XXIII.
Pov. JM
Habían pasado ya días desde que volví con Yoon, a decir verdad mi papá estaba confundido y Taehyung no me dirigía la palabra. Hoy regresábamos a clases normales, año nuevo fue algo incómodo pues mi padre invitó a los abuelos de Kook a pasarla con nosotros, Yoongi también estuvo ahí.
Me dolió el abrazo tan frío que me dio Jungkook, él también cambió, sé que no tengo derecho a pedir que me trate como antes pero juro que necesito de su atención, pedía desesperadamente que me hablara o al menos me sonriera.
Pero nada.
— Hola precioso — saludó Yoongi justo en la entrada de la Universidad.
— Hola — dije arrastrando las palabras.
— ¿Te llevo a casa?
— Me agradaría mucho — quise tomar su mano pero rápidamente fue delante de mi en silencio.
Caminamos sin intercambiar palabra alguna, por alivio mi padre no se encontraba en casa pero igualmente Yoongi no quiso pasar.
— ¿Sucede algo? — pregunté asustado, no quería que se fuera de nuevo aunque la opción ya no la veía tan mala después de todo.
— Estoy preocupado — dijo en un susurro.
— ¿Por?
— Necesito dinero — soltó.
Otra de las cosas que más me mortificaba era que Yoonji no se emocionó al saber que había vuelto con su hermano, siempre me miraba triste y yo que pensaba que eso era lo que más quería.
— ¿Estás en algún tipo de deuda? — acerqué mis manos a su rostro.
— Gyeon usaba droga — lo sabía.
También tú.
— Vaya...
— No pagó y me aventó su problema, necesito deshacerme de eso — dijo bajando la mirada.
Me besó.
Pero no era lo mismo, podía engañar a mi mente pero no a mi corazón, probé tantas veces sus labios pero ahora no había fuegos artificiales estallando, ahora no lo anhelaba sin embargo quería más.
Pasé mis manos por su cuello para profundizar el toqué pero Yoongi se separó.
— Me vas a ayudar, ¿verdad?
Asentí perdido en sus ojos, a comparación de los de Jungkook estos eran pequeños y más rasgados.
No eran grandes y redondos.
No veía una noche estrellada dentro de ellos.
❄
Pov JK.
Últimamente prefería pasar tiempo ayudando a mi abuelo aunque no necesitara personal.
— Creo que alguien pidió una amiga a domicilio — NaRa apareció con un abrigo enorme lo cual me sacó una risita, ella era tan pequeña.
— Hola — enrede su cabello entre mis dedos.
— Tsch, tardé mucho en peinarme Kook, lo arruinas — hizo un puchero y se sentó en una silla frente a la barra de pedidos — ¿cómo estás?
— Un poco cansado — golpeé mi hombro haciendo una mueca — ¿no deberías estar haciendo tarea?
— Quise verte — se recargó en sus manos y me miró fijamente — tuve el presentimiento de que me necesitabas —.
— Lo hago — me desaté el mandil para tomar mis cosas y salir del restaurante. — Me iré primero— le dije al encargado y este asintió.
Ya estaba obscureciendo, el aire pasaba levemente y comenzamos a caminar.
— Yo creo que deberías dejar a un lado la ley de hielo con Jimin — empezó a decir mi pelinegra favorita.
— A veces lo pienso, Tae tampoco le habla, eso me hace sentir un poco mal — miré el pavimento— pero sigue prefiriendo estar con él que preguntar el motivo por el cual no le hablamos —.
— Es que Jimin sabe el motivo —.
Pronto estuvimos en el puente, no quería que NaRa se fuera sola a esas horas.
— ¿Por qué simplemente no viene hacia mi? — pregunté dándome por vencido — no lo haría sufrir, no tendría que llorar tanto, él estaría bien —.
— Kookie...
— Escuché cada una de sus preocupaciones, intenté seguir sus pasos, conozco sus sueños, conozco sus metas, sé tanto de él, entiendo que ame a esa persona por sobre cualquier cosa — me arrodillé abrazando mi corazón — pero no entiendo que hay de malo conmigo —.
— Nada hay de malo contigo — NaRa me tomó del brazo para levantarme — no es tu culpa estar enamorado de esa forma, creo que el tiempo pondrá las cosas en su lugar y tu... — su voz quebró, me anime a verla a los ojos, los tenía con lágrimas acumulándose — tu debes ser fuerte ante cualquier circunstancia Kook, aceptar lo que sucede y si no quieres tienes que luchar por ello —.
— No tengo derecho de ir por él, ni siquiera sé si siente algo por mi —.
— Sea cual sea la situación no sufras en silencio Kook — NaRa acunó mi rostro y yo la abracé con todas mis fuerzas — no lo mereces príncipe — susurro en mi oído y yo sonreí.
Estuvimos así hasta que pude tranquilizarme.
— Ya es tarde, no quiero que te pase algo por ahí, ve con cuidado — dije y ella asintió dejando un pequeño beso en mi mejilla.
Cuando su figura despareció por el camino yo di la vuelta encontrándome con Jimin y sus ojos llorosos. Apreté mi puño y lo ignoré yendo directamente a mi casa.
____________________
Esto está por terminar.
Gracias por leer. Lxs amo ❄
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top