XIV
Estaban en su última clase y Jimin se había quedado dormido sobre su brazo derecho, con pesadez abrió sus ojos viendo a Jungkook que prestaba atención al frente, se quedó así unos momentos, observó sus cejas las cuáles tenía levemente fruncidas, contorneo su nariz con la mirada hasta llegar a sus labios delgados y rosas, tragó en seco al notar su pequeño lunar que adornaba debajo de su labio inferior.
Se quedó pensando el las muchas veces que Jeon evitó que llorara, unas sin éxito y otras si. ¿Por qué lo hacía? Taehyung le pidió no dejarlo solo, sin embargo él trataba de no verlo triste, evitaba a toda costa que sintiera dolor, ¿por qué?, ¿acaso Jungkook..? NO.
Antes de retirar su mirada sobre el castaño se dio cuenta que él también lo observaba y ambos se quedaron así. Jungkook tenía los ojos grandes y negros, tan hermosos, pensó Jimin.
El chillido de la campana los sacó de su trance y mientras acomodaban sus cosas ninguno habló de lo que acababa de suceder. Definitivamente no se podía permitir pensar que Jungkook gusta de él en tan poco tiempo, solo son amigos, tan buenos amigos como con Taehyung.
— ¿Tienes algo más que hacer hoy Jimin? — habló el castaño cuando se dirigían a la salida.
— Supongo que no — mostró una sencilla pero honesta sonrisa.
— ¿Qué tal te caería ir a algún restaurante de mi abuelo? — acomodó bien su mochila en su hombro.
— Pero yo pagaré lo que coma — sentenció levantando su dedo y posándolo en el pecho del más alto.
— Ok — sonrió Jungkook — solo porque tu mini dedo me está amenazando —.
El par de chicos rieron y se encaminaron al dichoso restaurante.
❄
Comieron en su mayoría cosas dulces, platicaron a fondo sobre la vida de cada uno, incluso Jeon cantó un poco para el peligris, quién quedo fascinado por su angelical voz. Por otra parte Jimin no se quedó atrás y le enseñó un poco del baile que aprendió cuando era más pequeño y tenía tiempo para asistir a ciertas disciplinas.
— Es bueno conocer más de ti Jimin — termino de un sorbo su jugo y lo puso en la mesa.
— Lo mismo pienso Kook — el peligris bajó la mirada, de verdad estaba bien.
— ¿Park Jimin? — los chicos voltearon hacia el peli rojo que se acercaba con entusiasmo — ¿mi gran amigo Park?
— Hola Minho — Jimin y él eran algo unidos antes de entrar a la Universidad, cómo olvidarlo si a la única fiesta a la que lo habían invitado terminó besando a Yoongi.
— Hermano, ya pasó bastante tiempo, dos años — sin importarle la presencia de Jeon tomó una silla y se unió a ellos — ¿Cómo has estado?, ¿y Tae?
— Está en un viaje con sus papás, he estado bien, gra-gracias — dijo mientras le lanzaba miradas al castaño pidiendo disculpas — ¿tú estás bien?
— Si, ya no estudio pero tengo un empleo en la agencia de uno de mis tíos — tosió — mañana haré una fiesta, ya sabes, el gran Minho no puede vivir sin estas cada fin de semana —.
Jimin rio bajito
— Lo sé —.
— Estás invitado, también tu amigo — giró y Jungkook hizo una pequeña reverencia.
¿Invitado?, ¿para qué?, para terminar ebrio y besando a alguien, prefería mil veces meterse entre sus cobijas a deprimirse todo el fin de semana.
— No creo, debo hacer cosas un poco más importantes Minho — sonrió casi a la fuerza.
— Vamos Minnie — codeó su brazo — te vas a divertir, no seas así — formo un puchero y comenzó a lloriquear, cielos, no cambiaba.
— Pienso que si sería divertido — soltó Jungkook desde su lugar — vamos juntos Jimin —.
— ¡¿VES?! — gritó el peli rojo — los espero entonces a las ocho mañana, sigo viviendo en el mismo lugar Minnie — se levantó de la silla — un gusto conejito — Minho tomó la mejilla de Jungkook y la apretó — me alegró verte Park —.
Y sin más salió del restaurante dejando a Jimin muy desconcertado y a Jungkook con una mejilla roja.
— Lo siento, él suele ser así con quién sea — el peligris tapó su cara sintiendo mucha pena.
