los ojos divertida, quedándose ahí sentada ya que Isa se había ido unos momentos al baño.
Pablo estaba con la sudadera nada más, ya que se había quitado la camisa. El Bernabéu estaba ya casi vacío y los únicos que quedaban eran algunos jugadores hablando entre ellos en el campo.
Sintió como le tocaban el hombro, Isabella la miró: —Listo, ya podemos ir saliendo.
Ella asintió, poniéndose de pie. Aunque no podían irse ya que ellas habían viajado con los jugadores del Barcelona, por más que Fiorella no se hablara con Pedri siempre solía viajar con el equipo cada que había partido y ella quería asistir.
Isabella y ella bajaron hasta los túneles, Pablo entró al mismo y aunque Fiorella no se había dado cuenta la primer nombrada si lo hizo.
—Iré un segundo afuera a sacarle fotos al estadio. Ya vengo.
Y antes de que Fiorella pudiese responderle algo, Isabella ya se había ido dejándola con la palabra en la boca.
La castaña sintió como alguien se posicionaba detrás de ella para luego besar su mejilla sonoramente, su corazón se aceleró, pensando en que podía ser Pedri pero se había equivocado, Pablo.
Se giró a verlo para quedar frente a frente, y su ritmo cardíaco no disminuyó, muy al contrario, empezó a latir de manera desenfrenada al ver como el sevillano estaba inclinado hacia sí y ambos habían quedado bastante cerca, le recordaba la noche en la que lo había dejado en su casa y los dos habían compartido esa cercanía, sus mejillas empezaron a tomar color.
Pablo estaba sudado, tenía su cabello despeinado y las mejillas rojas debido al esfuerzo físico que había conllevado el partido.
No había jugado de titular, pero Pablo Gavi aún jugando de cambio se jugaba un buen partido.
—Así que... toma —le tendió su camisa mientras que Fiorella apretaba sus labios aguantandose la risita— la he guardado especialmente para tí.
—Eres un idiota —ella le arrebató la camisa de las manos, mientras que Pablo soltaba una carcajada y la veía con ternura.
—¿Yo? Pero si yo he dicho perfectamente que nosotros íbamos a ganar el partido, princesa.
Ella se rió, dándole un pisotón al suelo.
—¡Oh vamos, Pablo!
—Tienes que ponértela —le ordenó, mientras que se cruzaba de brazos y la veía—. Trato es trato Fiorella Fernández.
Alzó una ceja, ella hizo un puchero.
—Yo me la voy a poner ¿si? Pero... ¿Ahora?
—Ahora.
—Te odio.
Ella lo miró de mala manera, dándose la vuelta mientras que Pablo la tomaba de la mano evitando su escape y recargandola de la pared, haciendo un puchero. El sevillano apoyó su mano sobre la pared, a un lado de Fiorella, la diferencia de altura tampoco era tanto pero Pablo seguía siendo más alto que ella, por lo que la castaña tenía que subir la mirada para verlo.
Los ojos miel del Español adquirían tenían un brillo que los hacía ver tan bonitos, pero la mirada que le estaba dedicando en esos momentos era tan penetrante que encendió los nervios en Fiorella, Pablo relamió sus labios, subiendo su mano por el brazo derecho de la castaña y bajando la misma en señal de caricia, causando que la piel de la canaria se erizara.
—Hey pero tampoco me digas así que me pongo triste —le confesó en un susurro, rompiendo el ligero silencio que hacía entre ambos y haciéndola reír.
—Ay, no seas dramático, Martín.
—¿Entonces... no me odias?
Ella recargó su cabeza de la pared, pero de igual manera los dos seguían bastante cerca.
—Si me hubieses preguntado eso la primera vez que nos conocimos la respuesta era un rotundo y absoluto "sí" —los dos soltaron una risita ligera, Pablo alzó ambas cejas.
—¿Y ahora...? —el corazón de Pablo Gavi iba tan rápido como si hubiese acabado de terminar de correr por un contraataque que terminaría en gol, e incluso se atrevería a decir que iba más rápido.
Se tomó el atrevimiento de inclinarse más hacia Fiorella, sus respiraciones se mezclaban, y aunque Pablo estuviese transpirado Fiorella podía inhalar el buen olor de su fragancia masculina, tragó grueso, evadiendo la mirada de él y respondiendo a su pregunta.
—Ahora... ahora la respuesta es no.
Pablo puso una mano en su mentón, obligándole a mirarle, ambas miradas se chocaron.
—¿Sí? —su voz sonó tan cálida pero a la vez tan atractiva que Fiorella estaba completamente desestabilizada, y más aún cuando la mirada de Pablo bajó de sus ojos hacia sus labios lentamente, él relamió los suyos, y la volvió a mirar, agregando—: O sea qué... ¿ya no me odias?
