𝐓𝐖𝐎 🐯

La cena en el restaurante transcurrió tranquila. Tora degustó su hamburguesa tratando de no pensar en la separación de sus padres, aunque no le dolió el instante exacto en el que le dijeron que ellos se iban a separar, le causa extrañeza consigo mismo, todos los días cuando va a la escuela, ve a sus compañeros con sus padres, de los veintiséis compañeros que tiene, tres (cuatro, incluyéndolo a él), tiene a sus padres verdaderos separados, aunque solamente uno tiene un padrastro, los demás viven con uno de sus dos padres. Cuando ve a niños con sus dos padres en el patio, le genera un poco de melancolía, y pensar que cuando comenzó el jardín de infantes, a los dos años, iba con Kojiro y Maki, tomados de la mano. Apenas lo recuerda, pero le gustaría volver a esos días.

─Tora, ¿qué tal si mañana cuando vaya a recogerte de la escuela te llevo a tomar un helado con Hisako y tu hermanita?

─Me encantaría, papi─ responde, con una sonrisa.

─¿Están listos para pedir postre, caballeros?─ aparece la camarera.

─¿Quieres postre, Tora?

─Sí, por favor, quiero helado.

─¿Helado napolitano?

El pequeño asiente.

─Muy bien, yo voy a ordenar una porción de pie de limón, y para mi hijo una copa de helado napolitano.

─Bien, lo traeré enseguida─ escribe en su pequeña libreta.

─¡Síiiiiiii!─ exclama alegremente el pequeño Tora.

─Señor, no es por nada, pero tiene un niño precioso como hijo.

─Jeje, gracias. Yo estoy muy orgulloso de él─ sonríe, demostrando ese orgullo.

─Si tuviera que pedir postre, me comería a él, me lo comería a besos, jaja─ ríe simpáticamente.

─¡¿Comerme?!─ al pequeño no le gusta para nada esa idea.

─Jaja, no me hagan caso, sólo estoy bromeando. Ahora les traigo sus postres─ se aleja de la mesa, dejando a un Hyuga un poco extrañado por lo que dijo esa mujer.

─Si será atrevida. Tora, ella no se refería a comerte como lo hacen los monstruos, es una forma de decir que te quiere llenar la cara a besos, como lo hace Hisako.

─Pero ella no es Hisako, mucho menos mi mamá.

─Ya sé, cuando crezcas vas a comprender todos esos dichos que te aterran, jaja.

─B-bueno.

Sí, él ya quiere crecer para que le digan de una maldita vez el porqué sus padres decidieron separarse así de la nada.


Llegan a casa, una casa bastante lujosa, donde viven junto con Hisako y Eri, quienes ya habían llegado de sus compras hace rato. La madrastra de Tora estaba haciendo la cena para Eri, a la vez que ella estaba jugando con sus nuevos juguetes.

─¡Papáaaaaa!─ la castaña oscura corre para saltar a los brazos de su padre.

─¡Ay, princesita! ¡Estás cada vez más pesada, jaja!─ le da vueltas en el aire, cargándola de abajo de los brazos, y luego la carga de abajo de las piernas, con ambos brazos─¿Cómo les fue con las compras?

─Trajimos de todo, Kojiro, ¡no tienes idea de la cantidad de gente que había!─ exclama Hisako, cargando la espátula, y caminando hacia su pareja para darle un beso en los labios─Pero bueno, compré mis cremas para el skincare, un poco de comida, una camiseta negra que estaba en descuento y no pude evitar comprar, jaja, y algunos juguetes para Eri.

─¡Tengo un nuevo amigo para Miu!─ dice la pequeña. Miu es un tigre de peluche con el que ella duerme.

─A ver, quiero ver─ su padre la baja y ella corre al living para buscar sus juguetes nuevos.

─Mira, ¡es un unicornio!

─Qué bonito, con cepillo para peinar y todo.

─Se llama Rin.

─Buena elección, después de todo, Rin en japonés quiere decir "unicornio".

─Kojiro, he estado pensando, y a Eri le pusimos un nombre con un significado un poco extraño.

─¿Qué tiene de extraño "premio bendecido"? Para nosotros ella fue un premio cargado de bendiciones.

─No sé, me suena raro decir: "Significa premio bendecido", jaja.

─El significado no importa mucho, después de todo, su nombre le queda hermoso. Eri.

─Y Tora, que quiere decir "tigre". Realmente escogiste un buen nombre para él, Kojiro.

─La verdad que sí─ carga a Tora de la misma forma que había cargado a su hija menor hace un rato─. ¿A ti te gusta tu nombre, Tora?

─Sí, supongo.

Los niños a esa edad no se ponen a pensar si les gusta su nombre o no, a menos que sea una situación en la que sufra bullying por tener un nombre muy extraño que incite a las burlas, pero quitando eso, ellos no piensan: "Me gusta mi nombre", o "no me gusta mi nombre", saben que se llaman como se llaman y punto.

─Bueno, las nuggets de pollo ya van a estar listas─ anuncia Hisako.

─¡Qué ricoooo!─ Eri toma a Rin y corre por la casa, emocionada. Es que las nuggets de pollo son su comida favorita.

─¿Yo también puedo comer?─ pregunta el hijo mayor.

─¡Claro que puedes! ¡No eres ningún extraño, Tora! Esas cosas no se preguntan.

─Perdón...─ baja la mirada, un poco apenado.

─No te desanimes, yo quiero verte feliz─ se agacha a su altura y roza su mejilla con la suya, en una muestra de afecto.

Los cuatro cenaron tranquilamente, a pesar de haber comido en el restaurante, Kojiro y Tora no podían resistirse a comer las nuggets preparadas por Hisako, porque lo cierto es que le quedan maravillosas. Tora aun siente la necesidad de tener una cena con su padre y su verdadera madre, Maki.

Mañana es viernes, es decir, último día de la semana y de clases, y al día siguiente podrá ir a visitar a su mamá, como acostumbra cada fin de semana.

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