|41|
Jongho se acurrucó contra Yunho mientras esté lo mimaba y escuchaban a Haein que les estaba comentando sobre lo que faltaba para el día esperado.
—Aun faltan un par de cosas pero está casi todo listo— El menor sonrio emocionado.
—En verdad muchas gracias por lo que estás haciendo— La omega sonrió hacia Jongho y negó con lentitud.
—No tienes que agradecer, lo hago con todo gusto— Jongho con facilidad podía demostrar lo emocionado que estaba por todo ese tema— Bueno debo ir a ver otras cosas, recuerden que la siguiente semana vamos a ver lo de sus trajes— La pareja asintio y se levantó casi al mismo tiempo que Haein.
La acompañaron a la puerta y se despidieron una vez más para después entrar de nuevo a su hogar, Jongho siguió exigiendo mimos y Yunho no podía negarselo.
La casa estaba tranquilo dado que sólo ellos estaban, Yunho dió el día libre a los empleados, Youngmin se llevó a San de paseo para que se despejará un poco ya que desde que se encontró con Wooyoung se mostraba algo desanimado, así que lo llevo a hacer cosas que lo distrajera un rato y mejorará su ánimo.
—Estamos a dos meses de volver a casarnos— Murmuró el mayor— Será mucho mejor que cuando nos casamos.
—Esta vez estoy muy emocionado por qué llegué es día— Alzo un poco su cabeza para que Yunho lo besará— Y tendremos un invitado muy especial con nosotros.
—Me alegra que estés muy emocionado— Beso con ternura sus labios— Porque esa era la idea desde un principio, igual si no quieres asistir no hay problema de igual forma estamos casados— El menor rió por su comentario, Yunho también lo acompaño a reír por lo que dijo.
—Claro que asistiré— Beso su mejilla— Estaré ahí porque te amo y está vez no estoy siendo obligado a nada, está vez no tendré que fingir nada.
—Yo tampoco tendré que fingir algo— Tomo el cuerpo de Jongho para colocarlo en sus piernas y besarlo con mayor comodidad— Y también te amo.
Abrazo la cintura del menor sin hacer demasiada fuerza, tal vez el vientre de Jongho aún fuera plano ya que no llevaba ni doce semanas de gestación, pero su instinto de protección le decía que tenía que cuidar a su omega como si fuera un fino cristal, lo besó con ternura y un poco de lujuria, amaba sentir los labios del menor contra los suyos y no se cansaría de la sensación, era la mejor experiencia, desde su primer beso quedó encantado con esos suaves, esponjosos y perfectos labios, desde ese día era un gran fulgor sentir sus besos.
Bruscos golpes en la puerta los interrumpió, Yunho entró en alerta al escuchar tales golpes, dejo a Jongho sobre el sofá para ir a averiguar a qué se debían esos golpes. Mientras Jongho se sentía nervioso, era inquietante que alguien haya golpeado de esa forma la puerta, pero le fue más inquietante que Yunho no regresará, se levantó del sofá para ver si pasaba algo malo pero antes de llegar a la puerta su madre apareció con una tranquila sonrisa.
—Hola Jonggie— El pelinegro miro a su madre—¿Cómo has estado?
—¿Que haces aquí?— Preguntó con los nervios carcomiendolo—¿Dónde está Yunho?
—¿Yunho? ¡Cierto! Yunho, está un poco ocupado, ven sígueme.
Hyejin giró sobre sus talones para caminar con demasiada tranquilidad, Jongho con duda la siguió, su corazón bombeaba con fuerza y una muy extraña sensación en su estómago se hizo presente, chilló aterrado al ver cómo cuatro alfas atacaban a su alfa, Yunho claro era fuerte y los defendería de cualquier amenaza pero eran cuatro contra uno y era mucha desventaja.
—Hagamos un trato— Hablo Hyejin— Hago que se detengan y tú vuelves a tu verdadero hogar— El menor estaba por negar— O vemos cuanto resiste— Jongho jadeo, era claro que él también quería el bien de Yunho, no quería que nada malo le ocurriera, no quería volver a su casa pero tampoco quería que a Yunho le pasará algo, miro a su alfa y después a su madre, las lágrimas no tardaron en brotar de sus ojos, Yunho también haría cualquier cosa por su bien.
—Detenlos— A Hyejin no le sorprendió, sonrió y llamo a los cuatro alfas para que dejarán a Yunho— Pero antes me aseguraré de que esté bien— La omega alzo una ceja— ¿Crees que haré algo?
—Creo que no eres capaz de ver cómo hieren a tu alfa hasta casi matarlo, bien, después de eso nos vamos.
