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Yunho acariciaba el vientre de su pareja para que pudiera descansar un rato, total no había mucho que hacer.

—Yuyu— Se detuvo unos instantes cuando lo escuchó.

—Pense que ya estabas dormido— El menor sacudió su cabeza para negar— Deberías descansar.

—Lo sé, es sólo que ya casi es nuestra renovación de votos y estoy nervioso— Murmuró.

—Yo también lo estoy, pero más que eso estoy feliz y mucho— Beso su cabeza y continúo con sus delicadas caricias.

—Yo también estoy feliz, pero los nervios me ganan— Se levantó para quedar sentado sobre la cama, y Yunho hizo lo mismo— Sé que está vez me sentiré muy feliz y tranquilo, pero ¿Y si algo pasá? Que tal si aparecen las náuseas y se arruina todo, o si tropiezo, no quiero que algo pase y menos si soy el culpable— Yunho tomo su redondito rostro y dió un tierno beso a su nariz.

—No pasará nada de eso, porque nuestro bebé quiere que sus papás tengan esa ceremonia en total tranquilidad— Jongho soltó un pequeño suspiro.

—Nuestro bebé siempre me hace sentir náuseas cuando no debe— Puchereo, el alfa sonrió enternecido.

—Deja de hacer eso— El menor ladeo su cabeza— Si sigues siendo muy tierno nunca acabaré mi discurso dónde expresó cuanto te amo y las razones que tengo para amarte.

—¡Yuyu!— Se sonrojo con  fuerza.

—Ojala nuestro bebé se sonroje igual de hermoso que tú— Jongho sonrió muy avergonzado— Te amo mi lindo omega.

—Yo también te amo, Yuyu.

—Bien ahora descansa, mañana vendrá Haein temprano por el tema de tu traje— El pelinegro abulto sus labios.

Aún cuando Jongho estaba por entrar a su segundo trimestre de embarazo, su pancita ya tenía un tamaño considerable y eso que sólo esperaban un bebé, Jongho culpaba a Yunho por consentirlo mucho, pero en parte lo entendía, un poco, pero lo entendía. Y ya que su pancita era un poco más grande de lo que debería serlo, el traje no le quedó cuando se lo midió así que iban a tomar sus medidas nuevamente.

[…]

Jongho fruncio el ceño cuando notó que una de las betas que estaba ahí supuestamente haciendo su trabajo de ver cómo le quedaba el traje a su esposo, lo miraba mas de lo que debía, pero no, nadie iba a ver a su alfa más de lo que debía.

—Alfa— Yunho volteo enseguida de llamarlo— Tengo sed.

—Enseguida— Poco le importó el traje, corrió hasta la cocina para conseguirle algo de beber a su omega.

Jongho sonrió triunfante cuando la beta esa quedó perpleja, está la miro y él alzo sus cejas, Haein negó con una sonrisa divertida al notar la situación.

—¿Entonces el traje si estará listo para antes de la ceremonia?— Le preguntó a la encargada.

—Por supuesto— Respondió la otra omega con gentileza.

—Aquí tienes Jonggie— Jongho se emocionó al ver jugo de manzana—¿Algo más?

—Ya estoy bien, ¿No deberías quitarte el traje?

—Cierto, ya vuelvo— Beso su nariz y se alejó para ir a quitarse el traje.

—¿Puedo descansar?— La omega encargada asintió, Jongho sonrió y se fue a uno de los sofás para sentarse y seguir tomando su jugo.

—La próxima semana vendrán para empezar a arreglar el jardín— Le informó Haein— Ahora entiendo porque elegiste Gwangju para la ceremonia.

—Y a parte de eso, fue porque aquí Yunho y yo nos hicimos pareja— Haein sonrió—¿Cuando llegara Kwangmin?

—En tres días— Jongho asintió— ¿Estás nervioso?

—Demasiado, no quería ser yo quien arruine algo, bueno no quería que nada arruine ese día.

