XX.


En esa semana Jimin y Jungkook fueron a comprar los regalos para la noche en la cena.

— ¡Se nos hace tarde! — gritó un Señor Park algo ansioso, era la primera vez desde hace mucho tiempo en la que eran invitados a un verdadero hogar, ya que las únicas salidas eran por negocios y el mayor sabía perfectamente que a su hijo de verdad le disgustaba tener que estar enfrente de Profesionistas.

Pero había llegado ese chiquillo con ojos enormes a sacarlos de su tan aburrida rutina.

Gracias Jeon, pensó el Señor.

— Ya voy papá, ¿llevas la botella de champagne? — Jimin vestía con un pantalón negro, una camisa azul pastel y su saco igualmente negro. Indicado para la ocasión.

— Listo — dijo mientras tomaba la botella y las llaves del auto — los regalos los subí hace rato Jiminie — el Señor tomó su abrigo y dio paso al peligris para cerrar su casa.

Ya padre e hijo dentro del auto soltaron un gran suspiro de relajación.

— Tu ve derecho, yo te doy la dirección conforme avancemos — dijo Jimin y su papá asintió.

— Antes de llegar quería preguntar algo — habló el mayor al mismo tiempo que veía fijamente el camino y recargaba sus manos en el volante.

— En la próxima calle a la izquierda — ordenó — dime... ¿qué pasa?

— Yo he visto a Jungkook muchas veces no sé si puede ser de mi incumbencia pero, ¿son novios o algo parecido?

Hubo silencio.

Una cuadra.

Dos.

Tres.

Cuatro.

¿Qué eran? No se habían vuelto a besar.

— Gira otra vez a la izquierda y ahora si ve derecho — dijo Jimin.

— Entiendo... — el Señor Park puso música en bajo volumen — ¿no es aquí ese puente raro que tanto te gusta?

— Yep — jugueteó el peligris con sus manos — Jungkook vive casi saliendo de la ciudad, donde empieza el campo, así que sigue —.

— Vale —.

— Solo es un amigo — susurró el pequeño recordando el beso que se dieron hace unos días en la misma casa a la que ahora se dirigían, era tan... raro, como si necesitara de ese beso para darse cuenta de muchas cosas.

— ¿Un amigo? — bufó el mayor — no te ofendas Jimin, pero Taehyung es tu único amigo enserio —.

El menor de los Park lo miró desentendido, un brillo especial asomó por sus pupilas.

— ¿Eh?

— Quiero decir... que, Jungkook no es un amigo, el día que lo llevaste a casa, la primera vez para ser exactos, él solo llevaba una semana y algo de conocerte y de verdad sabía mucho de ti, había interés...

— ¿Y Taehyung no tiene interés?

— ¡Por supuesto! — dijo casi con felicidad — por supuesto que Tae tiene interés, pero la forma en la que Jeon te mira, te cuida y se preocupa por ti es... diferente... se le nota a miles de kilómetros —.

— No sé que me pasa papá — Jimin agachó la mirada — siento que tal vez no pueda corresponderle y de verdad quiero hacerlo, no sabes lo feliz que me hace ver que todos los días está ahí, a mi lado, sin importar lo que hagamos él esta presente...

— Tienes miedo — aseguró su papá.

— De verdad no lo sé —.

— Es que no te estoy preguntando — se hallaban a unos metros de la casa de los Jeon, estaba iluminada y con muchas bonitas decoraciones en el jardín lo cual dejó maravillado al peligris — tienes miedo porque Yoongi dejó algo aquí — puso un dedo justo enfrente del corazón de su hijo— y ahora no tienes idea de como sacarlo o quitarlo de ese lugar —.

— ¿Qué me recomiendas?

— Buscar una solución sin dañar a alguien —.

— Yo quiero mucho a Kook —.

— Lo sé, también se te nota — ambos sonrieron — ahora si, nada de tristezas por hoy y por nunca, quiero que uses bien ese cerebrito Jimin, pero enserio recuerda que no tienes que lastimar —.

Asintió para después tocar el cláxon dejando ver como la puerta principal se abría.

— Adelante — gritó la abuelita de Jeon.

Bajaron del auto con muchos regalos envueltos con bonitos colores y moños.

— ¿Qué tal el camino? — dijo la ancianita mientras andaban por el jardín — hace algo de frío, no se hubieran preocupado por los regalos —.

— Nos gusta hacer esto — dijo el Señor Park — por cierto, mucho gusto mi nombre es Park Young Sae padre de la criatura que ha estado soportando cuando los viene a visitar —.

— No diga esas cosas — rio la abuelita — tener aquí a Jiminie es una alegría más — entraron a la acogedora sala —soy Sehre, señora de Jeon Hyung Yoon —.

— Mucho gusto — habló el abuelo de Jungkook — veo que me presentaron por adelantado — rieron.

— Si — contestó apenado el padre de Jimin.

— Hola Jiminie — volteó hacia el pequeño — Kook baja en un momento, se le hizo tarde por la emoción pero pasen, tomen asiento —.

— Gracias — dijo el peligris — trajimos un poco de licor — se sonrojó hasta las orejas — espero que no se molesten —.

— Para nada — dijo la abuelita.

Platicaron unos minutos los mayores, Park parecía estar dentro de la charla pero su mente viajaba nerviosa, eran las ocho de la noche, su estómago sintió quemarse por esperar al castaño, cada segundo que pasaba era algo mortal, ¿por qué no podía aceptarse así mismo?

Se gustaban, ambos lo dijeron aquel día.

Pero Jimin descubrió un poco más que guardó en su corazón porque era demasiado para admitirlo.

Cuando el castaño bajó quedo embelesado al ver a Jungkook usando un bonito suéter café de lana junto con unos jeans obscuros.