La cercanía que los dos mantenían en esos momentos era demasiada, sin lugar a dudas, Pablo con su mano izquierda apoyada en la pared, y con la derecha acariciando el brazo de Fiorella, más aún inclinándose hacia ella con sus narices a punto de rozar, causaron que la castaña sintiera una corriente eléctrica recorrer su espina dorsal.
Por alguna razón, siquiera le importaba que Pablo estuviese sudado en esos momentos, provocando que Fiorella se quedara sin palabras, pensando... ¿Desde cuándo Pablo Gavi se veía tan atractivo después de jugar un partido?
—Y–yo...—titubeó, el castaño quitó la mano de su brazo para pasarla a su mejilla y acariciar la misma delicadamente con la yema de su dedo pulgar, Fiorella estaba intentando no tropezarse con sus propias palabras— no te odio Pablo...
El corazón de Fiorella estaba más acelerado que con el partido de vuelta de Champions entre el Real Madrid y PSG. Tragó grueso cuando la mirada del sevillano se fue hacia sus labios otra vez, su respiración empezó a acelerarse, volvieron a verse fijamente, Pablo sonrió y sus ojos se achinaron de manera tierna.
—Me alegra escucharte decirlo, porque yo a ti te quiero —confesó— mucho.
Rozo sus mejillas acercándose a susurrar a su oído: —Pero te quisiera mucho más si llegas a la salida que tendremos los dos en un par de minutos con mi dorsal, sé que no te la quieres poner aquí y yo respeto eso, pero para la salida si te la quiero ver puesta. ¿Vale?
Escuchar a Pablo susurrar sobre su oído generó en Fiorella un montón de emociones que no supo describir en ese momento y que, le estaban empezando a asustar. Pablo Gavi le había susurrado al oído y eso la había hecho sentir nerviosa. ¡Demasiado nerviosa! Muchísimo más que cuando Pedri se le acercaba a decirle cosas bonitas y eso...
Le estaba asustando.
Pero no quería demostrarle a Pablo Gavi que le había causado nervios su cercanía, así que lo miró con una sonrisa divertida.
—¿Ah, sí? —le preguntó con diversión, mientras que ponía una mano sobre el hombro de él, que la miraba con una sonrisa, asintiendo— y... si no quiero ¿qué?
Pablo se puso más nervioso de lo que ya estaba, al sentir las manos de Fiorella acariciándole el hombro, soltó una risita mientras que mordía su labio inferior y se acercaba más a ella de vuelta, los dos se vieron fijamente.
—Yo sé que quieres ponerte mi dorsal, Fiore. No te engañes.
La castaña iba a decir algo, pero se escuchó la bulla de los jugadores entrando al túnel y ella le dió un empujón, ninguno parecía haber visto la escena de Pablo y Fiorella a una cercanía que no era para nada de amigos, se puso nerviosa, todos unieron a Pablo al canto y empezaron a reírse de Fiorella que los miró a todos con los ojos entrecerrados negando con notoria diversión, para que luego los jugadores entraran al vestuario a cambiarse la ropa, ella se palmeó la frente, sintiendo como sus piernas temblaban debido a lo que acababa de pasar con Pablo Gavi recientemente.
Se dió la vuelta para salir en busca de Isabella, frenando el paso al ver a Frenkie de Jong con la boca abierta ante lo que acababa de ver entre el sevillano y ella.
Ella abrió los ojos, mientras que entreabría sus labios intentando modular alguna palabra, el rubio soltó una risita, alzando ambas cejas.
—Así que Pablo y tú...
—¡No! —se apresuró a interrumpir lo que sea que el rubio estaba por decir— N–no Frenkie lo que acabas de ver...
—Ay no te preocupes, Fiore. Yo entiendo que Pablo este emocionado y haya venido a festejar la victoria con su novia, es entendible.
Fiorella palideció ante lo mencionado por el ex jugador del Ajax. ¿¡Qué?!
—¡No Frenkie! —Fiorella alargó la "o" mientras que sentía sus mejillas más rojas de lo que ya estaban, a ese punto iba a hacer competencia con un tomate— ¡Pablo y yo no no somos novios! Es decir, yo no soy novia de Pablo, o sea me refiero a q—
—No tienes qué explicarme nada Fiore —el holandés volvió a reírse divertido mientras que le sonreía, encogiéndose de hombros—. No te preocupes, yo no vi nada ¿vale?
Le guiñó el ojo mientras que Fiorella le sonreía tranquila y agradecida, el holandés se fue hacia los vestuarios mientras que ella se recargaba de la pared y pasaba ambas manos por su cara, soltando un resoplido.
No entendía... ¿qué rayos le estaba pasando con Pablo?
━━━━━ bueno ni modo, tocó actualizar
NI UNA PALABRA MÁS SOBRE LAS HISTORIAS DE INSTAGRAM O MADRIDISTA PAGARÁ LAS CONSECUENCIAS
enfin, espero que les guste el cap, voten y comenten como sea, 125 comentarios para actualizar así que... buenom 😾
💌
—girlofmyidols.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top