078

San estaba dispuesto a ir a hablar con Mingi y Seonghwa, primero iría a hablar con Mingi, Seonghwa no estaba en casa, había salido con Hongjoong a vaya saber que lugar. Tocó la puerta dos veces y se asomó, Mingi estaba acostado debajo se sus cobijas ocultándose de él, lo sabía porque había escuchado pasos dentro de la habitación y luego el ruido de la cama, tenía más que claro que Mingi sabía quién era por la forma en la que tocó la puerta.

— Pinky ¿podemos hablar?—entró.

— No estoy—se cubrió más, no quería que San volviera a golpearlo.

— Quiero pedirte perdón, no quise decirte todas esas cosas tan feas que te dije, tampoco quise golpearte, estaba molesto y no controlaba lo que hacía, entiendo que no quieras verme y que ahora sea una persona mala...no era mi intención, yo te quiero mucho ¿tú ya no me quieres a mi?

San se rindió cuando en ningún momento Mingi le contestó, lo intentaría en otro momento, no quería molestarlo.

Seonghwa volvió minutos después de que intentó hablar con Mingi, ambos habían vuelto con una bolsita llena de frascos, parecían haber ido a una farmacia, suponía que eran para Wooyoung, Yunho y Hongjoong, pero cuando divisó antidepresivos quedó desconcertado ¿para quién eran?

— Justo queríamos hablar contigo—dijo Seonghwa apuntando a una de las sillas para que se sentara y San les hizo caso— estuvimos hablando tu papá y yo y llegamos a una conclusión que es por tu bien y para nada más que eso, porque queremos verte bien, San.

— ¿Qué? ¿Qué cosa?—los miró ansioso ¿de qué hablaban?

— Debes dejar a Keonhee—esta vez fue Hongjoong el que habló.

San había quedado paralizado ante la respuesta de sus padres ¿de qué hablaban? No, de ninguna manera, no iba a dejar a Keonhee.

— No, no lo haré—negó viéndolos a ambos ¿por qué tenían que ser tan entrometidos?— no voy a dejar a Keonhee, no voy a dejar a la única persona que me apoya.

— ¿Y nosotros no lo hacemos? ¿Nosotros en algún momento dejamos de apoyarte?—Seonghwa lo miró indignado, estaba llegando a su límite.

— No, no lo hacen, no me apoyan en nada, dejaron de hacerlo desde que se enteraron de que estaba embarazado.

— Deja de decir mentiras San, en ningún momento hemos dejado de apoyarte, no sé que te está metiendo ese tipo en la cabeza pero por favor razona ¿no has visto como te ha estado poniendo? Por favor ¿puedes escucharnos por primera vez? Es por tu bien mi vida...

— No, no los voy a escuchar ¿por qué siempre parecen estar dispuestos a cagar mi vida? ¡No les bastó con hacer que tuviera una estúpida enfermedad neuronal sino que también quieren esto! ¡están haciendo que mi vida se vaya a la mierda! ¿Por qué no pueden ser buenos padres por primera vez? Los odio, los odio a ambos.

— San, amor, nunca quisimos que tuvieras eso...nosotros no podemos controlarlo, nosotros nunca pedimos que tuvieras déficit de atención y nunca pedimos que Mingi tuviera autismo, si pudieramos controlarlo nosotros hubiéramos escogido que no tuvieran nada—explicó Hongjoong con calma mientras que Seonghwa parecía estar perdiendo la paciencia.

— ¿Sabes algo, San? ¡has lo que quieras! ¡Cuando ese tipo te haga algo que te perjudique después no vengas diciendo que nosotros teníamos la razón!—gritó harto golpeando la mesa— ¡estoy cansado de ver como me tratas! ¡Siempre he estado dando lo mejor de mí y rompiemdome el lomo trabajando, tratando de ser el mejor padre para ustedes y darles la mejor vida de todas para que lo único que reciba de tu parte es desprecio y malos tratos! Estoy cansado San, estoy cansado y harto de esto, sé que estoy ausente la mayor parte del tiempo pero he tratado de hacer lo posible para estar con ustedes, siempre he tratado de darles la maldita vida que yo no pude tener, tratando de ser el mejor papá para ustedes solo para recibir esto, ya no sé que hacer contigo para que entiendas—dicho eso dejó la cocina y subió las escaleras dejando solos a Hongjoong y a San.

Hongjoong solo negó y dejó solo a San, el cual solo agarró sus llaves, su teléfono y salió de la casa lo más rápido que pudo sin importar lo que le dijeran sus padres.

Jongho se asomó en la habitación de sus padres y vió a Seonghwa sentado en la cama con las manos en la cara murmurando cosas sin sentido, cuando se acercó más pudo escuchar que decía cosas como "debes mejorar" o "no lo estás haciendo bien" ¿por qué decía esas cosas? Tocó su hombro un par de veces y lo abrazó fuerte, no le gustaba que su papi llorara, se sentía muy mal cuando lo hacía.

San tocó la puerta de la casa un par de veces y fué recibido por Keonhee el cual lo abrazó apenas lo vió. La casa de Keonhee era pequeña, vivía en un pequeño conjunto de casas él solo en un mono ambiente porque sus padres lo habían echado de casa al enterarse de lo que su hijo hacía. Keonhee era un año mayor que San, ese año cumpliría los diecisiete años mientras que San los dieciséis. San era lo último que le quedaba a Keonhee, lo último que lo amaba aún.