— Hola Jimin — dijo viéndolo fijamente.

— Hola Jungkook — contestó el peli gris.

Se quedaron así por unas milésimas de segundos más.

— Hmhh-Hmmh — el papá del peligris tosió falsamente — hola Kook —.

— Uh. Hola Señor Park — el castaño hizo una reverencia.

— Deberíamos comenzar — dijo la abuelita dando un ligero aplauso.

La noche pasó así.

Obsequios por doquier, Jimin regaló unos abrigos bastante hermosos a la pareja mayor, mientras que a Kook le dio unos grandes auriculares y a su papá un reloj. Jungkook le regaló a sus abuelos artefactos de jardinería y de cocina, al Señor Park un par de corbatas bastante elegantes para su trabajo y a Jimin un suéter algo parecido al que traía puesto.

Después de la rica cena a media noche los adultos fueron al segundo lugar favorito de Jimin, tomando una copa de Champagne mientras veían las estrellas platicando de cosas triviales, conociéndose un poco más.

El peligris se encontraba acurrucado en los brazos de Jungkook. Ellos estaban dentro de la casa.

— ¿Deberíamos hablar? — preguntó el castaño.

— Supongo que eso es lo correcto — Jimin levantó la mirada encontrándose con los hermosos ojos negros de Jungkook, por Dios que era algo tan especial. — Quiero que sepas algo que hablé con mi papá hace unas horas —.

— Te escucho — dijo Kook tomando la mano de Jimin — pero antes vamos a pedir permiso para que te quedes —.

Y con las manos entrelazadas fueron hasta donde su familia.

— Que bueno que se dignaron a salir, miren como brilla el cielo — dijo el abuelo Jeon.

— Son preciosas — afirmó el pequeño peligris.

— Lo son — dijo Jungkook y el Señor Park al unísono lo que provocó una risa de todos.

— ¿Quieren un poco? — ofreció la abuelita moviendo la botella de licor.

— En realidad veníamos a preguntar si van a dormir aquí — habló el castaño.

— ¡Claro que si! — exclamó el anciano hipando un poco.

— No queremos incomodarlos — dijo YoungSae.

— No lo hacen — contestaron los abuelitos de Kook.

Diciendo esto el castaño comenzó a correr de vuelta con Jimin feliz.



Subieron las escaleras y entraron a una habitación que se iluminó tan pronto la puerta fue abierta, Jimin conocía a la perfección ese lugar, el dormitorio de Jungkook.

— Ahora si quiero escucharte — luego de poner seguridad a la puerta se aventaron los dos a la cama.

— Yo — Jimin movió sus dedos temblorosos en el pecho de Jeon — te quiero, pero siento que aún no es correcto —.

El agarre del más alto se aflojó.

— No entiendo — podían sentir los latidos del contrario.

— Aún no es correcto estar a tu lado —.

— ¿Y cuándo lo será? — las palabras de Jungkook cada vez perdían confianza.

— Mi papá me dijo que buscara una solución sin dañar —.

Ambos se vieron fijamente, tratando de encontrar respuestas que no podían ser dichas en voz alta, pero era en vano, Jimin se negaba rotundamente dejar pasar la oportunidad que se le presentó hace dos días.

Aunque por otro lado era imposible no estar cerca del castaño, todo sus ser rogaba por él, su corazón latía con una fuerza increíble.

— Jimin... — el silencio roto por el dueño de sus pensamientos.

— Dime — movía sus pies tímido, realmente el cariño era algo inexplicable.

— Sé mío esta noche —.

Park sintió su pecho quemar por esas palabras, era correcto, ese era su lugar.

Y lo besó.

Sus labios eran tan buenos, sus respiraciones siendo un compas, sus cuerpos amoldándose, todo estaba enserio en su lugar exacto.

Jungkook se posó sobre el pequeño cuerpo de Jimin y pronto las prendas solo estorbaban.

La piel del peligris ansiaba por el toque de Jeon, se vieron una vez más a los ojos. Era su verdadero amor, ¿pero qué había del primero?, ¿qué si su mente pedía parar pero su corazón se aferraba a ese castaño?

Entonces Jimin comenzó a llorar bajo los brazos cálidos de Jeon.

Solo por esta vez intentaría ponerse a prueba.

Yoongi había vuelto y solo lo intentaría una vez más para comprobar lo que despertó Jungkook en él.

— ¿Pasa algo Jiminie? — el castaño estaba asustado — Minnie... háblame por favor, ¿hice algo mal?

— P-por supuesto que no bobo — sonrió mientras dejaba que su acompañante limpiara sus lágrimas — ¿sabes que te quiero?

— Yo también te quiero —.

Esta vez el peligris tomó de la nuca y besó a Jungkook, tirando su culpabilidad a la basura.

— Perdón por arruinarlo — escondió su rostro en el pecho del más alto.

— Voy a esperarte siempre —.

Era algo estúpido, pero Taehyung tenía razón, Jimin había dicho que estaba enamorado de dos chicos, a lo cuál su amigo contestó que eso no ocurría... uno de ellos dos es un capricho.

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Hooooooooolaaaaaaaaaa. Tres cosas

1.- En el próximo capítulo van a entender eso de que Yoongi había vuelto.

2.- Iba a ser un capítulo con lemon y así pero el sentimiento me ganó, Kookie no merece eso :c ser usado.

3. Quiero que a partir del próximo capítulo narren los personajes, para que vivan un poco más desde su punto de vista, ¿qué opinan? :( no me ignoren.

Bueno cuatro

4.- Los nombres me los inventé JAJAJA que horror.

Gracias por leer y de verdad no saben lo mucho que me estoy encariñando con esta historia, tengo varias emociones atoradas que no sé si quiera como plasmarlas.

LXS AMO. ❄

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