VII.
Se veía realmente hermoso con su nuevo color de cabello, hasta su papá lo elogio, pero de nada servía, pues iba con las manos sudorosas y con una ansiedad notable.
— Al menos respira adecuadamente — pidió Taehyung — no estamos haciendo nada malo Jiminie —.
— Ya lo sé, pero tal vez solo no quiero saber la verdad — el pequeño se había despedido de su novio hace unas horas, la tristeza y curiosidad lo invadían.
Llegaron a la casa de Jung, no era grande pero si acogedora.
— Oh! Hola chicos, que sorpresa — dijo el chico que vestía unos jeans bastante holgados junto con una camisa igual de holgada con varios garabatos — pasen, pasen...
Los otros dos dieron las gracias y se dirigieron a el sofá de su sala, donde tomaron asiento.
— Y... ¿qué los trae por aquí?
— Iremos al grano — dijo Tae con tranquilidad — tenemos sospecha de que Yoongi está engañando a Jimin y veníamos a preguntar si tu de pura casualidad sabes algo —.
Como balde de agua fría le cayó al pelinegro, sí, recordaba a su amigo besándose con aquella chica, pero no la conocía, nunca le vio la cara, más aparte solo había sido una noche, su lema era que todas las personas merecen segundas oportunidades y Yoongi esa vez gritó que Jimin, su Jimin le importaba más que nada en esa vida, así que optó por lo más sano.
— Hmm no, Suga — pensó en como no verse afectado por lo dicho — Suga quiere a Jimin — dijo convencido.
— Y-yo qu-quisiera preguntarle si conoce a esta chica — Jimin tímidamente acercó el pedazo de plástico a las manos largas de Hoseok — él me confundió una noche, dijo su nombre en lugar del mío —.
Y lo supo al ver el pequeño letrero Yoo JeonGyeon... no podía ser cierto, no podía Yoongi volver con esa tipa, Hoseok estaba en shock, entonces todo ese tiempo se quedaba de ver con ella, algo le decía que Yoongi nunca iba a ver a Jimin después de esa vez, ¿cómo podía ser tan tonto para creer esas cosas?, claro tenía que si ella en algún momento volvía todo sería de esa manera.
Silencio. Un silencio con mucha desesperación.
— Lo siento Jimin, deberían irse — pidió tratando de ser sereno — no diré más —.
Taehyung frunció el ceño, dispuesto a levantarse e irse pudo ver a su pequeño amigo tener una cara llena de angustia, no podía, simplemente no soportaba verlo así.
— Por favor Hoseok — pidió nuevamente Jimin — si sabes algo te pido que me lo digas, yo, no tienes idea de lo que he estado pasando.
Tal vez no tenía idea, pero lo imaginaba, aún así no se permitía engañar a su amigo, Yoongi era el que debía afrontar ese problema y por más que lo deseara no hablaría.
— Que se vayan — sentenció.
Taehyung lleno de ira tomó del cuello de la camisa del mayor.
— Tú sabes algo Hoseok — se miraron fijamente, transmitía tristeza — ¡habla!
— Suéltame Tae — gruñó el contrario — no quiero que nos peleemos por cualquier cosa —.
— ¡¿Cualquier cosa?! — el menor se molestó y la sangre hirviendo se le fue a la cabeza — ¡¿Estás llamando a mi mejor amigo cualquier cosa?! — gritoneo.
— ¡Tae déjalo, él no tiene la obligación de nada! — chillaba el más pequeño mientras tomaba el brazo de este— vamos, por favor Tae —.
Sin ganas de golpearlo, lo soltó pero no se movió de su lugar.
— Creí que podíamos confiar en ti —.
— Lo lamento tanto... — dirigió su vista a Jimin quién la desvió de pronto.
— Vámonos —.
Y salieron a pasos largos, Jimin creía que todo daba vueltas, solo quería dormir.
❄
Era lunes, un lunes no agradable para Jimin.
Esa mañana su padre al verlo tan bajo de ánimo y al enterarse de lo que sucedía se ofreció llevar a su hijo a la Universidad, sorprendentemente él aceptó.
— Sonreír es un arma poderosa hijo — habló el señor Park con tacto — deja que todos vean la sonrisa que posees —.