Keonhee le ofreció un cigarro a San y este lo ofreció con gusto sentándose a su lado en el techo del mono ambiente, amaba ver el atardecer junto a él ahí.

— Mis papás quieren que me separe de ti...

— ¿En serio dicen eso?—asintió algo molesto— tú no te irás ¿verdad? Digo...si te vas yo perdería mi única razón de vivir, si ti no sé que sería de mí, si te vas me quitaría la vida ¿entiendes? No te vayas Sannie.

— No me iré Keon...me quedaré contigo—recostó su cabeza en su hombro y cerró sus ojos. Keonhee solo sonrió.

— ¿Sabes qué dejaste en mi casa la última vez?—negó— ¿te gustaría usarlo?

— ¿Es lo que creo que es?—asintió— no tienes ni siquiera por qué preguntarlo, me ofende—dijo dejando de lado el cigarro de lado para besarlo.

— Hay...hay que bajar—rió acariciando la mejilla de San.

San despertó en la madrugada y vió a su lado, Keonhee no estaba a su lado, estaba sentado en la puerta tomando algo mientras hablaba con alguien por teléfono riendo escandalosamente y diciéndole a alguien lo mucho que lo amaba ¿estaba escuchando bien?

— Keon ¿con quién hablas?—preguntó curioso viendo a su novio.

— Con nadie mi amor, uno de mis amigos, ¿por? ¿Tienes algún problema con eso?

— No, no...ninguno—negó.

— Qué bien ¿Ya hiciste lo que acordamos?

— Lo hice...incluso la borré—dijo viendo a Keonhee mordiendo su labio inferior nervioso.

— Préstame tu teléfono—le arrebató el teléfono y empezó a revisarlo de arriba a abajo incluso en las fotos, en su galería tenía fotos de ambos y videos de sus hermanos haciendo estupideces juntos, patético— ¿por qué me mientes?—lo miró molesto tirandole en celular en la cara y agarrando su cabello fuerte— te dije que borraras tus contactos San ¡borralos!—no lo soltó hasta que los borró todos, San lo miraba con los ojos llorosos— muy bien, ese es mi niño obediente, sabes que no me gustan las actitudes de tus amigos y hermanos...y menos la de tus padres, ya te lo he dicho antes, esto es lo mejor que has podido hacer mi vida, así estaremos bien ambos.

— Mmh—asintió cerrando sus ojos— ¿Puedo volver a mi casa?

— Quédate conmigo hoy mi vida ¿sabes algo? Tengo algo que te puede gustar mucho—abrió un cajón y sacó una bolsita pequeña con polvo blanco— ¿no la quieres probar? También tengo en caramelos para que sea más fácil.

— ¿Esas son drogas?—lo miró asustado.

— Lo son—asintió— ¿no quieres probar? Te van a encantar cielo.

No sabía cuantos caramelos de los que Keonhee le había dado había comido —comido por obligación—, pero en ese momento estaba totalmente ido, ya ni siquiera estaba consciente de dónde estaba, y Keonhee había aprovechado eso para hacer cosas que no debía.

Una hora después no sabía como, había llegado a casa, Seonghwa estaba sentado en el sofá aparentemente esperándolo ¿Qué hacía ahí? Frunció el ceño y Seonghwa se levantó pero apenas lo tocó cayó inconsciente en sus brazos, su respiración era lenta, Seonghwa reconoció los síntomas de inmediato.

Gritó el nombre de Hongjoong asustado y del susto incluso Yunho se había levantado. Hongjoong bajó rápido y al verlo entendió de inmediato. Le dijeron a Yunho que cuidara a sus hermanos y se fueron de inmediato. Seonghwa no paraba de temblar y de llorar asustado mientras que Hongjoong trataba de calmarlo pero tampoco podía, también estaba demasiado asustado como para hablar.

A San le había dado una sobredosis.

— Dios, Taemin, dime que mi hijo está bien—Seonghwa se acercó a él desesperante, ya ni siquiera le importaba como se veía, no le importaba tener los ojos rojos e hinchados aún brillosos, tener marcas de lágrimas o tener un nido de pájaros en la cabeza, no le importaba que sus compañeros de trabajo lo miraran raro, él quería saber de su hijo.

— Tranquilo, está bien, el nuevo hace un excelente trabajo, y dile a Hongjoong que despierte, esa posición le puede hacer daño.

— Gracias...—murmuró abrazándolo fuerte.

— No hay de que, lindo.

Cuando vió a San dormido en la camilla no pudo sentir tanta impotencia y ganas de golpear a ese tipo como en ese momento, sabía que San no tenía la culpa porque era incapaz de hacer esas cosas.

Días después cuando San estuvo más estable habían ido a ver al tan aclamado Keonhee, el alfa había recibido muy bien a San pero cuando vió a sus padres detrás del omega su sangre se heló, y supo que desde ese día no volvería a ver a San nunca más.

Nunca se había dejado humillar por un omega pero cuando Seonghwa lo miró con esa mirada tan fría y Hongjoong...Hongjoong lo trataba, no pudo evitar no sentirse atemorizado, se sentía pequeño ante la pareja.

San miraba desde el fondo todo, nunca había visto a Seonghwa golpear a alguien, pero se sintió bien, y claro, no había tardado en llegar la policía, pero no para detener a Seonghwa de golpear a un "indefenso" adolescente, había llegado para detener a Keonhee por distintos cargos, y él más fuerte de todos no había sido el tráfico de drogas, había sido abuso sexual y no solo a San, si no que a un montón de personas más.

San no sabía dónde se había metido.,

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top