Jongho se acercó con prisa al mayor para ayudarlo a levantarse y llevarlo al interior de la casa, esperaba que San y Youngmin no se tardarán en llegar. Llegaron hasta su habitación y le pidió que se recostara en lo que él buscaba lo necesario para curar sus heridas externas, esperaba que solo fuera eso y no hubiera más, esos alfas por supuesto que fueron unos animales al atacarlo sin problemas.
Después de todo su madre si logro encontrar una forma de alejarlos, hacerlo elegir entre su bien o su vida, era cruel, justo cuando estaba tan emocionado por su renovación de votos, por el próximo bebé que tendría junto a Yunho, justo cuando se sentía tan libre, tenía que aparecer y arruinarlo todo. Cuando terminó de curarlo fue a tirar lo que ocupo y volvió a su lado para acariciar con delicadeza su rostro antes de irse, ahora sólo esperaba que su madre no se enterará tan pronto de que estaba embarazado, miro su mano izquierda y un alto sollozo se escapó de sus labios, dejo el rostro del alfa para retirar los anillos, prefería que él se los quedará a que su madre se los quitará, la escuchó gritar y se levantó de la cama para dejar un pequeño beso en su frente y después en sus labios.
—Te amo, gracias por todo esto— Sonrio nostálgico, la mano izquierda del mayor sujeto sin fuerza su brazo y Jongho lo retiro— Descansa, cuando Youngmin llegue él se encargará— Dejo los anillos en la mesita que había a un lado de la cama, y con mucho dolor salió de su habitación.
Justo cuando salió de la casa San y Youngmin iban llegando, a ambos les preocupó verlo llorar, su madre a penas le dió tiempo de que dijera que cuidarán a Yunho, pues lo jaló con brusquedad para que entrará al auto e irse a su casa.
Aquel lugar ya no era su hogar o más bien nunca lo fue, nunca sintió que fuera un hogar, era sólo una lugar donde dormía y comía, un lugar frío sin un poco de calidez, sin una pizca de color, su hogar era junto a Yunho, el alfa era su hogar. Así que mirar esa casa sólo le recordaba que volvería a lo mismo, dormir y comer, estar encerrado sin nada entretenido que hacer.
Jongho miro su habitación, de nuevo estaba ahí en esas cuatro paredes, de nuevo estaba encerrado, de nuevo estaba solo, no quería estar ahí ¿Pero que elección tenía? No quería que a Yunho le ocurriera algo, no quería sufrir sabiendo que nunca lo volvería a ver, al menos quería saber que estaba bien, y él no podía descuidarse no estaba completamente solo.
—Jongho— El menor miro a su padre sin expresión alguna, no reflejaba nada a pesar de que las lágrimas no dejaban de salir— Quizás te acostumbraste a la otra casa, pero poco a poco te irás acostumbrando, después de todo este es tu hogar.
—Esto nunca ha sido un hogar— Soltó fríamente— No vengas a hacerte el preocupado ahora, no finjas que te importó, eres igual a ella.
—Te equivocas Jongho...
—¿Sí? Entonces si te importó ¿Dónde estuviste todo este tiempo? Si te preocupas por mí ¿Por qué no hiciste algo? Vuelve a lo que en verdad te importa, ve a tu prioridad más importante, trabajar... Porque nada es más importante que eso, porque no te importó que tu hijo se casará aunque no era lo que quería, porque no te importó arruinarle cada uno de sus planes— Soltó con demasiado enojó— Porque aún siguen arruinando mis planes, yo no tuve la maldita culpa de que ustedes también fueran obligados a casarse y a tenerme, yo no fui quien les arruinó nada— Su llanto ya no era tanto por estar lejos de Yunho, sino por la ira que lo recorría— Pero está bien terminen de arruinar mi vida, ya no queda mucho para que lleguen a eso, creo que ya ni siquiera importa que hagan conmigo.
—Jongho...
—No importa, ninguna de sus palabras hará que algo cambié, ya arruinaron todos los planes que hize y ya no habrá más planes, ahora vete y dile todo eso a tu esposa, dile que si gusta terminar de arruinar mi vida vaya consiguiendo a ese alfa que tanto decía, no me importa.
Dolor, tristeza, irá, frustración, decepción y muchas emociones más estaban ahí presentes ¿Que tenía ahora? Un hijo de Yunho al cual seguramente cuando Hyejin se enterará haría algo ya fuera para que no naciera o peor dejarlo nacer y desaparecerlo, ¿De qué servía cuidarse? Si de todas formas algo le harían, sabía que fracasaría como papá, pero llegó a creer que no y que junto a Yunho serían unos exelentes padres.
Ya nada importaba a partir de ese momento.
No sé ustedes pero ando sentimental así que me iré a llorar y espero que les haya gustado.
Ando regalando abrazos por si gustan o también por si me quieren abrazar (っ˘̩╭╮˘̩)っ
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top