— Gracias pa — una pequeña hilera de dientes blancos con un dientito chueco resplandeció dentro del auto.
— Eso es, ese es mi hijo — arrugó su cabello — al que nunca quiero ver dañado —.
Jimin se tragó el nudo que tenía en la garganta, no era de su agrado preocupar a su papá en lo más mínimo, bastante tenía con que lo criara solo.
— ¡Eres un pedazo de imbécil! — Hoseok empujó a Yoongi contra un árbol.
— ¡Hey!, ¿qué te pasa? — sorprendido era la palabra.
— Pasa qué nunca me dijiste que Gyeon regresó — alzó un puño para reventarlo en el rostro del chico pálido — y también pasa que Jimin se enteró y está mal, realmente mal —.
Iba a caer al suelo pero una voz irritante llegó a su rescate junto con Namjoon.
— Oh mi amor — la chica miró furiosa a Yoongi — ¡Hope! ¿qué le hiciste?
— Tú no me dirijas la palabra — la señaló como si también quisiese golpearla.
— No sabía que se llevaban ahora tan mal — intervino Nam.
— ¿Sabías que había vuelto? — preguntó el pelinegro.
— Por supuesto que no, me la acabo de encontrar en la entrada —.
— Da igual — tomó de una oreja a Yoongi — ve a hablar con Jimin, cobarde...
— Eso iba a hacer hoy, pero nada salió a lo planeado —.
Hoseok abrió los ojos de par en par, de verdad no sabía a qué grado podía llegar el cinismo y los pocos huevos de Suga.
No había tiempo para nada, Jimin se estaba acercando con su amigo, el pequeño tenía la mirada gacha y su amigo al parecer venía con ganas de sacar sangre ajena.
El más alto tomó de los hombros al peligris y lo alejó de todos ellos.
— Debemos hablar — estaba serio y Park se imaginaba el punto de aquella conversación.
— Dilo rápido — tapo su cara con su antebrazo.
— Veme a los ojos — pidió el pálido y Jimin obedeció, ver sus pequeños ojos, parecía un gatito, Jimin amaba cada rasgo de su rostro, su nariz, sus labios, todo, no quería que es acabara de esa forma.
— Sé que estás saliendo con otra persona — la voz de Jimin fue firme aunque algunas lágrimas se liberaron — y yo creo que está bien, puedes ir con ella sin ninguna culpa Yoongi, pero quisiera hacerte saber una cosa — acunó su cara entre sus pequeñas manos y Suga se dejó hacer — toda la vida te voy a amar, puedes volver en cualquier momento —.
Y lo besó.
Gyeon quiso correr y aventarse encima de Jimin pero Taehyung y Hoseok la detuvieron.
— Jiminie — Yoongi rompió el beso para poder hablar — creo que nunca pude llegar a amarte y aunque te lo dije un par de veces, no lo sentí — se alejo un poco — espero que seas feliz y no sufras... no lo hagas — trató de sonreír pero en su lugar se asomó una mueca — no te preocupes por el vernos, yo me voy a mudar, así que vive tranquilamente —.
Se alejó volviéndose un punto entre más gente.
Creyó que así serían sus caminos, pero no tomaba en cuenta que la vida da muchas vueltas y cuando menos se lo esperara, cuando menos lo deseara él podía volver.
Taehyung se llevó a su amigo a las clases, este estaba cabizbajo, soltando pequeñas lágrimas que caían en su libreta, no le importaba que se dañara, él lo estaba más.
— Buenos días chicos — entró el Tutor del grupo. Todos se levantaron de sus asientos para saludar — hoy viene un nuevo compañero, espero realmente que no lo vayan a asustar — algunos rieron — en fin, adelante, di tu nombre y preséntate —.
— Gracias — habló un chico de una altura bastante considerable, castaño y ojos... bonitos — mi nombre es Jeon Jungkook, soy de Busan, espero que cuiden de mi — hizo una reverencia y desvió la vista a una cabellera gris, ¿por qué era el único que parecía triste?, todos en el aula estaban sonriendo y eso hizo que a Jungkook le incomodara, ¿nadie se daba cuenta?, ¿solo su acompañante de banca?
Park alzó la vista y sus miradas se conectaron.
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Now we are lost stars.❄
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