[¡5!]
Estuvo alrededor de cinco horas investigando acerca de la reencarnación vía Internet y en libros. Aprendió exactamente lo mismo que en clase. Estaba caminando a través del parque para relajarse un poco. Ha estado bajo mucha presión últimamente.
Se sentó en una banca y cerró los ojos para intentar concentrarse. Estaba oscureciendo y no había casi nadie cerca. Se concentró en su mente en pensar cosas lindas, como volar a través de las nubes, o meterse al mar, o incluso...
─¡Mira quién es! ¡El hombre que mató a mi niño!─ la madre de Kazuki apareció frente a él.
─¡Señora Sorimachi! N- no fue mi intención...
─¡Le gritaste cosas feas y él se tiró del acantilado!─ le propinó una bofetada muy fuerte, y se fue, no sin antes decirle─: Asesino.
Ken se tocó la mejilla golpeada y miró al suelo con lágrimas en sus ojos. La mujer le hizo recordar que era su culpa lo que sucedió.
Se agachó en el suelo y se agarró la cabeza con sus manos.
─¡SORIMACHIIIIIIIIII! ¡LO LAMENTO! ¡LO LAMENTO MUCHÍSIMO, EN SERIO! ¡NO ERAS UN INÚTIL, SOLO FUE UN ACCIDENTE! ¡POR FAVOR REGRESA, TE NECESITO MÁS QUE NUNCA! ¡NO PUEDO MORIR EN PAZ SABIENDO QUE NO ME HAS PERDONADO AUN!─ las lágrimas literalmente caían de sus ojos como cascadas─Por favor...vuelve...─ dijo en un hilo de voz.
De repente, una luz empieza a aparecer en el cielo. Ken la observó directamente. La luz se acercaba cada vez más a él, hasta que dejó de brillar, y solo se podía ver al fantasma de Sorimachi.
─So- so...Sorimachi...
─Wakashimazu...
─¡SORIMACHI!─ lo abrazó con todas las fuerzas que tenía, y las lágrimas caían en el rostro del joven oji- azul─¡Sorimachi, yo quería verte!
─¿En serio? Pensé que estabas feliz de que yo me fuera...
─¡ES MENTIRA! ¡Sorimachi, no he dormido casi nada estos días después de que pasó lo que pasó! Sufrí mucho, y no debí haberte gritado esas cosas tan horribles. Es mi culpa. Si no fuera por mí, aun estarías entre nosotros─ las lágrimas comenzaron a caer de nueva cuenta.
─Wakashimazu...─ al joven se le escaparon las lágrimas y recostó su cabeza en el pecho del mayor, quien lo cubría con sus brazos fuertes─¡No sabes cuánto los extraño!
─No hay nadie que haya sufrido más que yo. Desearía volver en el tiempo y evitar lo de Coco para que no suceda nada malo después...
─¡Basta! ¡No me recuerdes a Coco!
─Está bien. Tranquilo─ acarició su cabeza─. Estoy tan feliz de que hayas escuchado a mis llamados y que hayas venido─ mostró una sonrisa.
─También me alegra. Vine para decirte que estoy pensando reencarnar para volver con ustedes.
─¡¿Enserio?! ¡¿Es posible?!
─Así es, pero no puedo reencarnar hasta que mi alma no esté en paz, y esa es la otra razón de por qué vine. Tenía que arreglar este problema contigo. Tengo que saber que estás bien conmigo, y eso es lo único que necesito para que mi alma descanse en paz.
─Sorimachi...Yo...─ el joven de la cabellera larga dejó salir todo el dolor que sentía aprisionado en su espíritu─¡Lo siento!─ lo volvió a abrazar con fuerza─Es mi culpa, y siempre llevaré este dolor de haberte perdido conmigo.
─No es culpa de nadie, Wakashimazu. Debí tomar otro camino para llegar a casa, ese lugar era muy peligroso. Fui yo el culpable de mi propia muerte...Pero ahora, puedo volver a sentir esos brazos cubriéndome─ dijo para acurrucarse en el pecho del contrario.
─Sorimachi, estoy bien contigo. No tienes la culpa de lo de ya sabes quién. Espero que eso sea suficiente para que tu alma esté en paz─ sonrió.
En ese instante, Ken empezó a ver a través de Sorimachi. Estaba desapareciendo.
─Tienes razón─ prosiguió el joven oji- azul─. Ahora podré reencarnar...
─Pase lo que pase, voy a estar esperando ese día. No importa si debo esperar ochenta años o más, definitivamente te estaré esperando. No importa si te conviertes en gato, en un bebé o hasta incluso en excremento de perro, en lo que te conviertas, siempre seremos amigos.
Esas palabras hicieron que Sorimachi llorara de felicidad.
─Ken, ¿me seguirás queriendo aun si me convierto en popó de animal?─ preguntó entre risas.
─Siempre te querré─ lo abrazó─. Te buscaré en todo el mundo si es necesario.
─Wakashimazu...¡Te quiero mucho! Jamás olvidaré los momentos que pasamos juntos...
En ese momento, aparecieron Hyuga y Sawada, quienes estaban en shock al ver el fantasma del joven oji- azul desapareciendo.
─¿Sorimachi?
─¡TE QUIERO MUCHO, QUERIDO AMIGO!─ le gritó el joven moreno.
─¡TAMBIÉN TE QUIERO!─ le gritó Sawada con lágrimas en los ojos.
A Sorimachi se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas.
─Nos veremos algún día, amigos...
Sorimachi desapareció en los brazos de Ken.
El joven karateca miró al suelo, y una sonrisa se le formó en el rostro mientras miraba el atardecer con las lágrimas cayendo como cascadas. Kojiro y Takeshi se acercaron a él e imitaron su acción.
─¡Los quiero mucho, amigos! ¡Gracias por todoooo!─ escucharon la voz de Sorimachi en el cielo.
─Sorimachi...Gracias por haber sido nuestro amigo.
Era la fiesta de graduación del colegio Toho, y todos estaban escuchando el discurso del director.
Una vez terminado el dichoso discurso, todos aplaudieron con una sonrisa. De pronto, Ken sintió que alguien le tocaba el hombro. Miró para todas partes y vio a Sorimachi en el cielo.
─¡Sorimachi!
─¿Eh? ¿En dónde?─ todos estaban buscándolo por todas partes.
─Ven pronto, amigo─ le sonrió.
─No importa en qué reencarne, siempre nos llevaremos bien─ Sorimachi se sentó a lo indio. Juntó sus dos manos y se concentró en ese proceso que llevará mucho tiempo.
Han pasado tres años desde la muerte del joven Kazuki. Wakashimazu contaba con dieciocho años y estudiaba en la universidad. Esa mañana se encontraba yendo para una entrevista cuando un perro le ladró a sus espaldas. Se dio vuelta y se encontró con un perrito con hermosos ojos azules.
─Hola, amiguito─ le acarició la cabeza y volvió a darse la vuelta para irse, pero el perrito le volvió a ladrar. Se agachó a su altura y le dijo─: No puedo jugar ahora, tengo que ir a...─ el perrito le lamió la nariz, y a Ken le empezó a latir muy rápido el corazón─N- no puede ser...Tú...tú eres...
El perrito le volvió a ladrar y a saltar. Sin duda alguna, la presencia de Ken de alguna forma le alegraba.
Ken sonrió con lágrimas al darse cuenta de quién era ese cachorro realmente. Se le puso la piel de gallina y lo abrazó, con cuidado de no aplastarlo.
─Bienvenido a casa, Sorimachi...
FIN
¿Qué les pareció? UwU
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