—Te aseguro que nadie arruinará ese día y menos tú, todo saldrá tal cual fue planeado ¿Ya terminaste tu discurso?— El menor asintió con una sonrisa tímida— Todo saldrá bien, no habrá ninguna imperfección.

Jongho suspiro y asintio, se tenía que mentalizar que no pasaría nada ese día que reemplazaría todos los malos recuerdos que tenía, se iba a casar con el hombre que ama, Haein y Kwangmin estarán ahí, estarían quienes sabían de como se dió su matrimonio, no iba a fingir estar feliz, esta vez era auténtico, está vez iba a atesorar ese día, lo guardaría en una cajita para no olvidarlo jamás.

Los días pasaban con tanta rapidez que hacían que los nervios en Jongho crecieran demasiado, estaban a dos días de su renovación de votos, estaban a nada de confirmar su amor, ambos estaban seguros de todo. Y antes de que llegara el gran día Haein organizo una sesión de fotos pues no tenían ni una sola de su boda, a pesar de que si les tomaron fotos.

—Te ves muy lindo— Abrazo a su omega y beso su mejilla.

—Tú también, Yuyu— El mayor lo miro— He estado muy sentimental estos últimos días ¿Y si lloro frente a todos?

—Si lloras yo te abrazo y te mimo frente a todos— Jongho sonrió y el castaño lo acompañó— No te preocupes por si lloraras o no, mejor preocúpate que está vez tendremos una luna de miel decente.

—¡Yunho!— Oculto su rostro totalmente sonrojado.

—Algo más para el discurso.

—¿Aún no lo terminas?— El alfa negó— Es en dos días.

—Lo sé, pero ¿Cómo terminar si me encanta todo de ti? Es como si me pidieras contar todas las estrellas del cielo— El menor golpeó su pecho.

—Pues sólo pon lo importante.

—Todo en ti es importante, y tengo decencia no poniendo lo que es privado, son cosas que sólo yo debo saber— El omega oculto su rostro entre sus manos negando repetidas veces— Pero ese discurso estará listo para la ceremonia.

Haein los llamo para comenzar con su seción de  fotos, fue un poco larga ya que por el estado de Jongho tuvieron que tomar descansos y también hubieron idas inesperadas al baño, el menor se disculpó por los problemas, pero Haein le dijo que no tenía porque disculparse era normal y el fotógrafo lo entendió. Para cuándo terminaron Jongho estaba exhausto y con demasiado sueño, Yunho le dijo que durmiera sin problemas y aunque se negó termino durmiendose profundamente.

—Tardaron— Comento San cuando lo vio entrar con Jongho en brazos— Tú no me quisiste cargar cuando me quedaba dormido.

—Tú no importas mucho, él es mi esposo, omega y el padre de mi hijo— El pelinegro lo miro con indignación— Ahora sí me permites lo iré a dejar a la habitación.

—Me conociste primero...

—Aja— San negó con una pequeña sonrisa y pensar que hace unos años atrás creía que lo puto no se le iba a quitar.

Yunho depósito a su pareja sobre el colchón para que estuviera más cómodo, Jongho se removió un poco.

—Pudiste despertarme— Balbuceó más dormido que despierto.

—No, tú tienes que descansar, es un poco pesado para ti tener a nuestro bebé— Jongho sonrió adormilado.

—Vale la pena, quédate aquí— Pidió con un puchero en sus labios.

—Aquí me quedaré, no te preocupes, ahora vuelve a dormir porque lo necesitas— Por suerte Jongho vestía ropa cómoda así que sólo le quitó sus zapatos y después él los suyos para recostarse a un lado de su omega y darle tiernas caricias a la pancita del menor— Te amo.

—Yo también— Yunho beso su mejilla y sólo se enfocó en mimar su abultada pancita.







Ven ya estamos a nada de terminar esta historia y por cierto decidí publicar el primer capítulo de la historia Woosan se llama Give me love (◡ ω ◡) para que vayan a leerla si quieren.

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