— No importa Jimin — también se levantó y fue con un mesero — está obscureciendo, deberíamos irnos también —.
— No he pagado — protestó el más bajo.
— Hoy es cortesía de la casa joven — habló el mesero que venía tras Jeon — así que muchas gracias por venir —.
— Eso es mentira — bufó Jimin entrecerrando sus ojos.
— Por supuesto que no — volvió a hablar el mesero empujando a Park y al castaño fuera del establecimiento — que tengan una linda noche — y cerró las puertas de cristal de la entrada.
Luego del leve berrinche que el peligris hizo, caminaron tranquilos al puente que separaba sus casas y se sentaron con sus pies colgando mientras el agua corría con prisa por ahí, sintiendo el mismo aire fresco que acariciaba sus rostros.
— Tuve una relación con el chico que más me gustaba cuando estuve en Preparatoria — soltó Jimin mientras miraba sus manos — duramos dos años con cinco meses — una risa vacía salió de su boca — suena poco cuando se dice, pero puedo apostar que es una vida, son recuerdos que se crean y no se pueden olvidar por mucho que uno lo deseé —.
— No hables si no quieres Jiminie — el castaño se permitió posar una de sus grandes manos en las pequeñas de Park — si es doloroso no lo recuerdes por favor —.
— Qu-quiero hacerlo — contestó — se llama Min Yoongi, incluso como me llegó a gustar fue algo absurdo, ¿sabes?, él siempre fue antipático, dormilón, sin ganas de nada, se metía en peleas muy seguido, todos podían ver a simple vista lo malo de ese chico, pero cuando me permitió tener una relación conocí su sonrisa, conocí sus gustos y disgustos, pude ser una parte de su aburrida vida y él se volvió la mía por completo porque yo no hacia más que amarlo, no tenía buenas anécdotas para contar, hasta que compartí ese tiempo con él —.
Jungkook no dijo nada, estaba concentrado en escucharlo.
— Conocimos personas juntos, su hermana es un tesoro muy valioso — las lágrimas empezaron a salir — sus amigos me trataban como uno también — sorbió su nariz — mi padre y Taehyung no lo querían del todo pero al menos lo toleraban, yo nunca supe que hice mal, no sé cuando todo había terminado, pero lo dejé ir porque lo amo tanto que quisiera que fuese feliz aún si no soy yo el que puede hacerlo —.
El castaño amagó con abrazar a Jimin en un instinto de protección pero se detuvo, no quería que todo ese pequeño momento se rompiera por sus malas acciones.
— No me gusta verte llorar — habló en tono bajo.
— ¿Por qué? — los ojos llorosos de Jimin se enfocaron en Jeon.
— Porque así te vi el primer día — aclaró su garganta — algo dentro de mí me hizo sentir mal Jimin, nosotros hemos convivido y aprendimos bastantes cosas de uno y el otro, así que ahora menos que nunca quiero que estés de esta forma —.
— Enserio eres agradable — suspiró Park.
— Lo soy y tu también lo eres, puedo jurar que hiciste todo bien en esa relación, apuesto una canasta llena de sándwiches de mi abuela a que le diste tu corazón a ese tipo, pero hay cosas que ya no dependen de nosotros — Jeon tomó un mechón peligris de su frente y lo hizo hacia atrás — como por ejemplo que él no supiera cuidar todo lo que le ofreciste, o el que te quiera de la misma manera — se acercó un poco más — sé que Taehyung es tu mejor amigo, pero yo te ayudaré a que ya no sientas tristeza, voy a encargarme de que puedas sonreír sin recordar nada de tu pasado, como los buenos amigos que somos —.
Jimin asintió feliz y por mucho que no quiso pensarlo comparó las sensaciones y definitivamente Taehyung siendo su amigo no lo hizo sentirse de la forma en la que hizo el castaño al depositar esa calidez en su pecho.
— Kook — habló el peligris tratando de dispersar su llanto.
— Dime
— Vamos mañana a la fiesta de Minho — acarició la mano que reposaba en las suyas — tengo muchas ganas de beber —.
Y rieron bajo la luz de la luna.
______________
Les dejo este capitulito, les debo el de mañana y seguramente el del viernes, voy a estar ocupadita. Gracias por leer. Lxs amo. (El sábado los repongo)
DATO: Tardo entre dos horas o dos horas y media en escribir un pinchi capítulo. Chaaau
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top